Cap.

 1      4|        de doña Camila y antiguo dueño de la casa de campo.~ ~
 2      7|        descifrarlas don Álvaro, dueño de la clave. Esta parte
 3      7|         de Vegallana, su futuro dueño tenía lágrimas en los ojos. ¡
 4     11| Magistral es comerciante, es el dueño, el verdadero dueño de La
 5     11|       es el dueño, el verdadero dueño de La Cruz Roja, el bazar
 6     14|    faltaba más, siempre he sido dueño de mí... y ahora había de
 7     15|      eso le dejaba figurar como dueño del comercio, sin miedo
 8     16|       las ocultas maniobras del dueño. Saludó Mesía de lejos y
 9     17|       todo el mundo, incluso al dueño del bosque, tocar en una
10     20|      puerta de La Cruz Roja. El dueño del establecimiento se quejó
11     20|        llegar a la cámara de su dueño; los familiares, gente devota
12     20|         algo, nos hundimos». Al dueño de La Cruz Roja se le prohibió
13     24|         que el Magistral no era dueño del corazón de Anita. Pero
14     25|    deshonrar...; él era allí el dueño, el esposo, el esposo espiritual...,
15     26|    también. Iba allí Zapico, el dueño ostensible de La Cruz Roja,
16     28|          en suma, llegado a ser dueño de los encantos de su doncella,
17     29|  inmóvil, esperando servir a su dueño.~ ~ Gozaba voluptuosa delicia
18     29|         caballo en la tapia, el dueño del parque ya no pudo dudar.~ ~ «¡
19     30|     cómo no se queja: yo soy tu dueño, tú me lo juraste a tu modo;