Cap.

 1      1|          Provisor era un huracán eclesiástico, un castigo bíblico, un
 2      2|       ambicioso de cierto oropel eclesiástico, que tal vez se gana en
 3      4|        mediodía.~ ~ ~ ~ El poeta eclesiástico que olvidaba otros cabellos
 4     11|          Provisor... un Candelas eclesiástico.~ ~ Todos los presentes,
 5     12|        los cuidados del gobierno eclesiástico. El Magistral era sin duda
 6     12|        las oficinas del gobierno eclesiástico.~ ~ Llegó a su despacho
 7     12|       Don Carlos Peláez, notario eclesiástico que desempeñaba otros dos
 8     12| superioridad moral de un Júpiter eclesiástico.~ ~ En cuanto conoció que
 9     12|        cuestiones de su gobierno eclesiástico, mezcladas hasta lo más
10     12|       tanto esplendor, el estado eclesiástico, la necesidad de aparentar
11     20|          los enemigos del tirano eclesiástico».~ ~ Por las tardes, paseándose
12     20|   escándalos nuevos; el elemento eclesiástico y el secular, de común acuerdo
13     22|         en su despacho de Fausto eclesiástico: «¡Solo, estoy solo, ni
14     25|      como los demás, el celibato eclesiástico era una careta». Todo esto
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License