Cap.

  1      1|    Vetusta, largos artículos que nadie leía, y que el alcalde no
  2      1|         tal guisa le reconociera nadie. ¿Y adónde iba? A luchar
  3      2|     Aquel olor a Obdulia, que ya nadie notaba, sentíalo aún don
  4      2| Restituto Mourelo. En el cabildo nadie le llamaba Mourelo, ni Arcediano,
  5      2|     Cayetano, incapaz de temer a nadie, le servía y le amaba porque,
  6      2|        Magistral. Miró; no había nadie. Entonces se detuvo, volvió
  7      2|          de la capilla; no había nadie; estaba seguro. «¡Luego
  8      3|   montones de yerba segada. Como nadie la consolaba al dormirse
  9      3|          tales horas no quería a nadie, no compadecía a nadie.
 10      3|         a nadie, no compadecía a nadie. En aquel instante deseaba
 11      3|      adelante la mañana, sin que nadie interrumpiera esta delicia;
 12      3|          y mantenerlo. Según él, nadie como Calderón entendía en
 13      3|       puntillo de honor, ni daba nadie las estocadas que lavan
 14      3|      Pedro había discurrido como nadie y sin quitar a El castigo
 15      3|    entraba en sus planes matar a nadie; era un espadachín lírico.
 16      3|        en poco su destreza; casi nadie sabía de ella. Lo principal
 17      3|   pacífico; nunca había pegado a nadie. Las muertes que había firmado
 18      3|       vez muchos la amaban, pero nadie se lo decía... Aquel mismo
 19      4|          ustedes eso en un libro nadie lo creerá».~ ~ Ana fue objeto
 20      4|      llegó a los catorce años ya nadie se acordaba de la grosera
 21      4|    aquello que decían. Cuando ya nadie pensaba en tal cosa, pensaba
 22      4|          no llamaba la atención; nadie se había enamorado de ella.
 23      4|          por allí no podía verla nadie, y al monte no se subía
 24      5|        su valor no podía sacar a nadie de apuros. En manos del
 25      5|         grave, porque en Vetusta nadie debía de saber nada. Lo
 26      5|         inútilmente grandes, que nadie había querido para sí, miraba
 27      5|          clase por su hermosura. Nadie se acordaba de la modista
 28      5|          de oro en un país donde nadie sabe explotar las minas
 29      6|       Ayuntamiento:~ ~ -¡Conmigo nadie se insolenta!~ ~ Y daba
 30      6|        mundo. Era un derecho que nadie le disputaba. Poco después
 31      6|      once de la noche no quedaba nadie en el gabinete de lectura.
 32      6|          Miraba bien... no había nadie... la oscuridad le favorecía.
 33      6|          mérito en copiar lo que nadie ha querido leer. En cuanto
 34      6|        no se respetaba nada ni a nadie» -decían los viejos del
 35      6|         Lo que es cara a cara ya nadie se reía de él. No le faltó
 36      6|     buenos puños - y a testarudo nadie me gana, y disfruto de un
 37      7|         Joaquín contestó:~ ~ -De nadie.~ ~ Y encogió los hombros.~ ~ -
 38      7|         ésa; y de mí no se burla nadie.~ ~ La disputa se acaloró;
 39      7|              Cómo silencio? A mí nadie... ¡caballerito!~ ~ Se oyó
 40      7|      Trabuco, pero no lo decía a nadie.~ ~ Negaba las conquistas
 41      7|  serenidad exclamó:~ ~ -Ni yo ni nadie; créanme ustedes. En Vetusta
 42      7|         que el señor Redondo, ni nadie, se atreva a dudar de su
 43      7| trabillas compraba en su tierra. Nadie era sastre en su patria.
 44      8|         más alta la lámpara. Así nadie podría quitarle luz ni apagarla.
 45      8|         contagiado a sus amigos. Nadie espiaba a nadie. Cada cual
 46      8|          amigos. Nadie espiaba a nadie. Cada cual a su asunto.
 47      8|         hijas se habían casado y nadie se las había devuelto quejándose
 48      8|    blanco: «No temas; no hablará nadie una palabra». En el salón
 49      8|        llamaba aparte, y sin que nadie los viera, subía con él
 50      8|         quieran, loquillas, pero nadie me abra esa puerta.~ ~ Toda
 51      8|         las apariencias...~ ~ Ya nadie se acordaba de aquello;
 52      8|      admite parvedad de materia, nadie la acusaba, a lo menos públicamente.
 53      8|        Pedro, y dormía el amo, y nadie pensaba en comer, allá a
 54      8|     segunda de los Marqueses. Ya nadie pensaba en esto. Allí estaba
 55      8|        era necesario. No creía a nadie capaz de resistir a su antiguo
 56      8|        la escena y ella cree que nadie la observa, te clava los
 57      8|     rostro al de la dama golosa. Nadie pasaba por la calle. Era
 58      9|         ir sin que encontremos a nadie?~ ~ -Pero si estará todo
 59      9|             A estas horas no hay nadie por estos sitios, y el piso
 60      9|      pero dígase en su abono que nadie lo sabía, y que podía citar
 61      9|          es lo excepcional. Pero nadie querrá ser en el amor lo
 62      9|         y esto no lo confesaba a nadie. Como en él lo principal
 63     10|         la rinconada... no había nadie al balcón... Ya lo suponía
 64     10|        desierta a tales horas... Nadie; no se asomaba ni un gato. «
 65     11|   precisamente el de arqueólogo; nadie sirve para todo».~ ~ Don
 66     11|  sabiduría no deslumbraba a casi nadie, y así la mayor parte de
 67     11|   Provisor de arriba abajo; casi nadie había visto más que el vestíbulo,
 68     11| oscurantista, ni admito ancas de nadie y menos de un cura.~ ~ -
 69     11|       que es desgraciada, aunque nadie lo sospeche. En fin, usted
 70     11|       con él o no confesaban con nadie.~ ~ A más de un liberal
 71     11|          entregaba a discreción. Nadie supo aquella hazaña, ni
 72     11|       eran ojos mudos; por ellos nadie sabría nada de aquella mujer.
 73     11|  superior instinto; veía más que nadie en lo que interesaba al
 74     12|          buenas palabras; por él nadie sabía que se iba a morir.
 75     12|        el suelo; no se habla con nadie; y en seguida a casa. Después
 76     12|        Sabía Somoza que era él y nadie más el cura oculto, el jefe
 77     12|      Obispo nunca hablaba mal de nadie; para él como si no hubiera
 78     12|         y no quedó en la Iglesia nadie que comprendiera y sintiera
 79     12|         resolvió como siempre, y nadie tuvo allí que pensar si
 80     12|          Frutos ni San Frutos ni nadie le ponía el pie delante
 81     12|          rey Midas del amor, que nadie podía quererla por ella
 82     12|          vio ningún peligro para nadie en la pasión imaginaria
 83     12|   comiera con ellos; no tenían a nadie, sería una comida de familia...,
 84     12|               No había tal cosa. Nadie le había convidado a comer.
 85     13|          damas, se ahogó sin que nadie lo echase de menos. Glocester
 86     13|      siempre. Donde ella estaba, nadie hacía nada más que ella.
 87     13|       que había hablado como con nadie en el mundo con aquel hombre
 88     13|          teología parda. Sin que nadie le instigara era él ya muy
 89     13|          le llevaba a pensar que nadie podía resistir los impulsos
 90     13|          ha querido explicarlo a nadie. A Bermúdez le parece un
 91     13|   comistrajos singulares, en que nadie reparaba ya tampoco; comía
 92     13|          pasmada a Mesía, cuando nadie lo notaba, y abría los ojos
 93     13|          esas que dan bofetadas; nadie lo notó más que ellos y
 94     13|          usted dispense..., como nadie me decía nada... creí que
 95     13|     tenga usted fuerza... Y aquí nadie le ve.~ ~ Lo difícil era
 96     14|      diamantes negros, y sin que nadie tuviera nada que decir,
 97     14|          vuelta y, seguro de que nadie le había visto, apretó el
 98     14|    portal de enfrente. No pasaba nadie; pero podían pasar... y ¿
 99     14|          En el balcón no quedaba nadie; don Fermín salió del portal
100     15|         al fin no le pagaba casi nadie. Paula, que había dominado
101     15|         haciendo bolsón, sin que nadie lo sospechase... En cualquier
102     15|         que no hago la forzosa a nadie... que no robo el pan a
103     15|             que no robo el pan a nadie... que no obligo a los curas
104     16|       instante».~ ~ Ya no pasaba nadie por la plaza Nueva; ni lacayos,
105     16|        menos expansiva y por eso nadie se atreve a murmurar...
106     16|          y hermosa estampa. Pero nadie como Pepe Ronzal, alias
107     16|         admitían imposiciones de nadie», no se seguía un juicio
108     16|   Vetusta -, la nobleza ya no es nadie, ahora todo lo puede el
109     16|       Las lágrimas de la Regenta nadie las notó. Don Álvaro sólo
110     16| ordinariamente soy muy pacífico. Nadie dirá que yo, ex-regente
111     16|        más sentencias de muerte, nadie dirá, repito, que tengo
112     16|         verdad, nunca me ha dado nadie motivo para hacerle un rasguño...,
113     17|      permitir la entrada en él a nadie para señalar así mejor su
114     17|       confesar. Esto no lo sabrá nadie, porque no han de ser tan
115     17|         confesar muy a menudo, y nadie podrá decir si frecuenta
116     17|     visita del Magistral sin que nadie se lo hubiera mandado; pero
117     17|          Allí mandaba Frígilis y nadie más. En cuanto entró, se
118     18|         entre dientes, cuando ya nadie le oía. Los criados le imponían
119     18|         Cuándo había permitido a nadie saber el cómo y a qué hora
120     19|       otra, aquello la máscara. «Nadie amaba a nadie. Así era el
121     19|          máscara. «Nadie amaba a nadie. Así era el mundo y ella
122     20|   ateísmo por todas partes, pero nadie le seguía.~ ~ En Vetusta
123     20|       amargura porque en Vetusta nadie pensaba; se vegetaba y nada
124     20|        trata aquí de la grupa de nadie..., sino de que usted pruebe
125     20|           Lo otro es antiguo; ya nadie hacía caso de esas hablillas
126     20|       los barrios bajos; pero ya nadie se acordaba por allí de
127     20|        en el mundo civilizado ya nadie habla de Dios ni para bien
128     20|          hecho. Porque, señores, nadie como yo respeta al clero
129     21|         del Magistral, del que a nadie había hablado. Era una prueba,
130     21|      Marquesa; de otro modo, que nadie se la pegaba; conoció la
131     21|           cuando él creía que ya nadie podía enseñarle nada, una
132     21|          de no haber hecho mal a nadie; por otro lado, el calor,
133     21|    espectáculos... «Y además que nadie le comprendía. Frígilis
134     21|          había que dar cuentas a nadie. Y no faltaba nada. El señorito
135     22|        No le temía, ni a él ni a nadie... ¡pero estaba tan cansado
136     22|       ciencia:~ ~ -Yo no acuso a nadie, la ciencia no acusa a nadie;
137     22|     nadie, la ciencia no acusa a nadie; otra es su misión. Yo no
138     22|         Cármenes odas y elegías, nadie las leía; pero la gacetilla
139     22|         parecía echar de menos a nadie; pero él, don Víctor, no
140     22| reconocer, pero sin confesarlo a nadie, que él era menos enérgico
141     22|         la muerte de don Santos; nadie había extendido una mano
142     22|        una que moría de hambre y nadie al visitarle le llevaba
143     22|           y a mí no se me impone nadie, vista por los pies, vista
144     22| execración». Pero nada más. Casi nadie se atrevía a dejar allí
145     22|     clerigalla... Fuera todos... Nadie me entre en la tienda, que
146     22|    Sócrates... porque a Sócrates nadie le mandó confesarse.~ ~
147     22|             Foja no estaba allí. Nadie le había visto en el duelo.~ ~
148     23|  Magistral ni a la Regenta, ni a nadie. Estaba medio dormido en
149     23|        no era nunca escandaloso. Nadie sospechaba su estado.~ ~
150     23|          de doña Petronila; allí nadie dudaba de la virtud del
151     23|          la virtud del Provisor, nadie la discutía. Si alguno de
152     23|        casa del Gran Constantino nadie osaría poner en tela de
153     24|        largos y complicados, que nadie se los agradece.~ ~ Ana
154     25|     aspavientos..., yo no como a nadie..., ¿a qué ese miedo...? ¿
155     25|       siguiesen como hasta allí. Nadie le cosía un botón a su gusto
156     26|           yo nunca he engañado a nadie. Yo quiero reconciliarme
157     26|      tiempo, tampoco ahora podía nadie darse cuenta de cómo en
158     26|         hasta el punto de que ya nadie se atrevía delante de gente
159     26|          les llega su hora...~ ~ Nadie hacía caso del murmurador. «
160     26|          hecho el Magistral». Ya nadie dudaba esto. «Era un gran
161     26|     remitido. Él no quería mal a nadie, pero lo cierto era que,
162     26|       Pero dónde ha visto ella a nadie hacer esas diabluras?~ ~ -¡
163     26|       Vetusta jamás ha hecho eso nadie...~ ~ -Sí tal -dijo el Marqués -.
164     26|       llenaba el alma de gloria. Nadie se había atrevido a seguir
165     26|        miraba al suelo, no vio a nadie. Pero don Fermín levantó
166     26|      Galileo» sino «hasta el fin nadie es dichoso». De Pas comprendió,
167     27|        como esto no ha de leerlo nadie más que yo... ¿Que es ridículo? ¡
168     27|        todo ¿qué han de decir si nadie ha de leerlo? Ni Quintanar.
169     27|       dentro de ella ya no había nadie que fuese ella, Ana, principal
170     27|          voluptuoso.~ ~ Y cuando nadie la veía, a hurtadillas,
171     27|         perezoso sin protesta de nadie.~ ~ El Magistral recordó
172     27|         Por aquí de fijo no pasa nadie; porque, sobre que poca
173     28|        me importa más a mí que a nadie... Y usted dispense este
174     28|          Obdulia para dormir con nadie -dijo Visita, que venía
175     28|      dice que allí no se acuesta nadie, que quiere dormir sola...,
176     28|   clavaban en los ojos y sin que nadie pudiera remediarlo se decían
177     28|          una sorpresa importuna. Nadie hablaba allí del peligro
178     28|      visto, por lo menos sin que nadie pensara en si salía o no,
179     28|        Volvió al salón. No había nadie. «No podía ser». Entró en
180     29|          resumidas cuentas, aquí nadie se atreve a amenazar seriamente,
181     29|        sin necesidad de ladrar a nadie. Para mayor seguridad don
182     29|   escalones suficientes, sin que nadie pudiese notarlo, para subir
183     29|           Anselmo!, ¡Anselmo!~ ~ Nadie respondía.~ ~ -No hay duda,
184     29|          desconfiar del reloj si nadie había podido tocar en él? ¿
185     29|         su enemigo. No se veía a nadie. Quintanar se acercó a la
186     29|         tenía valor para matar a nadie, así, tan de repente.~ ~ -
187     30|         le importaban, y por qué nadie adivinaba su dolor, ni le
188     30|        que aún no había matado a nadie (y ya era mediodía) y que
189     30|          Dijo que no estaba para nadie y se paseó por la estrecha
190     30|     maneras; tu don Víctor no es nadie; mírale cómo no se queja:
191     30|        respetaba y hasta quería? Nadie le llamaba. No debía entrar».
192     30|       poca gente por las calles, nadie le reconocería con aquel
193     30|          oscurecer llegó Ronzal. Nadie se atrevió a interrogarle
194     30|        en el mismo sentido.~ ~ Y nadie más hablaba, porque Anselmo
195     30|        tiros. No había costado a nadie un cartucho la conquista
196     30|       relaciones. No fue a verla nadie. Ni siquiera el Marquesito,
197     30|          la puerta del caserón a nadie, como se había prometido,
198     30|          había prometido, porque nadie vino a verla; se supo que
199     30|  Servanda, y sin pedir permiso a nadie, se instaló en el caserón
200     30|          posible, sin molestar a nadie, se instaló para velar a
201     30|             es nauseabundo!~ ~ Y nadie se atrevía a negarlo.~ ~
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