Cap.

  1      1|             fuera la de aristocrática señora. Celedonio contestó con
  2      1|             la Regenta, una guapísima señora, pasearse, leyendo un libro,
  3      1|             Saturno se enamoró de una señora casada; pero le sucedió
  4      1|            libros orientales; pero la señora de sus amores no hacía caso
  5      1|          parece un mentecato.~ ~ Esta señora que llamaban en Vetusta
  6      1|              dicho el criado. Aquella señora, todo Vetusta lo sabía,
  7      1|          lejos al señor Magistral. La señora del lugareño manifestó deseos
  8      1|     escándalos en la iglesia. Aquella señora entendía la devoción de
  9      1|              lugareño se pasmaba y su señora repetía aquellas admiraciones,
 10      1|           incurables de Sevilla. A la señora de pueblo le llamó la atención
 11      1|             decir la Infanzón.~ ~ -No señora, están borradas.~ ~ No se
 12      2|          mujer, diríase mejor, por la señora. Aquel olor a Obdulia, que
 13      2|              la vida que llevaba esta señora viuda en la corte, porque
 14      2|            que luce en el Espolón esa señora...~ ~ -Son bien escandalosos... -
 15      2|             La Regenta, muy principal señora, era esposa de don Víctor
 16      2|            año, vino otro regente con señora y aquí fue ella. La Regenta
 17      2|            Será libre elección de esa señora? -y separándose un poco,
 18      2|          debía de saberlo. Cuando una señora de las principales, como
 19      2|             orgullo? ¿Era que aquella señora pensaba que él había de
 20      2|         Magistral, y si está allí una señora...~ ~ Era inútil. Entraba
 21      2|            ido. Eran doña Visita y la señora Regenta. Se han ido. Yo
 22      2|           estaba incomodada porque la señora Regenta había querido venir
 23      2|              la antes amable y cortés señora de pueblo. Don Saturno reanudó
 24      2|           señoras. Sólo contestó:~ ~ -Señora... yo no profano nada...
 25      3|              el arenal. Vivía con una señora que se llamaba aya y doña
 26      3|         Camila. No la quería. Aquella señora aya tenía criados y criadas
 27      3|           paternal en la frente de su señora esposa. Ella le apretó la
 28      5|                Anita?~ ~ -Algo mejor, señora -contestaba la joven siempre
 29      5|       jipijapa, que se despedía de la señora de sus pensamientos diciendo:~ ~ -
 30      5|               de folletines).~ ~ -No, señora; no me he divertido. Y no
 31      5|          locura del monjío...~ ~ -No, señora...~ ~ -En ese caso -interrumpió
 32      7|          quien pone las varas que esa señora toma o deja de tomar.~ ~ -¡
 33      7|               juicio la virtud de esa señora tan respetable...~ ~ -Pero ¿
 34      7|           respetable...~ ~ -Pero ¿qué señora?~ ~ -Ésa, don Joaquinito,
 35      7|            adelante el confesor de la señora doña Ana de Ozores de Quintanar,
 36      7|           aquel asesino de corazones! Señora o señorita, ya la tenía
 37      7|                   Es muy sencillo. La señora de Infanzón..., ya sabe
 38      7|              que entraba por mucho la señora de un personaje político
 39      7|            plazos del rendimiento. La señora del personaje de Madrid
 40      7|               en la virtud de aquella señora; le irritaba más porque
 41      8|               La libertad, según esta señora, se refería principalmente
 42      8|          vientos.~ ~ La excelentísima señora doña Rufina de Robledo,
 43      8|               su sobrina en ferias la señora marquesa de Vegallana. Las
 44      8|             hacer compañía a la pobre señora que se había quedado sin
 45      8|               Toda su prodigalidad de señora que recibe de confianza,
 46      8|             la moneda es riqueza.~ ~ -Señora, le debo a usted dos cuartos
 47      8|              juraba que usaba aquella señora ligas de balduque, y que
 48      8|               la conquista de aquella señora como una recompensa final,
 49      8|             la catedral, apareció una señora que los del balcón reconocieron
 50      9|             Petra miró asombrada a su señora. Nunca la había visto así. ¿
 51      9|             convicción de que aquella señora estaba muy aburrida. Aprovechaba
 52      9|          fuente.~ ~ Petra mostró a su señora allá abajo, en la vega,
 53      9|             extremos.~ ~ -Mire usted, señora, ¡cosa más rara!, a ninguna
 54      9|               mundo, nada más que una señora ex-regenta de Vetusta? El
 55      9|            visto tan ensimismada a la señora, se había llegado al molino
 56      9|          vamos, que es tarde.~ ~ -Sí, señora; es tarde. Entraremos en
 57      9|             Qué fragua? Es un molino, señora.~ ~ A Petra le supo a malicia
 58      9|              débil.~ ~ -Espere usted, señora... allí... parece que nos
 59      9|         piezas de percal.~ ~ -¡Ah, no señora! Es mi obligación... y además
 60      9|                 Qué pretendía aquella señora? ¿Provocar una conversación
 61      9|      galantería vulgar, obligada:~ ~ -Señora, usted donde quiera tiene
 62     10|              a la Marquesa.~ ~ -Pero, señora, si es una locura. ¿Por
 63     10|               Marquesa.~ ~ -Por Dios, señora: con mil amores, si no fuera... ¿
 64     10|             pero ha de venir.~ ~ -No, señora; es inútil insistir.~ ~
 65     10|               comía con los ojos a la señora. «¡No va al teatro! Aquí
 66     10|      necesitará?»~ ~ -¿Querrá algo la señora? -preguntó.~ ~ Sobresaltada
 67     10|             Llegó Petra con luz.~ ~ -¡Señora!, ¡señora!, ¿qué es esto? ¡
 68     10|               con luz.~ ~ -¡Señora!, ¡señora!, ¿qué es esto? ¡Ladrones!~ ~ -¡
 69     10|               había tropezado aquella señora.~ ~ Ni Petra ni su ama conocían
 70     10|           despedía don Víctor... ¡Ay, señora!, si ha roto usted tres
 71     10|              usted que traiga árnica, señora? Mire usted, tiene el brazo
 72     10|               andaba usted a oscuras, señora? ¡Qué susto!, ¡pero qué
 73     10|        sacarte de tus casillas... Sí, señora, saldremos de nuestras casillas.
 74     10|               la verdad al señor?~ ~ -Señora, yo... no sabía si debía...~ ~ -¿
 75     10|            algo. ¿Qué habría hecho la señora en la huerta? ¿No se le
 76     11|               alma como la de aquella señora?~ ~ Don Fermín no perdonaba
 77     11|            fin, usted verá. No es una señora como estas de por aquí.
 78     11|      conversar en secreto con aquella señora, había sido un anuncio de
 79     11|         conquista del espíritu de esa señora que el asalto de una mitra,
 80     11|             que no siempre había sido señora, le sonaba mejor el señorito
 81     11|              Petra, la doncella de la señora Regenta.~ ~ Al decir esto
 82     11|                 Es usted criada de la señora de Quintanar?~ ~ -Sí, señor;
 83     11|                    Entonces...~ ~ -La señora me ha dicho que entregara
 84     11|                     Qué te quiere esa señora? -preguntó doña Paula en
 85     11|                qué hará él?~ ~ -Pero, señora, el deber es primero.~ ~ -
 86     11|           herencia? -repitió.~ ~ -Esa señora; esa de la carta, que por
 87     11|       catedral; que vaya al sermón la señora Regenta si quiere buenos
 88     11|            Regenta!, dicen que es una señora incapaz de pecar, pero ¿
 89     11|               tampoco vas a coro?~ ~ -Señora, si ya habrá concluido...~ ~ -¡
 90     11|              polvo que pisaba aquella señora. ¿Quién podía temer de quién?»~ ~
 91     11|            Por un acto de fe, aquella señora había despreciado todas
 92     11|            allí mismo: -¡Calle usted, señora!, yo no soy digno de que
 93     11|                  yo soy un miserable, señora; yo no soy digno de ser
 94     12|            ese empecatado primo de la señora.~ ~ -Sí, ya, don Robustiano: ¿
 95     12|              rodó por el rostro de la señora de la casa. Más estético
 96     12|             los labios. Notó la buena señora que su director espiritual
 97     12|               El Romancero de Nuestra Señora - La Virgen y el dogma.~ ~
 98     12|         propios intereses y los de su señora madre; con cien nombres
 99     12|              no son azules...~ ~ -Sí, señora, azules con listas blancas -
100     13|            con hábito del Carmen (una señora que parecía un fraile) sostenían
101     13|           canónigos se levantaron; la señora que parecía un fraile sonrió
102     13|              pensó esta frase: «¡Esta señora Marquesa es una... trotaconventos,
103     13|          convidados eran: Quintanar y señora, Obdulia Fandiño, Visitación,
104     13|               Petronila Rianzares (la señora que parecía un fraile),
105     13|               y de recomendaciones la señora del Banco que estaba en
106     13|            suave, temblorosa.~ ~ -No, señora -respondió el Magistral,
107     13|            aconsejan y le exigen. Sí, señora, ¿por qué no? Oh, hija mía,
108     13|             máquina en buen uso, y la señora le dejaba hacer, tranquila,
109     13|              pica?~ ~ -Los pimientos, señora.~ ~ Y don Álvaro agradecía
110     13|            tiempo en el ánimo de esta señora; estoy seguro de que ella
111     13|             Iglesia. «Piensa la buena señora que por haber sabido conservar
112     13|            habría tantas talegas.~ ~ -Señora..., con mil amores... si
113     13|          empeorar la situación de esa señora..., alguna sacudida.~ ~ -¡
114     13|        traición.~ ~ -Tiene razón esta señora -dijo don Víctor -, igualdad
115     14|       ridículo decirle a la Marquesa: señora, necesito que mi madre sepa
116     14|               absolutamente nada; una señora que había hecho confesión
117     14|              algo al señorito, que la señora estaba asustada; que yo
118     15|             ha dolido. ¡Teresina!~ ~ -Señora.~ ~ -¡La cena!~ ~ Y salió
119     15|                   Estás malo?~ ~ -No, señora... eso no.~ ~ -¿Cenarás
120     15|            Cenarás más tarde?~ ~ -No, señora, tampoco...~ ~ El Magistral
121     15|               De Pas contemplaba a su señora madre, que comía de prisa,
122     15|            ido allí a buscar a esa... señora..., has comido a su lado...,
123     15|              Por una mala mujer!~ ~ -¡Señora!~ ~ -Cien veces, mil veces
124     15|                no tienes corazón.~ ~ -Señora, ve usted lo que no hay...
125     15|             de fijo...~ ~ -¡Por Dios, señora! Esto es indigno de usted.
126     15|                  Como las otras.~ ~ -¡Señora! ¡Si la oyeran a usted!~ ~ -¡
127     15|      embargado, todo perdido?~ ~ -Sí, señora, sí..., y eternamente yo...~ ~ -
128     15|            Pero podía ser ama como la señora Rita». Comenzó a frecuentar
129     15|             padres. A los dos años la señora Rita salía de la casa del
130     15|             de que llegaría a ser una señora. Allá en la Montaña, en
131     15|            chasco se había llevado la señora; si ella supiera...», pensaba
132     15|      diferentes de las que suponía la señora.~ ~ Era el único secreto
133     15|           cerero... ¡Venga mi dinero, señora doña Paula... venga mi dinero,
134     16|            había figurado que aquella señora, a quien estaba seguro de
135     16|          cosquillas aquel gesto de la señora del balcón, saltaba y azotaba
136     16|            profunda tristeza, que esa señora, la Marquesa, doña Rufina,
137     16|            estorbase. «¡Pero la buena señora se había sublimizado tanto!
138     16|           usted déjeme a ésa en casa, señora Marquesa -dijo Quintanar.~ ~
139     16|            has oído desde...?~ ~ -Sí, señora, no me había acostado todavía;
140     16|           sería..., porque sonreía la señora..., daba vueltas...~ ~ -
141     16|               repitió.~ ~ -Llamaba la señora... al amo.~ ~ -¿Al amo?~ ~ -
142     16|                Al amo?~ ~ -Sí..., sí, señora... Decía: ¡Víctor! ¡Víctor!~ ~
143     16|         aumentaba las sospechas de la señora.~ ~ Calló y procuró ocultar
144     16|               Han traído esto para la señora...~ ~ -¿Una carta? ¿De quién? -
145     16|               fecha, decía así:~ ~ ~ «Señora y amiga mía: Esta tarde
146     17|           podía él explicar a aquella señora.~ ~ El Chato, el clérigo
147     17|             hijo.~ ~ -No creo que esa señora haya ido ayer al teatro.~ ~ -
148     17|              La religión para aquella señora nunca podría ser el terror. ¿
149     17|               Si le preguntaba por la señora, estaba dispuesta a mentir,
150     17|          preguntó la Regenta.~ ~ -Sí, señora -respondió en voz baja la
151     17|            por aquí... Buenas noches, señora, muy buenas noches.~ ~ «
152     17|               me ha preguntado por la señora. Yo no le he dicho... que
153     17|           Pues de quién es?~ ~ -De mi señora... No ve usted la mano...,
154     18|              a su modo, como la de la señora Marquesa!~ ~ -Yo no soy
155     18|               que habla Santa Teresa, señora -respondía el arqueólogo;
156     18|               a una mujer...? ¡Y esta señora le humillaba así! ¡Cómo
157     18|               tuviera más blanda a la señora del ministro, él volaría,
158     18|          cuidados. Más había: aquella señora que hablaba de grandes sacrificios,
159     18|               mano de la Regenta:~ ~ -Señora mía, llega usted a tiempo;
160     19|               aquella corazonada. Sí, señora -añadió, dirigiéndose a
161     19|          querido despertarle, pero la señora había pasado una noche terrible
162     19|               terminantemente que esa señora protectora de comadronas
163     20|            ejemplar. Si antes era una señora virtuosa, como hay muchas,
164     20|              que el diablo haga a esa señora caer en cama, tomarle miedo
165     20|               se encuentra con que la señora tiene fiebre», «La señora
166     20|             señora tiene fiebre», «La señora no recibe», y estuvo sin
167     21|          pidió una tarde permiso a la señora para ir a ver un arco de
168     21|            misterio triste:~ ~ -¿Y la señora?, ¿dónde está?~ ~ Como si
169     21|          respecto a la santidad de la señora? Que era una hipócrita. ¡
170     21|               tenía relaciones con la señora de ese que es o fue ministro,
171     21|              creo...! La virtuosísima señora ministra de Gracia y salero... ¡
172     21|             podía enseñarle nada, una señora inocente, joven, sin mundo,
173     21|                santas, como la de una señora... que usted conoce... y
174     21|               casa.~ ~ «-No estaba la señora».~ ~ Pero estaba Kempis.~ ~
175     21|        siempre. Ya podía vivir sin la señora.~ ~ El Magistral salía y
176     22| interrumpiendo:~ ~ -Dispénseme usted, señora, y dispense este digno sacerdote
177     22|              de un entrometido...~ ~ -Señora, aquí los entrometidos son
178     22|                   Pues sí será...~ ~ -Señora, salvo el sexo, estoy dispuesto
179     22|          Padre, por Dios, por Nuestra Señora del Amor Hermoso, tranquilícese
180     22|              el señor Magistral, y mi señora hija...~ ~ -Vamos, don Santos -
181     23|              siglo diez y siete a una señora que un su hermano quería
182     23|               qué se retiraba aquella señora...?». Esto quería decirle,
183     23|              qué pasa? Por caridad... señora... por compasión, Ana...
184     23|               sus palabras...~ ~ -Sí, señora, les pesa de nuestra amistad,
185     23|               Anita... que vuelve esa señora...~ ~ El Magistral, que
186     23|                Hablaba desde lejos la señora de Rianzares, que decía:~ ~ -
187     24|                si consigue traer a su señora la Regenta.~ ~ -¡Pues sí
188     24|               de Anita, a pesar de la señora baronesa e hijas.~ ~ La
189     24|             Visitación:~ ~ ~ ~En fin, señora, me veo~ ~ ~ ~sin mí, sin
190     24|               atrasada estaba aquella señora»), pero vino a dar a entender,
191     24|            Quintanar lleven a aquella señora a su casa, bien tapada,
192     25|              Vienes del coro?~ ~ -Sí, señora.~ ~ Doña Paula siguió barriendo.~ ~
193     25|              Petronila Rianzares. «La señora estaba en misa». Esperó
194     25|               había propuesto aquella señora? ¿Qué estaría pensando de
195     25|               bancarrota de salud. La señora ministra había amado mucho.
196     26|             días después propuso a la señora de Guimarán el arduo problema
197     26|              Están ahí de parte de la señora y señoritas de Guimarán...~ ~ -¡
198     26|               Paula muy bajo.~ ~ -Sí, señora, de Guimarán, de don Pompeyo,
199     26|               de ese tunante?~ ~ -No, señora; es un pobre diablo. Tenía
200     26|              el obispo-madre:~ ~ -Sí, señora Marquesa, no se haga usted
201     26|               y mucha curiosidad.~ ~ -Señora... mi querida Rufina...
202     26|           cuándo ha visto Ana que una señora fuese en el Entierro detrás
203     26|               otra explicación con su señora o encerrarse en un significativo
204     26|              nácar de aquella ilustre señora, su compañera. Ana iba como
205     26|               cadenas invisibles a la señora más admirada por su hermosura
206     26|      distingos la humildad de aquella señora. «Aquello era imitar a Cristo
207     27|              los perales, mientras la señora torre de la catedral se
208     27|            lleve algún recado... a la señora Marquesa... o...~ ~ -Sí:
209     27|               no volver a casa de esa señora. Y... nada más. No puedo
210     28|              Yo salí, por orden de la señora Marquesa, en su busca apenas
211     28|             muertos de risa, menos la señora doña Anita, que teme por
212     28|          señor cura...~ ~ -¿Pero y la señora Marquesa cómo no nos advirtió...?~ ~ -
213     28|             formidable reyerta con su señora madre, ni había visto jamás
214     28|             que hablaba de amor a una señora que era de otro ante los
215     28|           mundo» regalarle ligas a su señora. Pidió consejo a Mesía respecto
216     28|          quedado sin cama porque a la señora gobernadora le dio el capricho
217     28|               sus amigos. Quintanar y señora esperaban a los de Vetusta
218     28|        Sebastián, y el día de Nuestra Señora de agosto se presentó en
219     29|             Tenía entre sus uñas a la señora ¿qué más quería ella? Todas
220     29|           para llegar a casarse y ser señora o poco menos... La ocasión
221     29|         descubrirse los amores de una señora casada. El que desafía es
222     29|       cometido una falta, tratar a la señora con altivez, con insolencia;
223     29|              noche en el cuarto de la señora por el balcón y no salía
224     30|            Ana», pensó De Pas.~ ~ -La señora no ha oído llamar, está
225     30|               y salió.~ ~ -Oye, si la señora pregunta por mí, que allá
226     30|             lo que usted hace. Usted, señora, cree que es deber suyo
227     30|       Gobernadora, y la de Páez, y la señora de Carraspique, y la de
228     30|            orden de no decírselo a la señora.~ ~ Desde que esto supo,
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