Cap.

 1      1|        labor y piel muy fina y lucía hebilla de plata, sencilla
 2      3|        mosquito a treinta y se lucía con otros ejercicios por
 3      5|   finas o el noble escocés que lucía torneada y robusta pantorrilla
 4      7|            Él, Ronzal, también lucía mucho la pechera, pero insensiblemente
 5     10|        abrochaba los guantes y lucía su levita de tricot muy
 6     11|    pulcritud que ante el mundo lucía el Magistral, desaparecía
 7     12|       muchos de fuera.~ ~ Doña Lucía, su esposa, confesaba con
 8     12|      yo llamo la Regla de doña Lucía, mi prima carnal. ¡Oh, señor
 9     12|        un estercolero.~ ~ Doña Lucía se presentó y con un gesto
10     12|        por Dios! -exclamó doña Lucía, juntando las manos -, segura
11     12|     pudieran!»~ ~ Suspiró doña Lucía al oír esto. Había comprendido.
12     12|      tantos disgustos.~ ~ Doña Lucía encontraba a don Fermín
13     12|      una religión el traje. No lucía dos veces uno mismo. Llegaba
14     13|    aquel vino transparente que lucía en fino cristal, ya con
15     14|       de la cordillera oscura, lucía solitario en una región
16     16|   flexible, elegante y suelto, lucía buena pierna, y le sentaba
17     24|     del Casino. La pechera que lucía Ronzal no podía ser más
18     26|       Regenta. En cuanto a él, lucía deslumbradora bota de charol,
19     30| montañés esbelto, fornido, que lucía apuesto talle con aquella