Cap.

 1      1|        pilluelos y les inspiraba un profundo desprecio de las cosas terrenas.~ ~ -¡
 2      5|        Águeda, satisfecha en lo más profundo de su vanidad, pasaba la
 3      8| aturdimiento era obra de un estudio profundo y minucioso: se aturdía
 4      8|                Don Álvaro sintió un profundo y tiernísimo agradecimiento. ¡
 5     12|             decían unos.~ ~ -Es más profundo, aunque menos ardiente.~ ~ -
 6     14|          intermitencias de silencio profundo. En la Colonia, más cercana,
 7     15|            escalera, en el silencio profundo de toda la casa. El violín
 8     15|           con voz patética, de bajo profundo -, ¡miserables...! ¡Ministro
 9     15|           dijo Barinaga, cayendo en profundo desaliento.~ ~ Se dejó arrastrar.~ ~
10     16|             Tal vez era esto lo más profundo en la fe religiosa de Ana;
11     18|        estaba seguro era del efecto profundo y saludable que en semejante
12     19|   coincidencia, entendía el sentido profundo del azar. ¿No se quejaba
13     19|            era un placer tranquilo, profundo... Ella le miraba con llamaradas
14     20|             único!, aunque afectaba profundo dolor por la ceguedad en
15     20|      suplicó que se guardase el más profundo secreto. Además, él, sintiéndolo,
16     21|       lágrimas que salían de lo más profundo de sus entrañas, de rodillas
17     27|            los sentidos y en lo más profundo de las entrañas. Y ahora
18     29|                 De un sueño dulce y profundo, poco frecuente en él, despertó
19     29|             profundamente, pero más profundo que el desprecio fue el
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