IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] nupcial 1 o 620 obcecado 1 obdulia 194 obdulias 1 obdulita 5 obedece 1 | Frecuencia [« »] 203 pensaba 201 nadie 199 creía 194 obdulia 194 según 193 entonces 190 anita | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias obdulia |
Cap.
1 1| perfumado de su amiguita Obdulia Fandiño, viuda de Pomares. ¡ 2 1| sobre. -De parte de doña Obdulia -había dicho el criado. 3 1| Visitación Olías de Cuervo, Obdulia le había tocado con una 4 1| ocio, se fue a casa de doña Obdulia.~ ~ Tal era el personaje 5 1| don Saturno; reconoció a Obdulia y se inclinó sonriente; 6 1| Pronto las carcajadas de Obdulia Fandiño, frescas, perladas, 7 1| del pañuelo, el olor de Obdulia con que el sabio soñaba 8 1| clase de tentaciones.~ ~ Obdulia, que disimulaba mal su aburrimiento 9 1| desacreditan la religión». Obdulia ostentaba una capota de 10 1| repetía aquellas admiraciones, Obdulia se miraba como podía, en 11 1| el suelo; después miró a Obdulia con mirada seria, penetrante, 12 1| está! -dijo desde lejos Obdulia, mientras los lugareños 13 1| recortar la coraza de fuego de Obdulia. La falda de raso, que no 14 1| confundía, siendo la falda de Obdulia la causa de tales confusiones, 15 1| color bronce, que enseñaba Obdulia debajo de la falda corta 16 1| Bermúdez, y en pos de él Obdulia, se perdieron de vista en 17 1| fósforo, señor Infanzón -dijo Obdulia.~ ~ -No tengo... aquí. Pero 18 1| copiaremos a la letra, cuando Obdulia le interrumpió diciendo:~ ~ -¡ 19 1| después de tranquilizar a Obdulia con un apretón enérgico, 20 1| poder contenerse, mientras Obdulia felicitaba a Bermúdez con 21 2| aquella tarde. La visita de Obdulia a la catedral había despertado 22 2| la señora. Aquel olor a Obdulia, que ya nadie notaba, sentíalo 23 2| ocasión de conocer bien a esa Obdulia, a quien antes apenas saludaba 24 2| ganas.~ ~ La historia de Obdulia Fandiño profanó el recinto 25 2| el Magistral, confesor de Obdulia; parecía buscar su testimonio.~ ~ 26 2| de la vida y milagros de Obdulia Fandiño, Glocester, sonriendo, 27 2| marchaba. Ya no se hablaba de Obdulia, ni de su prima la de Madrid, 28 2| el pañuelo perfumado de Obdulia, porque el suyo estaba empapado 29 2| hablaba ni palabra; y si Obdulia y Bermúdez hubieran estado 30 2| consiguió en cuanto quiso. Obdulia soltó al aire una carcajada, 31 2| Rococó! -concluyó Obdulia.~ ~ En aquel momento el 32 3| del pabellón blanco.~ ~ Obdulia, a fuerza de indiscreción, 33 3| vetustenses».~ ~ Pero añadía Obdulia:~ ~ «-Fuera de la limpieza 34 3| Lástima -concluía Obdulia, sin sentir lástima - que 35 3| de aquellas sábanas».~ ~ Obdulia admiraba sinceramente las 36 3| irritaba el buen gusto de Obdulia -, apagó la luz... y se 37 5| olvidado de ella. Tarsila, Obdulia, Visitación, otro pimpollo 38 5| sean ellos atrevidos. Si Obdulia les consiente ciertas cosas... 39 5| tampoco que tú te compares con Obdulia. Ella es... una cualquier 40 5| clase.~ ~ -Es que no sólo Obdulia es la que tolera... lo que 41 5| quién -pero se creía que Obdulia - había inventado un apodo 42 5| querido tratarla como a Obdulia, pronto había encontrado 43 7| de lo que se dice de doña Obdulia y él, ni lo de él y Visitación; 44 7| empresas... Se trata de Obdulia.~ ~ -Hola, hola -dijo Mesía, 45 7| Álvaro había sido amante de Obdulia, porque ella se lo había 46 7| heredado aquellos amores Paco. Obdulia juraba que no.~ ~ -Pues 47 7| escobazos; ¿qué creías tú, que Obdulia sólo tenía citas en las 48 7| Esa, fue a la catedral con Obdulia, las acompañó el arqueólogo, 49 7| estas cosas), quería ver a Obdulia y a don Saturno juntos, 50 7| de ayer. La llamó, pero Obdulia se disculpó diciendo que 51 7| no esperaba Visita a Obdulia en su casa para hacer empanadas 52 7| caían gotas de sangre.~ ~ Obdulia, dirigiéndose a los atónitos 53 7| todos los hombres...!~ «¡Era Obdulia! ¡Obdulia! Luego no estaba 54 7| hombres...!~ «¡Era Obdulia! ¡Obdulia! Luego no estaba la otra».~ ~ ~ ~ 55 8| encontrar en su casa a Obdulia aquella tarde. No estaba 56 8| disposición de ánimo.~ ~ Obdulia y Visitación, desde la ventana 57 8| que había ido a casa de Obdulia...~ ~ Obdulia lo explicó 58 8| a casa de Obdulia...~ ~ Obdulia lo explicó todo. En casa 59 8| parecido muy graciosa a Obdulia y a Visita. Habían sorprendido 60 8| discretos.~ ~ Los bajos de Obdulia, en cambio, eran irreprochables; 61 8| en cucuruchos.~ ~ Cuando Obdulia, picada por la frialdad 62 8| más; quiso enamorar a doña Obdulia con pruebas de su habilidad, 63 8| asunto y era cosa hecha.~ ~ Obdulia, que había aprendido en 64 8| convenía al dulce de melocotón, Obdulia se acercó al dignísimo Pedro 65 8| como cantaba él a menudo. Obdulia, en cuanto entraron los 66 8| armiño metido a marmitón.~ ~ Obdulia había tropezado quinientas 67 8| Es más; si la media de Obdulia no hubiera sido escocesa, 68 8| torpe y grosera realidad, y Obdulia notó en seguida que triunfaba.~ ~ 69 8| de ver nada», como dijo Obdulia. Paco y la viuda se lavaron 70 8| brasas en las mejillas de Obdulia; una oreja le echaba fuego. 71 8| De qué te ríes? -dijo Obdulia.~ ~ -De Joaquinito Orgaz, 72 8| partes. Es chusco, ¿eh?~ ~ Obdulia meditó y al fin rió a carcajadas. « 73 8| escocesa. Ahora se veían dos. Obdulia suspiró. Se habló de lo 74 8| Pero, ¿verdad -dijo Obdulia, poniéndose más guapa - 75 8| días de sol de que hablaba Obdulia. Pero cuando se veían a 76 8| oía el cuchicheo de Paco y Obdulia -, como Ana jamás se aprieta 77 8| Los que estaban detrás, Obdulia y Paco, no veían; don Álvaro 78 8| de un fogón como Visita y Obdulia; en sus ojos había un brillo 79 8| No, ahora no puedo.~ ~ Obdulia oyó la voz de Ana y corrió 80 8| de pies a cabeza.~ ~ Para Obdulia las demás mujeres no tenían 81 8| hasta que dobló la esquina. Obdulia dijo, queriendo afectar 82 9| mismo percal se lo vendió a Obdulia rebajando un perro grande, 83 9| pronunciado? Así hablaba Obdulia con los hombres; ¡pero ella, 84 10| historia no la sabía bien Obdulia; creía que se trataba de 85 11| alejado de sí, como haría con Obdulia, si las exigencias sociales 86 11| confesor? Parece cosa de doña Obdulia. ¿No dices que la Regenta 87 13| de la siempre llamativa Obdulia Fandiño; quien a los pies 88 13| gentil, color cereza, de Obdulia, que desde allá abajo parecía 89 13| señores» a la Marquesa y a Obdulia: las tres rodearon al Magistral 90 13| el conciliábulo, salieron Obdulia y Visitación, corriendo, 91 13| eran: Quintanar y señora, Obdulia Fandiño, Visitación, doña 92 13| convidaba a De Pas para ver a Obdulia coquetear con el clérigo, 93 13| íntimos.~ ~ -Le consolará Obdulia, que le asedia y le prefiere 94 13| Por qué?~ ~ -Porque Obdulia te dejará en paz, y podrás 95 13| estaban los demás convidados. Obdulia hablaba con el Magistral 96 13| Magistral intervino huyendo de Obdulia, que le asediaba ya, según 97 13| Ripamilán y don Álvaro; Obdulia entre el Magistral y Joaquín 98 13| la casa de los tíos.~ ~ Obdulia, sentada enfrente, miraba 99 13| despego a las coqueterías de Obdulia y no le agradecía siquiera 100 13| Magistral. Ordinariamente Obdulia y Joaquinito se entendían. «¡ 101 13| no había vuelto a ver a Obdulia; y aquella mañana, al acercarse 102 13| pasado por la sacristía -, Obdulia le había vuelto la espalda 103 13| santo, pero no un hombre. Obdulia había descubierto aquel 104 13| aquellos locos, Visitación, Obdulia, Paco, Mesía, a divertirse 105 13| tan distinguido como decía Obdulia, que en esto tenía razón. 106 13| parecidas, se oyó la voz de Obdulia que daba grandes chillidos 107 13| y su exuberante persona Obdulia Fandiño, agarrada a la nave 108 13| probablemente viendo lo que a Obdulia, en aquel trance a lo menos, 109 13| aquel madero y librar a Obdulia.~ ~ -Tuvo la culpa Paco - 110 13| enganchó en ese palo.~ ~ Obdulia no se movía, pero gritaba 111 13| venga Bautista...! -gritaba Obdulia recordando la fuerza del 112 13| pero ¿qué le importaba a él Obdulia? Podía hacer una figura 113 13| tires! ¡No me tires! -gritó Obdulia que sintió las manos de 114 13| Sí, ríanse ustedes -clamó Obdulia -, pues el lance es gracioso.~ ~ - 115 13| Aplausos en la multitud. Obdulia comprimió un chillido de 116 13| Joaquín Orgaz ayudaron a Obdulia a salir del cajón maldito. 117 13| advertencia».~ ~ La gratitud de Obdulia no tenía límites, pero el 118 13| sospechaba cómo quería pagar Obdulia aquella vida que decía deber 119 13| le viesen los bajos.~ ~ Obdulia protestó.~ ~ -¿Cómo? ¿Pues 120 13| secuestramos... -había dicho Obdulia.~ ~ -Sí, sí, secuestrarlo, 121 13| objeto despellejar a la pobre Obdulia. Ripamilán citaba, como 122 13| confesado con él..., y Paco y Obdulia y Visita eran un poco locos, 123 13| ventanilla. Era una mano de Obdulia, la viuda eternamente agradecida. 124 14| Un hombre así -aseveraba Obdulia - debía pasar la vida sobre 125 14| Vivero. Paco Vegallana, Obdulia, Visita y demás gente loca - 126 14| formada; lo mismo podía ser Obdulia que la Regenta. «¡Es decir, 127 14| respiró. «No era ella, era Obdulia». En el balcón no quedaba 128 16| cura como la escandalosa Obdulia o la de Páez, tonta y maniática 129 16| Ana veía a Edelmira y a Obdulia, que se había declarado 130 16| guardaban prudente reserva; era Obdulia quien se daba aires de saber 131 16| murmuraciones vagas y cobardes. Obdulia meditaba poco lo que decía, 132 16| para lavar a los bebés!» Obdulia, cuando hablaba con algún 133 16| gemelos con que apuntaba a Obdulia, vestida de negro y rojo 134 17| cursi, como la llamaría doña Obdulia, de una mujer piadosa, de 135 18| de mejor media. Tampoco a Obdulia el agua la encerraba en 136 19| Petronila, Olvido Páez, Obdulia y en cierto modo la Marquesa. 137 20| diría Visita, qué diría Obdulia, qué diría Ronzal, qué diría 138 21| La Marquesa, Visitación, Obdulia, doña Petronila y otras 139 21| era de tierra como ella!» Obdulia Fandiño no envidiaba la 140 21| criados y los bebés como dice Obdulia. ¡Figúrate! Todo Vetusta, 141 23| clases, edades y condiciones. Obdulia Fandiño, en pie, oía la 142 23| importantes de que ella, Obdulia, tenía muy confusa idea. 143 23| amanecer, de buen grado. Obdulia pensaba, aunque es claro 144 23| dijo, esto es, a buscar a Obdulia entre la multitud. Y la 145 24| Esta exclamación fue de Obdulia.~ ~ -¡Qué sencilla, pero 146 24| privilegio, Visitación y Obdulia, pariente de nobles. Las 147 24| Marquesa, reía a carcajadas Obdulia, sonaba la voz gangosa de 148 24| paniaguados y amigos de confianza. Obdulia se encargó desde el primer 149 24| chispas, pero no se movían. Obdulia le sentó a su lado. ¡Feliz 150 24| gritaron Paco, Edelmira, Obdulia y Ronzal.~ ~ Para Trabuco 151 24| van Álvaro y Ana! -decía Obdulia a Ronzal, su pareja.~ ~ 152 26| Visitación; volvía también Obdulia Fandiño, que había pedido 153 26| y volvió a santiguarse. Obdulia tenía la boca seca y los 154 26| Marrón foncé...? -objetó Obdulia -, no dice bien... oro sería 155 26| Descalza! -repetía asombrada Obdulia. La envidia crecía en su 156 26| no irían descalzas -dijo Obdulia.~ ~ -¡Descalzas!, ¿y mi 157 26| la Marquesa, Visitación, Obdulia, las del barón y otras muchas 158 26| y envidiosa clase media. Obdulia estaba pálida de emoción. 159 26| Vetusta -seguía pensando Obdulia - tiene ahora entre ceja 160 26| inexplicable por lo absurda. Sentía Obdulia en aquel momento así... 161 26| creo que va muerta -dijo Obdulia -; ¡qué pálida!, ¡qué parada! 162 26| que viene vamos a ver a Obdulia Fandiño descalza de pie... 163 27| ya sé... donde se bañan Obdulia y Visita algunos veranos 164 27| que aquí se representan... Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, 165 27| Qué cursi es esto, según Obdulia...! ¡Una dama que no sabe 166 27| defendía de los ataques de Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, 167 27| bulliciosa, y volvió con Obdulia, con Visita y con Edelmira 168 27| huerta; la gente joven, Obdulia, Visita, Ana, Edelmira y 169 27| la galería de cristales. Obdulia, Visita y Edelmira llamaban 170 27| una conferencia íntima con Obdulia o con Ana sobre la verde 171 28| ellos Paco, Joaquín, Visita, Obdulia y los demás que habían subido 172 28| mismo para quedarse con Obdulia y Edelmira, respectivamente. 173 28| a otra cosa. Visitación, Obdulia y Edelmira también, eran 174 28| volvió a Vetusta; Visitación, Obdulia, Edelmira, Paco y Mesía 175 28| arduas materias, Edelmira, Obdulia, Visita, Paco y Joaquín 176 28| lo que había alborotado; Obdulia decía que tenía un clavo 177 28| amor siempre efímero de Obdulia, pellizcaba también; y había 178 28| propuso la misma lucha a Obdulia; Visita se atrevió a medir 179 28| Mesía, a éste varios de Obdulia y Visita, y, sin pensarlo, 180 28| Joaquín, antes que Edelmira, Obdulia y Visita, dejaron de correr 181 28| ojos, clavados en los de Obdulia, quien aquella noche se 182 28| Edelmira prefería dormir con Obdulia, como es natural..., y ahora 183 28| de mamá.~ ~ -Buena está Obdulia para dormir con nadie -dijo 184 28| adonde iban también Visita, Obdulia y alguna vez los Marqueses 185 28| convivencia de que participaban Obdulia, Visita, Álvaro, Joaquín 186 28| Todos parecían cómplices. Obdulia y Visita adoraban a la Regenta, 187 28| de mejor buena fe, jamás Obdulia consintió a Joaquín más 188 28| sería muy corta. Joaquín y Obdulia sabían que todo el mundo 189 28| gritó en aquel momento Obdulia desde la huerta -, ¡al monte, 190 28| princesa Matilde. ¡Cómo envidió Obdulia aquel dato! Y sintió orgullo. ¡ 191 30| Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de 192 30| entre cuatro paredes.~ ~ Obdulia Fandiño, pocas horas después 193 30| sus hijos ilegítimos.~ ~ Obdulia asistía a tales conversaciones 194 30| Vetusta sabía quién era Obdulia..., pero ella no había dado