Cap.

  1      1|    Celedonio no extrañaba aquella visita. Recordaba haber visto muchas
  2      1|       acompañando al Obispo en su visita, siempre había de emprender,
  3      1|          importa -se dijo -, esta visita a la catedral es un pretexto.~ ~
  4      2|          locuaz aquella tarde. La visita de Obdulia a la catedral
  5      2|      vendría a favorecerle con su visita?... ¿Era humildad? ¿Era
  6      2|          ya se han ido. Eran doña Visita y la señora Regenta. Se
  7      2|           señor Magistral; y doña Visita que ya quería irse antes,
  8      2|            Doña Ana callaba. Doña Visita estaba incomodada porque
  9      2|       fueron a paseo, porque doña Visita dijo no  qué del Espolón.~ ~ -¡
 10      3|   canariera. No había novedad. Su visita inoportuna no fue notada
 11      5|         de Vetusta, sin contar la visita al Santísimo y la Vela,
 12      5|          existencia. No pagar una visita de clase, les parecía el
 13      5|    hubieran sido incompatibles la Visita a la Corte de María y la
 14      5|         como el día de la primera visita, entró en el estrado de
 15      7|              Una creo que es doña Visita, aunque no las he visto;
 16      7|             Son ellas. Estos días Visita no se separa de Ana.~ ~
 17      7|        Era la carcajada eterna de Visita.~ ~ -¡Están en la cocina! -
 18      7|      observó Paco -, ¿no esperaba Visita a Obdulia en su casa para
 19      8|      subía al nuevo estrado. Toda visita, fuese de quien fuese, la
 20      8|           todo el mundo! -gritaba Visita chupándose los dedos llenos
 21      8|        estaban ustedes en casa de Visita preparando la merienda?~ ~
 22      8|        preparando la merienda?~ ~ Visita se ruborizó levemente.~ ~
 23      8|          explicó todo. En casa de Visita faltaban los moldes de cierto
 24      8|      podido hacer en la cocina de Visita, y sin decir ¡agua va! habían
 25      8|        muy graciosa a Obdulia y a Visita. Habían sorprendido a la
 26      8|        Los Mohicanos de Dumas.~ ~ Visita hacía muy a menudo semejantes
 27      8|           comedor ni la cocina de Visita. Y eso que tenía tertulia,
 28      8|          el propio traje. Además, Visita no alumbraba el cuarto, ¿
 29      8|          no les da usted una luz, Visita?~ ~ -Señores, porque esos
 30      8|           casa...~ ~ -Tiene razón Visita, tiene razón -gritaban desde
 31      8|         otro día.~ ~ -Deje usted, Visita, vaya una cantidad..., no
 32      8|     miembros eran invariablemente Visita y un primo suyo. Visita,
 33      8|           Visita y un primo suyo. Visita, por economía, y porque
 34      8|      aquélla. Allí se hacía todo. Visita disponía de los criados
 35      8|       hacían los comentarios.~ ~ -Visita, ¿qué tal, nos hemos empeñado?~ ~ -
 36      8|        eso, no merece la pena.~ ~ Visita tenía principio para algunas
 37      8|           pariente de títulos. Si Visita no se ingeniara, ¿cómo se
 38      8|    pringue de alguna golosina que Visita acababa de comer.~ ~ Don
 39      8|       señor!», pensaba suspirando Visita, que soñaba muerta de envidia
 40      8|           que tenía a su servicio Visita, ayudaban a las damas en
 41      8|          maestro a la merienda de Visita.~ ~ Llegó a más; quiso enamorar
 42      8|         de jugar a los cocineros. Visita era la que todavía encontraba
 43      8|        aquél era el vicio de doña Visita.~ ~ Las señoras dejaron
 44      8| quehaceres domésticos.~ ~ Mesía y Visita no tenían en el invierno
 45      8|         hablaba de la Regenta con Visita con más franqueza que con
 46      8|       motivos explicados antes; a Visita de una conquista más. Comprendía
 47      8|        caído ella y tantas otras. Visita era amiga de Ana desde que
 48      8|          por las dificultades.~ ~ Visita fingía preferir que fuese
 49      8|        del otro.~ ~ -Ya lo sabes, Visita; amar no es para todas las
 50      8|        Hubo una pausa. Y continuó Visita:~ ~ -¿Ves esa cara dulce,
 51      8|        mucho no tener un hijo.~ ~ Visita encogió los hombros, y después
 52      8|         de fuego en la memoria de Visita; no salían a sus labios
 53      8|            diablos coronados!»~ ~ Visita iba señalando en su cuerpo,
 54      8|    chispas que saltaban de los de Visita.~ ~ -Pero te ha de costar
 55      8|       proyectos de misticismo.~ ~ Visita llamaba misticismo a toda
 56      8|        nada positivo podía añadir Visita.~ ~ Vio en el rostro de
 57      8|         seguro. Se aproximó más a Visita.~ ~ Sonó una bofetada; y
 58      8|          al lado de un fogón como Visita y Obdulia; en sus ojos había
 59      8|  conmoverse, sin turbarse, como a Visita, ni más ni menos; hasta
 60      8|           gritó al oído de Álvaro Visita con voz en que asomaba un
 61     12|    límites, volvió a prometer una visita a las Salesas.~ ~ «Pero
 62     12|       Había procurado abreviar la visita suprimiendo palabras en
 63     12|          ocasión, cuando hacía su visita a las parroquias de los
 64     12|       señoras en el sofá.~ ~ Eran Visita, la del Banco, y Olvido
 65     12|           parecer pidió que en su visita le acompañase otra dama
 66     12|     Vicario general. Sin embargo, Visita confesaba a veces con don
 67     12|         tal-gritó desde la puerta Visita -; si así fuera, no figuraríamos
 68     12|       sido... una imprudencia.~ ~ Visita volvió la cara y sacó la
 69     12|       aprovechó un momento en que Visita se detuvo para saludar a
 70     12|         casa de Vegallana, última visita que pensaba hacer. ¿Por
 71     12|         con todo..., dejó aquella visita para última hora. Y ¿por
 72     12|     Magistral reconoció la voz de Visita que gritaba:~ ~ -¡Pues no
 73     13|      manda», y saliese con ellos. Visita se había separado en la
 74     13|  invariable no animaba, contenía. Visita aseguraba que aquel corazoncito
 75     13|           gritos de su marido, de Visita, de Edelmira y de Paco,
 76     13|         visto al Provisor entrar. Visita se acercó a la ventana para
 77     13|      según habían previsto Paco y Visita.~ ~ Al entrar en el salón
 78     13|               Pican, pican -decía Visita.~ ~ -¿El qué? -preguntaba
 79     13|  ex-amante debajo de las piernas. Visita le dio un pellizco a Edelmira
 80     13|          empezaban a acosarla.~ ~ Visita subió entonces al columpio,
 81     13|         él..., y Paco y Obdulia y Visita eran un poco locos, y en
 82     14|          Paco Vegallana, Obdulia, Visita y demás gente loca -había
 83     16|       Espolón como se está en una visita de duelo en los momentos
 84     16|         Víctor y la del Banco.~ ~ Visita encogía los hombros. «No
 85     16|          el Magistral en el ajoVisita se impuso la obligación
 86     16|       parecerse a ella lo llamaba Visita romanticismo), pero de otro
 87     16|           preciso evitarlo. Ella, Visita, no quería renunciar al
 88     16|          sin la mala intención de Visita, la ayudaba mucho en tal
 89     16|    pedestre, prosaico, callejero. Visita era el papa de aquel dogma
 90     16|          no come garbanzos -decía Visita - porque eso no es romántico.~ ~
 91     16|          Mesía, en el pulvisés de Visita; pero se impacientaba ante
 92     17|        eucaliptus de Frígilis, la visita del señor Magistral.~ ~ -
 93     17|       motivo de su extraordinaria visita.~ ~ El caso era que el motivo...
 94     17|           semejante motivo de una visita?~ ~ Al ver que Ana había
 95     17|        iba preparada a ocultar la visita del Magistral sin que nadie
 96     17|   mejillas.~ ~ No supo nada de la visita nocturna del Magistral. «
 97     18|          azul, como debiera. Para Visita era el tiempo siempre el
 98     18|           el portal de la casa de Visita «los que la favorecían una
 99     18|        así! ¡Cómo se reiría de él Visita, aunque lo disimulaba!;
100     18|          le había dicho a ella, a Visita: «¡Déjame en paz!», al querer
101     18|           todos modos, en casa de Visita faltaba la limpieza de suelo
102     18|         tanto afán era inútil; ni Visita, ni Paco, ni los paseos
103     18|        irritaba más, sobre todo a Visita. Don Álvaro no hablaba de
104     18|      acordarse mucho tiempo de la visita. Todo lo encontró mal; revolvió
105     18|       agradecer la sorpresa de la visita, que la dejasen terminar
106     19|           en su estuche». Observó Visita que más que nunca se parecía
107     19|           vaso de agua azucarada. Visita dejó la mantilla sobre el
108     19|         como una cereza... Miró a Visita con torvo ceño y echándose
109     19|  conversación...!~ ~ Entonces fue Visita quien sintió encendido el
110     19|        estudiaba el modo de oír a Visita sin enterarse de lo que
111     19|            añadió, dirigiéndose a Visita -, que lo diga éste, no
112     19|    conseguir, no sin trabajo, que Visita renunciara a sacrificarse
113     19|    Servanda. Esperaba con afán la visita del médico, primero para
114     19|           parte facultativa de la visita. El sustituto de Somoza
115     20|           el ridículo? ¡Qué diría Visita, qué diría Obdulia, qué
116     20|           Los marqueses se van... Visita se va... Ripamilán ya se
117     21|          y dejar para la tarde la visita. Su madre le habló, como
118     21|           Víctor lo de Álvaro?~ ~ Visita tenía cogida por las muñecas
119     21|       alteración del pulso, según Visita.~ ~ -Sí, hija, sí, se ha
120     21|          conversación, preguntó a Visita por un niño que tenía enfermo.~ ~
121     21|        que tenía enfermo.~ ~ Pero Visita era tambor de marina, como
122     24|          la misa, la cofradía, la visita al Santísimo... pero ya
123     24|       para apagar así la risa.~ ~ Visita miró como pudo hacia donde
124     24|               Media hora después, Visita, un poco escondida detrás
125     24|          un intermedio del baile. Visita iba a su lado callada, pensativa,
126     24|           contó todo -había dicho Visita - le pregunté, porque ya
127     24| sustancial de las confidencias de Visita. Ana saludaba a diestro
128     24|     enamorado como la historia de Visita daba a entender?»~ ~ -Oye,
129     24|          que ella había oído ya a Visita, aunque en forma muy distinta.~ ~
130     24|           coche. Y se acuerda que Visita y Quintanar lleven a aquella
131     26|  calzonazos dio su permiso? -dijo Visita, colorada de indignación -. ¡
132     26|      interlocutor, invisible para Visita.~ ~ Era don Víctor Quintanar.
133     26|           al oído de la Marquesa, Visita.~ ~ Doña Rufina suspiraba
134     27|          donde se bañan Obdulia y Visita algunos veranos antes de
135     27|    obedezco. Adiós. No retarde su visita. Quintanar le saluda...
136     27|            o romántica, como dice Visita. A Dios gracias, estos miedos
137     27|      salido con Frígilis (segunda visita del buen Crespo, el único
138     27|           representan... Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, Joaquinito,
139     27|           los ataques de Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, Joaquín
140     27|           volvió con Obdulia, con Visita y con Edelmira a correr
141     27|          la gente joven, Obdulia, Visita, Ana, Edelmira y la niña
142     27|    galería de cristales. Obdulia, Visita y Edelmira llamaban con
143     28|          con ellos Paco, Joaquín, Visita, Obdulia y los demás que
144     28|        triunfo burlesco. Algunos, Visita y Paco entre ellos, querían
145     28|      materias, Edelmira, Obdulia, Visita, Paco y Joaquín corrían
146     28|          alejó de Álvaro, llamó a Visita..., la abrazó nerviosa y
147     28|         la misma lucha a Obdulia; Visita se atrevió a medir con la
148     28|          éste varios de Obdulia y Visita, y, sin pensarlo, Ana en
149     28|           que Edelmira, Obdulia y Visita, dejaron de correr y enredar,
150     28|       para dormir con nadie -dijo Visita, que venía del cuarto contiguo
151     28|    Palomares, adonde iban también Visita, Obdulia y alguna vez los
152     28|         que participaban Obdulia, Visita, Álvaro, Joaquín y algunos
153     28|     parecían cómplices. Obdulia y Visita adoraban a la Regenta, eran
154     28|        picantes del bosque. Jamás Visita hizo la niña de mejor buena
155     28|          a ser corta y la última. Visita se sentó al piano y tocó
156     28|           exuberantes... Mientras Visita recordaba de mala manera
157     30|      Magistral.~ ~ -La hora de mi visita, el hacer yo pocas a esta
158     30|       usted conoce la causa de mi visita, en parte a lo menos, podré
159     30|      hecho estragos después de la visita nocturna de don Fermín,
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