Cap.

1      3|       que exigían este acto de cortesía las costumbres del pueblo;
2      9|        las detuvo haciendo una cortesía exagerada, que era una de
3     12| majadero, pero le tributaba la cortesía que empleaba siempre en
4     13|      sonriendo, y con la mayor cortesía del mundo ponía en duda
5     20|         que más quería parecer cortesía que virtud cristiana; sonriente,
6     21|      se deshizo en amabilidad, cortesía y bromas lisonjeras. «Bueno
7     21|   Caveant consules!» Aunque la cortesía, ley suprema, le obligaba
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