Cap.

 1      3|          al cabo. ¡La cama es un horror! Muy buena para la alcaldesa
 2     10|         y con espuma...~ ~ «¡Qué horrorTuvo asco de aquella imagen
 3     12|          La inmensa tristeza, el horror infinito de la ingratitud
 4     14|         verían las piernas -¡qué horror! -, los pantalones negros,
 5     15|      como a un leproso que causa horror. El bando del Arcediano
 6     16|    Regenta y hacerla beata. ¡Qué horror! Era preciso evitarlo. Ella,
 7     18|   aburría y se constipaba. Tenía horror a las corrientes de aire,
 8     18|        calle; la humedad le daba horror, la tenía encogida, envuelta
 9     19|     verse repartida en mil, y el horror dominándola producía una
10     21|        podía aquel estado; tenía horror al movimiento, a la variedad,
11     21| supersticioso. A dos cosas tenía horror: al magnetismo y al éxtasis. ¡
12     24|    debajo de la camisa.~ ~ -¡Qué horror! -exclamó don Víctor, que
13     24|    pensaba ya en el infierno con horror. De su piedad pasajera sólo
14     26|     porfía:~ ~ ~ ~como sombra de horror, calla y espera...~ ~ Pasaban
15     27|    prueba. ¡Un marido que ronca! Horror... basta. Veo que tuerce
16     28|            No faltaba más!, ¡qué horror!, ¡qué asco!, ¡amores con
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