Cap.

 1      1|     aspiraba con voluptuosidad extraña el ambiente embalsamado
 2      2|   llorón. Resultaba de aquella extraña postura que parecía Mourelo
 3      3|   levantarse, siente sensación extraña que podría llamarse nostalgia
 4      3| ladridos de Frígilis.~ ~ ¡Cosa extraña! Otras veces no le sucedía
 5     13|      sesgo que Mesía daba a su extraña situación. Cuando don Álvaro
 6     16|      decía capellán.~ ~ «¡Cosa extraña! Ana se había olvidado del
 7     21|       armoniosas, de seducción extraña. Tenía los ojos azules claros;
 8     22|        acreditados, no ha sido extraña a la pérdida que lamentamos
 9     27|  confort, alumbra más... ¡Cosa extraña! Yo no había visto el Vivero
10     29|  gritaba «¡Petra!», sentía una extraña y poética melancolía. «¡
11     29|       qué, sintió una angustia extraña, «también él tenía nervios,
12     29|       los huesos; y sentía una extraña pereza su cuerpo, un egoísmo
13     29|      su honra vivía». Y, ¡cosa extraña!, cuando allá en el parque
14     30|   sintió de repente una fuerza extraña en el corazón; era robusto,