Cap.

 1      1|           remordimientos para una semana; pero volvió la idea a presentarse
 2      5|        que les tocaba una vez por semana. Asistían a todas las novenas,
 3      5|       Comían dos o tres veces por semana fuera de casa. Lo más del
 4      8|         hambre.~ ~ Dos veces a la semana se jugaba en su casa a la
 5      9|           recordó las carracas de Semana Santa, cuando se apaga la
 6      9|         novenas, a los oficios de Semana Santa y hasta al miserere.~ ~
 7     10|          al teatro dos veces a la semana por lo menos; a la tertulia
 8     12|           que en cierto sermón de Semana Santa Fortunato estuviera
 9     12|         pocas veces predicó en la Semana de Pasión. «Rehuía los lugares
10     15| perseguían los vaqueros hacía una semana. Murió con gloria el artillero,
11     16|  noviembre suele lucir el sol una semana, pero como si fuera ya otro
12     18|         la favorecían una vez por semana honrando sus salones», que
13     18|        que se juntaban durante la Semana de Pasión a comer de carne
14     22|          de carne solemnemente en Semana Santa, algunos de los que
15     25|     prometió un costurero para la semana siguiente. «Todo, todo,
16     26|           así, había comenzado la semana de Dolores, estaba concluyendo...,
17     28|        bosques, muchas veces cada semana.~ ~ Un día de noviembre,
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License