IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] ojivales 1 ojivas 1 ojo 23 ojos 346 ojuelos 3 ola 5 olas 11 | Frecuencia [« »] 358 entre 351 bien 350 hasta 346 ojos 345 fermín 344 así 338 mucho | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias ojos |
Cap.
1 1| y el delantero cerró los ojos, mientras Celedonio hacía 2 1| respetable? Esto preguntaban los ojos del delantero a los del 3 1| exigencias de la liturgia. Sus ojos eran grandes, de un castaño 4 1| triste comercio con los ojos, sin que la policía pueda 5 1| manera los aspavientos de los ojos; y Celedonio en su expresión 6 1| se mostraba ahora a los ojos humillados del monaguillo 7 1| monaguillo y a los aterrados ojos de su compañero! Celedonio 8 1| del mismo estilo. En los ojos del Magistral, verdes, con 9 1| los parajes, debajo de sus ojos, enseñándole el dorso dorado 10 1| mejillas había fuego y en sus ojos dardos. En Vetusta no podía 11 1| metían los tejados por los ojos, o sean las ventanas. Parecían 12 1| Fermín tenía debajo de sus ojos, sin que le irritara, el 13 1| Jesús Nazareno de talla; los ojos de cristal, tristes, brillaban 14 1| la blanda crasitud de los ojos. Humilló los suyos don Custodio 15 1| el Magistral. Tenía los ojos cargados de una curiosidad 16 1| atrevió a decírselo. Con los ojos sí se lo daba a entender, 17 1| amores no hacía caso de los ojos de don Saturno ni entendía 18 1| más negras de aquellos ojos negros, grandes y abrasadores 19 1| esto quiso decir con los ojos; pero ella no debió de entenderlo, 20 1| la que aparecían ante sus ojos graciosas y significativas 21 2| verso, con lágrimas en los ojos y agua en los labios. La 22 2| interlocutor, guiñaba los ojos alternativamente, gustaba 23 2| miró al beneficiado con ojos llenos de picaresca intención, 24 2| continuaba - lo que salta a los ojos, a los del alma quiero decir, 25 3| parecer. No le había visto los ojos. No le había visto más que 26 3| ambas manos delante de los ojos. Era aquélla su manera de 27 3| en la sábana y tenía los ojos muy abiertos. La deleitaba 28 3| Una lágrima asomó a sus ojos, que eran garzos, y corrió 29 3| carne, volvieron a ver sus ojos cargados de sueño; pero 30 3| Y Ana respondía, con los ojos muy abiertos, fijos en la 31 3| y eso que tenía aún los ojos llenos de llanto, pero cantaba 32 3| Tú le has abierto los ojos con tus imprudencias.~ ~ 33 3| miraba con llamaradas en los ojos, y sonreía, y en cuanto 34 3| palpitaba ensanchándose, sus ojos tenían fulgores de fiebre 35 3| al saludar, humillaba los ojos, cargados de amor, ante 36 3| la rubia azafranada, con ojos provocativos.~ ~ -Nada más. 37 3| Víctor levantó entonces los ojos y pudo apreciar que eran, 38 3| encogidos; pero no dormía. Sus ojos se fijaron de un modo impertinente 39 3| había de llamar y tapar los ojos, con todo lo demás del argumento. 40 3| temeridades, bajaban ante ella los ojos, y su hermosura se adoraba 41 3| hablado más que con los ojos, donde Ana fingía no adivinar 42 4| oía nada. La niña con los ojos muy abiertos, brillantes, 43 4| escapatorias de salvaje con los ojos y la fantasía llenos de 44 4| barba espesa y rizada y ojos negros.~ ~ La poesía épica 45 4| Y se la devoraba con los ojos; se deseaba un milagroso 46 4| arrancaban chispas de los ojos, habían contenido su crecimiento; 47 4| Carlos y miraba a la niña con ojos de cosechero que se prepara 48 4| economías, Ana le besó en los ojos y en la boca y fue por un 49 4| subir a las fuentes de los ojos. Las lágrimas agolpándose 50 4| soñaba también ahora con los ojos muy abiertos, inmóviles. 51 4| ya no podía escribir; los ojos de Ana no veían las letras 52 4| momento. No osaba levantar los ojos. Temía estar rodeada de 53 4| enfrente se movía... y con los ojos abiertos al milagro, vio 54 5| hermano!» -decía poniendo los ojos en blanco.~ ~ Quince días 55 5| ella, con lágrimas en los ojos, comió cuanto pudo. A no 56 5| tolerarlas. Doña Águeda con unos ojos dulzones, inútilmente grandes, 57 5| convaleciente que iba engordando a ojos vistas, según las de Ozores. 58 5| que habían visto aquellos ojos!» Y recordaba unas Aventuras 59 5| baroncito, clavando los ojos en Ana y creyendo agradarla.~ ~ -¿ 60 5| dicho nunca a Anita: «Buenos ojos tienes». Eran dos orgullos 61 5| berlina. Se encontraron los ojos de Ana y de Mesía. Se miraron 62 5| visto bien.~ ~ -«Buenos ojos -pensó el Tenorio -, no 63 5| parecía de luz y en medio los ojos de la sobrina.~ ~ La sobrina 64 5| que se la comía con los ojos. Don Tomás era una de las 65 5| Frígilis tenía lágrimas en los ojos.~ ~ -En cuanto puedan ustedes 66 5| coche viejo, cerraba los ojos, fingía dormir y escuchaba 67 5| lejos, devorándola con los ojos, habría alguno digno de 68 5| grande, hablando con los ojos, eran cualquier cosa menos 69 5| empezado».~ ~ Abrió Ana los ojos y miró a su don Víctor, 70 6| caso, ni levantaban los ojos; los nuevos, espantados, 71 6| dicho quien vio por sus ojos a doña Anita entrar en la 72 6| redonda y la frente estrecha; ojos montaraces, sin expresión, 73 6| entusiasmo, y notar que sus ojos no se movían, ni expresaban 74 6| clavando con los suyos los ojos del adversario.~ ~ -No puede 75 7| ya le echaban chispas los ojos montaraces. Se había embrollado 76 7| gallo rubio, pálido, de ojos pardos, fríos casi siempre, 77 7| camisas de Madrid, atraía los ojos del diputado provincial 78 7| era más bruto. Guiñaba los ojos a todos, reía satisfecho, 79 7| él prefería, vencían sus ojos azules, suaves y amorosos, 80 7| Paco dos dedos sobre los ojos.~ ~ -¿Qué has visto? No 81 7| por ocultar alegría. Los ojos fríos del dandy se animaron. 82 7| él ponía o no ponía los ojos en la Regenta. ¡Vergüenza 83 7| elocuencia que la de los ojos, ciertas idas y venidas 84 7| dueño tenía lágrimas en los ojos. ¡Tanto le había ablandado 85 7| fresca y alegre sonreía, unos ojos muy grandes y habladores 86 8| Marquesa, sin separar los ojos de sus caricaturas, movía 87 8| distraerla; levantaba los ojos; faltaba Fulanito: bueno. 88 8| Arcadia la veía don Álvaro con ojos acariciadores; en aquella 89 8| tanto como pensaba ella; sus ojos pequeñuelos, que cerraba 90 8| decidida, colorado y vivo, de ojos maliciosos y manos listas. 91 8| No tardó en ver por sus ojos que la donna è mobile, como 92 8| brasas en las mejillas y sus ojos pequeños los habían hermoseado 93 8| tiene algo de pasión en los ojos, y ésa, como a la sombra 94 8| pintor!~ ~ Las chispas de los ojos de la jamona saltaron como 95 8| en el ataque! Tiene los ojos llenos de lágrimas, y en 96 8| amapola. Ya tenía él en sus ojos, casi siempre apagados, 97 8| puso los dedos sobre los ojos.~ ~ -Y lo de ella, ¿cómo 98 8| vuelves la cara, te clava los ojos, y cuando el público está 99 8| Visita y Obdulia; en sus ojos había un brillo seco, destellos 100 8| devoraba a la Regenta con los ojos de pies a cabeza.~ ~ Para 101 8| se habían encontrado sus ojos con los de Mesía, pero no 102 9| entonces. Ana entornaba los ojos con delicia, como bañándose 103 9| fatigosa. Le caían hasta los ojos rizos dorados y menudos. 104 9| fusil.~ ~ Ana le fijó los ojos con los suyos, pero ella 105 9| mozo echaba fuego por los ojos.~ ~ -¿Qué es eso? -preguntó 106 9| pero ella sintió aquellos ojos en los suyos como un contacto 107 9| sin duda, la de aquellos ojos, ¡pero qué fuerte, qué humana!~ ~ 108 9| éxtasis delicioso, con los ojos cerrados.~ ~ -Esa se llama 109 9| garganta y lágrimas en los ojos cuando veía a los niños 110 9| a lo Jesucristo. Muchos ojos negros almibarados y rosas 111 9| clava en el mancebo los ojos risueños, arrugaditos, que 112 9| deja seducir por aquellos ojos y en cada vara rebaja un 113 9| Álvaro con una llama en los ojos muy abiertos:~ ~ «-¡Qué 114 9| sería casualidad; si sus ojos estarían distraídos al fijarse 115 9| su lado con llamas en los ojos y carmín en las mejillas.~ ~ 116 9| fingió no oír, pero sus ojos la delataron, y brillando 117 10| doncella se comía con los ojos a la señora. «¡No va al 118 10| que miraba; sintió en los ojos un polvo de claridad argentina; 119 10| bajaba desde lo alto a sus ojos, como telas de araña; las 120 10| lo había metido por los ojos. Y hacía ocho años y todavía 121 10| la Regenta clavando los ojos altaneros en la criada.~ ~ 122 11| chispas detrás del manto, dos ojos que brillaban en la oscuridad. ¡ 123 11| si no hubiese más que los ojos!~ ~ «¡Pero aquella voz! ¡ 124 11| reyertas de familia, con los ojos discretamente clavados en 125 11| negro de andrina de los ojos grandes, soñadores, de movimientos 126 11| movimientos bruscos; unos ojos que parecía que hacían gimnasia, 127 11| todo estaba mudo menos los ojos y la dulzura que era como 128 11| nunca el menor reparo. Los ojos azules, claros, sin expresión, 129 11| de toda sospecha; por los ojos se le conocía que no toleraba 130 11| mano mórbida y fina por los ojos, abrió un poco la boca, 131 11| Magistral seguía con los ojos los movimientos de la faena 132 11| Regenta.~ ~ Al decir esto los ojos de Teresina se fijaron sin 133 11| rizos ni ondas, con los ojos humillados, y con sonrisa 134 11| como todo el rostro; los ojos de un azul muy claro, no 135 11| de un contacto frío, eran ojos mudos; por ellos nadie sabría 136 11| Doña Paula la midió con los ojos sin disimulo.~ ~ -¿Qué quería 137 11| Teresina la estatura, los ojos y la casa del Magistral. 138 11| exclamó doña Paula con los ojos clavados en su hijo.~ ~ -¿ 139 11| eso hay que andar con cien ojos... Hay que aparentar más 140 11| qué sabe usted?~ ~ Los ojos de doña Paula eran un par 141 11| mejillas encendidas, los ojos humildes, la cabeza un poco 142 11| Parecía olfatear con los ojos. Llamó a Teresina; le preguntó 143 12| templo en templo con los ojos bajos; Madrid ir de museo 144 12| Carraspique en el salón. Traía los ojos húmedos de recientes lágrimas. 145 12| de acero que tenía en los ojos, y la voz se transformaba 146 12| muy pobladas, ceño adusto, ojos de color de avellana que 147 12| El párroco abrió los ojos mucho y miró espantado al 148 12| delgada, pálida, alta, de ojos pardos y orgullosos; no 149 12| dignarse jamás pasar los ojos sobre ningún individuo del 150 12| la sotana y movía manos, ojos y cuello con una distinción 151 13| los abismos de los grandes ojos negros. El Arcediano se 152 13| gabinete, echando fuego por ojos y mejillas, habló aparte, 153 13| quiere metérselo por los ojos...!» Y salió a la calle 154 13| ella para meterle por los ojos a ése: el dativo que se 155 13| meterle a don Álvaro por los ojos, y después de la conversación 156 13| cortadas. Y si bajaba los ojos más, para que el otro no 157 13| las pupilas por aquellos ojos grises, sin color definido, 158 13| vez buscaba amparo en los ojos del Magistral, huyendo de 159 13| Regenta, porque entonces sus ojos no eran más que un modo 160 13| nadie lo notaba, y abría los ojos mucho, hinchando los carrillos, 161 13| la frente inclinada, los ojos brillantes y las mejillas 162 13| Magistral, diciendo con los ojos en blanco, y llena de miel 163 13| confesarlo...» Y entonces, los ojos apagados del elegante Mesía 164 13| cuando se encontró con los ojos de don Álvaro; fue una mirada 165 13| vetustenses».~ ~ Volvió los ojos blandos a su amiga y poniendo 166 13| manera; la blandura de sus ojos no servía para tales trances, 167 13| trabajaban al aire libre.~ ~ Los ojos del Magistral siguieron 168 14| había puesto nunca malos ojos a la proximidad del progreso 169 14| mismos se embrutecían a ojos vistas, la juventud dorada 170 14| donde todas con sus propios ojos -cada cual - le acababan 171 14| había visto, delante de los ojos, y se figuraba a Mesía dentro 172 14| pañuelo; le brillaban los ojos..., le temblaba la voz..., 173 14| largo. De Pas se hizo todo ojos. En el lugar de Ripamilán 174 15| solía estar, con los grandes ojos azules, claros y fríos fijos 175 15| acarició a la criada con los ojos.~ ~ Nuevo silencio.~ ~ De 176 15| cera. Ella no levantó los ojos. De todas maneras, le era 177 15| su sangre, se arranca los ojos por ti, se condena por ti..., 178 15| y das tu sangre, y los ojos, y la salvación... por una 179 15| hombros y la espalda; los ojos, apagados casi siempre, 180 15| sudando carbón y con los ojos hinchados, adustos, blasfemos 181 15| como una mazorca; tenía los ojos casi blancos de puro claros, 182 15| leía a su madre, con los ojos brillantes de entusiasmo, 183 15| comprender que Paula era sus ojos, sus manos, sus oídos, hasta 184 15| le elevaba a sus propios ojos».~ ~ Abrió el balcón del 185 15| boca, a las mejillas, a los ojos que la dieran vida..., y 186 15| lágrimas que le inundaban los ojos... Mirábala ni más ni menos 187 15| cavando cada cual con los ojos en el rostro del otro para 188 15| El borracho sintió en los ojos la claridad viva y desvergonzada 189 15| A él se le cerraban los ojos, pero no sabía qué fuerza 190 15| voz el Provisor, con los ojos clavados en la llama del 191 16| obligaba a pasar por allí los ojos, la atención retrocedía, 192 16| seca, candelillas en los ojos, fuego en las mejillas, 193 16| hito, levantar después los ojos a las copas de los añosos 194 16| oportunidad al ver en los ojos y en los labios de Ana, 195 16| ahondaba, ahondaba en los ojos de aquel hombre que tenía 196 16| y casi lo decía con los ojos. Se le secaba la boca y 197 16| ha metido la cola por los ojos...!~ ~ -Sepárese usted un 198 16| insistieron, que Ana, puestos los ojos en los de Mesía, prometió 199 16| oscuros mientras con los ojos y la lengua cortan los de 200 16| cabeza, sin separar los ojos de los gemelos con que apuntaba 201 16| mejillas, lucientes los ojos, los labios hechos fuego, 202 16| Doña Ana sí; clavados los ojos en la hija del Comendador, 203 16| que se le agolpaban a los ojos.~ ~ «¡Ay!, sí, el amor era 204 16| se dejaba devorar por los ojos grises del seductor y le 205 16| haber desmejorado, tenía los ojos rodeados de un ligero tinte 206 17| preguntó el motivo con los ojos.~ ~ -Hay varias razones: 207 17| La Regenta abrió los ojos mucho, como diciendo irreflexivamente: «-¿ 208 17| luz. Quintanar miró con ojos penetrantes de puro distraídos 209 17| ser poco meritoria a los ojos de Dios, y nada útil para 210 17| embozaba y la vio con los ojos fijos en el suelo, con una 211 17| Si creerá que no tenemos ojos...? Pues si a una no le 212 17| levantándolo hasta los ojos.~ ~ -¿Quién diablos ha andado 213 18| permitía a él presentarse a los ojos de Ana más simpático, hablando 214 18| corazón con puñaladas de los ojos el elegante dandy la tarde 215 18| los vidrios y miraba con ojos distraídos, muy abiertos 216 18| Álvaro suspiraba y volvía los ojos a la Regenta... Por lo demás, 217 18| noches!», sin levantar los ojos de la alfombra de fieltro, 218 19| daba luz y lumbre a los ojos de la Regenta, y a su rostro 219 19| las breñas. Cerraba los ojos grises y arrugaba el entrecejo; 220 19| ánimo de vivir. Cerraba los ojos y dejaba de sentirse por 221 19| desmoronaba. Lloró con los ojos cerrados. La vida volvía 222 19| apagaba al brotar de los ojos, le sonreía como una diosa 223 19| las que se decía, con los ojos clavados en la lontananza, 224 19| del brazo, levantaba los ojos al cielo y se divertía en 225 19| a manos llenas, por los ojos, por la boca, por todos 226 19| lágrimas se agolpaban a los ojos de Ana. Lloraba de gratitud 227 19| largas sus soledades, los ojos se agarraban a las páginas 228 20| el pensamiento y en los ojos. Su pie vacilaba; el pudor 229 20| estaba seguro de que los ojos de los hombres se irían 230 20| eterna, y con lágrimas en los ojos, de pie, con una copa ya 231 20| y voluptuosa calma; los ojos animados, húmedos, llenos 232 20| misticismo báquico, y con los ojos levantados a la luz de la 233 20| las tenias del alma. Los ojos brillaban secos.~ ~ El arte 234 20| mantel y suplicando con los ojos que le terminasen las cláusulas.~ ~ 235 20| ruido; y a poco cerraba los ojos, metido en su lecho, por 236 20| las mismas. Al cerrar los ojos sintió que su lecho, siempre 237 20| Don Álvaro clavó los ojos en el rostro de Ana con 238 20| los labios, mientras los ojos, rebosando lágrimas, buscaban 239 21| letras, tenía que cerrar los ojos, inclinar la cabeza sobre 240 21| Fermín se presentó con los ojos relucientes y las mejillas 241 21| mata de pelo negro, los ojos de Dolorosa, el cutis y 242 21| y el gozo le saltaba por ojos, mejillas y labios. «Aquello 243 21| todos, no ven con buenos ojos a tales señoritos que vienen 244 21| disfrazadas de niñas, con ojos pensadores cargados de malicia 245 21| encendía las mejillas y los ojos y causaba en su naturaleza 246 21| Grande, se recreaba en los ojos de las que ya los tenían 247 21| seducción extraña. Tenía los ojos azules claros; el metal 248 21| la piel de tigre, con los ojos casi siempre cerrados, gozaba 249 21| a veces. ¡Si vieses qué ojos en cuanto se distrae! Ello 250 21| y ahora saltaba por los ojos en raudal inagotable. Cuando 251 21| besó la imagen y volvió los ojos al cielo.~ ~ -Jesús, Jesús, 252 21| daba gana de cerrar los ojos al verla acercarse. En la 253 21| su modo.~ ~ Clavó con sus ojos menudos los de Ana y repitió:~ ~ -¿ 254 21| olorosa, por la boca y por los ojos. Estaban solos. Tácitamente 255 21| oír aquello, cerraba los ojos para contener el llanto, 256 21| un poco de color, y los ojos, rodeados de ligeras sombras, 257 21| todas horas y mirarse en sus ojos y oírla dulcísimas palabras 258 22| se atrevía a mirarle con ojos fríos y llenos de preguntas 259 22| cercos amoratados junto a los ojos y una fatiga en la voz y 260 22| sonriendo, echando fuego por los ojos, «que no tenía nada, que 261 22| pasar plaza de santo a sus ojos y ser un pobre cuerpo de 262 22| y ella, levantando los ojos llenos de lágrimas, los 263 22| miraba a don Fermín con los ojos arrasados en lágrimas.~ ~ « 264 23| adelante leía Ana con los ojos clavados en su devocionario: « 265 23| como una cereza, con los ojos en un San José de su devocionario 266 23| don Álvaro, que con los ojos medio cerrados, semidormido, 267 23| aquel mismo año... Cerró los ojos, que se le habían llenado 268 23| los puños crispados a los ojos. Dio dos vueltas por el 269 24| pudo entrever acercando los ojos a la celosía del confesonario, 270 24| en lo que pasaba ante sus ojos. No quería reflexionar. 271 24| del Banco echaba fuego por ojos y mejillas. Saboreaba el 272 24| buen gusto de la mesa. Los ojos montaraces le echaban chispas, 273 24| Bermúdez y ponerle unos ojos que ella sabía que in illo 274 24| la de Vegallana tenía los ojos cerrados y sólo los abría 275 24| Lenclos para justificar a los ojos del mundo unas relaciones 276 24| champaña, en el reflejo de unos ojos, hasta en el contraste del 277 25| aquella tela floja. Cerró los ojos, y una pereza de vivir que 278 25| hermosa que nunca: en los ojos traía fuego misterioso; 279 25| polvo allá dentro!~ ~ Y los ojos de Ana, fijos en el espanto, 280 25| vida no se oscurezca a mis ojos, que Dios me acaricie el 281 25| No le seguían ni con los ojos. Aquella mujer se quedaba 282 25| Saludó como diciendo con los ojos: «¡Toma!, ahí tienes esa 283 25| sin pestañear, fijos los ojos en la Dolorosa del altar 284 26| la piara. Y separando los ojos «de aquella podredumbre 285 26| despierto, aunque tenía los ojos cerrados.~ ~ -¡De Guimarán! 286 26| Paula se consultaron con los ojos. Se entendieron.~ ~ -¿Te 287 26| parecía pergamino claro. Los ojos de Guimarán tenían una humedad 288 26| tenía la boca seca y los ojos inflamados. Sentía una inmensa 289 26| acompañaba. El miedo a los ojos de Vetusta, a la malicia 290 26| se la devoraba con los ojos... Enfrente del Casino, 291 26| ruines, se asomaron a los ojos.~ ~ Ni un solo vetustense 292 26| hacer?, pero ya abrirá los ojos; el exceso del mal traerá 293 26| con cercos morados en los ojos, otros morenos, casi negros, 294 26| era como un barniz. Sus ojos no veían. A cada paso creía 295 26| Pero don Fermín levantó los ojos y sintió el topetazo de 296 27| que tenía delante de los ojos.~ ~ «...No se queje de que 297 27| mirarle cara a cara con ojos serios y decidores.~ ~ El 298 27| cubierta de heno, con los ojos medio cerrados, no pudo 299 27| chispas de brasa de los ojos vivos, elocuentes, llenos 300 27| cerrando y abriendo los ojos brillantes que el humo del 301 27| Víctor, que abría mucho los ojos, con expresión misteriosa 302 27| gritó Quintanar cerrando los ojos y poniéndose en pie de un 303 27| al monte!~ ~ Y con los ojos, al decir esto, se lo comía, 304 28| araña que se le metían por ojos y boca al ex-regente, que 305 28| él llevaba la boca y los ojos envueltos en hilos pegajosos, 306 28| aun puesta delante de los ojos...»~ ~ Idea tuvo de arrojarse 307 28| música que le salía de los ojos y de la boca..., «¡qué sabía 308 28| horizonte negro enfrente de sus ojos, los demás, en la oscuridad 309 28| relámpago, la Regenta vio los ojos de Álvaro brillantes y envueltos 310 28| alegría que le brillaba en los ojos, clavados en los de Obdulia, 311 28| Quintanar tenía los ojos inflamados y las mejillas 312 28| Otras veces, las más, los ojos se clavaban en los ojos 313 28| ojos se clavaban en los ojos y sin que nadie pudiera 314 28| la boca y ambos con los ojos, la sonrisa y todo lo demás 315 28| grabado en que clavó Ana los ojos. En un jardín, en otoño, 316 29| miraban, preguntándose con los ojos qué novedad sería aquélla.~ ~ 317 29| puerta sin mover más que los ojos.~ ~ Ana salió en seguida.~ ~ -¡ 318 29| adivinar, le había abierto los ojos y llenado la boca de agua; 319 29| que la pagaba a abrir los ojos de aquel estúpido de don 320 29| le distrajo, levantó los ojos y vio en medio del umbral 321 29| Paula quería comerse con los ojos el secreto de la criada. ¿ 322 29| Petra, porque tenía los ojos humillados. Había querido 323 29| visto ella, con sus propios ojos, lo que jamás hubiera creído. 324 29| la calle. Pero tenía los ojos cerrados.~ ~ Oía a Petra 325 29| detrás, clavándole los ojos en la nuca.~ ~ Cerró el 326 29| Fermín, volvióse y miró con ojos de idiota a la rubia que 327 29| amo está ciego, ve por sus ojos; el señorito Álvaro me puso 328 29| ambición, y ella poner ante los ojos de Quintanar su vergüenza 329 29| en su asiento. Cerró los ojos, tapó el rostro cuanto pudo 330 30| le vio tan pálido y con ojos tales que le tuvo un miedo 331 30| cabeza, mientras clavaba los ojos en la puerta por donde salía 332 30| diente y preguntaba con los ojos muy abiertos y pasmados.~ ~ « 333 30| las gentes brillaban a sus ojos como un resplandor amarillento 334 30| porque me engañó; porque sus ojos se clavaban en los míos 335 30| iba a decir.~ ~ Pero los ojos de Quintanar seguían preguntando 336 30| tiene jamás disculpa a los ojos de Dios, aunque la tenga 337 30| hacía ruido al andar. Sus ojos parecían más grandes que 338 30| tener oídos de mercader, ojos de topo, y los tendría...~ ~ 339 30| en ridículo a los mismos ojos de Ana, le horrorizaba la 340 30| lágrimas heladas en los ojos; Ronzal, estupefacto, y 341 30| complacerle, le escuchaba con los ojos fijos en él, sonriente, 342 30| lágrimas de ternura en los ojos. ¡Pero qué triste era lo 343 30| Salieron lágrimas a los ojos, y sin pensar más, Ana entró 344 30| la vida de estatua en los ojos de cristal que reflejaban 345 30| lámpara un rostro pálido, unos ojos que pinchaban como fuego, 346 30| madera, abierta la boca, los ojos espantados, las manos extendidas