Cap.

 1      2|      mesa, porque los codos no llegaban a tamaña altura, y exclamaba
 2      4|      leer. Pero los libros que llegaban a sus manos, no le hablaban
 3      4|       fieras y de palmeras que llegaban a las nubes. Era, como en
 4      4|        espuma con bramidos que llegaban a lo alto como ruidos subterráneos.
 5      8|      verlo, mientras al olfato llegaban mezclados los olores punzantes
 6      9|        equivocación.~ ~ Cuando llegaban a las primeras casas de
 7      9|        salían haces de luz que llegaban al arroyo iluminando las
 8     11|      que se murmuraba y adónde llegaban las injurias.~ ~ No pensaba
 9     14|       ruidos de la ciudad alta llegaban apagados y con intermitencias
10     15|          pensó.~ ~ A sus oídos llegaban confusas y con resonancia
11     16|       Las personas decentes no llegaban al cementerio; las señoritas
12     18|  botellas de Burdeos al lado y llegaban al momento necesario de
13     19|   personas muy queridas cuando llegaban a cierto estado...~ ~ El
14     21|      de su caserón: a su lecho llegaban los ruidos lejanos de la
15     21|  olvidado aquellos rumores que llegaban de tarde en tarde a sus
16     22|      hornos, y los últimos que llegaban, los regazados, encontraban
17     22|       interceptaban la acera y llegaban hasta el arroyo divididos
18     23|       del infierno... a que no llegaban las suaves pláticas del
19     29|     mañanas Quintanar y Crespo llegaban al Parque a la misma hora.
20     29| dormido.~ ~ Media hora después llegaban a la estación en que dejaban
21     30|      Calló a esto Frígilis.~ ~ Llegaban de la estación; estaban
22     30|    para pasar el rato mientras llegaban noticias, sobre la legitimidad