Cap.

  1      1|            era contemplarla en clara noche de luna, resaltando en un
  2      1|         Quién era un embozado que de noche, a la hora de las criadas,
  3      1|             Saturno, sin don.~ ~ Una noche en la tertulia de Visitación
  4      2|             escribir y hasta leer de noche, no podía pasar sin la sociedad
  5      2|       proscenio o sea bolsa, vio una noche el drama titulado: Los hijos
  6      3|             recogió temprano aquella noche.~ ~ De la breve conversación
  7      3|       cometido, sin saberlo ella, la noche que pasó dentro de la barca
  8      3|            libro sobre la mesilla de noche -otro mueble vulgar que
  9      3|              y un señor que venía de noche y le daba besos a doña Camila,
 10      3|        novela los sucesos de aquella noche.~ ~ Después se habían dormido.
 11      3|    preguntaron dónde había pasado la noche y no quiso contestar por
 12      3|     concertado para pasar juntos una noche en la barca. ¿Quién lo diría?
 13      3|       hacerse dueños de la barca una noche, aunque los riñeran en casa,
 14      3|           quiso reconocerle. Toda la noche se hubiera estado el animalejo
 15      3|           que tenía sobre la mesa de noche. Era un tomo de mucho bulto. «
 16      4|     capítulos que no entendía.~ ~ De noche, en la biblioteca, discutían
 17      5|            don Carlos de repente, de noche, sin confesión, sin ningún
 18      5|            con brazos invisibles. La noche anterior se había dormido
 19      5|          asistía a Anita.~ ~ Aquella noche se acordó en la tertulia
 20      5| predilecciones de sus tías; pero una noche no pudo menos de expresar
 21      5|              ten con ten.~ ~ Aquella noche lloró en su lecho Ana como
 22      5|        Anuncia topó en la mesilla de noche de Ana con un cuaderno de
 23      5|               Cuando, ya cerca de la noche, mientras subían cuestas
 24      5|      procuraría amarle».~ ~ Cerró la noche. Ana, apoyada la cabeza
 25      6|            Llegaba a las nueve de la noche indefectiblemente, tomaba
 26      6|              ya no la habría.~ ~ Una noche despertó a su esposa el
 27      6|              antes de las once de la noche se van a dormir satisfechos,
 28      6|          socios.~ ~ A las once de la noche no quedaba nadie en el gabinete
 29      7|              Se quedó en que aquella noche cenarían todos los del corro
 30      7|               despidiéndose hasta la noche. Aquéllos eran, fuera de
 31      7|             deshecho una boda en una noche, para sustituir al novio,
 32      8|           piedras miliarias. Aquella noche en la tertulia se hablaba
 33      8|         desde octubre hasta mayo. De noche iba al teatro doña Rufina
 34      8|              moral privada; pero una noche había entrado palpando las
 35      8|         cuando estaban desiertos. De noche, sin embargo, no faltaba
 36      8|              el segundo, de día y de noche había aventuras, pero silenciosas.
 37      8|              merienda. En la primera noche de tertulia se hacían los
 38      8|             todas horas, de día y de noche, en alguna parte de la provincia
 39      8|         podía asegurarse.~ ~ A media noche, cuando los hornos estaban
 40      8|              y pulcra.~ ~ También de noche, cerca del alba, emprendía
 41      8|              como, v. gr., saltar de noche por un balcón. ¡Pero estaba
 42      8|        mezclada de remordimiento, la noche en que aquella mujer saltaba
 43      9|            de asueto. Podía pasar la noche pensando en la religión,
 44      9|            se animaba al comenzar la noche, con una alegría exaltada,
 45      9|          tarde y otra, y siempre. De noche es otra cosa; se sale de
 46      9|            volver. En el paseo de la noche, que viene a ser subrepticio,
 47      9|            deslumbran ni quitan a la noche su misterio. Se ve lo que
 48      9|              aventurar mucho aquella noche, y creyó lo menos ridículo «
 49     10|           hubiera pasado mal aquella noche la Regenta. Por fortuna,
 50     10|              Petra.~ ~ «¡Qué hermosa noche! Pero, ¿quién era ella para
 51     10|             era ella para admirar la noche serena? ¿Qué tenía que ver
 52     10|              el recuerdo?: la primer noche, al despertar en su lecho
 53     10|             que a la luz de la clara noche se destacaba con su espiritual
 54     10|         crimen! Aquella puerta... la noche... la oscuridad... Todo
 55     10|        nerviosa se resolvía, como la noche anterior, en lágrimas, en
 56     10|          sueño -¡no había dormido la noche anterior! - y lleno de entusiasmo
 57     10|         buscarla en el secreto de la noche»...~ ~ ~
 58     11|            día y las más altas de la noche. Dormía muy poco. Su doble
 59     11|            horas y horas.~ ~ Toda la noche había pensado en ello. Algún
 60     11|            gimnasia, obligados día y noche a las contorsiones místicas
 61     11|             las afueras, cerca de la noche. De Pas rompió el fusil
 62     13|            aludir al encuentro de la noche anterior; nada dijo de la
 63     13|            aparición diabólica de la noche anterior, en el paseo por
 64     14|              ponerse el sol hasta la noche. Era aquél un lugar, a más
 65     14|           las raíces del pelo.~ ~ La noche estaba hermosa, acababan
 66     14|           aficionado a contemplar la noche serena; lo había sido mucho
 67     14|        acompañando el silencio de la noche...? No..., no; eran cascabeles,
 68     14|             de grillos y cigarras en noche de estío...~ ~ El Magistral,
 69     15|         después hasta las diez de la noche?~ ~ -¡Madre, madre, por
 70     15|           hecho hasta las diez de la noche? Rondar la casa de esa gigantona...,
 71     15|            fina, pero mal hecha. Una noche, a las doce, a la luz de
 72     15|        tirano del cura desde aquella noche, sin mengua de su honor.
 73     15|      predicaba con el ejemplo. Y una noche, reparando al cenar que
 74     15|               No le perdió. Pero una noche, cuando el cura cenaba,
 75     15|          verano. Francisco faltó una noche a lo convenido, fue audaz,
 76     15|             artillero. Desde aquella noche le tomó ojeriza, pero quería
 77     15|            lo que hizo. Pero aquella noche, que fue como la de una
 78     15|              a las altas horas de la noche, cuando el enamorado salvaje
 79     15|         llegaba el Magistral aquella noche, en que, después de larga
 80     15|            calle estaba desierta, la noche fresca; se respiraba bien;
 81     15|         escuchar los silencios de la noche; así había él empezado a
 82     15|          Paula el secreto de aquella noche en que hubo sorpresas muy
 83     15|            la Crusología.~ ~ Aquella noche el Magistral no quiso complacer
 84     15|            todo el año y que aquella noche, sin que él supiera por
 85     15|             pillo!, yo no tengo esta noche qué cenar... no habrá lumbre
 86     15|            gracias al silencio de la noche, oía vagos rumores de la
 87     15|             turbar el silencio de la noche.~ ~ Pisando quedo, entró
 88     16|          toda la tarde ni en toda la noche. Ana se estremeció. Aquellos
 89     16|          vigilia desvanecíase por la noche, y sin que ella pudiese
 90     16|             don Álvaro, ¿conque esta noche el buen Perales nos da por
 91     16|           Ana a ir al teatro aquella noche.~ ~ -Si es una perezosa;
 92     16|          personajes del Sueño de una noche de verano, la fantasía tenía
 93     16|         paseo, en el teatro. Pero la noche de aquel día de Todos los
 94     16|          cómico alto, rubio -aquella noche -, flexible, elegante y
 95     16|              en las tablas y sólo de noche. Conoció que Anita contemplaba
 96     16|          Álvaro notó que por aquella noche tenía un poderoso rival:
 97     16|            palcos y butacas; aquella noche el paraíso, alegre, entusiasmado,
 98     16|        Álvaro, y así procuró aquella noche presentarse a la Regenta,
 99     16|           valió a don Álvaro aquella noche. También le sirvió mucho
100     16|       instante. «Ella estaba aquella noche... en punto de caramelo» (
101     16|             los oídos de Ana aquella noche como frase sublime de un
102     16|       recordaba haber soñado aquella noche con don Álvaro. Durmió profundamente.~ ~
103     16|           Como la señorita pasó mala noche...~ ~ -¿Mala noche...?, ¿
104     16|              mala noche...~ ~ -¿Mala noche...?, ¿yo?~ ~ -Sí, hablaba
105     16|      Magistral ni una vez en toda la noche anterior, a pesar de haber
106     17|         Había estado en el teatro la noche anterior y había visto a
107     17|          dejado su palco desierto la noche anterior, sin permitir la
108     17|           presentado en el teatro en noche prohibida, rompiendo por
109     17|               Y precisamente aquella noche...»~ ~ El Magistral había
110     17|         debía haber ido al teatro en noche de Todos los Santos.~ ~
111     17|                Ya había comenzado la noche, pero no hacía frío allí,
112     17|              apenas sensible aquella noche, removía sobre la arena
113     17|              la entendiese. «Pues la noche anterior había pasado algo
114     17|         había también un peligro. La noche anterior el peligro había
115     17|         riendo como Andrómaca.~ ~ La noche corría a todo correr. La
116     17|             obispo entra aquí por la noche a destrozarme las semillas...?~ -¿
117     17|              Quién ha estado aquí de noche?~ ~ -¡De noche! Usted sueña,
118     17|        estado aquí de noche?~ ~ -¡De noche! Usted sueña, don Tomás.~ ~ -¡
119     17|          Tomás.~ ~ -¡Ira de Dios! De noche digo...~ ~ -A ver el guante...~ ~ -
120     18|          después, y a las diez de la noche entraban en Vetusta silenciosos,
121     18|           horas y horas, de día y de noche. Don Víctor no paraba en
122     18|              invencible.~ ~ Desde la noche de Todos los Santos, Mesía,
123     19|           Regenta, que se acostó una noche de fines de marzo con los
124     19|        volvería hasta las diez de la noche. Anselmo fue a llamar al
125     19|         faltaban para las diez de la noche. «¡Su Quintanar! Aquél era
126     19|              volvió a las ocho de la noche; a pesar de la primavera
127     19|              señora había pasado una noche terrible según Petra, que
128     19|          inclinó hacia la mesilla de noche. Sobre un libro de pasta
129     19|            Entonces creía morir. Una noche la Regenta reconoció en
130     19|              mi vida. Tanto, que una noche, en Calatayud, me arrojaron
131     19|     recordaba que se cantaba aquella noche El Relámpago o Los Magyares;
132     19|           entre los nubarrones de la noche y las formas más vulgares
133     19|            aridez y rebelión.~ ~ Una noche, después de oír un sermón
134     19|            libro sobre la mesilla de noche, y con delicia que tenía
135     20|             A las diez y media de la noche salían juntos; don Pompeyo
136     20|           gran parte del día y de la noche en palacio. Su lugarteniente
137     20|           dar el ataque personal una noche que la encontré a oscuras...
138     20|          veras en el gaudeamus de la noche, falló que debía ayudar
139     20|           cualquier día o cualquiera noche, en una merienda en el campo,
140     20|         describía la oscuridad de la noche, las dificultades del escalo,
141     20|              Pausa.) Pero volví a la noche siguiente. El perro ladró
142     20|              Y tampoco vencí aquella noche. Salí de allí por un armisticio,
143     20|              futura victoria. Y a la noche tercera luché todavía; me
144     21|             mar en calma.~ ~ Aquella noche lloró la Regenta lágrimas
145     21|         abierto, sobre la mesilla de noche. Sin poder resistir el impulso,
146     22|    remordimientos románticos aquella noche de luna al ver a don Santos
147     22|              cosa...~ ~ -Morirá esta noche.~ ~ -El médico no ha vuelto.~ ~ -
148     22|              Pompeyo había pasado la noche al lado del moribundo, solo,
149     22|              de sus convicciones. La noche se acercaba; el cementerio
150     22|          deber».~ ~ Había cerrado la noche. Se detuvo solo, completamente
151     22|          Pompeyo tuvo fiebre aquella noche.~ ~ «Ya lo decía él; ¡la
152     23|              que había visto aquella noche a primera hora.~ ~ Cuando
153     23|          leve, huía de los gorros de noche por una preocupación literaria.
154     23|   infidelidad conyugal. Pero aquella noche había tenido frío, y a falta
155     23|         desde la cama a la una de la noche, era su marido, la única
156     24|              él lo supiera nunca, la noche de Nochebuena. Verdad es
157     24|              había producido aquella noche en el Casino... Ahora, ahora
158     24|                Jesús!~ ~ -Mira, esta noche le voy a sentar junto a
159     24|          lado. ¡Feliz Ronzal aquella noche!~ ~ Ana se encontró sentada
160     24|             encontraba Anita aquella noche belleza, misterioso atractivo,
161     24|             dieron a entender que la noche era suya, que había llegado
162     24|       ocasión, se la ofrecía aquella noche: le habían puesto a la Regenta
163     24|        terror era como el de aquella noche en que vio a Mesía pasar
164     25|             no había dormido aquella noche, que esperaba noticias de
165     25|         seguida. Yo estoy loca; esta noche creí que me moría..., ayer...,
166     25|           espiritual... Y usted esta noche no creía en Dios...~ ~ -¡
167     25|           que había sucedido aquella noche. La habían emborrachado
168     26|         volvía pronto a casa.~ ~ Una noche le llamó la atención un
169     26|             alrededores, de día y de noche. Pero la desesperación taciturna
170     26|         adoraba a su modo al hijo; y noche hubo en que, mientras velaba
171     26|          señor había pasado mejor la noche», Cármenes, sin darse cuenta
172     26|              escenario del Real, una noche que cantaba el Poliuto.~ ~
173     27|                  La verdad es que la noche está hermosa...~ ~ -Parece
174     27|               eso es muy hermoso. La Noche Serena ya lo creo. Hace
175     27|           despide con una espléndida noche -dijo Ana, apoyándose con
176     27|           Masini cantando... en esta noche tranquila, en este silencio...
177     27|              apresure el curso de la noche...»~ ~ Ana aplaudió y atravesó
178     27|              casa es alegre hasta de noche -dijo ella.~ ~ Y añadió:~ ~ -
179     27|              cartas: las dejaré esta noche sobre la mesa del gabinete
180     27|           cesar desde la mañana a la noche: ¡Al campo, al campo!~ ~
181     27|         víspera de San Pedro, por la noche, el Magistral recibió un
182     27|              hora seguida en toda la noche. Pero esto era achaque antiguo
183     28|          usted como esto repite a la noche... Por allá abajo viene
184     28|            de Vetusta, oscurecía. La noche, según había anunciado don
185     28|             Cuando se acostó aquella noche pensaba que en su vida había
186     28|       hermanos del alma, empezaba la noche, retumbaban los truenos
187     28|             en el Vivero por aquella noche. Todo era abajo ruido, movimiento,
188     28|            de Obdulia, quien aquella noche se había propuesto dar el
189     28|           respirando el fresco de la noche, contemplando la luna que
190     28|          poco, tonta, mira qué buena noche está... Hablemos aquí un
191     28|          toda la comitiva a pasar la noche. Ana se encontraba, sin
192     28|        sangre impresiones nuevas. La noche anterior Álvaro había dicho
193     28|            de la otoñada.~ ~ Aquella noche se prolongó la fiesta en
194     28|           golosinas y beber. Como la noche se había quedado tan serena
195     28|              quiere, que sea... Esta noche se acaba esto... Y si puedo,
196     29|            para negarme que venga de noche.~ ~ -No te entiendo...~ ~ -
197     29|           perseguía a las criadas de noche por los pasillos, las sorprendía
198     29|              primeras sombras de una noche eterna, vacía, espantosa.
199     29|         había estado durante toda la noche en circunstancias de poder
200     29|       algunas dificultades; pero una noche, por la parte de fuera en
201     29|              Don Víctor supo aquella noche en el Casino que al día
202     29|             don Víctor... entraba de noche en el cuarto de la señora
203     29|              Ella le había visto una noche, creyendo que soñaba, porque
204     29|          Castilla y después de hacer noche en Vetusta buscaban el amor
205     29|         tanto ni tan deprisa».~ ~ De noche, en el tren, cuando volvían
206     30|            asaltar el parque aquella noche y acudir a la cita, si la
207     30|            tantas cosas, que aquella noche se repetiría la escena de
208     30|         fuera, pero sólo por aquella noche, llamó el digno regente
209     30|            vaso, sobre la mesilla de noche. El agua estaba llena de
210     30|              cerca de las diez de la noche, en el despacho del marido
211     30|             salir de casa, ya era de noche, noche cerrada, ya habría
212     30|            de casa, ya era de noche, noche cerrada, ya habría poca
213     30|            le había visto trepar una noche. Don Álvaro, si don Víctor
214     30|            Dios... que... si esta... noche.. sorprendiera usted...
215     30|             sabe todo, volviera esta noche... Yo  que es mucho pedir...,
216     30|              hombre debe volver esta noche... ¡Y yo, por no matarla
217     30|             es como volviese aquella noche... ¡moría don Álvaro! Y
218     30|            su honra si volvía.~ ~ La noche era obscura; el frío, intenso.
219     30|            empalmándose con el de la noche. Algunos fueron a cenar
220     30|            Se discutió mucho aquella noche, para pasar el rato mientras
221     30|          socios noticias. En toda la noche no parecieron por allí ni
222     30|           primera solución. La misma noche del día en que, al parecer (
223     30|            un zapato a Mesía aquella noche memorable en que le intimó
224     30|              soledad. Confesó que de noche tenía a veces miedo. Y poniéndose
225     30|           Allí dentro ya empezaba la noche.~ ~ Ana esperaba sin aliento,
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