Cap.

  1      1|     campanero el otro día: «Ese don Fermín tié más orgullo que don
  2      1|           cuando ya había pasao don Fermín: «¡Anda, anda, buen mozo,
  3      1|           escotillón; era el de don Fermín de Pas, Magistral de aquella
  4      1|             poderoso, y para él don Fermín era un personaje de los
  5      1|            de la ventana. Aquel don Fermín que allá abajo en la calle
  6      1|             mirar cara a cara a don Fermín, le hubieran visto, al asomar
  7      1|           recreos solitarios de don Fermín de Pas consistía en subir
  8      1|           desde los treinta.~ ~ Don Fermín contemplaba la ciudad. Era
  9      1|      chisporroteaba en su alma, don Fermín encontraba estrecho el recinto
 10      1|     injusticia distributiva que don Fermín tenía debajo de sus ojos,
 11      1|       resultado, y no desconfía don Fermín de llevar la luz de la fe
 12      1|           Norte, la más oscura, don Fermín distinguió dos señoras que
 13      1|           mayor estaba cerrada. Don Fermín, que iba a la sacristía,
 14      1|         beneficiado soñaba para don Fermín más grandezas que el mismo
 15      1|             sabio.~ ~ -El señor don Fermín de Pas, Magistral y Provisor
 16      1|          crispaba los nervios a don Fermín; era un escándalo andando.
 17      1|             aplastada, para que don Fermín no usase con ella de formas
 18      1|          Afortunadamente, según don Fermín, nada les serviría su inutilidad,
 19      1|              De éste se despojó don Fermín, después de acercarse a
 20      2|      entusiástico partidario de don Fermín en las luchas del cabildo.
 21      2|                La verdad es que don Fermín es muy buen mozo, y, si
 22      2| confesonario de Ripamilán al de don Fermín. Esto era ya una gollería.
 23      2|             tarde no se sentaba don Fermín. Había vuelto a pasar, había
 24      2|             éste era esclavo de don Fermín». Esta opinión de Glocester
 25      2|             Ah, pícara memoria! Don Fermín, una palabra, con permiso
 26      3|           visitas. Don Víctor y don Fermín se hablaban algunas veces
 27      6|         entrar en la capilla de don Fermín y a don Fermín salir sin
 28      6|       capilla de don Fermín y a don Fermín salir sin saludar a la Regenta.~ ~ -
 29      7|           la dirección moral de don Fermín... ¡Je, je...!~ ~ Ronzal
 30      7|     supeditada a la voluntad de don Fermín; que no se casa ni se casará
 31      8|            Qué hombre era aquel don Fermín que en una sola conferencia
 32      9|     halagado mucho el notar que don Fermín le hablaba como a persona
 33     10|        catedral cuando predique don Fermín y repiquen gordo. ¡Ah!,
 34     11|            sirve para todo».~ ~ Don Fermín escribía a la luz tenue
 35     11|      probables. Entonces vestía don Fermín un cómodo, flamante y bien
 36     11|       confiesa que don Santos y don Fermín son enemigos porque son
 37     11|       apellidaba Campillo.~ ~ A don Fermín no le importaba mucho lo
 38     11|           de aquella señora?~ ~ Don Fermín no perdonaba al Arcipreste
 39     11|     seriedad de la Regenta.~ ~ -Don Fermín -le había dicho -, usted
 40     11|             malicia, encontraba don Fermín motivo para meditar horas
 41     11|        hablado de tantas cosas! Don Fermín estaba satisfecho de su
 42     11|             a su Iglesia...»~ ~ Don Fermín soltó la pluma y dejó caer
 43     11|     consentía que su hijo, su pobre Fermín, que para ella siempre sería
 44     11|            hablar de tal cosa. «Don Fermín continuaba siendo un niño
 45     11|          lavado y planchado.~ ~ Don Fermín volvió a sentarse en su
 46     11|           de la cintura arriba, don Fermín se acordaba de sus proezas
 47     11|        señorito.~ ~ -¿A mí...? -don Fermín encogió los hombros -. ¿
 48     11|           Agradezco su celo.~ ~ Don Fermín estaba pensando que aquella
 49     11|          carta?~ ~ -Sí, ésa.~ ~ Don Fermín hubiera deseado a su madre
 50     11|         Salomón.~ ~ La madre de don Fermín creía en la omnipotencia
 51     11|           contra el prestigio de su Fermín, que era el instrumento
 52     11|          para estrujar el Obispado. Fermín era la ambición, el ansia
 53     11|           mecánico», como decía don Fermín explicando religión. «Pero
 54     11|        sabía ella». Ni el mismo don Fermín le tenía por enemigo, por
 55     11|       Vegallana... podía disputar a Fermín, con fuerzas iguales acaso,
 56     11|              Adiós, madre -dijo don Fermín cuando doña Paula calló
 57     12|           primera confesión con don Fermín; habían sido educadas en
 58     12|     convento que había escogido don Fermín; y las dos primeras habían
 59     12|      talento.~ ~ -¡Oh, mi señor don Fermín!, cuánto bueno... Llega
 60     12|        usted... ¿A que mi señor don Fermín no aconseja a ningún padre
 61     12|           le faltaba tiempo.~ ~ Don Fermín pensaba: «¿Serán indirectas
 62     12|          muy graciosa, mi señor don Fermín. ¿Recuerda usted el convite
 63     12|             para ir en persona. Don Fermín prometió ir aquel mismo
 64     12|            matarla».~ ~ Después don Fermín consideró la cuestión desde
 65     12|           Sor Teresa...»~ -¡Sí, don Fermín, por Dios! -exclamó doña
 66     12|             cargado de oro!»~ ~ Don Fermín, antes de salir de aquella
 67     12|            a mucho más.~ ~ Allí don Fermín no decía que la virtud era
 68     12|         Doña Lucía encontraba a don Fermín algo flojo aquella mañana.
 69     12|             gracia y sonrió.~ ~ Don Fermín vaciló un momento, dio un
 70     12|           las amonestaciones de don Fermín para que Fortunato se abstuviese
 71     12|                 Los sermones de don Fermín tenían por asunto casi siempre
 72     12|            a las apasionadas de don Fermín que el imprudente contaba
 73     12|           confesaba a veces con don Fermín, a pesar de los desaires
 74     12|            historia suya, la de don Fermín..., que..., ¿para qué ocultárselo
 75     12|             de una puñada. Notó don Fermín que Contracayes estaba más
 76     12|           cuestión espinosa.~ ~ Don Fermín, recordando de repente su
 77     12|              que, a espaldas de don Fermín, le guiñó un ojo.~ ~ -Benedicto
 78     12|            Se entendieron. Para don Fermín aquella muchacha delgada,
 79     12|            su hija suplicaron a don Fermín que comiera con ellos; no
 80     13|             señor Magistral.~ ~ Don Fermín miró de soslayo a la Regenta
 81     13|             estrechó la mano de don Fermín con cariño efusivo; y juntos
 82     13|                me alegro de que don Fermín coma con nosotros, porque
 83     13|          carta que poco después don Fermín leía delante de su madre.~ ~
 84     13|            de los demás, sintió don Fermín un malestar que fue creciendo
 85     13|       ciencia cierta era que en don Fermín estaba la salvación, la
 86     13|          Álvaro, entregándose a don Fermín, quería desafiar el peligro
 87     13|              Pero al conversar, don Fermín no tenía inconveniente en
 88     13|        siguiente, muy temprano, don Fermín esperaría en su capilla
 89     13|          acercó, y como oyera a don Fermín repetir que era higiénico
 90     13|                  Absurdo! -dijo don Fermín -; esta tarde al campo...
 91     13|         ayudó, pero fue inútil. Don Fermín se había propuesto no ir
 92     13|          Regenta, y ya empezaba don Fermín a sospechar si tendría propósitos
 93     13|            qué se trata?~ ~ -De don Fermín que no quiere venir al Vivero.~ ~
 94     13|          venir al Vivero.~ ~ El don Fermín, que ya tenía las mejillas
 95     13|         entre tanta blandura. A don Fermín le asustó la impresión que
 96     13|            en ella, era seguro; don Fermín como un amigo protector,
 97     13|           había que olvidar que don Fermín no la quería ni la podía
 98     13|          quisiera venir...!» ~ -Don Fermín -le dijo, cerca ya del Espolón,
 99     13|           le hablaba siempre -. Don Fermín, ¿por qué no viene usted
100     13|            nombre. Allí se apeó don Fermín entre lamentos de doña Petronila.~ ~ -
101     13|             canónigos menos con don Fermín.~ ~ Y hasta se propasó a
102     14|         arrugar los párpados, a don Fermín le hacía sonreír; parecía
103     14|         menos. Se emparejaron y don Fermín siguió como si estuviera
104     14|          dejaría echar al pozo? Don Fermín estaba en ascuas. ¿Qué le
105     14|              Hola, ¿eres tú?~ ~ Don Fermín se sentó en un sofá. Estaba
106     14|              Qué has bebido?~ ~ Don Fermín irguió la cabeza y miró
107     14|         dispersaron. Quedó solo don Fermín con un murciélago que volaba
108     14|       cercana, todo callaba.~ ~ Don Fermín no era aficionado a contemplar
109     14|            Ahora callan! -pensó don Fermín -. ¡Peor, mucho peor!»~ ~
110     14|          qué escándalo!», pensó don Fermín, que seguía inmóvil.~ ~
111     14|        balcón no quedaba nadie; don Fermín salió del portal arrimado
112     15|           entró en el despacho. Don Fermín la miró entonces, sin que
113     15|            Junto al cubierto de don Fermín había un palillero, un taller
114     15|          misma.~ ~ Pidió azúcar don Fermín para echarlo en el vaso
115     15|              Por qué? -preguntó don Fermín, que acababa de oír el primer
116     15|        aquella traición acaso nació Fermín a los dos meses de haber
117     15|             los vecinos dijeron que Fermín era hijo del cura, quien
118     15|             llegó a la adolescencia Fermín, a quien su madre había
119     15|           había de ser clérigo. Era Fermín ya un mozalbete como un
120     15|        Había que adelantar tiempo y Fermín lo adelantó; estudiaba por
121     15|           madre, no en presencia de Fermín, que había probado a muchos
122     15|           escándalo. A veces quería Fermín ayudarla, intervenir con
123     15|           que eres uno de ellos.~ ~ Fermín, por respeto y por asco,
124     15|            para esperar la soledad. Fermín estudiaba o dormía. Paula
125     15|        silencio. Aunque él gritase, Fermín no acudía; pensaba que era
126     15|            en la Montaña, en cuanto Fermín había aprendido a leer y
127     15|       lesiones o hurto.~ ~ El cura, Fermín, y hasta los guardias, que
128     15|           los estudios y la edad de Fermín lo exigieron. Hubo que dejar
129     15|        legua de León, en un páramo. Fermín, también por influencia
130     15|        aprovechó para la carrera de Fermín: el canónigo comprendió
131     15|    funciones de suprema inspección. Fermín fue medrando, medrando;
132     15|       Medrados estamos!», pensó don Fermín al dar en idea tan extravagante.
133     15|           se había acostumbrado don Fermín a la seriedad religiosa
134     15|             plutónico. El mismo don Fermín, las veces que presenciaba
135     15|        embriaguez lastimosa.~ ~ Don Fermín estaba como aterrado, pendiente
136     15|       dirían los partidarios de don Fermín -, todo lo gasta en aguardiente,
137     15|            Pisando quedo, entró don Fermín en su alcoba.~ ~ Detrás
138     16|          Regenta reconcilió con don Fermín, antes de comulgar, ni ocho
139     16|        soñaba con un hombre...» Don Fermín se revolvía en la silla
140     16|         ella se había quejado a don Fermín, y que éste, citando a San
141     16|          atento amigo y servidor,~ ~FERMÍN DE PAS».~ ~ ~ No decía capellán.~ ~ «¡
142     16|         despertaba la imagen de don Fermín... Ahora se creía infiel
143     16|            fuerte, y escribió a don Fermín una carta muy dulce con
144     17|          esperaba con temor que don Fermín abordase el motivo de su
145     17|          quería en presencia de don Fermín sostener su tesis de la
146     17|            de cosas altas.~ ~ A don Fermín le bastó lo que oyó al entrar
147     17|           cita, el mal humor de don Fermín rayó en ira y necesitó toda
148     17|        libre.~ ~ El silencio de don Fermín y su mirada a las estrellas
149     17|               Además -prosiguió don Fermín -, hay señoras que se tienen
150     17|             oponerse al bendito don Fermín en nada.~ ~ -Señor, yo haré
151     17|         agitada de su amiga.~ ~ Don Fermín continuó tranquilo:~ ~ -
152     17|            Pues bien -prosiguió don Fermín -, nosotros necesitamos
153     17|           del ama y de su amigo don Fermín. «¿No le habían hecho llevar
154     17|    volviéndose al Magistral.~ ~ Don Fermín contestó:~ ~ -Con mucho
155     17|     principal y salió al portal don Fermín. En la puerta se detuvo,
156     17|                  Buenas noches, don Fermín.~ ~ Esto lo dijo Petra muy
157     17|           cualquier ruido.~ ~ «¡Don Fermín! -pensó el Magistral -. ¿
158     17|           Por qué me llama ésta don Fermín? ¿Qué se habrá figurado?
159     17|        dicho... que estaba aquí don Fermín.~ ~ -¿Quién?~ ~ -Don Fermín.~ ~ -¡
160     17|         Fermín.~ ~ -¿Quién?~ ~ -Don Fermín.~ ~ -¡Ah! Bien, bien... ¿
161     18|         impuesto suavemente por don Fermín a su querida amiga. Ana
162     18|        penitentes; pero ya veía don Fermín que era preciso volver a
163     18|     idolatría disimulada, según don Fermín. No, él no se dejaba seducir
164     18|          Poca gracia le hacía a don Fermín esta retórica a lo Chateaubriand;
165     18|              diga lo que quiera don Fermín, para volar hacen falta
166     18|       religión y depresivo para don Fermín; era, de otro modo, un jarro
167     18|          con un golpe violento. Don Fermín bajaba del campanario, donde,
168     18|             al campo!~ ~ Cuando don Fermín se vio encerrado entre las
169     18|             era el enemigo, sí, don Fermín volvía a sospecharlo. La
170     18|             que debo ya a tu madre, Fermín, ¿debe de ser un dineral?~ ~ -
171     18|        aunque fuera a nado. Sí, don Fermín, yo seré cualquier cosa,
172     18|          Callaron y se miraron. Don Fermín, sin pensar en contenerse,
173     19|            enfermedad», pensaba don Fermín.~ ~ Ana veía en los pormenores
174     19|             el Magistral. Y él, don Fermín, sería su maestro vivo,
175     20|               sobre ese maldito don Fermín...!~ ~ El café de la Paz
176     20|            bien.~ ~ La madre de don Fermín vivía en perpetua zozobra;
177     20|          madre.~ ~ Doña Paula y don Fermín hablaban poco; se defendían
178     20|             si tenía o no tenía don Fermín aventuras en los barrios
179     20|        pensando en los puños de don Fermín. «No había salida. No había
180     20|           al vencedor, al cura. Don Fermín era el de siempre; arrogante
181     20|            muy largo también, y don Fermín, el más elegante y poco
182     20|             ha preparado Mesía; don Fermín es su rival y él quiere
183     20|             de que se acusaba a don Fermín de Pas. Lo peor de todo,
184     21|         cuidados fue escribir a don Fermín una carta con que había
185     21|         madre le llamó a comer, don Fermín se presentó con los ojos
186     21|             de las cartas que a don Fermín entregaba. Las traía Petra,
187     21|             informes de dentro, don Fermín se lo metió en la boca y
188     21|         coro. El Palomo barría. Don Fermín le habló con caricias en
189     21|             heno color naranja. Don Fermín miraba todo aquello como
190     21|        atribuían al enemigo.~ ~ Don Fermín, a las once, recordó que
191     21|           las que sabe preparar don Fermín de modo que acaben en lección
192     21|        estos capullos de mujer, don Fermín recordaba el botón de rosa
193     21|           cosa.~ ~ Cuando salió don Fermín de Santa María la Blanca
194     21|        perseguían a aquel pobre don Fermín si ya había muerto? Ahora
195     21|          había muerto? Ahora el don Fermín era otro, otro que despreciaba
196     21|         absorbente». Sobre todo don Fermín había sido un poco jesuita. «¡
197     21|             La Regenta sonrió a don Fermín y dijo:~ ~ -Dirá usted que
198     21|            veía ahora en Anita. Don Fermín tenía celos de la Santa
199     21|           que se acaba', y como don Fermín había de acabarse, le espantaba
200     21|            para mal se acordaba don Fermín de tales preguntas. Peor
201     21|         sentaron en el cenador. Don Fermín dijo, primero, sonriendo,
202     21|            hija de confesión de don Fermín! ¡Oh, ya verían, ya verían
203     21|         derecho a censurar».~ ~ Don Fermín y Ana se veían todos los
204     21|            ella y su marido.~ ~ Don Fermín hubiera deseado que la estación
205     21|              Bien venido fuera; don Fermín aceptaba la lucha, si se
206     21|        mística, hacían desear a don Fermín que el sol se detuviera
207     21|           inmóvil a su lado.~ ~ Don Fermín, risueño, mojaba un bizcocho
208     21|          depositaba el bizcocho don Fermín, con dientes de perlas lo
209     22|         aquella muerte la tenía don Fermín, fuese lo que quiera de
210     22|      gacetillas, que pusieron a don Fermín de un humor endiablado.~ ~ «
211     22|          paseo en el Espolón, y don Fermín, al pasear allí su humilde
212     22|           sino que la Regenta y don Fermín notaban en Quintanar cierta
213     22|                 Anita notaba en don Fermín una palidez interesante,
214     22|     incentivo para la pasión de don Fermín y hacían mayor el peligro;
215     22|             al hermano mayor, a don Fermín, era punzante, era el que
216     22|       importaba por ella misma. Don Fermín contestó que la cuestión
217     22|            de su hija, miraba a don Fermín con los ojos arrasados en
218     22|      arrasados en lágrimas.~ ~ «Don Fermín padecía», pensaba el pobre
219     22|            hija muerta».~ ~ Sí, don Fermín padecía. «Aquella necedad
220     22|         puño». Después continuó don Fermín:~ ~ -Además, sería inútil
221     22|          hablaba en secreto con don Fermín y volvía a la calle a recoger
222     22|        amigos que le quedaban a don Fermín reconocían que no se podía
223     23|            Ana al Magistral.~ ~ Don Fermín estaba pálido; lo vio ella
224     23|           eso ¿cómo podía tener don Fermín noticia...? ¡Y se había
225     23|        esperanza de encontrar a don Fermín, de verle al balcón, de
226     23|             agradeció... Y pasó don Fermín. Entró en el coro y se fue
227     23|                El descrédito de don Fermín no había llegado al círculo
228     23|  consiguieron verse solos Ana y don Fermín. Fue en el gabinete de doña
229     23|           perdón y bendecía.~ ~ Don Fermín estaba pálido, le temblaba
230     23|         desahogar. «¡Ay!, no era el Fermín de antaño».~ ~ Ana se levantó,
231     24|               Así lo espero.~ ~ Don Fermín quedó satisfecho del vestido,
232     24|           ella, a la hermana de don Fermín el santo, el mártir, que
233     25|    mordiendo el labio inferior, don Fermín miró a su enemigo con asombro
234     25|             puñaladas!» Después don Fermín se acordó de su madre; su
235     25|            siguió barriendo.~ ~ Don Fermín daba vueltas alrededor de
236     25|             la ropa nueva...~ ~ Don Fermín salió del comedor. Entró
237     25|          Entró la de Rianzares. Don Fermín le cortó el saludo en la
238     25|             Sí, ahora mismo.~ ~ Don Fermín volvió a sus paseos. No
239     25|                   Qué pasa?~ ~ -Don Fermín..., ahí en la sala...~ ~ -¡
240     25|         dijo, ronco de repente, don Fermín, plantado, como con raíces,
241     25|            que tengo miedo... aquí, Fermín, aquí, en la cabeza... ¡
242     25|             Entonces el amor de don Fermín sintió la lástima inefable
243     25|         Dios me acaricie el alma... Fermín, esto es confesar..., aquí...,
244     25|         hombre?~ ~ -¡En brazos...! ¡Fermín!~ ~ -Bien, bien... Así...
245     25|           vez...~ ~ -¡Infame...!~ -¡Fermín..., por Dios, Fermín!~ ~
246     25|                Fermín..., por Dios, Fermín!~ ~ Ana dio un paso atrás.~ ~ -
247     25|            Dios...~ ~ -¡En mi Dios! Fermín, caridad...~ ~ -Sí, usted
248     25|         encontró con que no era don Fermín un malvado, sino un desgraciado,
249     25|           amado más que creído. Don Fermín había procurado asegurar
250     25|        comprendía muchas cosas. Don Fermín la quería para sí...~ ~ «
251     25|             ni del otro seré. A don Fermín le quiero con el alma, a
252     25|        persuadir al confesor, a don Fermín, de que ella no era lo que
253     26|       ayudara a bien morir!»~ ~ Don Fermín estaba en cama. Su madre,
254     26|             Paula quedó en pie; don Fermín, sentado en su lecho.~ ~
255     26|      conoció la letra del sobre.~ ~ Fermín sí; era la de Ana, desfigurada,
256     26|        preguntó la madre al ver que Fermín palidecía.~ ~ -No ...,
257     26|            el coche la esquina; don Fermín corrió un cristal y gritó:~ ~ -
258     26|          ante su vista débil.~ ~ ~ «Fermín: necesito ver a usted, quiero
259     26|          esfuerzos y sorpresas, don Fermín dejó caer la cabeza sobre
260     26|        cobrar caro aquel sueño. Don Fermín entró en casa de don Pompeyo
261     26|             con ayuda del señor don Fermín; tengo motivos poderosos
262     26|        prueba ofrecida por Ana, don Fermín sintió que le temblaban
263     26|            hacer la Regenta...» Don Fermín se ahogaba de placer, de
264     26|                 Eso es sublime, don Fermín... sublime... Dios en una
265     26|              Habló mucho y bien don Fermín. Era necesario para obtener
266     26|              Pues usted dirá... don Fermín... yo soy esclavo de su
267     26|            el infierno, verdad, don Fermín? ¡Infeliz! ¡Y por mi culpa!~ ~ -
268     26|             reciente, fresca de don Fermín, de su triunfo palmario
269     26|           hasta no poder más, a don Fermín.~ ~ «Más valía esperar;
270     26|      Vetusta a ver al milagroso don Fermín de Pas tal como era, en
271     26|             cura de cabecera, a don Fermín y a Somoza, el médico, Vetusta
272     26|          Cristo, y en ambos él, don Fermín triunfante, lleno de gloria,
273     26|            ya no había remedio; don Fermín, después de una oposición
274     26|            que él se figuraba a don Fermín de Pas, en medio de la procesión,
275     26|           pregonando su gloria. Don Fermín no presidía este entierro
276     26|            relaciones con AnaDon Fermín se estremecía. «Por de pronto
277     26|            no vio a nadie. Pero don Fermín levantó los ojos y sintió
278     27|       volvemos a Vetusta? No lo , Fermín, no lo .~ ~ »Que yo estoy
279     27|            hay tibieza tal vez? No, Fermín, mil veces no. Yo le convenceré
280     27|             desvanecido acaso a don Fermín. De todas suertes, Ana ya
281     27|         confesando a menudo con don Fermín. Le guardaba ahora una fidelidad
282     27|             no faltaré -pensaba don Fermín dando vueltas en la cama -.
283     27|            vuelto a engañarle», don Fermín no gozaba hora de sosiego.~ ~
284     27|        Vivero, a escape! -gritó don Fermín dejándose caer como un plomo
285     27|              a quien aborrecía. Don Fermín ya no se lo ocultaba a sí
286     27|              Subía un repecho y don Fermín veía los bajos irisados
287     27|      atractivo.~ ~ -¡Qué calor, don Fermín! -decía la rubia, enjugando
288     27|            se volvió para ver a don Fermín, que hacía el ademán de
289     27|           mejor volvernos. ¡Ay, don Fermín, perdóneme usted este paseo...,
290     27|            Lo que usted quiera, don Fermín. Por aquí de fijo no pasa
291     27|         yerba, algo distante de don Fermín; y encarnada como su saya
292     27|       Hablaron.~ ~ ~ ~ Por algo don Fermín temía el momento de encontrarse
293     27|              A la hora del café don Fermín no pudo resistir más, se
294     27|           clérigo.~ ~ -Pero..., don Fermín -se atrevió a decir Quintanar -,
295     27|            Cómo a techo...?~ ~ -Sí, Fermín, no se asuste usted. A techo...
296     28|             ya no la entendía y don Fermín ni la oía siquiera.~ ~ -
297     28|             arañas y espinas... Don Fermín, espere usted por las once
298     28|        blasfemar otra vez.~ ~ -¡Don Fermín!, ¡don Fermín!, ¡espere
299     28|                   Don Fermín!, ¡don Fermín!, ¡espere usted, en nombre
300     28|            El primer impulso de don Fermín fue descargar el puño del
301     28|            liga es de Petra.~ ~ Don Fermín estaba rojo de vergüenza,
302     28|             ese animal -gritaba don Fermín al cochero -. Mire usted
303     28|       trueno allá muy lejos.~ ~ Don Fermín llevaba el alma sofocada
304     28|           para ayudarle.~ ~ -¿Y don Fermín? -preguntó.~ ~ -Tu don Fermín
305     28|       Fermín? -preguntó.~ ~ -Tu don Fermín es un botarate, hija mía,
306     28|            los relámpagos que a don Fermín le sorprendieron al entrar
307     28|         carta en que contestó a don Fermín. Tenía éste pésima idea
308     28|           gracia.~ ~ Comprendía don Fermín que su influencia iba disminuyendo,
309     28|           no convenía irritar a don Fermín, que él le creía capaz de
310     29|       canónigo. Creyó Petra que don Fermín la quería a ella ahora después
311     29|             se convenció de que don Fermín, por mucho que disimulase,
312     29|             entraría en casa de don Fermín el día que fuese necesario
313     29|             de otro orden que a don Fermín se le habían escapado en
314     29|         avergonzado. Cuando vio don Fermín a Petra tan propicia para
315     29|      hacerla a ella señorona, a don Fermín. ¿Cuándo había de ser esto?
316     29|          rodar todo. Entretanto don Fermín no sabía por Petra nada
317     29|            sabía que en el ánimo de Fermín, Petra era la persona destinada
318     29|      doméstico».~ ~ ~ Trabajaba don Fermín en su despacho, envueltos
319     29|            se echó a llorar.~ ~ Don Fermín hizo un gesto de impaciencia,
320     29|        Petra...?, ¿qué hay...? -Don Fermín con disimulo, apoyó una
321     29|             ... si debo...~ ~ Don Fermín corrió a la puerta, la cerró
322     29|            santa... ¡Bien temía don Fermín...!»~ ~ Petra seguía hablando,
323     29|             Tenorio vetustense, don Fermín giró sobre los talones,
324     29|                 Cerró el balcón don Fermín, volvióse y miró con ojos
325     30|       poquito de agua...? -dijo don Fermín, que se ahogaba y que no
326     30|            de polvo, sabía mal. Don Fermín no hubiera extrañado que
327     30|            En aquellos momentos don Fermín tenía en la cabeza toda
328     30|        salido -le dijeron.~ ~ Y don Fermín, sin ver lo que hacía, dobló
329     30|           estupro, por...»~ ~ Y don Fermín rasgó también esta carta,
330     30|    estallaba un escándalo», que don Fermín mostraba discreción y cautela
331     30|          doña Paula dejó solo a don Fermín; subió a su cuarto y desde
332     30|          ella vagamente.~ ~ Sí, don Fermín, que cerró la puerta del
333     30|          noches acaso..., y él, don Fermín, podía esperarle al pie
334     30|            el cerebro del hijo, don Fermín pensó de repente:~ ~ «Pero,
335     30|          ser la lengua...»~ ~ Y don Fermín se despojó del chaquetón
336     30|         mismo que a ella».~ ~ Y don Fermín de Pas llegó al caserón
337     30|         preguntando pasmados, y don Fermín habló...~ ~ -Amigo mío,
338     30|            adelante. ¿Qué pasa, don Fermín? ¡Por los clavos de Cristo!~ ~ -
339     30|       venganza sangrienta...~ ~ Don Fermín se interrumpió para callar,
340     30|           palabras sugirieron a don Fermín otra mentira provechosa.~ ~
341     30|         mesándose las canas.~ ~ Don Fermín, mientras el otro se entregaba
342     30|              Entonces se alarmó don Fermín; creyó que había perdido
343     30|          había que matarle».~ ~ Don Fermín volvió a tranquilizarse
344     30|            el cañón con que él, don Fermín, iba a disparar su odio
345     30|           la visita nocturna de don Fermín, ya no quedaban más que
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