Cap.

 1      1|        dijo respecto del descanso eterno de tan respetables señores:~ ~ -
 2      2|           alientos de Vetusta, el eterno vencedor en las justas incruentas,
 3      4|           y doña Camila juró odio eterno al ingrato, y consagró,
 4      7|       intachable, aquella ropa el eterno modelo de la ropa; y en
 5      8|       encontraba una garantía del eterno silencio que les recomendaba.
 6      9|        interrumpía siempre con su eterno: -'Bien, bien, adelante: ¿
 7     11|       había callado, jurando odio eterno al clero y a los fusiles
 8     12|      edificante... Aquel paralelo eterno que estaba haciendo Fortunato
 9     12|           mansos dormían el sueño eterno, cubiertos de polvo».~ ~
10     13|           del poeta setentón, del eterno amador platónico de Filis
11     16|         de un hastío sin remedio, eterno. Si ella contara lo que
12     16| romanticismo, el romanticismo era eterno...!» Doña Inés decía:~ ~ ~ ~
13     18|        los tejados, de monótono y eterno ruido acompasado al salpicar
14     21|    sentimental, la iniciación del eterno femenino en la eterna idolatría.
15     21|          le sonreía. ¡Ojalá fuera eterno el verano! Hasta sus enemigos
16     25|     querida esposa eran dignas de eterno agradecimiento..., pero
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License