Cap.

 1      1|     la corneta, profanación constante del sagrado silencio secular;
 2      3|  bien merecía la abnegación constante a que ella estaba resuelta.
 3      5|     Comenzaba este componer constante, este imaginar sin tregua
 4      6|     Vetusta.~ ~ Otro lector constante era un vejete semi-idiota
 5      7|   para convertirse en fino, constante y platónico amador de su
 6     12|     un hecho».~ ~ El empeño constante del Magistral en la cátedra
 7     15|    casa y vivía con la idea constante de volar..., de volar sobre
 8     19| mejor los cazaderos, es más constante que yo en el trabajo...,
 9     21|       Y bien, lo normal, lo constante, lo que debía ser ya siempre,
10     29|     soberbia, aquel desafío constante de sus miradas, de sus sonrisas
11     29|     hijo, según su política constante, y de satisfacerle de una
12     29|    un temblor tenue, frío y constante.~ ~ -¡Pronto!, ¿qué pasa...? -
13     29|      uniforme y de un matiz constante. Sobre los castañares, que
14     30|       Frígilis era el amigo constante, el compañero de sus tristezas.~ ~
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