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Alfabética [« »] vete 9 veterano 1 veteranos 1 vetusta 467 vetustas 1 vetustense 60 vetustenses 67 | Frecuencia [« »] 484 cuando 481 casa 467 regenta 467 vetusta 461 esto 461 señor 459 poco | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias vetusta |
Cap.
1 1| agarrada a un plomo.~ ~ Vetusta, la muy noble y leal ciudad, 2 1| Bismarck, un pillo ilustre de Vetusta, llamado con tal apodo entre 3 1| era de la tralla, según en Vetusta se llamaba a los de su condición; 4 1| vibraciones por encima de Vetusta a la sierra vecina y a los 5 1| huir de los mainates de Vetusta.~ ~ Pero allí no había modo 6 1| más apuesto azotacalles de Vetusta.~ ~ Como si se tratara de 7 1| en las mejores casas de Vetusta, y si supiera que Bismarck 8 1| provincia, cuya capital era Vetusta, abundaban por todas partes 9 1| y en sus ojos dardos. En Vetusta no podía saciar esta pasión; 10 1| salían de la ciudad.~ ~ Vetusta era su pasión y su presa. 11 1| sobre todas su ciencia de Vetusta. La conocía palmo a palmo, 12 1| contentarse, por ahora, con Vetusta. De Pas había soñado con 13 1| mano; devoraba su presa, la Vetusta levítica, como el león enjaulado 14 1| encontraba estrecho el recinto de Vetusta; él que había predicado 15 1| ahora mandaba a su manera en Vetusta! En este salto de la imaginación 16 1| aquella ciudad se llamaba Vetusta, era mucho mayor que San 17 1| el primitivo recinto de Vetusta. Comprendía lo que se llamaba 18 1| noble y el barrio pobre de Vetusta. Los más linajudos y los 19 1| adobes en el recinto viejo de Vetusta. La iglesia ante todo: los 20 1| rediviva, en los alrededores de Vetusta, donde construía la piedad 21 1| ahora arrinconadas dentro de Vetusta, cerca de los vertederos 22 1| piernas en el recinto de Vetusta la de arriba, también los 23 1| allí estaba la Colonia, la Vetusta novísima, tirada a cordel, 24 1| oyeron muy pocas misas, en Vetusta vuelven, como a una patria, 25 1| humildes de la estirpe; en Vetusta los descreídos no son más 26 1| de la intemperie que en Vetusta la húmeda no dejan nada 27 1| de los ultramontanos de Vetusta, largos artículos que nadie 28 1| de alguna importancia a Vetusta, se buscaba por un lado 29 1| hombre más espiritual de Vetusta, y el más capaz de comprender 30 1| escenario. Las muchachas de Vetusta eran incapaces de comprenderle, 31 1| Esta señora que llamaban en Vetusta la Regenta, porque su marido, 32 1| las criadas, como dicen en Vetusta, salía muy recatadamente 33 1| autor ni más ni menos, de Vetusta Romana, Vetusta Goda, Vetusta 34 1| menos, de Vetusta Romana, Vetusta Goda, Vetusta Feudal, Vetusta 35 1| Vetusta Romana, Vetusta Goda, Vetusta Feudal, Vetusta Cristiana 36 1| Vetusta Goda, Vetusta Feudal, Vetusta Cristiana y Vetusta Transformada, 37 1| Feudal, Vetusta Cristiana y Vetusta Transformada, a tomo por 38 1| Transformada, a tomo por Vetusta. Era él, que salía disfrazado 39 1| tenía el ilustre autor de Vetusta Transformada. Después de 40 1| criado. Aquella señora, todo Vetusta lo sabía, era una mujer 41 1| especialistas en antigüedades de Vetusta y su provincia. Por eso 42 1| París, en Roma; pero en Vetusta no. Confesaba atrocidades 43 1| el primer anticuario de Vetusta, según la opinión del mejor 44 1| preparando sendos trocitos de su Vetusta Goda y de su Vetusta Cristiana. 45 1| su Vetusta Goda y de su Vetusta Cristiana. Y en honor de 46 1| atrevidísima invención, nueva en Vetusta, mediante la que aparecían 47 1| a esta Santa Iglesia de Vetusta, que les otorgó perenne 48 2| notaba en el cabildo de Vetusta lo que es ordinario en muchas 49 2| Celenio. Había venido a Vetusta de beneficiado a los cuarenta 50 2| él decir a los jóvenes de Vetusta, que le querían mucho -. 51 2| poeta de más alientos de Vetusta, el eterno vencedor en las 52 2| muy buen mozo, nuevo en Vetusta y en el oficio, pariente 53 2| Restituto Mourelo para toda Vetusta ilustrada. Allí estaba, 54 2| Audiencias, últimamente en la de Vetusta, donde se jubiló con el 55 2| fue ella. La Regenta en Vetusta era ya para siempre la de 56 2| reacción religiosa que en Vetusta, como en toda España, habían 57 2| más codiciada penitente de Vetusta la noble.~ ~ Se juraba a 58 2| no común en las damas de Vetusta, quería confundirse con 59 2| ignominia de la catedral de Vetusta.~ ~ Calló un momento para 60 2| dudaba si la fundación de Vetusta se debía a un fraile descalzo 61 3| Quintanar era Regente de Vetusta, el Magistral le visitaba 62 3| envidiaba la piel de tigre. En Vetusta no había tigres; la viuda 63 3| presidente del casino de Vetusta y jefe del partido liberal 64 3| al cazador sin rival de Vetusta.~ ~ Equilibrado el ánimo, 65 3| bella se le tributaba. En Vetusta, decir la Regenta era decir 66 4| una de las más antiguas de Vetusta. Era el tal apellido de 67 4| Carlos allá en su caserón de Vetusta.~ ~ Su matrimonio había 68 4| pobreza. Además, se corrió por Vetusta que don Carlos se había 69 4| toda la aristocracia de Vetusta, como si se tratara de visitas 70 4| del partido conservador de Vetusta.~ ~ -¡Qué... loco! -contestó 71 4| del Norte, limítrofe de Vetusta, una casa de campo en un 72 4| pudiera en la provincia de Vetusta la poca hacienda que no 73 4| más o menos auténticos. En Vetusta no le quedaba más que su 74 4| Escribió a las tías de Vetusta.~ ~ «¡Era el último porrazo! ¡ 75 4| esperando, y las tías de Vetusta. Pero se acordaba y mucho 76 5| salir de la provincia de Vetusta. Era por consiguiente una 77 5| dicho uno de los nobles de Vetusta.~ ~ Doña Anuncia y don Cayetano 78 5| sus hermanas el palacio de Vetusta. Aquél era el último resto 79 5| querido escribir a sus tías de Vetusta y no había podido coordinar 80 5| de su padre que vivían en Vetusta y que tenía entendido que 81 5| y el viaje, la vuelta a Vetusta, se precipitó contra los 82 5| En cuanto llegaron a Vetusta, la huérfana tuvo «un retraso 83 5| de Ozores y la nobleza de Vetusta suspendieron el juicio que 84 5| círculo aristocrático de Vetusta, a que pertenecían naturalmente 85 5| Visitaban a lo mejor de Vetusta, sin contar la visita al 86 5| etiqueta, según se entendía en Vetusta, era la ley por que se gobernaba 87 5| sobrinas de la aldea, todo Vetusta, la de clase inclusive, 88 5| el caso grave, porque en Vetusta nadie debía de saber nada. 89 5| que pudiera decirse, de Vetusta, no eran grandes proporciones; 90 5| de la segunda fiebre, en Vetusta, volvió esta actividad indomable 91 5| caserón de sus mayores, ni en Vetusta, ni en la tierra; estaba 92 5| acomodo en la parte nueva de Vetusta, en la Colonia india, como 93 5| En el gran mundo de Vetusta -decía doña Anuncia - es 94 5| poco fina la sociedad de Vetusta?~ ~ Por el usted y la ironía 95 5| nobles y los abogadetes de Vetusta y cuantos la veían; pero 96 5| entender todos los jóvenes de Vetusta. Pero ¿el amor?, ¿era aquello 97 5| ridículo defecto que en Vetusta podía tener una señorita: 98 5| protesta del gran mundo de Vetusta contra los conatos literarios 99 5| abominable de que se hablaba en Vetusta como de los monstruos asquerosos 100 5| provincialismo. Dejaba ya en Vetusta muchas víctimas de su buen 101 5| prendas morales raras en Vetusta, a saber: la tolerancia, 102 5| palabra de sentido especial en Vetusta, para las señoritas de Ozores, 103 5| mismas ideas. Pero entretanto Vetusta era su cárcel, la necia 104 5| eso es Anita en mi querida Vetusta. En Vetusta lo mejor es 105 5| en mi querida Vetusta. En Vetusta lo mejor es el arbolado.~ ~ - 106 5| era la mejor muchacha de Vetusta.~ ~ Crespo, según él dijo, 107 5| probablemente lo mismo que Vetusta; no era con Jesús con quien 108 5| edificar el mejor chalet de Vetusta, a tener los mejores coches 109 5| tener los mejores coches de Vetusta, a ser diputado por Vetusta 110 5| Vetusta, a ser diputado por Vetusta y a casarse con la mujer 111 5| con la mujer más guapa de Vetusta. Vio a Anita, le dijeron 112 5| terrones en los suburbios de Vetusta, doce años antes; se acordaba 113 5| segunda aristocracia en Vetusta, aunque no figuraban tanto 114 5| soliviantados liberales de Vetusta que hablaban de anarquía 115 5| el mismo camino.~ ~ Toda Vetusta fue a despedirlos; la nobleza 116 5| Será usted la Regenta de Vetusta, Anita.~ ~ -No lo permite 117 5| la maravilla del pueblo; Vetusta en masa veía marchar a la 118 5| cosa menos proporciones. En Vetusta la juventud pobre no sabe 119 5| fortuna lejos de la soñolienta Vetusta.~ ~ «Entre americanos, pasiegos 120 5| a sí misma? No estaba en Vetusta, no podía estar en aquel 121 6| VI -~ ~ El Casino de Vetusta ocupaba un caserón solitario, 122 6| importantes personajes de Vetusta. Allí no se debía alborotar 123 6| y el basto, es conocer a Vetusta intelectual en uno de sus 124 6| se jugaba en el Casino de Vetusta con una perfección que ya 125 6| protestaban los hechos. De Vetusta y sólo de Vetusta salieron 126 6| hechos. De Vetusta y sólo de Vetusta salieron aquellos insignes 127 6| persona decente, como dicen en Vetusta. El sueldo no le bastaba 128 6| por fin se hizo vecino de Vetusta para no separarse nunca 129 6| Sí señor, la crónica de Vetusta...~ ~ -Pero ¿usted sabe 130 6| noticias y resultaba que «Lo de Vetusta» no era nada. Así se había 131 6| que en los certámenes de Vetusta se llevaba todas las rosas 132 6| periódico reaccionario de Vetusta.~ ~ Otro lector constante 133 6| en balde se afirmaba que Vetusta se distinguía por su acendrado 134 6| por lo mucho que llovía en Vetusta. ¿Qué habían de hacer los 135 6| Francisco, a la cual acudió toda Vetusta edificada, como decía Bermúdez.~ ~ 136 6| elegantes y calaveras de Vetusta que los imitaban. Pero de 137 6| Madrid era uno de tantos, en Vetusta no podía temer a más de 138 6| familias ricas o nobles de Vetusta. Se había hecho amigo íntimo 139 6| nata de los elegantes de Vetusta. Orgaz le llamaba Álvaro 140 6| necesitaba ser un poco antiguo en Vetusta para recordar todo lo agreste 141 7| extranjero. Aunque era de Vetusta, no tenía el acento del 142 7| jefe del partido liberal de Vetusta que acataba las Instituciones. 143 7| brillo que no sabían sacar en Vetusta, que no venía en las camisas 144 7| víctimas que el don Juan de Vetusta iba haciendo, le espiaba, 145 7| nadie; créanme ustedes. En Vetusta la vida no tiene incentivos 146 7| acaso el único sabio de Vetusta; un orador incomparablemente 147 7| título más envidiable de Vetusta, ni su buena figura, ni 148 7| creía en los sastres de Vetusta y ni unas trabillas compraba 149 7| partido liberal dinástico de Vetusta que Paquito le creyera enamorado 150 7| una excepción que a todo Vetusta le parecería indispensable.~ ~ 151 7| salón amarillo. ¿Qué sabía Vetusta de estas cosas? Tan mujer 152 7| respeto que inspiraba a Vetusta la virtud de la Regenta 153 7| se empezaba a hablar en Vetusta de si él ponía o no ponía 154 7| en esta clase de asuntos. Vetusta era un pueblo primitivo. 155 7| creer que el Tenorio de Vetusta había dejado de serlo para 156 7| más la supersticiosa fe de Vetusta en la virtud de aquella 157 8| marqués de Vegallana era en Vetusta el jefe del partido más 158 8| era el turno pacífico en Vetusta, a pesar de las apariencias 159 8| Colonia, la parte nueva de Vetusta, merced a la influencia 160 8| esto era muy frecuente en Vetusta, se quedaba en su gabinete 161 8| tocaba el turno de ir a Vetusta. Desde niñas se acostumbraban 162 8| expresión que se usaba en Vetusta como en todas partes - pero 163 8| comer, allá a dos leguas de Vetusta, en el río Celonio velaba 164 8| mujer. Lo que pensaba todo Vetusta de las literatas, lo pensaba 165 8| que ésta había venido a Vetusta con su tía doña Anunciación 166 8| aburría tanta alabanza. Toda Vetusta diciendo: «¡La Regenta, 167 8| otra? Ella lo había sido en Vetusta poco tiempo. Su marido había 168 9| plata. Una nevatilla (en Vetusta lavandera) picoteaba el 169 9| tías y todas las amigas de Vetusta le habían hecho despreciar 170 9| como una Babilonia aquella Vetusta que le pareciera siempre 171 9| qué color de salud!~ ~ »¡Vetusta, Vetusta encerraba aquel 172 9| de salud!~ ~ »¡Vetusta, Vetusta encerraba aquel tesoro! ¿ 173 9| una señora ex-regenta de Vetusta? El lugar de la escena era 174 9| a las primeras casas de Vetusta, oscurecía. La luz amarillenta 175 9| las pocas calles nuevas de Vetusta, de casas de tres pisos, 176 9| una acera hiperbólica para Vetusta, estaba orlada por una fila 177 9| nueva, la más lujosa de Vetusta, un grupo de pillos de ocho 178 9| muchos y pronto».~ ~ En Vetusta llueve casi todo el año, 179 9| solo, mientras estaba en Vetusta. En sus viajes a París sacaba 180 9| aburrirse usted mucho en Vetusta, Ana -decía don Álvaro.~ ~ 181 10| qué había faltado? Todo Vetusta en aquel momento estaba 182 10| tenue que se cernía sobre Vetusta, y parecía el cuerpo del 183 10| espesos de la atmósfera y Vetusta quedó envuelta en la sombra. 184 10| erre que erre... Volvemos a Vetusta, casi pasando por encima 185 11| Historia de la Diócesis de Vetusta, obra seria, original, que 186 11| deslumbrar por sabio; en Vetusta y toda su provincia la sabiduría 187 11| gravedad y aire de ofensa. En Vetusta el buen humor consiste en 188 11| género las había a diario en Vetusta; en el paseo, en las calles, 189 11| mujer era aquélla? ¿Había en Vetusta aquel tesoro de gracias 190 11| Magistral conocía una especie de Vetusta subterránea: era la ciudad 191 11| haciendo el plano espiritual de Vetusta, de Vetusta la noble; desdeñaba 192 11| espiritual de Vetusta, de Vetusta la noble; desdeñaba a los 193 11| anunciar muchas tempestades en Vetusta, dramas de familia, escándalos 194 11| Roma con el buen Obispo de Vetusta. El tema había sido también 195 11| nubes. El buen tiempo en Vetusta vale más por lo raro. El 196 11| Él era el Magistral de Vetusta, un cura del siglo diecinueve, 197 11| mejillas, como las señoritas de Vetusta. Eran amigas, ambas de la 198 11| la primera millonaria de Vetusta, que no encuentra novio 199 11| un rival en el dominio de Vetusta. Pero doña Paula tenía superior 200 11| de muchos personajes de Vetusta, y a veces con los personajes 201 11| iguales acaso, el dominio de Vetusta, de aquella Vetusta que 202 11| dominio de Vetusta, de aquella Vetusta que necesitaba siempre un 203 11| acercándose al cenit. Sobre Vetusta ni una sola nube. El cielo 204 11| de la Regenta creía toda Vetusta, y en efecto era un ángel. 205 11| con no mandar más que en Vetusta. ¡Oh!, estaba seguro. Si 206 12| de la Junta Carlista de Vetusta y el que hizo más sacrificios 207 12| que se morían de hambre en Vetusta. Había estudiado poco, pero 208 12| son más peligrosos que en Vetusta: correr calles, ver mucha 209 12| las compañeras. Vuelta a Vetusta. Un mozalbete se enamora 210 12| Las niñas, en vista de que Vetusta es andar de templo en templo 211 12| Fortunato Camoirán, Obispo de Vetusta, dejaba al Provisor gobernar 212 12| canónigo Camoirán.~ ~ Llegó a Vetusta echando bendiciones y recibiéndolas 213 12| el predicador de moda en Vetusta. Su antecesor rara vez subía 214 12| algún librepensadorzuelo de Vetusta, de esos que estudian en 215 12| verdadero predicador de Vetusta era el Magistral».~ ~ Pronto 216 12| irremisiblemente. Cuando en Vetusta se decía algo por rutina, 217 12| las personas ilustradas de Vetusta, la emprendía con los infieles 218 12| Cuando Camoirán llegó a Vetusta, se vio acosado por el bello 219 12| corrupción creciente de Vetusta.~ ~ Así era el buen Fortunato 220 12| de la diócesis exenta de Vetusta la muy noble ex-corte; aquel 221 12| todo el Ayuntamiento de Vetusta que quisiera las limosnas, 222 12| y no me duerma usted en Vetusta...!-gritó.~ ~ -Pero, señor...~ ~ -¡ 223 12| una correspondencia de Vetusta, y, mucho me engaño, o en 224 12| importaban al Vicario general de Vetusta? ¿No era él un curial que 225 12| costa en la provincia de Vetusta, recuerdo, según dicen, 226 12| Dios. Algunos años pasó en Vetusta sin modificar estas ideas, 227 13| que aletean... Lo mejor de Vetusta llenaba el salón y el gabinete. 228 13| disponía de más votos en Vetusta o a uno de los más firmes 229 13| Aquí está el Antonelli de Vetusta.~ ~ El Marqués le dio un 230 13| mérito de no ser terco: en Vetusta todos lo eran según el buen 231 13| gente. Ana trataba a todo Vetusta, pero con los hombres siempre 232 13| la influencia del otro en Vetusta, y porque sabía que sin 233 13| animal, insoportable que Vetusta la ofreciera hasta el día. 234 13| Magistral, cuya influencia en Vetusta, especialmente sobre el 235 13| paseos, los banquetes de Vetusta!»~ ~ Quintanar se acercó, 236 13| Marqués eran las primeras de Vetusta.~ ~ Ordinariamente la Marquesa 237 13| del partido conservador de Vetusta.~ ~ A la Marquesa le parece 238 13| que para las señoras de Vetusta, Bermúdez era un sabio, 239 13| admiración y aplauso de toda Vetusta católica. Era la de Rianzares 240 13| sanctos el célebre don Juan de Vetusta.~ ~ La Marquesa, sin malicia, 241 13| eran un poco locos, y en Vetusta los ociosos, que eran casi 242 14| que son los más fríos en Vetusta, por una muralla no muy 243 14| población, el ensanche de Vetusta iba por aquel lado, y si 244 14| antes se felicitaba de que Vetusta se transformase de día en 245 14| parroquial como catedral de la Vetusta católica de Bermúdez.~ ~ 246 14| toleraron la invasión de la Vetusta elegante. No tuvieron inconveniente, 247 14| almibarado presbítero de Vetusta. No solía el liberal usurero 248 14| Glocester ahora, mañana todo Vetusta sabría que yo era un borracho...»~ ~ « 249 14| El Vicario general de Vetusta, a buen paso, tomó el camino 250 15| descubierto, te ha visto toda Vetusta, te has apeado en el Espolón; 251 15| esfuerzos, al Provisor de Vetusta. El mundo era de su hijo, 252 15| ofrecieron el obispado de Vetusta, él vaciló; mejor dicho, 253 15| chico... y fueron todos a Vetusta. Pero allí se le buscó al 254 15| comercio más próspero de Vetusta, el único en su género, 255 16| Con octubre muere en Vetusta el buen tiempo. Al mediar 256 16| culpa de todos sus males a Vetusta, a sus tías, a don Víctor, 257 16| Regenta. Nada más ridículo en Vetusta que el romanticismo. Y se 258 16| convencida era de que en Vetusta se ahogaba; tal vez el mundo 259 16| tristes; pero lo que es de Vetusta, con razón se podía asegurar 260 16| de lo inhabitable que era Vetusta. Ana estaba locuaz, hasta 261 16| día en que Mesía dejó a Vetusta y encontró en la carretera 262 16| materialista elegante.~ ~ Todo Vetusta se aburría aquella tarde, 263 16| porque le gustaba el campo de Vetusta en otoño y porque sentía 264 16| bestias de reata, la eterna Vetusta que había aplastado su existencia 265 16| preocupaciones absurdas; la Vetusta que la había hecho infeliz... ¡ 266 16| partido liberal dinástico de Vetusta, y unió sus ruegos a los 267 16| Quintanar.~ ~ El teatro de Vetusta, o sea nuestro Coliseo de 268 16| que suplir en el teatro de Vetusta las deficiencias del lienzo 269 16| despellejarse de lejos. En Vetusta las señoras no quieren las 270 16| cabeza la buena dama de Vetusta, para ver si ha ocurrido 271 16| compañías de verso truenan en Vetusta y se disuelven. Las partes 272 16| compañías dramáticas en Vetusta podría creerse que el vecindario 273 16| nuestro de cada día; pero en Vetusta fingen que se escandalizan 274 16| suciedad de las mujeres de Vetusta.~ ~ «-Créame usted -repetía -, 275 16| derecho de la juventud, que Vetusta era un lodazal de vulgaridades, 276 16| la del proscenio, que en Vetusta llamaban bolsa, porque la 277 16| los hombres de mundo (en Vetusta el mundo se andaba pronto) 278 16| sietemesinos madrileños pasaban por Vetusta, y hasta los que habían 279 16| arte. No había salido de Vetusta ningún dramaturgo ilustre, 280 16| habían aplaudido mucho, y «en Vetusta no se admitían imposiciones 281 16| decían muchos burgueses de Vetusta -, la nobleza ya no es nadie, 282 16| conservador-dinástico de Vetusta».~ ~ Después de saborear 283 16| divertida la existencia en Vetusta; habría entonces conventos 284 16| comparar lo que pasaba en Vetusta con lo que sucedía en Sevilla, 285 17| el cielo hecho agua sobre Vetusta...»~ ~ Todo esto se dijo 286 17| amiga. Era el caso que en Vetusta los beatos y todo el mundo 287 17| aumento. «Lo sabía toda Vetusta, su influencia moral había 288 17| del año. El caso es que la Vetusta devota, que después de todo 289 18| deshechas en agua caían sobre Vetusta, unas en diagonales vertiginosas, 290 18| consigo a Quintanar lejos de Vetusta, cerca del mar, a las praderas 291 18| de la noche entraban en Vetusta silenciosos, cargados de 292 18| Frígilis se le caía encima Vetusta y sólo pasaba en su recinto 293 18| gordos; y más decidor que en Vetusta, hablaba, jovial, expansivo, 294 18| marido la dicha de huir de Vetusta, de ir a mojarse a los montes 295 18| Desaparecía por temporadas de Vetusta. Decía que iba a preparar 296 18| orden, que abundaban en Vetusta, la humedad excitaba la 297 18| cuanto al «elemento devoto de Vetusta» (frase de El Lábaro) se 298 18| Este fervor religioso de Vetusta comenzaba con la Novena 299 18| no embrutecía la vida de Vetusta!»~ ~ Frígilis, si veía a 300 18| opinión muy generalizada en Vetusta.~ ~ -En su casa no se puede 301 18| Ahora hacía diputados desde Vetusta y se quedaba allí; pero 302 18| cierto aspecto de virgen vetusta. El vestido era negro, hábito 303 19| realizaban las criadas de Vetusta. De esto hablaba él, mientras 304 19| del Eucaliptus globulus en Vetusta.~ ~ La Regenta notó la ausencia 305 19| comprendían los doctores de Vetusta, tuvo de repente, como un 306 19| caricias de un abril de Vetusta; en la casa creían postrada 307 19| personas que más quería en Vetusta, a saber: su cara esposa, 308 19| pereza, como si el sol de Vetusta, de allá abajo, fuera menos 309 19| abajo el caserío parduzco de Vetusta; la catedral parecía desde 310 19| volvían a la soñolienta Vetusta dejándose resbalar por la 311 19| aquellos momentos, al volver a Vetusta con Ana del brazo, se hacía 312 19| había soñado que ya no era Vetusta para mí cárcel fría, ni 313 20| Libre Hermandad, natural de Vetusta, era de familia portuguesa; 314 20| levita, el Preste Juan de Vetusta, el seráfico presidente 315 20| Don Pompeyo era el ateo de Vetusta. «¡El único!», decía él, 316 20| pero nadie le seguía.~ ~ En Vetusta no se aclimataba esta planta; 317 20| lleno de amargura porque en Vetusta nadie pensaba; se vegetaba 318 20| estado del libre examen en Vetusta!», pensaba Guimarán con 319 20| revolución religiosa en Vetusta, como no se cuente a los 320 20| que el actual obispo de Vetusta, don Fortunato Camoirán, 321 20| aclimató el Eucaliptus en Vetusta... ¿Y qué? ¿Qué problema 322 20| y después los dos a toda Vetusta.~ ~ En tanto, en el café 323 20| poner allí los pies... todo Vetusta recuerda sus palabras de 324 20| la cabeza al oír que todo Vetusta recordaba sus palabras.~ ~ 325 20| periódicos de Madrid y venía a Vetusta, su patria, a darse tono 326 20| sedujeron al Tenorio de Vetusta, le halagaron y habló como 327 20| disgusto. Tú piensas que en Vetusta no hay más ateos que tú...~ ~ -¡ 328 20| arrancar del cuerpo social de Vetusta las sanguijuelas místicas 329 20| común acuerdo para librar a Vetusta del enemigo general, tramaban 330 20| Ripamilán ya se marchó... Vetusta antes de quince días se 331 20| triste es un verano entero en Vetusta! El césped del Paseo Grande 332 20| quedamos este verano en Vetusta. Yo no puedo bañarme y el 333 20| provecho por ahora...~ ~ -Vetusta se pone muy triste por el 334 21| la época del año en que Vetusta se anima un poco: había 335 21| los árboles, bajaba hacia Vetusta cantando entre dientes, 336 21| de lo Infinito, vivir en Vetusta la vida ordinaria de los 337 21| de lo que se murmuraba en Vetusta, aunque en su presencia 338 21| en él. «Ya no estaba en Vetusta. Mejor. La terrible tentación 339 21| de unos 30 grados, que en Vetusta es mucho, le derretía las 340 21| mañana, lo ha visto medio Vetusta, al ir Mesía a tomar el 341 21| Obdulia. ¡Figúrate! Todo Vetusta, que estaba en la estación 342 21| era la que predominaba en Vetusta. Aquellas exageraciones, 343 21| dormir... la soledad de Vetusta... la yerba agostada del 344 21| al Magistral el estío de Vetusta, aquella tristeza de calles 345 21| sobre todo en el verano. Vetusta era un pueblo moribundo. 346 21| su mujer a la soledad de Vetusta? Además, ¿no estaba allí 347 21| cuentas o lo que fuese.~ ~ Vetusta era de ellos: la soledad 348 21| Anita encontraba la vida de Vetusta más tolerable que en invierno. 349 22| se iba a maldecir? «¡Su Vetusta querida! Oh, no hay como 350 22| juntos. La animación de Vetusta renacía en cabildo, cofradías, 351 22| media hora se corría por Vetusta que, por culpa del Provisor, 352 22| y don Álvaro llegaron a Vetusta el mismo día, aquel en que 353 22| partido liberal dinástico de Vetusta, el Ilmo. Sr. D. Álvaro 354 22| teocrático de que está ya todo Vetusta hasta los pelos, como se 355 22| conocieron todos.~ ~ En Vetusta los insultos y murmuraciones 356 22| Oh, podrían arrojarla de Vetusta, pero ella no se iría sin 357 22| iba a tener la culpa él, y Vetusta se le iba a echar encima». 358 22| lo largo de las calles de Vetusta. La mañana estaba templada 359 22| una contradicción, pero Vetusta no estaba preparada para 360 22| común, verdad evidente para Vetusta, que Barinaga había muerto 361 22| Parecía que los arrojaba de Vetusta, silbándoles con las fauces 362 22| que ya no llovía». Sobre Vetusta brillaban entre grandes 363 23| pequeñísimo gran mundo de Vetusta, estaba allí, en el crucero 364 24| las muchachas insulsas de Vetusta en el salón estrecho y largo 365 24| clase media (y cuenta que en Vetusta el gobernador civil y familia 366 24| todas las niñas nobles de Vetusta eran flacas.~ ~ Ana se sentó 367 24| ya empezaba a decirse en Vetusta. Pero no estaba tan satisfecho 368 24| tenían frac. Un frac en Vetusta suponía cierta posición. 369 24| añadió Álvaro -: ¿Dejar a Vetusta? Ay, no, eso no... -Y chica, 370 24| Paco tenía otra vez en Vetusta a su prima Edelmira y «le 371 25| acabó... Estoy en ridículo, Vetusta entera se ríe de mí a carcajadas... 372 25| anticipada, frecuente en Vetusta, era una burla de la naturaleza; 373 25| la mitad de la Cuaresma. Vetusta se entregó con reduplicado 374 25| cosas humanas. Ello era que Vetusta estaba metida en un puño. 375 25| El Universo, a juzgar por Vetusta y sus contornos, más que 376 25| sus oraciones, no decía en Vetusta que no somos más que un 377 25| poco de barro. ¿Polvo en Vetusta? Dios lo diera.~ ~ El mal 378 25| rumor tenue de los ruidos de Vetusta. Ana pedía a la soledad 379 25| Dolores tuvo aquel año en Vetusta una importancia excepcional, 380 25| zarzuela que había tronado en Vetusta. Los sermones se encomendaron 381 25| solo le había dejado...! Vetusta le insultaba, le escarnecía, 382 26| Navidad, cuando supo que por Vetusta se corría que él, don Pompeyo 383 26| fuera. Lo mejor y lo peor de Vetusta estaba allí amontonado; 384 26| insolente y vocinglero con la Vetusta elegante del Espolón y de 385 26| Media hora después toda Vetusta sabía el milagro. «¡El Ateo 386 26| cólera comprimida por toda Vetusta y sus alrededores, de día 387 26| propósito de hacer ver a toda Vetusta en ocasión solemne que la 388 26| del señor espiritual de Vetusta... ¡Oh!, ¡qué gran efecto 389 26| la mañana siguiente toda Vetusta edificada se preparaba a 390 26| aquella racha y volvería toda Vetusta a ver al milagroso don Fermín 391 26| Fermín y a Somoza, el médico, Vetusta entera, que había acudido 392 26| hacer época en los anales de Vetusta, anales que, por cierto, 393 26| mirar y contemplar por toda Vetusta?~ ~ -¿Y el traje?, ¿cómo 394 26| procesión.~ ~ -Pero si en Vetusta jamás ha hecho eso nadie...~ ~ - 395 26| maestro más sanguinario de Vetusta, vestido de nazareno y con 396 26| triunfante, lleno de gloria, Vetusta admirada, sometida, los 397 26| por todas las calles de Vetusta detrás de Jesús muerto, 398 26| El miedo a los ojos de Vetusta, a la malicia boquiabierta, 399 26| dama hermosa, a la perla de Vetusta, rodeada de curas y monagos, 400 26| nazarena! «Y era natural; todo Vetusta -seguía pensando Obdulia - 401 26| convertido al gran ateo de Vetusta haciéndole morir en el seno 402 26| grandeza de alma en toda Vetusta; iba la Regenta edificando 403 26| definitivamente domiciliada en Vetusta, se atrevió a decir encogiendo 404 27| Ha vuelto Anselmo de Vetusta? -preguntó el amo.~ ~ -Sí, 405 27| ir mañana al ser de día a Vetusta... tengo que ver a la planchadora... 406 27| Qué cuándo volvemos a Vetusta? No lo sé, Fermín, no lo 407 27| para ella misma). ¡Todo Vetusta me había visto los pies 408 27| famosa en los anales de Vetusta. Sí, se había creído prostituida; 409 27| tenían en la provincia de Vetusta una quinta de recreo. Don 410 27| Ha de estar cerca de Vetusta para que Benítez pueda hacernos 411 27| caer el sol, se vuelven a Vetusta.~ ~ Ya estamos solos. Examino 412 27| río Soto, a media legua de Vetusta en compañía de su Quintanar, 413 27| Junio se metió en calor. Vetusta en verano es una Andalucía 414 27| Aquellas cestas iban a Vetusta, a casa del Marqués y a 415 28| casas de los arrabales de Vetusta, oscurecía. La noche, según 416 28| trueno que retumbó sobre Vetusta sirvió de acompañamiento 417 28| algunos otros señores de Vetusta jugaban al tresillo a primera 418 28| sorprendieron al entrar en Vetusta. Ana y Mesía estaban solos 419 28| se preparaban a volver a Vetusta, otros preferían aceptar 420 28| Marqueses. Bermúdez volvió a Vetusta; Visitación, Obdulia, Edelmira, 421 28| niños que se llamaba en Vetusta el cachipote, y que consiste 422 28| juventud en un pueblo como Vetusta, podía pedirla que se dignase 423 28| señora esperaban a los de Vetusta en la quinta; y unas veces 424 28| floreciente más rica que Vetusta, emporio del cabotaje y 425 28| volvían los tres juntos a Vetusta; Benítez felicitó a la Regenta 426 28| Ana en todo el camino de Vetusta al Vivero no dijo más que 427 28| representaba aquellas noches en Vetusta. Salacia, la hija del mar, 428 28| aparato escénico del teatro de Vetusta y las bailarinas prosaicas 429 28| se prolongó la fiesta en Vetusta; era la despedida del buen 430 28| bailado después de volver a Vetusta, mediante algunos tertulios 431 29| la mujer más hermosa de Vetusta, le adoraba; y le adoraba 432 29| pueblo tan atrasado como Vetusta. Además, el lugar que él 433 29| trabajo, el mejor mozo de Vetusta le pagaba el servicio con 434 29| plaza que más envidiaba en Vetusta, la de Teresina. Petra sabía 435 29| presidente del Casino de Vetusta no tuvo inconveniente en 436 29| cumbres, resbalaban hacia Vetusta y llenaban el espacio de 437 29| después de hacer noche en Vetusta buscaban el amor de su hogar 438 29| como nunca se le veía en Vetusta. Parecía que, según el tren 439 29| correr, correr desalado a Vetusta, entrar en el caserón de 440 29| mientras el tren volaba y Vetusta se quedaba allá lejos; tan 441 29| Pero el tren huía de Vetusta, silbaba, le silbaba a él; 442 29| túnel y no quedó ya nada de Vetusta ni de su paisaje. Era otro 443 29| sabiduría única, eterna. «Vetusta quedaba allá, detrás de 444 29| cuando volvían solos a Vetusta en un coche de segunda, 445 30| don Álvaro escaparía de Vetusta en cuanto él le dijera que 446 30| aquel miserable Magistral de Vetusta.~ ~ La sotana, azotada por 447 30| Nauplia, que estaba de paso en Vetusta.~ ~ -Ha salido -le dijeron.~ ~ 448 30| más? ¿El mundo dice...? ¿Vetusta entera habla...?~ ~ Y se 449 30| el mundo lo sabe todo, Vetusta entera me tiene por... un... 450 30| ocurría.~ ~ Un desafío en Vetusta era un acontecimiento de 451 30| consecuencias. Nunca había habido en Vetusta una sala de armas. Hacía 452 30| Ronzal, pronto corrió por Vetusta el rumor de lo cierto. Petra 453 30| secreto. Ello era que en todo Vetusta no se hablaba de otra cosa.~ ~ 454 30| de desafío; no había en Vetusta sables así, o no querían 455 30| Mesía y lo hace marcharse de Vetusta».~ ~ -¡Qué indignidad! - 456 30| dijo que Quintanar y todo Vetusta podían atribuir a miedo 457 30| médico.~ ~ -¿Y trasladarle a Vetusta...? -decía el militar.~ ~ -¡ 458 30| de su nombre aquel año en Vetusta. ¡Cosa rara!~ ~ Las nubes 459 30| chispas del sol!~ ~ Toda Vetusta paseaba.~ ~ Pero Frígilis 460 30| Víctor.~ ~ No entraban. Vetusta la noble estaba escandalizada, 461 30| pistoletazo en la vejiga! En Vetusta, ni aun en los días de revolución 462 30| Ozores todas las mujeres de Vetusta, y hasta la envidiaban y 463 30| escándalos por el estilo. Toda Vetusta sabía quién era Obdulia..., 464 30| Ministra de Palomares... Vetusta había perdido dos de sus 465 30| no se hubiera adelantado Vetusta a sus deseos. Pero cuando, 466 30| nubes, pocas veces gozado en Vetusta.~ ~ Pero como no consiguió 467 30| todo, también supo esto Vetusta. Se dijo que Frígilis se