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Cap.
1 1| el acólito sin órdenes se podía adivinar futura y próxima 2 1| frío y calculador egoísmo. Podía asegurarse que aquellos 3 1| se procuraba siempre que podía. Entonces sí que en sus 4 1| ojos dardos. En Vetusta no podía saciar esta pasión; tenía 5 1| representación el catalejo, podía abrir el pecho al consuelo 6 1| la Restauración, que no podía restituir, alentaba el espíritu 7 1| sólo era la iglesia quien podía desperezarse y estirar las 8 1| todas partes la esbeltez que podía suponérseles; alardes de 9 1| dar por evidente que se podía querer a una casada y hasta 10 1| y por esto pensaba que podía usarlo todo el otoño. Se 11 1| contra algún armazón (no podía ser menos) que figuraba 12 1| tono confidencial, como podía referírselas en su tocador 13 1| iba a la mano siempre que podía, pero no podía siempre. 14 1| siempre que podía, pero no podía siempre. Su autoridad, que 15 1| Obdulia se miraba como podía, en las altas cornucopias.~ ~ 16 1| Magistral se despidió. No podía acompañar a aquellas señoras, 17 1| confusiones, porque el sabio no podía menos de admirar aquella 18 2| coro de aquella iglesia y podía tenerse por tan vetustense 19 2| hasta leer de noche, no podía pasar sin la sociedad más 20 2| Hablaba, siempre que podía, al oído del interlocutor, 21 2| porque estaba cansado y podía vivir holgadamente saliendo 22 2| que clamaba al cielo, y no podía clamar al Obispo, porque 23 2| pensaba en los motivos que podía tener el Magistral para 24 2| hablado al Magistral de lo que podía ser la Regenta, juzgada 25 3| aquella confesión general podía hacerlo acostada. Entró 26 3| Anita!~ ~ »Era limpia, no se podía negar, limpia como el armiño; 27 3| había tigres; la viuda no podía exigir a sus amantes esta 28 3| más hermosa que Bermúdez podía representársela. Después 29 3| lo maternal con que ella podía contar; no había más suavidad 30 3| Germán lo explicaba como podía.~ ~ -¿Dan muchos besos las 31 3| dinero y todo. Pero él no podía venir, porque estaba matando 32 3| instante deseaba oír música; no podía haber voz más oportuna. 33 4| valían mucho menos de lo que podía presumir el conspirador, 34 4| descendiente de nobles, bien podía aspirar a la sucesión de 35 4| pastores de Loreto. Siempre que podía se escapaba de casa; corría 36 4| responsabilidad (y ella poco podía contra la naturaleza), el 37 4| partidos; unos decían que bien podía ser, y se citaban multitud 38 4| tuviese más de cuarenta años, podía descender a ciertos pormenores. 39 4| Don Carlos entonces no podía restituirse a la patria, 40 4| procuraba retirarse en cuanto podía hacerlo sin ofender la susceptibilidad 41 4| careta del orgullo; pero no podía juzgarse por tales apariencias 42 4| a su hija. Todo lo demás podía y debía conocerlo. ¿Por 43 4| arte», ya no había velos, podía leerse todo. El romántico 44 4| se paraba a pensar lo que podía necesitar Anita. A su madre 45 4| vecinas eran cursis. Anita no podía sufrirlas; le daban asco 46 4| grado Cimodocea, su padre podía pasar por un Demodoco bastante 47 4| del jardín; por allí no podía verla nadie, y al monte 48 4| seguirle, porque el lápiz ya no podía escribir; los ojos de Ana 49 5| el doctor. Don Cayetano podía oírlo todo, pero doña Anuncia 50 5| hipotecada y su valor no podía sacar a nadie de apuros. 51 5| contestaba la joven siempre que podía.~ ~ Otras veces no contestaba 52 5| parecía el mayor crimen que se podía cometer en una sociedad 53 5| solución. Además, así no se podía conocer su verdadero carácter. 54 5| Aquella sumisión absoluta podía ser efecto de la enfermedad. 55 5| pensaban las herederas, podía verse comprometida sin ninguna 56 5| emanciparse; pero ¿cómo? Ella no podía ganarse la vida trabajando; 57 5| ridículo defecto que en Vetusta podía tener una señorita: la literatura. 58 5| más fuerte que ella; no podía luchar, se rendía a discreción 59 5| aquél el sacrificio que ella podía hacer. El claustro era probablemente 60 5| contestó:~ ~ «Que ella no podía disponer de la mano de su 61 5| No estaba en Vetusta, no podía estar en aquel pobre rincón 62 6| llamaba a un mozo de servicio podía creer, por la falta de costumbre, 63 6| gruñido, que bien interpretado podía tomarse por un saludo; si 64 6| expansión del ánimo, no se podía hacer nada lícito. Los más 65 6| andar en tales pretensiones, podía entretenerse mientras tanto 66 6| el más rico americano, no podía dormirse sin leer en la 67 6| las rosas naturales, no podía conseguir que sus versos 68 6| y tutti quanti». Pero no podía hablar. Iría a presidio 69 6| prostitución, pero el juego no se podía perseguir. En cuanto a las « 70 6| hacer los socios, si no se podía pasear? Por eso proponía 71 6| mucha agua, cuando él no podía dar sus paseos.~ ~ La animación 72 6| Aquello era demasiado».~ ~ «Se podía murmurar, hablar sin fundamento, 73 6| siempre en el Casino se podía hablar mal de los curas.~ ~ - 74 6| de tantos, en Vetusta no podía temer a más de cinco o seis 75 6| que quería, sino cuando podía. Hablar con Ronzal, verle 76 6| Kock, únicos libros que podía mirar sin dormirse acto 77 7| frases de efecto nada. Casi podía anunciarse lo que cada cual 78 7| del Marqués, además, se la podía ver a menudo; en otras casas 79 7| don Álvaro a solas, ¿dónde podía ser? ¿En casa del Regente? 80 7| mujeres; semejantes enredos no podía admitirlos la Regenta: por 81 7| parecían charadas, y sólo podía descifrarlas don Álvaro, 82 7| sido de las ruidosas; nada podía saber la Regenta de cierto 83 7| querida de veras, la Regenta podía, si le importaba, creer 84 7| amor fuerte, invencible, podía disculparlo todo. A lo menos 85 8| deslumbrar al auditorio, pero podía ser exacto, asombrosamente 86 8| la aristocracia de ahora podía hacer era divertirse. ¿No 87 8| hacer era divertirse. ¿No podía imitar las virtudes de la 88 8| a bastante altura; sólo podía llegar a la llave del gas 89 8| la propia casa; pero no podía dominarse. Video meliora, 90 8| Pero a aquel hombre se le podía perdonar todo. ¡Qué tacto!, ¡ 91 8| devolvía el humo; no se podía entrar allí sin asfixiarse, 92 8| los almíbares, todo lo que podía hacerse en su cocina. Después 93 8| resultaba que en su cocina no se podía hacer nada. ¡El pícaro humo! 94 8| de la mesa de Vegallana; podía asegurarse.~ ~ A media noche, 95 8| separaba de ella en cuanto podía: a la iglesia, al paseo, 96 8| los pormenores que ella podía explicar a un hombre que 97 8| comprendió que nada positivo podía añadir Visita.~ ~ Vio en 98 9| correctas; su hermosura podía excitar deseos, pero difícilmente 99 9| elocuentes, que ella no podía repetir al pie de la letra, 100 9| señor De Pas). La virtud podía definirse: el equilibrio 101 9| era como un día de asueto. Podía pasar la noche pensando 102 9| descompuesto, la fatiga que no podía ocultar, el sudor, el color 103 9| aquella multitud. No se podía salir de la acera. Había 104 9| ganancia superior a la que podía esperar el mancebo sonriente 105 9| que nadie lo sabía, y que podía citar numerosos hechos que 106 9| pensó que aquella respuesta podía servir para desanimar a 107 9| que ilusiones? ¡Pero si no podía ser!» Y sentía sudores y 108 9| remediarlo, ella no debía, no podía querer; pero ser querida, ¿ 109 9| no era una desfachatez. Podía tomarse por una declaración, 110 10| que ver con don Álvaro. Podía él estar todo lo enamorado 111 10| reconciliar? Para nada. Podía comulgar sin miedo; sí, 112 10| íntimas. Bastaba, bastaba, no podía más; aquello era la gota 113 10| que aquello era y lo que podía haber sido...! Y en aquel 114 10| hecho querer, eso sí!; no podía ella acostarse sin un beso 115 10| decía que sin ella ya no podía vivir, que venía a rondar 116 11| Ignoraba lo que tenía, pero no podía escribir. ¿Sería el asunto? 117 11| evidencia absoluta; ni se podía hablar de tal cosa. «Don 118 11| sin saber por qué esto podía importarle. También se le 119 11| madre a cien leguas. No podía ocultar la impaciencia, 120 11| para ella. «Además, ¿qué podía decir la Regenta? Nada de 121 11| acaso, de los Vegallana... podía disputar a Fermín, con fuerzas 122 11| pisaba aquella señora. ¿Quién podía temer de quién?»~ ~ En este 123 12| inclusive, don Robustiano no podía alzar el gallo a ningún 124 12| terreno propio, don Robustiano podía apostar con cualquiera a 125 12| hablador.~ ~ Al Magistral no le podía tragar, pero temía su influencia 126 12| era un santo alegre que no podía ver una irreverencia donde 127 12| una irreverencia donde se podía admirar y amar una obra 128 12| a su madre. «Doña Paula podía estar satisfecha de su hijo; 129 12| Midas del amor, que nadie podía quererla por ella misma, 130 12| prebendado, sin dejar de serio, podía ser hombre de sociedad como 131 13| en rigor nada había, ni podía, ni debía haber entre los 132 13| piedras del patio, sólo podía vislumbrar de soslayo el 133 13| esmero ultra-vetustense. No podía haber pecado ni cosa parecida 134 13| La carta era inocente, podía leerla el mundo entero; 135 13| embargo, era una carta de que podía hablar a un hombre, que 136 13| llevaba a pensar que nadie podía resistir los impulsos naturales, 137 13| escapaba a borbotones por donde podía y cuando podía. Don Álvaro, 138 13| por donde podía y cuando podía. Don Álvaro, que sabía presentarse 139 13| a la hembra siempre que podía, para hacerla degradarse 140 13| las diversiones con que podía solazarse el cuerpo le parecerían 141 13| general, ocultando como podía su aburrimiento que para 142 13| carbonera! Verdad era que él no podía vanagloriarse de haber tomado 143 13| y Ripamilán, que no la podía ver porque era un marimacho, 144 13| la mirada de la Regenta podía ver cualquiera y lo vieron 145 13| algo que interesaba, que podía ser dramático, que ya empezaba 146 13| Fermín no la quería ni la podía querer para sí, sino para 147 13| aires de tolerable, que no podía tener. En el otro extremo, 148 13| importaba a él Obdulia? Podía hacer una figura ridícula, 149 13| busque otra escalera.~ ~ -Ya podía estar buscada...~ ~ -Si 150 13| respeto religioso, se les podía abofetear impunemente; no 151 13| de gimnasia, que muy bien podía ser una saludable advertencia».~ ~ 152 13| voluntad y temió además lo que podía suceder en el Vivero. Él 153 13| suceder en el Vivero. Él no podía hacer el cadete; si don 154 14| hacer en Palacio.~ ~ No podía más; aquella tarde la compañía 155 14| negra colgando le abrumaba; podía decir cualquier desatino 156 14| bien formada; lo mismo podía ser Obdulia que la Regenta. «¡ 157 14| Es decir, la Regenta no podía ser; no faltaba más! ¿Y 158 14| retirasen del balcón no podía moverse. La dama desconocida, 159 15| daba a entender que no podía estar más enfadada, que 160 15| paraba o se descomponía, podía reclamar daños y perjuicios, 161 15| Dónde estaba el oro? Ella no podía bajar a la mina.~ ~ Su espíritu 162 15| hasta hacerse cura. Pero podía ser ama como la señora Rita». 163 15| tenía su honor en las manos; podía perderle. No le perdió. 164 15| espinas, y él, creyendo que podía el cura estar riéndose de 165 15| dispuesta a dominar el mundo, no podía con su marido. «Lo que tú 166 15| hurtadillas, pero poca; lo que podía sisar al ama. Era el canónigo 167 15| ella ganaba lo que ganaba, podía lo que podía... ¡y él era 168 15| que ganaba, podía lo que podía... ¡y él era un ingrato!~ ~ 169 15| no conocía la música, no podía asociarla a las escenas 170 15| pero el ruido era confuso, podía conocerse sabiendo antes 171 15| más eructaba que decía: «¿Podía una copa de cognac, una 172 15| Barinaga, y en esto ya no se podía culpar de su miseria al 173 16| servido para uno y que ya no podía servir para otro.~ ~ Todas 174 16| chino; sin saber por qué, no podía leer; no entendía nada; 175 16| Regenta le halagaba; esto no podía negarlo. ¿Cómo engañarse 176 16| engañarse a sí mismo? ¡Si apenas podía mantenerse sentado sobre 177 16| miserable, ruin y malicioso podía considerar pecaminosa, sólo 178 16| de Vetusta, con razón se podía asegurar que era el peor 179 16| era aproximarse lo más que podía al balcón, ponerse en pie 180 16| modo; sin violencia, que podía echarlo todo a perder, no 181 16| echarlo todo a perder, no se podía buscar pretexto para subir 182 16| Además, el mayor crimen que podía haber en la Regenta, y no 183 16| quien no debía fidelidad ni podía debérsela».~ ~ «Es verdad - 184 16| escapatorias a la catedral.~ ~ «¡No podía presumir el buen señor que 185 17| era que el motivo... no podía explicarse. Había sido un 186 17| cuya causa de ningún modo podía él explicar a aquella señora.~ ~ 187 17| interés, por el cariño? Él no podía jactarse de tenerla persuadida, 188 17| atrevimiento de la pasión, que podía haber asustado a la Regenta 189 17| trabajo le costó adivinar cómo podía haber llegado Ana a pensar 190 17| dentro... ¿Qué sabía ella? No podía explicarse». Y suplicaba 191 17| tesoro de sentimiento que se podía aprovechar para la virtud; 192 17| el patio, desde donde no podía oír más que un murmullo, 193 17| prácticas piadosas, ella, Ana, podía sacar gran utilidad para 194 18| pleitos, amaba las tablas y no podía pisarlas dignamente! Este 195 18| su despacho siempre que podía, y ni cartas escribía allí. 196 18| la tarde estaba hermosa, podía asegurarse que no llovería... 197 19| teatro. Pero esto no se podía decir. Frígilis, en silencio, 198 19| calma, ya que la perdiz no podía.~ ~ Hasta la una y media 199 19| inhibirse; ya se sabía, él no podía asistir a las personas muy 200 19| también se escapaba en cuanto podía; se parecía más al mundo 201 19| subterráneo y traidor, pero ya no podía menos. Además «¡qué diablo!, 202 19| la presencia de Ana y así podía resistir la conversación 203 19| estaba bien, porque ella no podía responder de la prudencia 204 19| pisoteada, que bramaba en cuanto podía. «Era mejor vivir como todos, 205 19| una golosina.~ ~ Pero no podía. Las letras saltaban, estallaban, 206 20| él, las pocas veces que podía abrir el corazón a un amigo. 207 20| cosquillas en el alma: ¡qué más podía ambicionar! En seguida pensó 208 20| furioso del Casino. «No se podía ir allí».~ ~ Cuando estalló 209 20| de recreo, no debía, no podía tener religión positiva 210 20| Claro! ¡Apenas comía! No podía levantar un brazo sin cansarse». 211 20| una grandeza positiva... podía haber nobleza y no haber 212 20| había tomado un rumbo que no podía llevarla a los asuntos serios 213 20| ironía que Orgaz padre no podía comprender.~ ~ -Eso es - 214 20| muchas señoras. «Allí se podía decir todo, estaban solos, 215 20| oscurecer, en cuantas ocasiones podía, se acercaba, se apretaba 216 21| y ya se sabía que él no podía trabajar en su despacho 217 21| entretanto, mientras no podía moverse de aquella prisión 218 21| íntimas, profundas; además, no podía decirlas; y sobre todo, 219 21| simplicidad. Prolongaba cuanto podía aquel estado; tenía horror 220 21| sino lo futuro; lo que podía suceder. No veía una falta, 221 21| ni cuándo, aquella prenda podía llegar a valer mucho.~ ~ «¿ 222 21| montón de escorias. Él no podía quejarse, en su vida no 223 21| progresa tanto! Y además, se podía morir sin grandes dolores, 224 21| hojas y penachos blancos, podía Ana respirar una ráfaga 225 21| profanos? Sí, lo había, ella no podía asegurarlo por experiencia, 226 21| amor de Dios, a su manera, podía tener sus niñerías, sus 227 21| mundo, en el pícaro mundo se podía gozar así. A los treinta 228 21| cuando él creía que ya nadie podía enseñarle nada, una señora 229 21| acusaba al Magistral, a lo que podía entender, de vicios tan 230 21| nombre ni le hacía falta, podía ir a dar no se sabía dónde. 231 21| razones más altas. Él no podía llegar a tal grado de piedad. 232 21| su sitio como siempre. Ya podía vivir sin la señora.~ ~ 233 22| dinero; realizando cuanto podía, cobrando deudas, con fiebre 234 22| sacrificarse por el Magistral. ¿Qué podía ella hacer para contrarrestar 235 22| Mientras llegaba el momento, no podía más que consolarle, y esto 236 22| la de él. Cierto que no podía ser pródigo con su amigo, 237 22| moribundo, irritado cuanto podía -. ¡El pan del cuerpo es 238 22| oscurecer de aquel día no se podía pasar sin muchos codazos 239 22| Fermín reconocían que no se podía luchar, por aquellos días 240 23| bien clara, la religión no podía ser más sencilla, más evidente: 241 23| de profanaciones que no podía evitar la ronda. Apiñábase 242 23| aliento de Pepe Ronzal, que no podía, ni tal vez quería, impedir 243 23| reja; ¡si daba tres pasos podía tocarla a ella!» El órgano 244 23| pero... de todo eso ¿cómo podía tener don Fermín noticia...? ¡ 245 23| Oh!, ¿por qué ella no podía ahora ir con aquel hombre, 246 23| infierno...» Pero no se podía correr detrás de él para 247 23| balcón, de algo que ella no podía precisar, le había hecho 248 23| él también era hombre, podía ser rival, ¿por qué no?» 249 24| pechera que lucía Ronzal no podía ser más brillante. Estaba 250 24| muy cerca. Ronzal, que no podía sentarse, porque no tenía 251 24| puerta... y... tembló. No podía remediarlo... La emoción 252 24| engañarlos...!, no me los podía quitar de encima. ¿Pero 253 24| porque a la Regenta no se le podía hablar francamente de amores 254 24| aquello no valía nada. Podía continuar la fiesta». Y 255 25| angustias de muerte... Y no podía, no podía hablar... Era 256 25| muerte... Y no podía, no podía hablar... Era una crueldad 257 25| moría desesperado. ¡Y no podía él hablar!»~ ~ -¿Qué tienes, 258 25| sollozos, refirió lo que podía referir de sus angustias, 259 25| ninguno; del Magistral no podía ni quería... Le debía eterna 260 25| fuera por quien fuera, no podía saberle mal aunque ella 261 25| estaba en sus manos. ¿No podía ella, el día tal vez próximo, 262 25| Iglesia con el Magistral? ¿No podía aquel señor haberse enamorado 263 25| Goberna y Maroto. No se podía, como en la novena de la 264 25| pruebas tenía ella? ¿No podía ser aprensión todo, no podía 265 25| podía ser aprensión todo, no podía la vanidad haber visto visiones? ¿ 266 26| estrecho recinto, cuando podía extenderse a sus anchas 267 26| misteriosa, de mal aspecto, que podía parar en locura, asustó 268 26| además Barinaga sólo así podía ser conquistado... ¡Oh Barinaga! ¡ 269 26| poco tiempo, tampoco ahora podía nadie darse cuenta de cómo 270 26| enfermo de muerte, pero podía durar muchos días: era fuerte... 271 26| energía heroica. «Cierto que podía durar algunos días más de 272 26| Guimarán; pero la ciencia no podía menos de declarar que la 273 26| la muerte era inminente. Podía durar, sí, el enfermo, mil 274 26| ciencia, como tenía dicho, podía admitir y admitía, aleccionado 275 26| que trabajar con ahínco, podía morirse aquel señor y la 276 26| despacho.~ ~ «A sí mismo no se podía engañar. Comprendía que 277 26| entre el fango. ¿Quién podía más?» Y después de las sugestiones 278 27| curando Benítez lo mejor que podía.~ ~ Con toda el alma había 279 27| mucho más heroico de lo que podía suponer su marido, se atrevió 280 27| la estancia en el Vivero podía tener. Aborrecía ahora las 281 28| Pas subió corriendo cuanto podía, tropezando con troncos 282 28| Y vuelta a correr cuanto podía, tropezando sin cesar, arrastrando 283 28| vergüenza, celos.~ ~ No podía saber De Pas hasta qué punto 284 28| delante del Magistral?»~ ~ «No podía explicárselo; los celos, 285 28| místico; lo menos malo que se podía pensar de él era que se 286 28| aquel amor de Mesía; pero ¿podía él pedir a Ana, educada 287 28| un pueblo como Vetusta, podía pedirla que se dignase siquiera 288 28| pues qué más dicha podía él ambicionar...?»~ ~ A 289 28| Ella no pensó que esto podía ser agua del cielo.~ ~ «¡ 290 28| si él supiera que no podía ni hablar...!»~ ~ Ana sentía 291 28| confesado implícitamente, Ana podía decir que don Álvaro no 292 28| Además, una barbaridad podía, si no echarlo todo a perder, 293 28| que había sido su amante podía hablar de la serre de la 294 28| salón. No había nadie. «No podía ser». Entró en el gabinete 295 28| ningún bulto de mujer. «No podía ser». Con aquella fe en 296 29| asunto de lo que su amigo podía suponer.~ ~ -Más bajo, Álvaro, 297 29| Infierno.~ ~ Con amor se podía vivir donde quiera, como 298 29| todo lo enamorado que él podía estarlo de quien no fuese 299 29| el desprecio del albergue podía llevarla a la repugnancia 300 29| en los pasillos, donde podía, don Álvaro comenzó el ataque 301 29| Ignoraba por ejemplo que Petra podía permitirse el lujo de servirle 302 29| el gallo vetustense ya no podía ser manirroto: no era Petra 303 29| el día que le conviniese podía descubrirlo todo. Tenía 304 29| mejor pagada de lo que podía pensar. El canónigo sabría 305 29| y ella le ayudaba cuanto podía, porque ayudarle era satisfacer 306 29| Álvaro no se portaba bien, podía ocurrir el caso, llegar 307 29| convenía correr a ella, también podía convenir echarlo a rodar 308 29| De modo que si don Álvaro podía decir con razón: «¡Pobre 309 29| de esto!», también Petra podía exclamar: «¡Pobre don Álvaro, 310 29| grosera del seductor), que no podía avenirse a tomar por encubridora 311 29| tocador? Al parque. ¿Cómo se podía entrar en el parque? Por 312 29| la otra? Don Víctor. Ésta podía sustraérsele, pero Petra 313 29| en el ajo era delicado y podía comprometerla. Lo mejor 314 29| saltaba por el muro, no podía sospechar tan fácilmente 315 29| balcón. Como a ella no se le podía hablar de las garantías 316 29| de casa, nada o poco se podía oponer a sus argumentos 317 29| la vacante de Teresina, podía entrar otra y adiós señorío 318 29| saliendo de aquella casa ya no podía ser espía, ni ayudar al 319 29| canónigo, puesto que él no podía con sus manteos al hombro 320 29| y después no le servía, podía echarla de casa por inútil. 321 29| Álvaro comprendía que ya no podía pagar a Petra sus servicios 322 29| proporción que tenía, y que no podía decir todavía cuál era. 323 29| mandarla callar, pero no podía, no podía hablar, no podía 324 29| callar, pero no podía, no podía hablar, no podía moverse.~ ~ 325 29| podía, no podía hablar, no podía moverse.~ ~ Petra habló 326 29| Y ni siquiera lástima le podía tener el mundo, ni su madre 327 29| madre que creía adorarle, podía darle consuelo, el consuelo 328 29| miradas siquiera... Él no podía hablar, ella no podía adivinar, 329 29| no podía hablar, ella no podía adivinar, no debía... No 330 29| siquiera las siete». No podía consultar el reloj de bolsillo, 331 29| dormido los criados? ¿No podía aquella escasez de luz originarse 332 29| obcecado; aquella luz no podía ser la de las ocho, eran 333 29| el parque, no le vería. Podía esperar, podía reflexionar, 334 29| le vería. Podía esperar, podía reflexionar, tiempo había, 335 29| tardaba siglos. Así no se podía vivir, con aquel cañón que 336 29| el cuerpo y el alma no se podía vivir... Mejor suerte hubiera 337 29| la tenía en sus manos, podía matarla, debía matarla. 338 29| eran, qué horrorosos! ¿Cómo podía ser que tanto deleitasen 339 29| voluntad estaba inerte, no podía resolver. Se despreció profundamente, 340 29| callar, disimular. Aquello no podía echarse a volar así como 341 29| cuenta y razón. A Frígilis podía decírsele todo, pero a su 342 29| encontrarse tan filósofo, pero no podía otra cosa. Comprendía que 343 29| de muerto.~ ~ Frígilis no podía ver bien el rostro de don 344 30| eran una enfermedad! Ana podía morir de repente cualquier 345 30| mejor si era dolorosa, podía matarla en pocas horas...» 346 30| ser ya antigua costumbre; podía don Álvaro, que no había 347 30| absolutamente nada de lo que podía convenirle decir. ¿Cómo 348 30| que se ahogaba y que no podía separar la lengua del cielo 349 30| madre asustado y como no podía explicarle la causa de su 350 30| descansando del placer. Podía subir, entrar en su cuarto, 351 30| las palabras. «Aquello no podía mandarse bajo un sobre a 352 30| y a la madre.~ ~ «No se podía hablar de aquello», pensaba 353 30| pensaba él.~ ~ «No se podía hablar de aquello ni a solas», 354 30| Y nada de esto se le podía decir a Fermo».~ ~ Doña 355 30| reputaba decencia.~ ~ No, no se podía hablar de aquello que tanto 356 30| que se le ocurrían, que podía ser sublime en otro, en 357 30| al filo insinuante.~ ~ «Podía salir de casa, ya era de 358 30| traje de cazador montañés; podía ir a esperar a don Álvaro 359 30| acaso..., y él, don Fermín, podía esperarle al pie de la tapia, 360 30| principio que su conducta podía causar nuevos estragos. 361 30| don Álvaro, cuyo crimen no podía ser más repugnante y digno 362 30| pero a cuerpo no se podía estar allí. Se quedaría 363 30| ocultando el pavor como podía, buscó sus dos padrinos.~ ~ 364 30| inmediatamente...~ ~ «No podía ser, no había tren hasta 365 30| complacencia egoísta, que ella no podía evitar, que la sentía aun 366 30| interior que era lo peor que podía traer la sensación al cerebro.~ ~ 367 30| con la Iglesia. Además, ya podía salir de su caserón triste 368 30| brazos sobre el vientre. No podía hablar, ni quería. Temblábale