Cap.

 1      1|        llena el alma de pesimismo desesperado y de flato el cuerpo. -¡
 2     12|         no sé! -gritaba el Obispo desesperado, temiendo por la vida del
 3     15|          conseguía hacerle llorar desesperado, como el infeliz rey Lear,
 4     18|          melancolía sino un tedio desesperado. Frígilis prefería mojarse
 5     18|          esperaba vencer; lidiaba desesperado. En vano, siempre que el
 6     21|           con símbolos en el caso desesperado de no salvarse, como deseaba
 7     25|      calle, sin conocer que moría desesperado. ¡Y no podía él hablar!»~ ~ -¿
 8     25|          tan mal y dejándole huir desesperado con aquellas sospechas que
 9     26|          enfermo, triste, tal vez desesperado, iba por ella a continuar
10     26| reconciliación, que antes moriría desesperado, como un perro, allí, en
11     29|     especie de pánico taciturno y desesperado. Veleidades tenía de llamar
12     30|       larga, que Benítez combatió desesperado, lo que atormentaba el cerebro