Cap.

1      9|         El obrero pronto se hace taciturno, pronto pierde la alegría
2     20| abandonado cada día, se colocaba taciturno, como Jeremías podría pararse
3     20|       que fuese. Don Pompeyo iba taciturno. Abrió la puerta de su casa
4     27|    muchos estudios, observador y taciturno, había permitido a su enferma,
5     29|         en una especie de pánico taciturno y desesperado. Veleidades
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License