Cap.

 1      6|         Para él siempre había el guante sido el distintivo de la
 2      7|      honor, me tira a la cara un guante, y en tal caso... me tiene
 3      8|          la mano cuando no tenía guante, notaba el tacto el pringue
 4      8|             Ella no está como un guante, pero por dentro andará
 5     17|         una mecedora encontró un guante de seda morada entre las
 6     17|       taco madrugador y cogió el guante con dos dedos, levantándolo
 7     17|          matutinas.~ ~ Guardó el guante en un bolsillo, recogió
 8     17|         y sobre una butaca, este guante de canónigo... ¿Quién ha
 9     17|       noche digo...~ ~ -A ver el guante...~ ~ -Toma -contestó Frígilis.
10     17|           Pues no dice que es un guante de canónigo...?~ -¿Pues
11     17|       mismo que habrá llevado el guante a la glorieta..., ¡es lo
12     17|     macho!~ ~ Frígilis olvidó el guante y el gato, y quedó arrobado
13     17|        seno de nieve apretada el guante morado del Magistral.~ ~ ~ ~
14     21|       Magistral. Se acordaba del guante morado. Mucho tiempo lo
15     21|        Era, por consiguiente, un guante de canónigo. Ripamilán no
16     21|        Ana. Del Magistral era el guante, sin duda. Y Petra andaba
17     21| comprometerla. De allí sacaba el guante morado del Magistral, del
18     21|              Y qué probaba aquel guante respecto a la santidad de
19     24|       Debajo de la piel fina del guante la sensación fue más suave,
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