Cap.

1      1|     imperiales, color bronce, que enseñaba Obdulia debajo de la falda
2      5|       llegaba un forastero, se le enseñaba la torre de la catedral,
3      6| Generalmente el salón de baile se enseñaba a los forasteros con orgullo;
4     11|                Claro que sí... -y enseñaba los puños apretados -. ¡
5     16|          grises del seductor y le enseñaba sin pestañear los suyos,
6     20|         caía el palacio episcopal enseñaba los puños y gritaba entre
7     24|          olvidaban los huesos que enseñaba la nobleza, y pensaban en
8     26|           efecto, el pueblo se lo enseñaba con el dedo: «Aquél es,
9     30|         Vio salir a Frígilis, que enseñaba los puños al cielo, creyéndose