Cap.

 1      1|     pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera,
 2      1|   papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina
 3      9|    haces de luz que llegaban al arroyo iluminando las piedras húmedas
 4     15|         por la acera, ya por el arroyo. Era don Santos Barinaga,
 5     15|         tambaleaba en mitad del arroyo, gritó: «-¡Ladrones! Sí,
 6     17|  hablando con la suavidad de un arroyo que corre entre flores y
 7     18|      agua ni menos al fango del arroyo..., sin pensar siquiera
 8     21|       si por sus venas corriese arroyo de leche y miel, se le figuraba
 9     22| degradación y su miseria por el arroyo; ahora no era más que un
10     22|       acera y llegaban hasta el arroyo divididos en grupos que