Cap.

  1      1|            vamos don Pedro... ¡ay Dios! entonces no se hablaba
  2      1|      castigo bíblico, un azote de Dios sancionado por su ilustrísima.~ ~
  3      1|      quien oían y veían, no en el Dios de que les hablaba. Entonces
  4      1|          Y añadió:~ ~ -¡Bien sabe Dios que siento la profanación
  5      1|     cuadro de Murillo San Juan de Dios, del Hospital de incurables
  6      1|        interrumpió diciendo:~ ~ -¡Dios mío! ¿Habrá aquí ratones?
  7      2|  abundante y poética fantasía que Dios le había dado los rigodones
  8      2|       santo que sufre por amor de Dios el escándalo de los oídos.
  9      2|     actitud de escuchar.~ ~ -¡Así Dios me valga, son ellos! -dijo
 10      2|   meneaban, sin duda. Pero, ¡buen Dios!, añadía para sus adentros;
 11      2|      porque estaban en la casa de Dios!... Estaba escandalizada,
 12      2|     templo... ¡blasfemando así de Dios y sus santos!~ ~ Ea, se
 13      3|       tales agravios; pero juro a Dios que llegado el caso, mis
 14      4|          que vieron un castigo de Dios en el desgraciado puerperio
 15      4|         coronel contestó «que por Dios y todos los santos continuasen
 16      4|         usted, marqués, que ojalá Dios se acordase de él, antes
 17      4|          la ley del mundo, porque Dios quería, tuvo miedo de lo
 18      4|         Santísima era la Madre de Dios, en efecto; pero una vez
 19      4|      hombre, buena Batrania te  Dios; ¿dónde ha leído eso el
 20      4|     absurdo me parece creer en un Dios bueno y otro malo, que creer
 21      4|        amor para todos y de fe en Dios y en el santo obispo de
 22      4|         una aureola a la Madre de Dios, que tenía en aquella cima
 23      5|           Anuncia veía la mano de Dios que castiga sin palo ni
 24      5|           de la mano invisible de Dios; pero sobrevenía un ataque
 25      5|           hermosura de la idea de Dios. ¿Sería que uno y otro sentimiento
 26      5|          algo, sin encomendarse a Dios ni al diablo, detuvo a las
 27      5|        que escalasen conventos, a Dios gracias. La verdadera piedad
 28      6|      inglesa esbelta y pulcra que Dios le había dado, ya se le
 29      8|          otra había muerto porque Dios había querido. Una tisis,
 30      8|       dulces y alegres, no cuando Dios quería, sino ahora y siempre;
 31      8|                diablos coronados! Dios la perdonara.~ ~ El caso
 32      8|          a veces. El fogón era un dios y él su Pontífice Máximo;
 33      8|        sin embargo, bien lo sabía Dios, ella le había sido fiel -
 34      9|         había visto lo que ella y Dios y aquellos y otros caminos
 35      9|      anhelos de usted, buscando a Dios antes de conocerle, eran
 36      9|      Iglesia y bien del cielo, de Dios, del alma... y precisamente
 37     10|       añadió la Marquesa.~ ~ -Por Dios, señora: con mil amores,
 38     10|         Pero bastaba, bastaba por Dios, de pensar en aquello! Se
 39     10|            no; déjame, déjame por Dios ser así. ¿No sabes que soy
 40     10|           menos respetables.~ ~ -¡Dios mío!, ¡qué es esto! -gritó
 41     10|  inservible.~ ~ -¡Esto más! ¡Vive Dios! Yo que iba a dar en cara
 42     10|     máquinas y colecciones.~ ~ «-¡Dios mío!, ¡si estará loca la
 43     11|       todos, el salón; ¡y válgate Dios por salón! A la moda del
 44     11|           que eso no es ofender a Dios, pero no sea usted un boquirroto
 45     11|          verá. Don Víctor es como Dios le hizo. No entiende de
 46     11|           pura envidia. ¿Respeto? Dios lo . El Arcediano querría
 47     11|          tono, y de que digan... ¡Dios me perdone!, pero creo que
 48     11|          Basta, madre, basta, por Dios!~ ~ -Y por contera tus amoríos,
 49     12|           señor Fulano? Pues vive Dios, que lo hemos de ver...,
 50     12|        van al convento; allí sabe Dios lo que les pasa; ellas no
 51     12|      pueden catar. ¿A los bailes? Dios nos libre. ¿Al teatro? Abominación. ¡
 52     12|         poco..., pero no importa; Dios está satisfecho por lo visto. ¿
 53     12|               Sí, don Fermín, por Dios! -exclamó doña Lucía, juntando
 54     12|     llamarla su hija. La creía de Dios, sólo de Dios.~ ~ Después
 55     12|         La creía de Dios, sólo de Dios.~ ~ Después se habló de
 56     12|         oportuno -, suceda lo que Dios quiera; si es preciso sufrir
 57     12|         sonaba como la flauta del dios Pan; al decir «Dios misericordioso
 58     12|           del dios Pan; al decir «Dios misericordioso pero justo»,
 59     12|        admirar y amar una obra de Dios.~ ~ Glocester, el maquiavélico
 60     12|          alabanzas de la Madre de Dios. Sabía mucha teología, pero
 61     12|         unos zapatos nuevos, como Dios manda, y será mejor.~ ~ -¿
 62     12|        dice a ti, bachillera, que Dios manda comprar zapatos nuevos
 63     12|           eso es una bendición de Dios; si así debe ser... ¿Pero
 64     12|   forcejeaban; ellos vencerían. «¡Dios mío! ¡Dios mío!», exclamaba
 65     12|           vencerían. «¡Dios mío! ¡Dios mío!», exclamaba el Justo,
 66     12|     rostro de Jesús... «¡Y era un Dios! ¡El Dios único, el Dios
 67     12|                Y era un Dios! ¡El Dios único, el Dios de ellos,
 68     12|          Dios! ¡El Dios único, el Dios de ellos, el nuestro, el
 69     12|        nuestro, el de todos! ¡Era Dios...!», gritaba Fortunato
 70     12|   ingratitud del hombre matando a Dios, absurdo de maldad, los
 71     12|       lugar del pesebre y el Niño Dios veía, dentro del cerebro,
 72     12|         profanas el~ ~ ~ ~ ~Santo Dios, Santo Fuerte,~ ~ ~ ~Santo
 73     12|     porque fuese Páez demócrata, ¡Dios le librase!, sino porque
 74     12|     cortado. Creía firmemente que Dios era una invención de los
 75     12|         menos en la Isla no había Dios. Algunos años pasó en Vetusta
 76     13|           la mujer puede servir a Dios lo mismo en el siglo que
 77     13|        Provisor...!~ ~ -Gracias a Dios, señor perdido... -gritó
 78     13|         que Ana se vistiera «como Dios manda», y saliese con ellos.
 79     13|           mercado...~ ~ -¡Oh, por Dios, señor Marqués...! No creo
 80     13|   commis-voyageur.~ ~ No pensaba, Dios le librase, que el Magistral
 81     13|       verdadera pena:~ ~ -Oh, por Dios, no sea usted así, mire
 82     13|          en el jardín...~ ~ -Sabe Dios dónde parecerá...~ ~ -¡Por
 83     13|        dónde parecerá...~ ~ -¡Por Dios!, ¡por Dios...!, que ya
 84     13|                   Por Dios!, ¡por Dios...!, que ya me mareo, que
 85     14|         está dejado de la mano de Dios.~ ~ -¡Ya lo creo!, ¡ya lo
 86     14|         de haber en la Iglesia de Dios!~ ~ Rieron los otros el
 87     14|           tres o cuatro. «¡Sabría Dios cuántas serían ya! Aquel
 88     15|                 Madre, madre, por Dios! Yo no soy un niño...~ ~ -
 89     15|           frente!~ ~ -¡Madre, por Dios, sosiéguese usted! Nunca
 90     15|               de fijo...~ ~ -¡Por Dios, señora! Esto es indigno
 91     15|     vistió de negro y por amor de Dios se olvidó de sus padres.
 92     15|         él no; él allá dentro con Dios y los santos, bebiendo en
 93     15|       miserables...! ¡Ministro de Dios...!, ¡ministro de un cuerno...!
 94     15|              Buen cristiano te  Dios! Jesús... que era un gran
 95     16|  imaginación a Mesía; no pensaba, Dios la librara, que Ana fuera
 96     16|  humillaba Ana a los designios de Dios, pero no por esto desaparecía
 97     16|   importaba; estaba segura de que Dios le daba de cuando en cuando
 98     16|          ostensible y singular de Dios a los actos de su vida,
 99     16|         sufrirlos a no pensar que Dios se los había mandado para
100     16|         el hallazgo se lo debía a Dios, y como aviso celestial
101     16|         había llegado a pensar en Dios, en el amor ideal, puro,
102     17|     respetabilísimos, pero quiere Dios, consiente su infinita bondad,
103     17|      usted en ridículo...?~ -¡Por Dios, hija mía! ¡Dónde vamos
104     17|       tarea comenzada, para dar a Dios lo que era de Dios, Ana
105     17|          dar a Dios lo que era de Dios, Ana aceptaba aquella amistad
106     17|         quisiera remediar; pero a Dios gracias se quiere y se puede
107     17|           llegado Ana a pensar en Dios, a sentir tierna y profunda
108     17|  consoladora, lágrimas de amor de Dios, esperanza infinita, caridad
109     17|           había sido más dulce, y Dios había sido en su alma una
110     17|         había llegado a pensar en Dios, a amar a Dios, a sentir
111     17|          pensar en Dios, a amar a Dios, a sentir a Dios muy cerca...
112     17|           amar a Dios, a sentir a Dios muy cerca... ni más ni menos
113     17|    arrebatos nada ganaba para con Dios... pero, ¿no serían tampoco
114     17|       colores, llegue a pensar en Dios, a sentir eso que llama
115     17|       llama usted la presencia de Dios; si algo de panteísmo puede
116     17|      usted se dedique a pensar en Dios, con ocasión del abrazo
117     17|         sugieran la idea santa de Dios, ocupaciones que le llenen
118     17|       fondo; y parece natural que Dios diga a una mujer que pretende
119     17|           meritoria a los ojos de Dios, y nada útil para satisfacer
120     17|            hasta la idea santa de Dios. ¡Tiene la Iglesia, amiga
121     17|       llorará pensando en el Niño Dios... Y usted me dirá entonces
122     17|           algunos días de los que Dios quiere que no me explique
123     17|           y aparentes visiones de Dios en idea..., tocadas, hija
124     17|         serlo, tomar por voces de Dios voces que la Santa llama
125     17|       Adónde se ha de llegar, eso Dios lo dirá después; ahora andar,
126     17|       negarse al trato del mundo? Dios nos libre, Anita, Dios nos
127     17|            Dios nos libre, Anita, Dios nos libre... La paz del
128     17|            don Tomás.~ ~ -¡Ira de Dios! De noche digo...~ ~ -A
129     17|               Buen canónigo te  Dios... Lo que entiende usted
130     18|      muchas ocasiones de alabar a Dios y sus santos, en solemnidades
131     18|          buena conversación te  Dios! Él había salido mordiéndose
132     18|         por la capilla Ana. «Sabe Dios dónde estarían. ¿Qué expedición
133     18|           la caridad. Hombre, por Dios, ¿dónde vamos a parar? Cristo
134     18|         ideas tristes pensando en Dios, en su presencia. «Si Él
135     18|      antoja preguntarme, ¿si será Dios esta idea mía y nada más,
136     18|          mí misma la presencia de Dios...?~ -¡Anita, Anita... calle
137     19|          matrona sin matrícula ni Dios que lo fundó: «Di tú que
138     19|        necesito, estáte aquí, por Dios, Quintanar...~ ~ -Sí, hija,
139     19|          hija, no..., por amor de Dios..., no es eso...~ ~ -Sí,
140     19|         hay perdices!~ ~ -¡Ira de Dios! ¡Pardiez! ¡Malhaya! ¡Siempre
141     19|           alarmado, bien lo sabía Dios; no había peligro; si lo
142     19|        tristeza cobarde... «¡Sabe Dios lo que sería aquello!» La
143     19|         astros, la generosidad de Dios lo exigía; y citaba a Flammarion,
144     19|            En rigor todo era uno, Dios el autor de todo». Y respiraba
145     19|     letrero! ¡Estás sola! Pues ¿y Dios?»~ ~ El pensamiento de Dios
146     19|       Dios?»~ ~ El pensamiento de Dios fue entonces como una brasa
147     19|       Padre mío! ¡Señor! ¡Señor! ¡Dios de mi alma!~ ~ Sintió escalofríos
148     19|        mejor que yo!, ¡hombre por Dios! ¿Y el talento mecánico?
149     19|          otra vida, del cielo, de Dios; se evocaba la infancia,
150     19|           una ingrata no sólo con Dios, sino con su apóstol, aquel
151     19|         que ella, de entregarse a Dios, se entregaría de veras;
152     19|        Iba a ser buena, buena, de Dios, sólo de Dios; ya lo vería
153     19|           buena, de Dios, sólo de Dios; ya lo vería el Magistral.
154     20|           un filósofo? Bien sabía Dios que sí. Esto de que bien
155     20|         Esto de que bien lo sabía Dios era una frase hecha, como
156     20|      Pompeyo Guimarán no creía en Dios. No hay para qué ocultarlo.
157     20|    contaba por los dedos - si hay Dios o no hay Dios; si, caso
158     20|      dedos - si hay Dios o no hay Dios; si, caso de haberlo, piensa
159     20|           rúbrica. «Por supuesto, Dios sobre todo... Doctores tiene
160     20|       azar. Allí oía el nombre de Dios a cada momento, pero en
161     20|           Don Pompeyo no creía en Dios, pero creía en la Justicia.
162     20|      quedaba en pie; para negar a Dios con la constancia y energía
163     20|          razón me dice que no hay Dios; no hay más que Justicia!»~ ~
164     20|          está usted de que no hay Dios?~ ~ -¡Sí, señor mío!, ¡mis
165     20|    luchaba él. Estaba entregada a Dios. ¡Claro! ¡Apenas comía!
166     20|          así. El que jura, pone a Dios por testigo; pero usted
167     20|    testigo; pero usted no cree en Dios... luego usted no puede
168     20|          haber nobleza y no haber Dios... ¿qué duda cabía?»~ ~
169     20|      civilizado ya nadie habla de Dios ni para bien ni para mal.
170     20|        mal. La cuestión de si hay Dios o no lo hay, no se resuelve...,
171     20|           las carreteras. Además, Dios era misericordioso, hacía
172     20|         aplazar otra vez, y sabía Dios hasta cuándo, toda esperanza,
173     21| consiguiente a su marido, amor en Dios y por Dios». Pero entretanto,
174     21|        marido, amor en Dios y por Dios». Pero entretanto, mientras
175     21|       ídolos en la tierra. Amar a Dios, a Dios por conducto de
176     21|         la tierra. Amar a Dios, a Dios por conducto de la Santa,
177     21|          mucho tiempo ciega; pero Dios me mandó a tiempo (creo
178     21|           sino también de amor de Dios, y de un deseo vehemente
179     21|       recibí más pronto amparo de Dios por mano de quien quisiera
180     21|         no con pasión que quite a Dios cosa suya, sino con el suave
181     21|          porque pienso que robo a Dios muchos pensamientos para
182     21|           polvo ante ella. Veía a Dios con evidencia tal, que a
183     21|           no era de ellas, era de Dios, era cosa prestada. ¡Dichas!, ¡
184     21|         el vivir era el estar sin Dios; el morir, renacer en Él,
185     21|       Anita se nos hace santa, si Dios no lo remedia. A mí me asusta
186     21|    optimista. El mundo era bueno, Dios se recreaba en su obra.
187     21|       según su género. La idea de Dios, la emoción profunda, intensa
188     21|   deslucían, no se borraban; pero Dios ya no se le aparecía en
189     21|           egoísmo de recrearme en Dios; necesito, sí, trabajar
190     21|         prójimo; ya estoy fuerte, Dios lo ha permitido».~ ~ El
191     21|     emplear su celo en ganar para Dios el alma de su don Víctor, «
192     21|       porque eso le ponía malo, y Dios no manda que enfermemos.
193     21|        que pensar en esto; pero, ¡Dios mío!, él no quería quebraderos
194     21|        mental delicias inefables. Dios era no menos amable como
195     21|     olvidaba.~ ~ -Sería engañar a Dios, engañar al Magistral, pensar
196     21|          era un favor especial de Dios».~ ~ Aquella tarde bajó
197     21|          el castigo, la cólera de Dios, el infierno. Todo había
198     21|        término».~ ~ -Tú vencerás, Dios mío, tú vencerás -exclamó
199     21| confirmaba. Pues bien, el amor de Dios, a su manera, podía tener
200     21|         señor mío, es egoísmo, ni Dios ni usted han de agradecerlo».~ ~
201     21|          grado de piedad. Temía a Dios, reconocía su grandeza, ¡
202     21|           muy temprano, el «Santo Dios, Santo Fuerte», que cantaba
203     22|       usted por haber leído, sabe Dios dónde y con cuánta prisa,
204     22|         tenía ciego, loco; ¡sabía Dios lo que pasaría en aquel
205     22|           levanto!~ ~ -Padre, por Dios, por Nuestra Señora del
206     22|         de mi presencia! Como hay Dios en los cielos, abomino de
207     22|      razón... sólo por milagro de Dios».~ ~ -Ni puede, ni quiere,
208     22|         con la Iglesia... Creo en Dios..., creo en Jesucristo...,
209     22|     necesito...! Que así me salve Dios... ¡Muero de hambre! Sí,
210     22|               Madre mía, madre de Dios, ilumina a ese desgraciado...!~ ~
211     22|       acercó al Provisor.~ ~ -Por Dios, Fermo, por Dios te pido
212     22|              Por Dios, Fermo, por Dios te pido que me dejes...~ ~ -¿
213     22|           Su Ilustrísima si había Dios o no había Dios... No hay
214     22|          si había Dios o no había Dios... No hay que pensar en
215     22|        necesito, que así me salve Dios, muero de hambre!»~ ~ A
216     22|     achicaba el ánimo.~ ~ «No hay Dios, es claro -iba pensando -,
217     22|         del brazo.~ ~ «No, no hay Dios -iba pensando -, pero si
218     23|           sencilla, más evidente: Dios estaba en el cielo presidiendo
219     23|           el Universo; el Hijo de Dios había nacido en la tierra
220     23|       tiempo de los Apóstoles que Dios había venido al mundo; el
221     23|        ella, unidos todos ante el Dios de todos, que nacía, las
222     23|      sublime narración. «¡El Niño Dios! ¡El Niño Dios! Ella comprendía
223     23|            El Niño Dios! ¡El Niño Dios! Ella comprendía ahora toda
224     23|     acababa en una cruz. ¡Bendito Dios! ¡Las dulzuras que le pasaban
225     23|           es que ha resucitado el dios Pan?~ ~ -¡Y Pun, Pin, Pun...!,
226     23| abstracciones sagradas, en vez de Dios se le presentaba Mesía.~ ~ «
227     23|       aquellas almas en gracia de Dios. El Magistral fue recibido
228     23|         como yo... Yo he jurado a Dios morir por usted si hacía
229     24|        Anita.~ ~ -Hija, gracias a Dios; creía que era el desaire
230     24|         diciendo: «¡Vaya todo por Dios!» O bien: «¡Qué par de cursis
231     24|           tú a preguntárselo?~ ~ -Dios me libre.~ ~ -Debe de ser
232     24|          oído Quintanar -. ¡Y por Dios, Anita, que no se te ocurra
233     24|       ingrata fiera?~ ~ ~ ~Quiera Dios... pero no quiera~ ~ ~ ~
234     24|           más que a mí.~ ~ ~ -Por Dios y por las once mil..., cállese
235     24|          me veo~ ~ ~ ~sin mí, sin Dios y sin vos,~ ~ ~ ~sin vos
236     25|   repentino, obstinado, doloroso. Dios, el mismo Dios, ya no era
237     25|          doloroso. Dios, el mismo Dios, ya no era para ella más
238     25|           misma... Pero, ¡ay, no! Dios, mi Dios querido..., yo...,
239     25|           Pero, ¡ay, no! Dios, mi Dios querido..., yo..., todo,
240     25|         nuestro hablar sin fin de Dios, del cielo, del alma enamorada
241     25|         oscurezca a mis ojos, que Dios me acaricie el alma... Fermín,
242     25|      Aquello no era la capilla, a Dios gracias. Este sofisma de
243     25|      Infame...!~ -¡Fermín..., por Dios, Fermín!~ ~ Ana dio un paso
244     25|      usted esta noche no creía en Dios...~ ~ -¡En mi Dios! Fermín,
245     25|       creía en Dios...~ ~ -¡En mi Dios! Fermín, caridad...~ ~ -
246     25|          ése es el camino. Yo sin Dios... no soy nada... Sin Dios
247     25|        Dios... no soy nada... Sin Dios puede usted ir a donde quiera,
248     25|     máscaras.~ ~ -¡Quintanar, por Dios! Basta de broma..., basta
249     25|       obedecí ayer...? Basta, por Dios, basta.~ ~ -Bueno, hija,
250     25|        uso de aquella energía que Dios le había dado. «No había
251     25|      asegurar en ella el temor de Dios y de la Iglesia, la espiritualidad
252     25|     hermandad en la virtud que de Dios mismo... Ahora comprendía
253     25|  quisieron decir: «Vaya usted con Dios; no entiendo palabra de
254     25|         barro. ¿Polvo en Vetusta? Dios lo diera.~ ~ El mal tiempo
255     25|    homenaje interior del hombre a Dios, a un Dios que no podemos
256     25|           del hombre a Dios, a un Dios que no podemos imaginar
257     25|      Carlos tuviera razón, aunque Dios sea más grande, más bueno
258     25|      Álvaro estará prohibido, sea Dios como sea. El mal es el mal
259     26|      digna de su cariñoso amparo; Dios ha querido iluminarme otra
260     26|          Víctor, que no lo quiera Dios, basta con que Ana me mire,
261     26|      morir en su seno, si está de Dios que muera...~ ~ -Oh, no,
262     26|    ángeles, he pensado en el Niño Dios... metidito en su cuna...
263     26|          don Fermín... sublime... Dios en una cuna... y yo ciego...
264     26|        pasado la vida pensando en Dios, hablando de Él... sólo
265     26|         para obtener el perdón de Dios que don Pompeyo, antes de
266     26|   voluntad... Quiero el perdón de Dios y el de usted... el de usted,
267     26|          sabe... Los designios de Dios son inescrutables... Y además,
268     26|         en espectáculo...!» -¡Por Dios, Marquesa! Cualquiera que
269     26|          esas diabluras?~ ~ -¡Por Dios, Marquesa, no blasfeme usted!
270     26|          usted de versos, alma de Dios... ¿Quién le ha metido a
271     26|         va a ir descalza? ¡Ira de Dios!, ¡eso sí que no...! ¡Pardiez!~ ~
272     26|           creer; no pensaba ni en Dios, ni en Cristo, ni en María,
273     26|       orgullo. Sin encomendarse a Dios ni al diablo, en cuanto
274     26|          allí presente pensaba en Dios en tal instante.~ ~ El pobre
275     27|    romántica, como dice Visita. A Dios gracias, estos miedos al
276     27|        llorar, cantar, hablar con Dios, con los pájaros, con la
277     27|  invención de Frígilis, según él. Dios les haga felices y les conserve
278     27|       pena y gloria, bien y mal. «Dios -como decía ella - se le
279     27|          un salto.~ ~ -¡Hija, por Dios...!, ya soy viejo para un
280     27|             Y sí era hombre, vive Dios que era hombre, y tanto
281     27|           improvisó con arte.~ ~ -Dios te lo pague, Petrica.~ ~
282     28|          Anden, anden, ángeles de Dios, que la mojadura puede llegar
283     28|       alegre, activo, como el que Dios le había otorgado a él...~ ~ -¿
284     29|           seguida.~ ~ -¡Gracias a Dios! -dijo su marido, respirando
285     29|          que te trata mal...~ ~ -¡Dios mío!, ¿ha notado él...?~ ~ -
286     29|           no; eso no, Álvaro, por Dios no, eso nunca». Y resistió
287     29|         servir a su amo, servir a Dios, que al fin religión era
288     29|           una pausa -. Habla, por Dios...~ ~ -¿En confesión?~ ~ -
289     29|           legítima mujer, no ante Dios, no ante los hombres, ante
290     29|         decir misa... a recibir a Dios!» El Provisor sintió una
291     29|        Algunas veces parecerá que Dios te deja, otras veces serás
292     30|    Quintanar, no tienes perdón de Dios.~ ~ Esto último lo dijo
293     30|         de ellas siquiera... Sabe Dios lo que haría. No, no debo
294     30|      Víctor rugió al gritar:~ ~ -¡Dios mío!, ¿qué es esto?, ¿esto
295     30|      usted, le exijo en nombre de Dios... que... si esta... noche..
296     30|      jamás disculpa a los ojos de Dios, aunque la tenga a los del
297     30|      palmadas), ¡plun!, ¡y al que Dios se la , San Pedro se la
298     30|               Don Álvaro pensó en Dios sin querer. Esta idea aumentó
299     30|          sol... Vamos, Anita, por Dios, sea usted razonable...,
300     30|          por una carretera... Por Dios, hija, va usted a enfermar
301     30|     cabeza como los ciegos -. Por Dios, don Tomás, no me atormenten,
302     30|          la calle... ¡Oh, no, por Dios..., no!, por Dios me dejen.~ ~
303     30|         no, por Dios..., no!, por Dios me dejen.~ ~ Y juntaba las
304     30|       justicia, crímenes, piedad, Dios, lógica, alma... Ana. «No,
305     30|          Víctor!~ ~ -Sí, pobre, y Dios le haya perdonado..., pero
306     30|          vergüenza. «La visión de Dios... Santa Teresa... Todo
307     30|           pidió de todo corazón a Dios, a quien claramente creía
308     30|       volver a la fe y al amor de Dios y de la vida, salir del
309     30|       agujeros pedir el perdón de Dios y el del hermano del alma,
310     30|       ella le juzgaba emisario de Dios, quería fe, quería caridad...
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