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Alfabética [« »] dominó 12 dominus 2 don 1833 doña 411 doncella 47 doncellas 6 donde 176 | Frecuencia [« »] 421 todos 416 después 414 decía 411 doña 408 porque 400 eso 390 vez | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias doña |
Cap.
1 1| del sobre. -De parte de doña Obdulia -había dicho el 2 1| de ocio, se fue a casa de doña Obdulia.~ ~ Tal era el personaje 3 1| junturas de los dedos. La doña Obdulita le fatigaba, le 4 2| imprudente. Había averiguado que doña Olvido, la orgullosa hija 5 2| dignidad el honor de confesar a doña Ana Ozores. «Con el Obispo 6 2| señor, ya se han ido. Eran doña Visita y la señora Regenta. 7 2| sentaba el señor Magistral; y doña Visita que ya quería irse 8 2| antes, cogió del brazo a doña Ana y se la llevó.~ ~ -¿ 9 2| preguntó don Cayetano.~ ~ -Doña Ana callaba. Doña Visita 10 2| Cayetano.~ ~ -Doña Ana callaba. Doña Visita estaba incomodada 11 2| que fueron a paseo, porque doña Visita dijo no sé qué del 12 2| hacía el distraído. ¿Y la doña Obdulita? No, y que parecía 13 3| obliga el trato social.~ ~ Doña Ana Ozores no era de ninguna 14 3| su perniciosa influencia. Doña Ana jamás había hablado 15 3| acompañaba a la de Quintanar. Doña Ana volvió pronto a su casa. 16 3| examen de conciencia!» -pensó doña Ana algo avergonzada.~ ~ 17 3| señora que se llamaba aya y doña Camila. No la quería. Aquella 18 3| noche y le daba besos a doña Camila, que le pegaba y 19 3| que se había caído al mar. Doña Camila estaba enferma del 20 3| historia.~ ~ ¡Qué escándalo! Doña Camila cogió a Anita por 21 3| entendía aquellas palabras.~ ~ Doña Camila culpaba al hombre 22 3| como el hombre que besaba a doña Camila; la cogían por un 23 3| Recoletas.~ ~ Esta amenaza de doña Camila no pasó de amenaza, 24 3| lejanos. «¡Era Frígilis!»~ ~ Doña Ana tardó mucho en dormirse, 25 4| contestó una de las hermanas, doña Anunciación -. Diga usted, 26 4| de ser. La hipocresía de doña Camila llegaba hasta el 27 4| y Ana quedó en poder de doña Camila, que por imprudencia 28 4| que le había recomendado a doña Camila, vendía en una provincia 29 4| Era Iriarte, el amante de doña Camila y antiguo dueño de 30 4| humilde modista, y ella, doña Camila Portocarrero, que 31 4| sansimoniano. Emigró Ozores y doña Camila juró odio eterno 32 4| bailarina».~ ~ De todas suertes, doña Camila se rodeó de precauciones 33 4| fuertemente. El palo seco era doña Camila. El encierro y el 34 4| veía allá arriba.~ ~ Si doña Camila se acercaba a la 35 4| primera. Los dolores que doña Camila le hizo padecer antes 36 4| aridez de las lecciones de doña Camila. Adquirió su poema 37 4| veras, muy lejos, huyendo de doña Camila. La única ocasión 38 4| entendió la grosera y lasciva doña Camila la aventura de los 39 4| Loreto era una aldea, y como doña Camila refería la aventura 40 4| ustedes -decía el amante de doña Camila -, el hombre nace 41 4| edad... -decía el hombre de doña Camila, que saboreaba por 42 4| no había dificultad».~ ~ Doña Camila se creyó obligada 43 4| aunque indigna».~ ~ Entonces doña Anuncia, la hermana mayor, 44 4| amnistía y volvió desengañado. Doña Camila y Ana se trasladaron 45 4| de tantas injusticias de doña Camila; pero poco a poco 46 4| acusaban, y en la maldad de doña Camila y en la torpe vida, 47 4| educación viciosa. Despidió a doña Camila y se encargó de la 48 4| prosaica y necia persecución de doña Camila, ya adolescente se 49 4| sentimiento que consuela; doña Camila entendía el Cristianismo 50 4| pañales del Niño Jesús, doña Camila, indignada, exclamó:~ ~ -¡ 51 4| aprobaba el criterio de doña Camila; precisamente él 52 4| una materia inflamable. Doña Camila la educaba como si 53 4| enamorado de ella. Entre doña Camila y don Carlos habían 54 4| invernadero pedagógico de doña Camila.~ ~ Otros años se 55 5| V -~ ~ La señorita doña Anunciación Ozores había 56 5| vaso... Materialismo puro. Doña Anuncia veía la mano de 57 5| los nobles de Vetusta.~ ~ Doña Anuncia y don Cayetano encontraron 58 5| Cayetano podía oírlo todo, pero doña Anuncia hubiera preferido 59 5| añadía unos detalles que doña Anuncia no vacilaba en calificar 60 5| huérfana y enferma, pues doña Anuncia no se decidió a 61 5| hermano de sus pecados.~ ~ Doña Anuncia pudo apreciar mejor 62 5| dejar el lecho.~ ~ Pero doña Anuncia se aburría en Loreto, 63 5| entre la vida y la muerte, doña Anuncia encontró irreprochable 64 5| Gran consuelo recibieron doña Anuncia y doña Águeda al 65 5| recibieron doña Anuncia y doña Águeda al saber por el médico 66 5| cuestión. Las miradas de doña Águeda, algo más gruesa, 67 5| no sabes por qué? -decía doña Anuncia.~ ~ -¿Si será por 68 5| no rebuscaban las frases. Doña Anuncia decía palabras que 69 5| les hablaba la carta de doña Camila. La huérfana oía, 70 5| provisto de documentos! Doña Anuncia tenía la boca llena 71 5| minutos de silencio.~ ~ Doña Águeda lo rompió diciendo:~ ~ - 72 5| manteca.~ ~ Y suspiró otra vez doña Águeda, acordándose del 73 5| rollo que había sido.~ ~ Doña Anuncia había tenido sus 74 5| muerte.~ ~ El bello ideal de doña Anuncia había sido siempre 75 5| quisiera apencar -apencar decía doña Águeda en el seno de la 76 5| lontananza ella y las tías.~ ~ Doña Águeda era muy buena cocinera; 77 5| guisar como el Europeo, según doña Águeda. Cuando se trataba 78 5| estómago pudo tolerarlas. Doña Águeda con unos ojos dulzones, 79 5| cocinera a cada bocado, doña Águeda, satisfecha en lo 80 5| entre plato y plato.~ ~ Doña Anuncia no cocinaba, pero 81 5| plaza. Era muy amigo de doña Anuncia y la ayudaba a regatear.~ ~ 82 5| maravillas de la población.~ ~ Doña Águeda agradecía este triunfo 83 5| mundo de Vetusta -decía doña Anuncia - es preciso un 84 5| todo, y en este caso estaba doña Anuncia, convinieron las 85 5| divertido mucho? -preguntó doña Anuncia, que se había quedado 86 5| sola...~ ~ -¿Qué? -exclamó doña Anuncia, invitando a su 87 5| ironía comprendió Ana que doña Anuncia se había disgustado.~ ~ - 88 5| que se equivoca.~ ~ Entró doña Águeda. Había oído la conversación 89 5| Que es lo principal -dijo doña Anuncia, como quien recita 90 5| cosa muy distinta -dijo doña Anuncia, comprendiendo que 91 5| De ninguna manera -apoyó doña Águeda.~ ~ -Lo contrario 92 5| palabra de la juventud de doña Anuncia), obsequiándote 93 5| seguida de haberlo dicho.~ ~ Doña Águeda sonrió.~ ~ -Eso de 94 5| guardas para ti -exclamó doña Anuncia, puesta en pie otra 95 5| Sí, hija mía -interrumpió doña Águeda -. Es necesario sacar 96 5| sacada a pública subasta. Doña Águeda y después su hermana 97 5| consideraban obra suya. Para doña Águeda la belleza de Ana 98 5| había hecho la raza, decía doña Anuncia, que se picaba de 99 5| lloraba bajo el poder de doña Camila. Pero había cenado 100 5| cortado de raíz.~ ~ Cuando doña Anuncia topó en la mesilla 101 5| bailarina, como insinuaba doña Camila en su célebre carta».~ ~ 102 5| los versos eran libres.~ ~ Doña Anuncia se volvía loca de 103 5| prefería las advertencias de doña Anuncia al propio criterio. 104 5| Tenía entonces la señorita doña Ana Ozores diecinueve años 105 5| tiempo a Quintanar; porque si doña Anuncia sabía algo, impondría 106 5| Quién hubiera dicho a doña Anuncia que aquel novio 107 5| portal del caserón de Ozores. Doña Anuncia ofreció la casa 108 5| de las Ozores y pidió a doña Anuncia la mano de la sobrina.~ ~ 109 5| de la sobrina.~ ~ Después doña Anuncia se encerró en el 110 5| encerró en el comedor con doña Águeda, y terminada la conferencia 111 5| conferencia compareció Anita. Doña Anuncia se puso en pie al 112 5| Incalificable -repitió doña Águeda -. Pero creo inútil 113 5| Como supongo -prosiguió doña Anuncia - que ya no te acordarás 114 5| En ese caso -interrumpió doña Águeda - como no querrás 115 5| negativa categórica.~ ~ Pero doña Anuncia no necesitó más 116 5| según lo que vociferaba doña Anuncia sola.~ ~ Doña Águeda 117 5| vociferaba doña Anuncia sola.~ ~ Doña Águeda misma estaba horrorizada.~ ~ 118 5| que algo tenía de arresto, doña Anuncia se presentó tranquila, 119 5| había dicho el latino».~ ~ Doña Anuncia quedó deslumbrada... ¡ 120 5| la cruz al pecho, que a doña Anuncia la enamoraban los 121 5| estribo, pero no pudo.~ ~ Doña Anuncia y doña Águeda habían 122 5| pudo.~ ~ Doña Anuncia y doña Águeda habían quedado en 123 5| casarían con ella -había dicho doña Anuncia - porque era pobre; 124 6| quien vio por sus ojos a doña Anita entrar en la capilla 125 7| el confesor de la señora doña Ana de Ozores de Quintanar, 126 7| nada de lo que se dice de doña Obdulia y él, ni lo de él 127 7| meditó.~ ~ -Una creo que es doña Visita, aunque no las he 128 8| La excelentísima señora doña Rufina de Robledo, marquesa 129 8| De noche iba al teatro doña Rufina siempre que había 130 8| estas breves interrupciones, doña Rufina demostraba un gran 131 8| algunos un tanto ofendidos.~ ~ Doña Rufina se encogía de hombros.~ ~ -« 132 8| soledad. En tiempo de ferias, doña Rufina hacía venir alguna 133 8| estrecho como en tiempo de doña Anuncia y doña Águeda (q. 134 8| tiempo de doña Anuncia y doña Águeda (q. e. p. d.) el 135 8| invención de la difunta doña Águeda Ozores; además, el 136 8| todo lo que necesiten.~ ~ Y doña Rufina, volviéndose a las 137 8| catarata de mala crianza, según doña Paula, la madre del Provisor, 138 8| como que así la llamaba doña Paula: la urraca ladrona.~ ~ 139 8| a más; quiso enamorar a doña Obdulia con pruebas de su 140 8| que aquél era el vicio de doña Visita.~ ~ Las señoras dejaron 141 8| venido a Vetusta con su tía doña Anunciación y con Ripamilán, 142 10| mucho tiempo; pero al fin doña Rufina, que también quería 143 10| tantos folletines la señorita doña Anunciación Ozores, que 144 10| miradas de curiosidad de doña Águeda (q. e. p. d.) en 145 11| en lo demás, ¿qué gastan? Doña Paula con su hábito negro 146 11| Para tener dinero, tenerlo. Doña Paula esconde su gato, ¡ 147 11| fincas que ha adquirido doña Paula en Matalerejo, en 148 11| de la madre del Provisor, doña Paula. Se apellidaba Campillo.~ ~ 149 11| fuimos a buscarla su tía doña Anuncia y yo. Después... 150 11| llegarían a entenderse? ¿Querría doña Ana abrirle de par en par 151 11| mujeres junto a la celosía y a doña Ana en oración, junto al 152 11| lo había sentido pasar; doña Ana tampoco. La historia 153 11| haber producido efecto. Doña Ana jamás había oído hablar 154 11| cuerpo.~ ~ Era la doncella de doña Paula, Teresina. Dormía 155 11| siempre una exigencia de doña Paula. Ella habitaba el 156 11| y tenían que darle.~ ~ A doña Paula, que no siempre había 157 11| un usía. Las doncellas de doña Paula venían siempre de 158 11| expresión, muy abiertos, de doña Paula, alejaban la posibilidad 159 11| un dogma en aquella casa. Doña Paula exigía que se creyera 160 11| procedía le tranquilizó.~ ~ Ni doña Paula ni Teresa olvidaban 161 11| algunos días la siesta, y doña Paula, por economía, le 162 11| saber que venía de parte de doña Ana, sintió el clérigo dulce 163 11| vestía como una percha. Era doña Paula, la madre del Provisor. 164 11| ribetes blancos. Parecía doña Paula, por traje y rostro, 165 11| saludó un poco turbada. Doña Paula la midió con los ojos 166 11| quiere esa señora? -preguntó doña Paula en cuanto se vio a 167 11| abría aquel sobre delante de doña Paula, se pondría como una 168 11| su madre era como era.~ ~ Doña Paula se sentó en el borde 169 11| papel, gordo como un dedo. Doña Paula fumaba; pero «desde 170 11| Jesús, qué carta! -exclamó doña Paula con los ojos clavados 171 11| confesor? Parece cosa de doña Obdulia. ¿No dices que la 172 11| no ves ni entiendes.~ ~ Doña Paula creía que endiosarse 173 11| confesata en la tertulia de doña Visitación, esa tarasca; 174 11| bueno; yo me entiendo.~ ~ Doña Paula se puso en pie y arrojó 175 11| acontecemos en palacio -doña Paula empezó a contar por 176 11| intención saben tener.~ ~ Doña Paula sonrió, sin que su 177 11| sabe usted?~ ~ Los ojos de doña Paula eran un par de inquisidores. 178 11| ahora me mortifica».~ ~ Doña Paula insistió en pintarle 179 11| instrumento de que ella, doña Paula, se valía para estrujar 180 11| codicia, el ansia de poseer. Doña Paula se figuraba la diócesis 181 11| dominio de Vetusta. Pero doña Paula tenía superior instinto; 182 11| las suponía fácilmente doña Paula en cualquier caso, 183 11| dijo don Fermín cuando doña Paula calló por no atreverse 184 11| más que él. El instinto de doña Paula era superior a todos 185 11| pensaba en otra cosa.~ ~ Doña Paula había vuelto a entrar 186 12| para muchos de fuera.~ ~ Doña Lucía, su esposa, confesaba 187 12| que yo llamo la Regla de doña Lucía, mi prima carnal. ¡ 188 12| no era un estercolero.~ ~ Doña Lucía se presentó y con 189 12| Fermín, por Dios! -exclamó doña Lucía, juntando las manos -, 190 12| otros pudieran!»~ ~ Suspiró doña Lucía al oír esto. Había 191 12| de tantos disgustos.~ ~ Doña Lucía encontraba a don Fermín 192 12| había conocido. Además, doña Paula, cuando su hijo era 193 12| gritaba el ama de llaves, doña Úrsula, heredera en el cargo 194 12| heredera en el cargo de doña Paula -; si usted pide milagros. ¿ 195 12| había puesto los pies allí doña Paula, pero su espíritu 196 12| para engañar a su madre. «Doña Paula podía estar satisfecha 197 12| comían a la francesa, aunque doña Rufina solía cambiar las 198 13| el salón y el gabinete. Doña Rufina vestida de azul eléctrico, 199 13| supiera por qué, de trapo, doña Rufina reinaba y no gobernaba 200 13| levantó, tendió la mano a doña Rufina, y salió diciendo 201 13| Obdulia Fandiño, Visitación, doña Petronila Rianzares (la 202 13| eran excusadas en casa de doña Rufina, pasaron al comedor. 203 13| la casa. A la derecha de doña Rufina se sentó Ripamilán, 204 13| la derecha del Marqués, doña Petronila Rianzares, y a 205 13| Saturnino Bermúdez entre doña Petronila y el capellán 206 13| sardinas, mientras hablaba con doña Petronila del derribo de 207 13| disolvía sal en el plato de doña Rufina batiendo el aceite 208 13| distraído, pero muy fríamente, a doña Petronila Rianzares, que 209 13| la ruinosa iglesia».~ ~ Doña Petronila protestaba invocando 210 13| El Magistral votaba con doña Petronila, pero no esforzaba 211 13| detenida por la conversación de doña Rufina iba Anita, mordiendo 212 13| quedado atrás, en poder de doña Petronila Rianzares que 213 13| en terrenos regalados por doña Petronila con admiración 214 13| Tenía razón el Arcipreste; doña Petronila no pensaba más 215 13| chillido de mal género.~ ~ Doña Petronila, extática, con 216 13| Indudablemente! -corroboraba doña Petronila, que no sospechaba 217 13| al patio.~ ~ La Marquesa, doña Petronila, la Regenta y 218 13| le dejará apearse -añadió doña Petronila.~ ~ -No; protesto..., 219 13| oculto entre las faldas de doña Petronila, a quien llevaba 220 13| Fermín entre lamentos de doña Petronila.~ ~ -Es usted 221 14| fuera de casa sin avisar! Doña Paula consideraba esta falta 222 14| canónigo, la Marquesa y doña Petronila...! Luego don 223 15| descanso del primer piso, doña Paula, con una palmatoria 224 15| a los últimos peldaños, doña Paula dejó el puesto y entró 225 15| acababan de dar las nueve.~ ~ Doña Paula encendió sobre la 226 15| frente con el pañuelo. Miró a doña Paula.~ ~ -¿Le duele la 227 15| se lo decía a ella?»~ ~ Doña Paula se sentó junto a la 228 15| ocupó su asiento enfrente de doña Paula, que se sirvió en 229 15| pero temía beber agua.~ ~ Doña Paula hablaba con Teresa 230 15| en parte tuviera la misma doña Paula la culpa. Esto al 231 15| que darles alas.~ ~ Bajó doña Paula y cuando salió Teresina 232 15| trueno.~ ~ Pausa solemne. Doña Paula volvió a sentarse 233 15| que sabe más que tú.~ ~ Doña Paula se había arrancado 234 15| sin intención patética por doña Paula habían enternecido 235 15| palabras fuesen rayos.~ ~ Doña Paula no se enternecía, 236 15| amor más blando que el de doña Paula..., más íntimo, de 237 15| Muy a menudo se las tomaba doña Paula al buen Froilán Zapico, 238 15| era un esclavo blanco de doña Paula; a ella se lo debía 239 15| había ido arruinando.~ ~ Doña Paula había casado a Froilán 240 15| día siguiente de la boda, doña Paula, que le miraba de 241 15| es claro que jamás dijo a doña Paula el secreto de aquella 242 15| éste seguía estimando a doña Paula. Ella, al verle tan 243 15| Pero nada de palabras. Doña Paula encogía los hombros 244 15| medianería en el piso terreno, doña Paula, subida a una plataforma, 245 15| Venga mi dinero, señora doña Paula... venga mi dinero, 246 16| cierto... En plata, que doña Ana soñaba con un hombre...» 247 16| quería que su interés por doña Ana ocupase en su alma el 248 16| aventura de don Juan con doña Inés de Pantoja. «Así cualquiera 249 16| don Víctor para obligar a doña Ana a ir al teatro aquella 250 16| repente en el camarín de doña Isabel de Segura, con lo 251 16| demasiado borrico! -decía doña Rufina cuando le hablaban 252 16| esa señora, la Marquesa, doña Rufina, en una palabra, 253 16| fascinaba como a la doncella de doña Ana de Pantoja, y a la Trotaconventos 254 16| la esquina, la reja de doña Ana..., los desvelos de 255 16| de poesía apasionada para doña Ana. Al ver a doña Inés 256 16| para doña Ana. Al ver a doña Inés en su celda, sintió 257 16| profundamente. Decía los versos de doña Inés con voz cristalina 258 16| en lo mucho que valía.~ ~ Doña Ana sí; clavados los ojos 259 16| supersticioso después, por doña Inés, mientras Brígida acercaba 260 16| don Juan, de rodillas ante doña Inés, le preguntaba si no 261 16| porvenir? ¿Sucumbiría ella como doña Inés, caería en los brazos 262 16| romanticismo era eterno...!» Doña Inés decía:~ ~ ~ ~Don Juan, 263 16| Teresina, la doncella de doña Paula.~ ~ Ana afirmó con 264 17| que servía de esbirro a doña Paula, tenía el vicio de 265 17| por la mañana, lo supo doña Paula, y al comer, en un 266 17| La de Páez no había ido, doña Petronila, o sea El Gran 267 17| tornillos de la devoción a doña Ana».~ ~ Llegó a la sacristía 268 17| Magistral había dicho que si doña Ana se sentía ya bien, no 269 17| mártir entre llamas.~ ~ Doña Ana sintió terribles remordimientos 270 17| San Vicente, en casa de doña Petronila (que ha defendido 271 17| Mourelo dudaba de la piedad de doña Ana Ozores de Quintanar...~ ~ -¿ 272 17| cursi, como la llamaría doña Obdulia, de una mujer piadosa, 273 17| verse... es en casa de doña Petronila. Ya hablaremos.~ ~ - 274 17| contenta con los señores?~ ~ -Doña Ana es un ángel.~ ~ -Ya 275 17| presentó en el tocador de doña Ana sin ser llamada.~ ~ -¿ 276 18| tarde el jardín inglés de doña Petronila; pero ni conocía 277 18| jamás en el gabinete de doña Rufina, ni tenía con el 278 18| que gozaba al cabo del año doña Rufina. Oír el agua que 279 18| las noches al gabinete de doña Rufina. ¿Qué habían de hacer 280 18| decidido a ir a casa de doña Petronila, ni el Magistral 281 18| más a menudo ahora, que doña Ana deseaba ayudarla en 282 18| pensaba en ir a casa de doña Petronila; le parecía mejor 283 18| oscurecer, llegaron a casa de doña Petronila.~ ~ Estaba sola 284 18| la devoción doméstica de doña Petronila. En toda la casa 285 18| vagamente la asfixia.~ ~ Doña Petronila tardaba. Una criada, 286 18| levantado, y entonces entró doña Petronila, a quien dijo 287 19| mismo le acompañe a casa de doña Petronila?» «Sí, sí; eso, 288 19| iglesia: ni más ni menos que doña Petronila, Olvido Páez, 289 20| lágrimas; hubo síncopes; doña Gertrudis cayó en cama. 290 20| don Santos al Provisor y a doña Paula. «¡Era escandaloso, 291 20| visitas de la Regenta a doña Petronila...~ ~ -¡Cómo! ¿ 292 20| También va usted a creer que doña Petronila se presta...?~ ~ - 293 20| murmuraciones a su jefe, a doña Paula, que le pagaba bien.~ ~ 294 20| llegara a Su Ilustrísima. Doña Paula pasaba gran parte 295 20| familiares, gente devota de doña Paula, hechuras suyas, obedecían 296 20| los planes de su madre.~ ~ Doña Paula y don Fermín hablaban 297 20| engañaba, la perdía. Para ella doña Ana Ozores, la dichosa Regenta, 298 20| presenciar la escena.~ ~ Pero doña Paula tenía además que seguir 299 20| al anochecer en casa de doña Petronila. Y ya lo sabía 300 20| Petronila. Y ya lo sabía doña Paula. Pero también les 301 20| fundado inter pocula.~ ~ Doña Paula supo por el Chato, 302 21| Marquesa, Visitación, Obdulia, doña Petronila y otras amigas 303 21| las mejillas como brasas. Doña Paula miraba a su hijo y 304 21| estado ahí? -preguntaba doña Paula.~ ~ Era un pobre o 305 21| Nunca se decía la verdad. Doña Paula no sospechaba nada 306 21| me habrá dicho a mí que doña Rufinita no quiere ser buena, 307 21| fuerte y definido de ver a doña Ana, de agradecerle su carta 308 21| Oía la voz dura y seca de doña Paula anunciando, por asustarle, 309 21| superlativos de letanía de doña Petronila, o sea el Gran 310 21| cuerpo; solían acompañarla doña Petronila Rianzares o alguna 311 21| rodeaban al Gran Constantino, a doña Petronila. Durante los meses 312 21| más a menudo en casa de doña Petronila. El obispo-madre 313 21| lo que quería. No estaba doña Paula, no había que dar 314 22| ilegal y escandaloso de doña Paula y su hijo; el pobre 315 22| pulmones de la chica.~ ~ Doña Paula y don Álvaro llegaron 316 22| las Salesas la señorita doña Rosa Carraspique y Somoza, 317 22| insolentes.~ ~ Y en casa, doña Paula ceñuda, silenciosa, 318 22| A qué venía aquello?» Doña Paula no daba explicaciones. 319 22| era hablarse en casa de doña Petronila. ¿Para qué molestar 320 22| poético».~ ~ En casa de doña Petronila, en el salón de 321 22| pensaba: ¿qué le importa a mi doña Ana que mi corpachón de 322 22| Vicente de Paúl, que eran doña Petronila, o sea el Gran 323 22| muy prudente, en cuanto doña Petronila abrió el pico, 324 22| ni qué calabazas! -gritó doña Petronila, que no comprendía 325 22| que bajar el brazo, porque doña Petronila replicó que no 326 22| tranquilícese usted... Está aquí doña Petronila, está un señor 327 22| vámonos de aquí -gritó doña Petronila buscando la escalera.~ ~ 328 23| encontraron a poco en el salón de doña Petronila Rianzares, donde 329 23| como una fiesta de familia. Doña Petronila, con una manteleta 330 23| dar las Pascuas a su amiga doña Petronila! ¡Qué hombre!, ¡ 331 23| había llegado al círculo de doña Petronila; allí nadie dudaba 332 23| Fermín. Fue en el gabinete de doña Petronila. Ella los encontró...; 333 23| hombre... nada.~ ~ La voz de doña Petronila se había oído 334 23| haber tenido que atender a doña Petronila, que gritaba:~ ~ - 335 23| se ve perfectamente -dijo doña Petronila.~ ~ E inclinándose 336 24| adquisición! -dijo un socio -; si doña Ana viene, será un gran 337 24| el Magistral en casa de doña Petronila, ya tenía dado 338 24| hacia donde había mirado doña Rufina, y contestó sin turbarse:~ ~ -¡ 339 24| se casa usted? -preguntó doña Rufina seria y melancólica, 340 24| mundo unas relaciones con doña Rufina!~ ~ En tanto don 341 25| para cenar y bailar, y doña Ana Ozores, la mismísima 342 25| corrió, entró en su casa. Doña Paula barría el comedor; 343 25| coro?~ ~ -Sí, señora.~ ~ Doña Paula siguió barriendo.~ ~ 344 25| los tormentos del hijo. Doña Paula le miraba como los 345 25| Salió de casa. Llegó a la de doña Petronila Rianzares. «La 346 25| deseaba que tardase en volver doña Petronila: le asustaba la 347 25| pasillo y gritó:~ ~ -¿Vino doña Petronila?~ ~ -Ahora llama - 348 25| alegro.~ ~ Entró la Regenta y doña Petronila se fue hacia la 349 25| aquel silencio..., aquella doña Petronila... Ana sintió 350 25| era digno de compasión. Doña Petronila era la que no 351 26| a patadas en la cabeza. Doña Paula había prohibido los 352 26| Tú estás loca... -dijo doña Paula muy bajo.~ ~ -Sí, 353 26| y madre dieron un salto; doña Paula quedó en pie; don 354 26| Sacramentos.~ ~ El Magistral y doña Paula se consultaron con 355 26| carta para el señorito.~ ~ Doña Paula la tomó; no conoció 356 26| puerta con paso firme.~ ~ Doña Paula, aunque sospechaba 357 26| aquella cuaresma!» Ella, doña Paula, había acabado por 358 26| buen sentido, le quedaba a doña Paula una ira sorda, reconcentrada, 359 26| para mí?» Después, también doña Paula, a solas también, 360 26| Debe de ser de ella», pensó doña Paula cuando vio el papel 361 26| desfallecidos de hambre y sucios.~ ~ Doña Paula, que había acompañado 362 26| y sólo al Magistral.~ ~ Doña Paula contestaba que su 363 26| se repetían los recados. Doña Paula estaba furiosa. ¿Qué 364 26| había que reconocerlo». Doña Paula, por medio del Chato 365 26| Chato y otros ayudantes, doña Petronila, su cónclave, 366 26| Magistral. Los milagros que doña Paula había hecho correr 367 26| decía el Gran Constantino, doña Petronila Rianzares, que 368 26| no he de saber? -contestó doña Petronila, orgullosa porque 369 26| decaimiento de ánimo.~ ~ Doña Petronila se despidió antes 370 26| señores, digo yo -repetía doña Rufina -, ¿cuándo ha visto 371 26| fidelidad espiritual de Ana; doña Petronila, a quien ya no 372 26| hacía.~ ~ La competencia de doña Ana Ozores en vez de molestarle 373 26| La Cruz Roja, esclavo de doña Paula. El Cristo tendido 374 26| la Marquesa, Visita.~ ~ Doña Rufina suspiraba con aires 375 27| todo. Menos el visitar a doña Petronila. No me pregunte 376 27| señores.~ ~ Petra dijo que doña Ana parecía otra: ¡qué alegre!, ¡ 377 27| Radicalmente...?~ ~ -Doña Ana, amigo mío, no estaba 378 27| Pues no hay por qué. Doña Ana es así; extremosa..., 379 27| usted que con ellos está doña Ana...~ ~ -Sí, verdad es..., 380 28| lo sabe?~ ~ -A buscar a doña Ana, que estará... poniéndose 381 28| de risa, menos la señora doña Anita, que teme por usted 382 28| ni había visto jamás a doña Paula ostentar mayores parches 383 28| como es natural..., y ahora doña Rufina la hacía acostarse 384 29| sabía lo bien que colocaba doña Paula a todas las que eran 385 29| Magistral era amante de doña Ana hacía mucho tiempo, 386 29| sabría todo lo que pasaba; si doña Ana recibía visitas, quién 387 29| delante del mundo, y de doña Paula singularmente.~ ~ 388 29| que él, sin decírselo a doña Ana, fingiendo desconfiar 389 29| representaba mejor; segura doña Ana de que don Álvaro saltaba 390 29| directa, inmediata de Petra, y doña Ana encontraba así muy verosímil 391 29| para darse tales trazas que doña Ana creyese que ella, la 392 29| Magistral.~ ~ La recibió doña Paula. Eran ahora muy buenas 393 29| bienes de los Provisores. Doña Paula, que entendía a medias 394 29| que dejara en un desván doña Anuncia, y sabía quién desafía 395 29| Don Víctor le tenía miedo, doña Ana también, cada cual por 396 29| vio en medio del umbral a doña Paula, pálida, más pálida 397 29| Que entre, que entre...~ ~ Doña Paula dio media vuelta y 398 29| inclinada sobre el pecho.~ ~ Doña Paula quería comerse con 399 30| Y volvió a la suya.~ ~ Doña Paula entró en el despacho. 400 30| brincos de cólera dentro de doña Paula. «Su hijo era lo mejor 401 30| había». Y lo que más temía doña Paula era que el Magistral 402 30| consolarle, de aconsejarle.~ ~ A doña Paula se le ocurría un medio 403 30| podía decir a Fermo».~ ~ Doña Paula entraba, salía, hablaba 404 30| le disputaban!» Desde que doña Paula vio que «no estallaba 405 30| importaba a los dos; y al fin doña Paula dejó solo a don Fermín; 406 30| serviría aquel cuchillo!»~ ~ Doña Paula se movió arriba. Crujieron 407 30| hijo en el pasillo bajó doña Paula corriendo.~ ~ -¿Adónde 408 30| Marquesa misma, aquella doña Rufina tan liberal que con 409 30| todo el escándalo! -añadía doña Rufina indignada, después 410 30| de Víctor, de su hermana doña Paquita, que tiene hijos... 411 30| escrito a Zaragoza y la doña Paquita se había contentado