Cap.

  1      3|              puerta de escape entraba Petra, su doncella, asustada,
  2      3|              no le parecían suyas...» Petra corrió a la cocina sin esperar
  3      3|               en lo que valía. Volvió Petra con la tila.~ ~ Don Víctor
  4      3|      optimismo.~ ~ «¡Qué solícita era Petra!, y su Víctor, ¡qué bueno!»~ ~ «
  5      3|             situación de cuartel».~ ~ Petra, temblando de frío, con
  6      3|  discretamente llamó a una puerta.~ ~ Petra se presentó en el mismo
  7      3|               la puerta del cuarto de Petra y don Víctor emprendió de
  8      8|               mantilla; la acompañaba Petra, su doncella. Pronto estuvieron
  9      9|           viaje de invierno.~ ~ -Oye, Petra, no llames; vamos a dar
 10      9|              calzado. ¡Anda... vamos, Petra!~ ~ Ana suplicaba con la
 11      9|               favores celestiales.~ ~ Petra miró asombrada a su señora.
 12      9|         tapaba muy bien. Sin embargo, Petra había adquirido la convicción
 13      9|            daba mucho en qué pensar a Petra. Ella no deseaba otra cosa,
 14      9|               allí está la fuente.~ ~ Petra mostró a su señora allá
 15      9|                y otras por el estilo, Petra se paraba a coger florecillas
 16      9|            dignas de ser calladas.~ ~ Petra no se fiaba de la piedad
 17      9|        ofrecían novedad para la misma Petra, que había visto lo que
 18      9|             estrépito horrísono.~ ~ -¡Petra! ¡Petra! -gritó.~ ~ Estaba
 19      9|               horrísono.~ ~ -¡Petra! ¡Petra! -gritó.~ ~ Estaba sola. ¿
 20      9|        burlaba de sus ilusiones.~ ~ -¡Petra! ¡Petra!~ ~ La doncella
 21      9|               ilusiones.~ ~ -¡Petra! ¡Petra!~ ~ La doncella no respondía.
 22      9|              un pavor tonto.~ ~ Llegó Petra. Venía sudando, muy encarnada,
 23      9|            doncella; el ama lo sabía. Petra pensaba casarse con él,
 24      9|             serían aquellos amores de Petra y el molinero? ¿Qué le importaba
 25      9|             Pero la manera de mirar a Petra, estudiando los pormenores
 26      9|               un molino, señora.~ ~ A Petra le supo a malicia lo que
 27      9|            aquí?~ ~ -¿Qué importa?~ ~ Petra se encogió de hombros. En
 28      9|            popular su hermosura.~ ~ A Petra también le decían los pollastres
 29      9|                 Qué es eso? -preguntó Petra.~ ~ -Nada -dijo uno -, celucos.~ ~ -
 30      9|             muy nerviosa».~ ~ -Corre, Petra, corre -dijo con voz muy
 31      9|        señorito Paco y don Álvaro.~ ~ Petra notó que su ama temblaba
 32      9|           desdeñar la conversación de Petra, que se mirlaba hablando
 33      9|          minutos que callaban.~ ~ -¿Y Petra? ¿Y Paco? -preguntó la Regenta
 34      9|               aturdido Marquesito.~ ~ Petra ya estaba dentro, en el
 35     10|               agujero de tristeza.~ ~ Petra recogió el servicio del
 36     10|        mientras seguía gritando:~ ~ -¡Petra! ¡luz! ¿Quién está aquí?~ ~
 37     10|         estrépito por el suelo. Llegó Petra con luz.~ ~ -¡Señora!, ¡
 38     10|         Aquiles, el hijo de Peleo.~ ~ Petra intentó arrancar el brazo
 39     10|       tropezado aquella señora.~ ~ Ni Petra ni su ama conocían el uso
 40     10|               brazo que magullaba.~ ~ Petra contenía la risa a duras
 41     10|            interrumpió la Regenta.~ ~ Petra insistió, gozándose en la
 42     10|              pero no hubo remedio.~ ~ Petra salió, volviendo con árnica
 43     10|              volvía atrás. ¡Qué diría Petra para sus adentros! ¿Qué
 44     10|             la guillotina, como decía Petra.~ ~ «¡Qué hermosa noche!
 45     10|         causado esta devastación...? ¡Petra! ¡Anselmo! -y se colgó del
 46     10|               la campanilla.~ ~ Entró Petra sonriente.~ ~ -¿Qué ha sido
 47     10|            explicó todo.~ ~ -Pero tú, Petra -añadió -, ¿por qué no le
 48     10|            altaneros en la criada.~ ~ Petra sonrió torciendo la boca,
 49     10|               todos en la casa, menos Petra, que en medio de un pasillo,
 50     11|             hombros -. ¿Quién es?~ ~ -Petra, la doncella de la señora
 51     11|            más.~ ~ -Pues que pase.~ ~ Petra se presentó sola en el despacho,
 52     11|         sociales no lo impidiesen.~ ~ Petra se presentó como si fuese
 53     11|                con toda confianza.~ ~ Petra sonrió de un modo que ella
 54     11|             cortés, pero frío. Cuando Petra iba a atravesar el umbral,
 55     11|            rostro, una amortajada.~ ~ Petra saludó un poco turbada.
 56     11|               preguntado la pared.~ ~ Petra se repuso y, casi con altanería,
 57     11|         perjuicio de tenerse envidia. Petra envidiaba a Teresina la
 58     11|       Magistral. Teresina envidiaba a Petra su desenvoltura, su gracia,
 59     16|             las diez, vio a su lado a Petra, la doncella rubia y taimada,
 60     16|         Víctor!~ ~ Ana comprendió que Petra mentía. Ella casi siempre
 61     16|             la cama y bajando la voz, Petra dijo, ya seria:~ ~ -Han
 62     16|      arrebatando el papel de manos de Petra.~ ~ «¡Si aquel loco se habría
 63     16|        propasado...! Era absurdo».~ ~ Petra, después de observar la
 64     16|              cabeza mientras leía.~ ~ Petra salió sin ruido, como una
 65     16|              avisaría...~ ~ Entregó a Petra el papel embustero y la
 66     16|             que por su bien eran!»~ ~ Petra había sido tomada por confidente
 67     17|               que era el de Difuntos, Petra anunció a la Regenta, que
 68     17|                Ana había contestado a Petra, al anunciar ésta que había
 69     17|             la torre que vigilaba.~ ~ Petra fue la que dijo, para sí,
 70     17|              que el amo subía. Corrió Petra a su encuentro. Si le preguntaba
 71     17|      penetrantes de puro distraídos a Petra. La doncella se turbó.~ ~ -
 72     17|             diez?~ ~ -Sí, señor...~ ~ Petra temblaba, pero seguía dispuesta
 73     17|      Quintanar.~ ~ En el patio estaba Petra, como un centinela, en el
 74     17|            disimulan conmigo!», pensó Petra con rabia.~ ~ -Con mucho
 75     17|           Disimulan», volvió a pensar Petra, mientras abría la puerta
 76     17|              puerta se detuvo, miró a Petra mientras se embozaba y la
 77     17|             hace fresco, muchacha.~ ~ Petra le miró cara a cara y sonrió
 78     17|               Fermín.~ ~ Esto lo dijo Petra muy bajo, sacando la cabeza
 79     17|               Teresina, su criada.~ ~ Petra subió y se presentó en el
 80     17|            Para qué? ¿Qué importa?~ ~ Petra se mordió los labios y dio
 81     17|            hago por el otro...~ ~ Sí, Petra lo hacía por el otro, por
 82     17|               a gritos.~ ~ -¡Anselmo, Petra, Servanda, Petra...!~ ~
 83     17|             Anselmo, Petra, Servanda, Petra...!~ ~ Apareció Petra con
 84     17|       Servanda, Petra...!~ ~ Apareció Petra con el cabello suelto, en
 85     17|             no le entiendo? -contestó Petra desde el patio.~ ~ -Digo
 86     17|              repente, y volviéndose a Petra, señaló a la galería:~ ~ -¡
 87     17|            jilguero de sus amores.~ ~ Petra escondió en el seno de nieve
 88     19|              fue a llamar al médico y Petra se instaló a la cabecera
 89     19|             pasillo dio un pellizco a Petra que traía un vaso de agua
 90     19|             del gesto impertinente de Petra. «¿Quién se fiaba de criados?
 91     19|                gritó en el pasillo -; Petra, Servanda, Anselmo, cualquiera... ¿
 92     19|              una noche terrible según Petra, que había velado.~ ~ Somoza
 93     19|          exactitud que impacientaba a Petra y a Servanda. Esperaba con
 94     19|               tuvo que entenderse con Petra. Quintanar inventaba sofismas
 95     21|        exposición de minerales. Hasta Petra pidió una tarde permiso
 96     21|           quedaba Servanda, y a veces Petra. Anselmo silbaba en el patio,
 97     21|              humanidad que compadece. Petra le era antipática. La temía
 98     21|               de Osuna, y Ana mandó a Petra a las librerías a buscar
 99     21|             de tres pliegos, la llevó Petra a casa del Provisor; la
100     21|           Fermín entregaba. Las traía Petra, que llamaba a la puerta
101     21|              se daban algún pellizco. Petra reconocía cierta superioridad
102     21|           prometía futuras ventajas a Petra, y se despedían con más
103     21|           como solían, y preguntaba a Petra en voz baja, con cierto
104     21|            era el guante, sin duda. Y Petra andaba en el ajo. Era encubridora. ¿
105     21|               tal vez en peligro».~ ~ Petra tampoco veía claro. Estaba
106     21|             que engañaba a todos».~ ~ Petra se encerraba en su cuarto.
107     23|            pensado, sin ir más lejos, Petra, la doncella, que estaba
108     23|                 y más insufrible!»~ ~ Petra, mientras hablaron el Magistral
109     23|          tranquilo, dijo a poco:~ ~ -¡Petra! ¡Petra! ¿Eres tú, Petra?~ ~
110     23|             dijo a poco:~ ~ -¡Petra! ¡Petra! ¿Eres tú, Petra?~ ~ Una
111     23|              Petra! ¡Petra! ¿Eres tú, Petra?~ ~ Una sospecha cruzó por
112     23|               del cuarto había dejado Petra olvidados los zorros con
113     27|           Quintanar parecía otro».~ ~ Petra sirvió el .~ ~ -¿Ha vuelto
114     27|          Salió el amo del comedor.~ ~ Petra dijo, mientras levantaba
115     27|             compañía me agrada.~ ~. ~ Petra, la misma Petra, me gusta
116     27|         agrada.~ ~. ~ Petra, la misma Petra, me gusta aquí, en el campo.
117     27|      convertidos en vetustenses..., y Petra tañía la trompa quejumbrosa,
118     27|              Víctor, Pepe el casero y Petra; llenaban grandes cestas,
119     27|                Una mañana vio Ana que Petra y Pepe llenaban de la más
120     27|             Para don Álvaro -contestó Petra.~ ~ -Sí, voy a llevárselo
121     27|         Quintanar estaban tampoco.~ ~ Petra se le presentó vestida de
122     27|           hacían allí los señores.~ ~ Petra dijo que doña Ana parecía
123     27|           alzar -dijo la doncella.~ ~ Petra observaba con el rabillo
124     27|              Si eres tan amable...~ ~ Petra echó a andar delante del
125     27|         bayeta que mostraba sin miedo Petra, más algo de la muy bordada
126     27|             los bolos que ya ya...~ ~ Petra se detuvo y se volvió para
127     27|            entrañas del Provisor y de Petra, ambos aldeanos. Volvieron
128     27|       sonreírse.~ ~ -Ya vuelven -dijo Petra, deteniéndose de nuevo.~ ~ -¿
129     27|              lo hizo como lo dijo.~ ~ Petra, sin atreverse a sentarse
130     27|            completamente suya...»~ ~ -Petra...~ ~ -¿Señor? -gritó ella
131     27|            una aprensión de ruido.~ ~ Petra, al llegar a la casa del
132     27|               la comitiva, como decía Petra. Cuando media hora después
133     27|               en el palacio viejo.~ ~ Petra se encargó de presidir el
134     28|              paseo y conversación con Petra, con las escenas también
135     28|          regalado a su doncella..., a Petra. De modo que esta liga...
136     28|           modo que esta liga... es de Petra. Petra ha estado aquí. Esto
137     28|             esta liga... es de Petra. Petra ha estado aquí. Esto es
138     28|          preocupa... ¿A qué ha venido Petra aquí... a perder las ligas?
139     28|               seguro, esta liga es de Petra.~ ~ Don Fermín estaba rojo
140     28|          punto a las insinuaciones de Petra.~ ~ Pero acordándose de
141     28|           Regenta le había regalado a Petra unas ligas que el amante
142     28|                pensando en la liga de Petra.~ ~ Antes de llegar a la
143     28|                  era de su casa, pero Petra era de la otra, de Ana.
144     28|             provocaciones lascivas de Petra; y confesó que al fin, después
145     28|             de su conducta futura con Petra.~ ~ -¿Debo despedirla?~ ~ -¿
146     28|           seguro de que la liga es de Petra?~ ~ -Ah, sí; estoy absolutamente
147     28|             Vivero con su mujer y con Petra y se instaló en el puerto
148     29| disimuladamente las idas y venidas de Petra, que servía a la mesa. Después
149     29|      influencia deletérea... pero esa Petra me parece que me quiere
150     29|          ningún precio. Ahora bien... Petra... puede y creo que quiere
151     29|           Pero vamos a ver, ¿qué hace Petra?~ ~ -Comprometer la paz
152     29|             bajo. ¿Qué sucede? Mucho. Petra sabe que yo quiero evitar
153     29|        conozco yo... Y sobre todo, si Petra dice lo que hay, mi esposa
154     29|              lo que no hay.~ ~ -¿Pero Petra...? Acabe usted. ¿Ha dicho
155     29|                   Sí, hay que echar a Petra de esta casa.~ ~ Don Víctor
156     29|               servir a los huéspedes. Petra era que ni pintada para
157     29|              Iba a hablar, pero llegó Petra a recoger el servicio del
158     29|                 No te entiendo...~ ~ -Petra marcha de esta casa. Adiós
159     29|              casa. Adiós espías.~ ~ -¡Petra!, ¿que marcha Petra?~ ~ -
160     29|                   Petra!, ¿que marcha Petra?~ ~ -Sí, él me ha encargado
161     29|            antipatía mal oculta hacia Petra, y comprendió además que
162     29|               supiera el ama. ¿No era Petra muy tentada de la risa?
163     29|           Álvaro comenzó el ataque de Petra, que se rindió mucho más
164     29|              Ignoraba por ejemplo que Petra podía permitirse el lujo
165     29|           podía ser manirroto: no era Petra enemiga del vil metal, ni
166     29|               un hilo que tenía ella, Petra, en la mano, y si ella quería,
167     29|              de una gloria fuese para Petra una carga, un trabajo, el
168     29|              Vetusta, la de Teresina. Petra sabía lo bien que colocaba
169     29|              llenado la boca de agua; Petra comprendía que la casa del
170     29|               no volvió a solicitar a Petra; cuando tuvo que hablarla,
171     29|       inconstancia al canónigo. Creyó Petra que don Fermín la quería
172     29|            leguas, y de que a ella, a Petra, sólo la había querido por
173     29|           salir el amo, etc., etc.~ ~ Petra prometió decir todo lo que
174     29|               Cuando vio don Fermín a Petra tan propicia para servirle
175     29|      conciencia. Por eso le repugnaba Petra ahora. Pero no había más
176     29|               que valerse de ella.~ ~ Petra era feliz en aquella vida
177     29|               don Fermín no sabía por Petra nada más que noticias vagas,
178     29|               nada de esto!», también Petra podía exclamar: «¡Pobre
179     29|               tomar por encubridora a Petra; pero también era equitativo
180     29|              podía sustraérsele, pero Petra dijo que a tanto no se comprometía,
181     29|           ayuda directa, inmediata de Petra, y doña Ana encontraba así
182     29|              ella. Para lo que servía Petra era para vigilar, para evitar
183     29|              horas. En el servicio de Petra había algo de la responsabilidad
184     29|         temprano de lo que Ana creía. Petra era la encargada de despertar
185     29|              pormenores se lo refirió Petra. Así pues, no había miedo.
186     29|            probables de la antipática Petra. Pero al fin don Álvaro,
187     29|          creía sentir el espionaje de Petra, conseguía a menudo hacerla
188     29|         recoger el servicio del café, Petra salió de casa y se dirigió
189     29|            que en el ánimo de Fermín, Petra era la persona destinada
190     29|             la iniciativa y ofrecer a Petra ella misma aquel puesto
191     29|             de casa de un día a otro. Petra aceptó sin titubear, temblando
192     29|              personas. Al pensar esto Petra se encogió de hombros. Se
193     29|              a desafiar a don Álvaro. Petra discurría perfectamente
194     29|        comedor para «dar el ataque» a Petra y proponerle entre caricias,
195     29|          sería mucho mejor servido si Petra consentía en salir de la
196     29|               que ya no podía pagar a Petra sus servicios con amor,
197     29|              En suma, ya le estorbaba Petra en el caserón de los Ozores
198     29|           razones.~ ~ -Señorito -dijo Petra, que a pesar de su resolución
199     29|            Don Álvaro bajaba la voz y Petra la levantaba.~ ~ Pero la
200     29|             que era una compasión.~ ~ Petra engañó otra vez a Mesía.
201     29|           Casino que al día siguiente Petra pediría la cuenta, se marcharía. ¡
202     29|               madre?~ ~ -Está ahí esa Petra, la de Quintanar, que quiere
203     29|           madre.~ ~ -Entra... -dijo a Petra que, toda de negro, esperaba,
204     29|            entra.~ ~ «Hija mía -pensó Petra -, ésta me quiere en casa;
205     29|             paso a las noticias...~ ~ Petra vio que estaban solos...
206     29|               impaciencia, que no vio Petra, porque tenía los ojos humillados.
207     29|            pudo preguntar al cabo.~ ~ Petra dijo, sin cesar de gemir,
208     29|           hables pronto..., ¿qué hay, Petra...?, ¿qué hay...? -Don Fermín
209     29|                     En confesión?~ ~ -Petra, habla... pronto...~ ~ -
210     29|           arranco yo las palabras!~ ~ Petra le miró cara a cara, fingiendo
211     29|           señorona se la pegaba».~ ~ «Petra dijo, sin rodeos, que había
212     29|              temía don Fermín...!»~ ~ Petra seguía hablando, pero hacía
213     29|               ojos cerrados.~ ~ Oía a Petra sin entender bien su palique,
214     29|          hablar, no podía moverse.~ ~ Petra habló todo lo que quiso.
215     29|              y oyó la tos discreta de Petra, que aguardaba allí, detrás,
216     29|               el único que tenía».~ ~ Petra callaba inmóvil, esperando
217     29|             quiere ser franco? -pensó Petra -, pues que padezca; él
218     29|                  Vendrás a esta casa, Petra -dijo la voz de caverna,
219     29|            inútiles por ser dulce.~ ~ Petra volvió a llorar. «¿Cómo
220     29|           proyecto. «¿Qué iba a hacer Petra para poner a la vista del
221     29|              ha de verlo él», repetía Petra, olvidada de sus fingimientos,
222     29|              del pacto.~ ~ ~ ~ Cuando Petra salió de casa del Magistral,
223     29|          pasillos en zapatillas.~ ~ -¡Petra!, ¡Petra! -dijo, queriendo
224     29|             zapatillas.~ ~ -¡Petra!, ¡Petra! -dijo, queriendo dar voces
225     29|            voces sin hacer ruido.~ ~ -Petra, Petra... ¡Qué diablos!,
226     29|               hacer ruido.~ ~ -Petra, Petra... ¡Qué diablos!, cómo ha
227     29|           ahora que en vano gritaba «¡Petra!», sentía una extraña y
228     29|          adelantado el reloj. ¿Quién? Petra, sin duda Petra. Había sido
229     29|                Quién? Petra, sin duda Petra. Había sido una venganza. ¡
230     29|            alba por día nublado. Y si Petra no hubiera adelantado el
231     29|               qué duda cabía?»~ ~ «¿Y Petra? ¡Maldita sea Petra...! ¡
232     29|                 Y Petra? ¡Maldita sea Petra...! ¡Es ella quien me hace
233     29|            descubrimiento que debía a Petra no era para revelado sin
234     30|           Había comprado el secreto a Petra.~ ~ Además, ya ella, por
235     30|               esquina por donde decía Petra que le había visto trepar
236     30|          cabeza entre las manos.~ ~ -¿Petra..., ha sido Petra? -dijo
237     30|                     Petra..., ha sido Petra? -dijo don Víctor preguntando
238     30|                   Pero cree usted que Petra no habrá dicho...?~ ~ -Petra
239     30|          Petra no habrá dicho...?~ ~ -Petra no; pero... por desgracia...~ ~ -
240     30|        Vetusta el rumor de lo cierto. Petra y Ronzal habían sido los
241     30|          habían sido los indiscretos. Petra, por venganza, por mala
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