Cap.

 1      1|      que dormía a sus pies.~ ~ Bismarck, un pillo ilustre de Vetusta,
 2      1|    calidades y privilegios.~ ~ Bismarck era de oficio delantero
 3      1|       del coro -así se decía - Bismarck sentía en sí algo de la
 4      1|        ha de poder! -respondió Bismarck, que en el campanario adulaba
 5      1|    chico? Se pinta la cara.~ ~ Bismarck negó lo de la pintura. Era
 6      1|     Custodio tenía envidia. Si Bismarck fuera canónigo y dinidad (
 7      1|     será de boquirris -replicó Bismarck -. ¡Mia tú el Papa, que
 8      1|    tiro de carcas (curas según Bismarck), y lo cual que le iban
 9      1|       de la Iglesia primitiva; Bismarck estaba por todos los esplendores
10      1|         toca, que avisan.~ ~ Y Bismarck empuñó el cordel y azotó
11      1|          no oyes el manteo?~ ~ Bismarck tenía razón; el roce de
12      1| empingorotados, se le figuraba Bismarck usando y abusando de la
13      1|       puntapié! No era más que Bismarck, un delantero, y sabía su
14      1|  interceptado por el canónigo. Bismarck no tuvo más recurso que
15      1|   muchos pliegues y vuelos.~ ~ Bismarck, detrás de la Wamba, no
16      1|       las de ayudar a misa.~ ~ Bismarck, oculto, vio con espanto
17      1|       y hacía con él puntería. Bismarck respiró: no iba con su personilla
18      1|      Vetusta, y si supiera que Bismarck tomaba un anteojo por un
19      1|    hablaba así, en voz baja, a Bismarck, que se había atrevido a
20     11|         el zapato que admiraba Bismarck, el delantero, y el solideo
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License