Cap.

  1      3|         que no había conocido a su madre. Tal vez de esta desgracia
  2      3|            mayores pecados.~ ~ «Ni madre ni hijos».~ ~ Esta costumbre
  3      3|         nostalgia del regazo de su madre. Nunca habían oprimido su
  4      3|          la almohada el seno de su madre soñada y que realmente oía
  5      3|           en que se insultaba a su madre y a ella, según comprendió
  6      3|           achacaban a culpas de su madre los pecados que la atribuían
  7      3|          Recordaba que la llamaban madre de los pobres. Sin ser beata,
  8      4|       honrada y pobre. Ésta fue la madre de Ana que, al nacer, se
  9      4|         tener consigo una niña sin madre. Le hablaron de colegios,
 10      4|          baja decía el aya que «la madre de Anita tal vez antes que
 11      4|        novelas de entonces era una madre. A los seis años había hecho
 12      4|      cabeza; era la reina mora; su madre, la madre de Ana que no
 13      4|           reina mora; su madre, la madre de Ana que no parecía. Todas
 14      4|           la cabeza podían ser una madre, según la lógica poética
 15      4|         pronósticos.~ ~ «-¡Como su madre! -decía a las personas de
 16      4|        explicársela con un beso de madre. María Santísima era la
 17      4|             María Santísima era la Madre de Dios, en efecto; pero
 18      4|        podía necesitar Anita. A su madre la había querido mucho,
 19      4|   influencia de las lágrimas de su madre Santa Mónica. No sabía más.
 20      4|          pasó, y la pobre niña sin madre sintió dulce corriente que
 21      4|          como sobre el seno de una madre. Su alma se hacía mujer
 22      4|       Reina de los Cielos, era una Madre, la de los afligidos. Aunque
 23      4|            formar una aureola a la Madre de Dios, que tenía en aquella
 24      4|         con palabras de fuego a su Madre Celestial. Su propia voz
 25      5|         meticulosa moralidad de su madre, de su infausta...~ ~ -Sí,
 26      5|          Glocester -; sí señor, su madre era una perdida, corriente;
 27      5|           hablaría para nada de su madre; esto quedaba prohibido,
 28      5|           Niño Jesús y de su Santa Madre. En algunos momentos de
 29      5|        decir, el de tu desgraciada madre, todo, todo ha sido aquí
 30      7|     parecía superior al hijo de su madre ni por el valor, ni por
 31      7|           estaba furiosa... Hoy mi madre, para divertirse (ya sabes
 32      8|          pregunta a Mesía». Era su madre quien había iniciado al
 33      8|      crianza, según doña Paula, la madre del Provisor, que nunca
 34     10|       Paquito, que acompañaba a su madre.~ ~ Don Víctor inclinó la
 35     10|         loca, de aquella mujer sin madre, sin hijos, sin amor, que
 36     11|           en un mantón viejo de su madre. Cubríale la cabeza un gorro
 37     11|       seglares otros.~ ~ -Entre su madre y él, puede que no gasten
 38     11|       joven, chato, favorito de la madre del Provisor, doña Paula.
 39     11|            codicia ajena, la de su madre. Necesitaba su alma alguna
 40     11|            Pero mi dinero es de mi madre, y además yo no quiero comprar
 41     11|          llamaba, para avisar a la madre, que bajaba inmediatamente.~ ~
 42     11|         allí era la librea.~ ~ -¿Y madre?~ ~ -Duerme. Se acostó muy
 43     11| colectivamente, al Provisor y a su madre. En cuanto al miliciano,
 44     11|         percha. Era doña Paula, la madre del Provisor. Tenía sesenta
 45     11|        Fermín hubiera deseado a su madre a cien leguas. No podía
 46     11|          ruborizarse delante de su madre. «¿Ruborizarse?», sí, sin
 47     11|            de los nervios. Pero su madre era como era.~ ~ Doña Paula
 48     11|           de la sotana.~ ~ -Adiós, madre; voy a dar los días al señor
 49     11|            sospechas. No estaba su madre acostumbrada a que hubiera
 50     11|               No es loca ni tonta, madre. Es que no sabe de estas
 51     11|            Magistral calló. Con su madre no disputaba.~ ~ -Ayer tarde
 52     11|          en la estacada.~ ~ -Pero, madre, tiempo hay; el chico está
 53     11|        hacer que verla a ella.~ ~ -Madre, es usted injusta.~ ~ -Fermo,
 54     11|          Yo desprecio la calumnia, madre.~ ~ -Yo no, hijo.~ ~ -¿No
 55     11|                Cómo ha de ver eso, madre?~ ~ -Bueno, ya me entiendes;
 56     11|           la cárcel de corona.~ ~ -Madre... está usted exaltada...
 57     11|       farolón... y un malvado!~ ~ -Madre, usted exagera; ¿cómo un
 58     11|        diócesis; si...~ ~ -¡Basta, madre, basta, por Dios!~ ~ -Y
 59     11|      agrade... por culpa tuya.~ ~ -Madre...~ ~ -¿Qué más? Hasta les
 60     11|            nos tumban.~ ~ -Eso no, madre -gritó el Magistral perdiendo
 61     11|           a la defensa -. ¡Eso no, madre! Yo los tengo a todos debajo
 62     11|           engañó, ¿verdad?~ ~ -No, madre; no me engañó; ¿qué sabe
 63     11|            la adulación.~ ~ «Si mi madre me viera por dentro, no
 64     11|            caída de Salomón.~ ~ La madre de don Fermín creía en la
 65     11|            el ansia de dominar; su madre la codicia, el ansia de
 66     11|         había para qué.~ ~ -Adiós, madre -dijo don Fermín cuando
 67     11|          Magistral cuando oyó a su madre que decía:~ ~ -¿De modo
 68     11|     Magistral se había nublado; su madre le había puesto nervioso,
 69     11|       valía más que todos, pero su madre valía más que él. El instinto
 70     11|            le libraba de ellas? Su madre. Era su égida. Sí, ella
 71     11|  injusticia aquella sospecha de su madre. En la virtud de la Regenta
 72     11|            malhumor repentino. «La madre había hablado de las calumnias
 73     11|            entonces recordó que su madre era quien le empujaba a
 74     11|      colores al rostro.~ ~ «Era su madre la que atesoraba; por ella,
 75     11|       pecados cometidos. Los de su madre, aquellos a que le había
 76     11|        arrastrado la codicia de su madre eran los que no tenían disculpa,
 77     12|         quitarle un ojo a su Santa Madre, de mármol, de doble tamaño
 78     12|            El hijo, ayudado por la madre, continuó la tiranía, y,
 79     12|          nieve, se le presentó una madre desesperada con su hijo
 80     12|             sálvamelo! -gritaba la madre, de rodillas, cerrando el
 81     12|          eres santo! -replicaba la madre con alaridos.~ ~ -¡El cauterio!, ¡
 82     12|            milagro...! -repetía la madre.~ ~ La vida de Fortunato
 83     12|   consagrada a las alabanzas de la Madre de Dios. Sabía mucha teología,
 84     12|       frente al espejo. Primero su madre tratándole como a un chiquillo,
 85     12|           Pero no se lo digas a mi madre... Si sabe que dejé el despacho
 86     12|       intereses y los de su señora madre; con cien nombres de la
 87     12|       lucro del Provisor, el de su madre, iba agarrado a todo. Nunca
 88     12|             pero el recuerdo de su madre por un lado, la presencia
 89     12|          cuentos para engañar a su madre. «Doña Paula podía estar
 90     12|         millonario para pagar a su madre deudas sagradas y para saciar
 91     12|      pardos y orgullosos; no tenía madre y hacía la vida de un idolillo
 92     12|       nacido para aquello; pero su madre codiciosa, la fortuna propia
 93     12|            a comer. Le esperaba su madre como todos los días.~ ~
 94     13|            en el mundo a una buena madre y fiel esposa, que para
 95     13|          Fermín leía delante de su madre.~ ~ Casi a viva fuerza habían
 96     13|         sonreído muchas veces a su madre si la hubiera conocido.
 97     14|            a la Corralada.~ ~ «¡Mi madre!», pensó. No se había acordado
 98     14|            señora, necesito que mi madre sepa que no como hoy con
 99     14|      desafiaría el mal humor de su madre? No, no se atrevía; no estaba
100     14|          como solían ser las de su madre, de un discurso de moral
101     14|        días todo aquel run run, su madre con los oídos llenos de
102     14|            casa, se impondría a su madre, le diría que era indecoroso
103     14|            qué no has avisado a tu madre?~ ~ -¿De qué?~ ~ -De que
104     14|          Páez?~ ~ -¡No, señor! ¡Mi madre... mi madre me trata como
105     14|             señor! ¡Mi madre... mi madre me trata como a un niño!~ ~ -
106     14|          no subo. ¡Buena estará mi madre! Y yo no estoy para oír
107     14|        Espolón.~ ~ Se olvidó de su madre, de Teresina, del cognac,
108     14|       había una niña, que hacía de madre. Se trataba del zurriágame
109     14|          de todas las fortunas. La madre estaba sentada al pie del
110     14|  chiquillos.~ ~ -¡Na...! -decía la madre.~ ~ -Narigudo... -contestó
111     14|         arrancarlo del poder de la madre.~ ~ -Señas..., señas... ¿
112     14|         que no es eso... -gritó la madre.~ ~ -¡Que sí es! ¡Bacalao!
113     14|              gritó entusiasmada la madre -, ¡castañas de catalunga!~ ~
114     14|       melunga! -volvió a gritar la madre, y los pillos se dispersaron
115     14|            acercó a la niña.~ ~ La madre dio un grito de espantada.
116     14|         ver si ésos... ¡A la oreja madre!, ¡a la oreja madre! -gritó,
117     14|          oreja madre!, ¡a la oreja madre! -gritó, y la bandada de
118     14|           seguido la escuela de su madre..., una aldeana que no veía
119     14|       borracho...! ¡Si me viera mi madre!» En la pared de la casa
120     15|          verle. El hijo subía y la madre no se movía, parecía dispuesta
121     15|            viese.~ ~ Reparó que su madre traía parches untados con
122     15|       pensó el Provisor. Cuando su madre callaba y se ponía parches
123     15|                Le duele la cabeza, madre?~ ~ -Me ha dolido. ¡Teresina!~ ~ -
124     15|       tenía servilletero; la de su madre no.~ ~ Teresina, grave,
125     15|            preguntó al Provisor su madre.~ ~ -No tengo apetito...,
126     15|            contemplaba a su señora madre, que comía de prisa, distraída,
127     15|            en el vaso de agua y su madre dijo:~ ~ -Está arriba la
128     15|         iré yo por ella.~ ~ -Pero, madre...~ ~ -Déjame.~ ~ Teresina
129     15|     maneras, le era antipática. Su madre la mimaba y a los criados
130     15|            el primer trueno.~ ~ Su madre, que estaba en pie junto
131     15|         eso ha ido.~ ~ -Mal hecho, madre. Yo no soy un chiquillo
132     15|               Un hijo no riñe a su madre.~ ~ -Pero la mata a disgustos;
133     15|       además de ser vergonzoso. Su madre lo sabía todo de fijo. El
134     15|             quieres perderme.~ ~ -¡Madre!, ¡madre!~ ~ -¡Si no hay
135     15|            perderme.~ ~ -¡Madre!, ¡madre!~ ~ -¡Si no hay madre que
136     15|              madre!~ ~ -¡Si no hay madre que valga! ¿Te has acordado
137     15|              Te has acordado de tu madre en todo el día? ¿No la has
138     15|             Te importó nada que tu madre se asustara, como era natural? ¿
139     15|         las diez de la noche?~ ~ -¡Madre, madre, por Dios! Yo no
140     15|           de la noche?~ ~ -¡Madre, madre, por Dios! Yo no soy un
141     15|            a ti no te duele que tu madre se consuma de impaciencia,
142     15|       muera de incertidumbre... La madre es un mueble que sirve para
143     15|        hacienda, como un perro; tu madre te da su sangre, se arranca
144     15|           por una mujerota...~ ~ -¡Madre!~ ~ -¡Por una mala mujer!~ ~ -¡
145     15|         estallarme la frente!~ ~ -¡Madre, por Dios, sosiéguese usted!
146     15|           pero yo sí..., yo soy la madre que te parió, ¿sabes?, y
147     15|          por el peor camino...~ ~ -Madre..., usted lo ha dicho, es
148     15|                 Qué Brigadiera..., madre..., qué Brigadiera...! Es
149     15|        vida dejándote guiar por tu madre, en estas cosas miserables
150     15|              Te fue bien?~ ~ -¡Sí, madre mía, sí!~ ~ -¿Te saqué yo
151     15|            de la pobreza?~ ~ -¡Sí, madre del alma!~ ~ -¿No nos dejó
152     15|        escapas?~ ~ -Si no hay tal, madre.~ ~ -Sí hay tal, Fermo.
153     15|           había allí un hijo y una madre, y no había miedo de que
154     15|    adolescencia Fermín, a quien su madre había deseado hacer clérigo. «-
155     15|         licenciado cada vez que la madre hablaba de mandar al niño
156     15|           dormir a la cabaña de su madre, que a la boca de una mina
157     15|          los obreros delante de su madre, no en presencia de Fermín,
158     15|        mismo que para él quería su madre: el seminario, la sotana,
159     15|    trágicas de la taberna, pero su madre se lo prohibía:~ ~ -Tú a
160     15|         había de hacer señor; y su madre allí fuera, manejando inmundicia
161     15|       imitar su ejemplo; leía a su madre, con los ojos brillantes
162     15|        discreto, tan sagaz como su madre y más amable, más suave
163     15|           valía, pero más valía su madre. Ella le había hecho hombre,
164     15|          larga conversación con su madre, se encerró en su despacho
165     15|          el amor que él tenía a su madre era cosa tierna, grande,
166     15|        amor. El mundo entero, y su madre con todo el mundo, pensaban
167     15|        bueno y lo que era malo! Su madre le quería mucho, a ella
168     15|          Él, aunque viviera con su madre querida, no tenía hogar,
169     15|        contemplaba el rostro de su madre, más pálido entonces, algo
170     15|            no quiso complacer a su madre bajando a la trastienda,
171     15|               ladrones; usted y su madre, señor Provisor... ¡Ladrones!»~ ~
172     15|           les atribuía a él y a su madre la ruina del comercio de
173     17|            la sabiduría de Nuestra Madre en muchos ritos, en muchas
174     18|        Gran Constantino, al obispo madre, ni había entrado jamás
175     18|        poco menos favorecida de la Madre del Amor Hermoso, en el
176     18|               preguntaba el Obispo madre, en estilo de novena, cargado
177     18|          no  lo que debo ya a tu madre, Fermín, ¿debe de ser un
178     18|         repasaba las cuentas de la Madre del Amor Hermoso, con sus
179     18|          tiempo... Yo no he tenido madre, viví como usted sabe...
180     19|      verdadero amigo, el padre, la madre, todo». La Marquesa estuvo
181     19|          Se ofreció mucho, como su madre, y salió. En el pasillo
182     19|           aquello era el padre, la madre, el hermano, la fortaleza
183     19|        mostrar los cuidados de una madre, la fidelidad de un perro?
184     19|            que de amante, y más de madre que de otra cosa. En aquellos
185     20|          que le pagaba bien.~ ~ La madre de don Fermín vivía en perpetua
186     20|          secundar los planes de su madre.~ ~ Doña Paula y don Fermín
187     20|           comunicárselo. Estaba la madre irritada. «Su hijo la engañaba,
188     20|       Argos. Angelina tenía padre, madre, abuela, hermanos; ella
189     20|         con la abuela, servía a la madre de devanadera, oía con paciencia
190     20|       Cuando el Magistral oyó a su madre que se había gritado: «Muera
191     21|      despacho para leer. Cuando su madre le llamó a comer, don Fermín
192     21|           que dice nuestra querida Madre y Maestra hablando de sus
193     21|         las trampas sórdidas de su madre de que él era ejecutor,
194     21|        para la tarde la visita. Su madre le habló, como siempre,
195     21|        corteza de pan, mientras su madre narraba las cábalas de Glocester
196     21|           se quedaran por allá. Su madre había ido a Matalerejo a
197     22|            Solo, estoy solo, ni mi madre me consuela! ¿Qué he de
198     22|             se lo pedía con voz de madre cariñosa que ruega al hijo
199     22|           la comedia de la segunda madre. A los vetustenses, en general,
200     22|          de lágrimas exclamó:~ ~ -¡Madre mía, madre de Dios, ilumina
201     22|           exclamó:~ ~ -¡Madre mía, madre de Dios, ilumina a ese desgraciado...!~ ~
202     23|                No entiendo.~ ~ -Mi madre me adora, ya lo ... pero
203     23|             Los demás... no son mi madre. No son nada mío. ¿Qué tiene
204     23|          usted es el ingrato... Su madre le querrá más que yo...
205     24|         todo lo alto», aunque a su madre no le gustaba, porque era
206     24|       porque... para el hijo de su madre los amoríos ya no eran ni
207     25|         don Fermín se acordó de su madre; su madre no le había hecho
208     25|          se acordó de su madre; su madre no le había hecho nunca
209     25|           hecho nunca traición, su madre era suya, era la misma carne;
210     25|     refugio, todo era enemigo. «Su madre, su madre del alma». Salió
211     25|         era enemigo. «Su madre, su madre del alma». Salió del templo,
212     25|           la mesa, alrededor de su madre. «Allí estaba el consuelo
213     25|            saliendo de él, para su madre. El deseo de partir el dolor
214     25|             Era una crueldad de su madre no adivinar los tormentos
215     25|         lástima de mí! Yo no tengo madre... Yo estoy sola...~ ~ «
216     25|               Era verdad, no tenía madre como él, estaba más sola
217     25|           que como el dolor de una madre no hay otro, y echaba, sin
218     25|       suelo junto a la falda de su madre cubierta de harapos, cantaba
219     25|       calló, volvió el rostro a su madre y dijo: «¡Madre, dame pan!»~ ~
220     25|        rostro a su madre y dijo: «¡Madre, dame pan!»~ ~ Cantaba un
221     25|         volvió su pensamiento a la Madre Dolorosa y se arrojó a las
222     26|       desmayaron en compañía de su madre al oír la noticia.~ ~ Las
223     26|          Fermín estaba en cama. Su madre, echada a los pies del lecho,
224     26|    confesar el señorito.~ ~ Hijo y madre dieron un salto; doña Paula
225     26|              Quedaron solos hijo y madre.~ ~ -¿Será una broma de
226     26|           se vestía ayudado por su madre, que buscó en el fondo de
227     26|            pared y al hombro de su madre para tenerse en pie.~ ~
228     26|          De quién es? -preguntó la madre al ver que Fermín palidecía.~ ~ -
229     26|         principio el egoísmo de la madre triunfó y se alegró de aquel
230     26|       parar en locura, asustó a la madre que adoraba a su modo al
231     26|           absurdos, en milagros de madre, en ir ella misma a buscar
232     26|      indiferencia, pero sin que su madre le oyera: «¿Ha habido algún
233     26|        leer la carta delante de su madre, aunque ella lo pidiera
234     26|             De Pas se acordó de su madre, de los Jesuitas, de Barinaga,
235     26|           No, no sería él bobo, su madre tenía razón, había que sacar
236     26|          lecho, bajo cristales, su Madre de negro, atravesada por
237     26|           sublime. Detrás venía la Madre. Alta, escuálida, de negro,
238     26|   muchedumbre, pero no la veía. La Madre de Jesús no miraba a los
239     26|       sentía hielo en el alma. «La Madre de Jesús no la miraba, no
240     28|            la ropa; la ropa, en su madre.~ ~ «Esta es otra. ¿Qué
241     28|   formidable reyerta con su señora madre, ni había visto jamás a
242     28|        latigazos hasta llegar a la madre. Este juego inocente daba
243     29|        ahora muy buenas amigas. La madre del Provisor conocía la
244     29|           en el mantón viejo de su madre; escribía a la luz blanquecina
245     29|           que solía.~ ~ -¿Qué hay, madre?~ ~ -Está ahí esa Petra,
246     29|            se puso del color de su madre, y en pie como por máquina:~ ~ -
247     29|         una mirada de compasión de madre.~ ~ -Entra... -dijo a Petra
248     29|            y pensaba además que su madre al meterle por la cabeza
249     29|        podía tener el mundo, ni su madre que creía adorarle, podía
250     29|          se estuviera muriendo, su madre estaría a sus pies mesándose
251     29|          peor que condenarse... su madre no tenía llanto, abrazos,
252     30|         fiebre, había llamado a su madre asustado y como no podía
253     30|         era un cobarde; temía a su madre, al mundo, a la justicia...
254     30|           necios vetustenses, y su madre y el obispo y el papa, preguntaban ¿
255     30|          preocupaba al hijo y a la madre.~ ~ «No se podía hablar
256     30|        solas», pensaba ella.~ ~ La madre lo sabía todo. Había comprado
257     30|           Álvaro! El orgullo de la madre daba brincos de cólera dentro
258     30|            conversión gloriosa, su madre le admiraba con nuevo fervor
259     30|            Como si las ideas de la madre se hubiesen filtrado por
260     30|                 Y salió.~ ~ «Si mi madre me sale al paso le diré
261     30|           consentirá el hijo de mi madre.~ ~ -Sin embargo -decía
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