Cap.

 1     11|   otro; pero ya sabes que es ciego cuando se empeña en una
 2     13| prodigando risas falsas. Iba ciego; ciego de vergüenza y de
 3     13|     risas falsas. Iba ciego; ciego de vergüenza y de ira. «¡
 4     14|      que él sabía que estaba ciego. Se acordó de que Ripamilán
 5     20|       era como un oso viejo, ciego y con bozal que anduviese
 6     21|    le vio salir tropezando, «ciego de amor y pena», creía ella,
 7     22|      pecado mortal, le tenía ciego, loco; ¡sabía Dios lo que
 8     26|     Dios en una cuna... y yo ciego... que negaba...! Pero dice
 9     28|      es verdad..., he estado ciego..., la mujer siempre es
10     28|      ramas pendientes... Iba ciego; le daba el corazón, que
11     28|     matar si era preciso..., ciego...~ ~ -¡Jinojo!, que me
12     29|   allí... porque el amo está ciego, ve por sus ojos; el señorito
13     29|    venganza, el criminal, el ciego por la pasión, «el asesino,
14     29|   que aborrece; él no estaba ciego, no aborrecía, estaba triste
15     29|          No sospechaba aquel ciego, tan inoportunamente alegre
16     30|   tan irritado estás, si tan ciego te ves, si no puedes atender
17     30|     todo, que su hijo no iba ciego, no iba a dar escándalo.~ ~ «
18     30|    engañaba -, sí, he estado ciego, me he portado indignamente,
19     30|    de flaqueza, y aunque iba ciego, procuró no tropezar con