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Alfabética [« »] visión 3 visionaria 1 visiones 19 visita 159 visitaba 9 visitaban 6 visitación 102 | Frecuencia [« »] 161 hablaba 161 otras 159 marquesa 159 visita 156 fin 156 tanto 156 veía | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias visita |
Cap.
1 1| Celedonio no extrañaba aquella visita. Recordaba haber visto muchas 2 1| acompañando al Obispo en su visita, siempre había de emprender, 3 1| importa -se dijo -, esta visita a la catedral es un pretexto.~ ~ 4 2| locuaz aquella tarde. La visita de Obdulia a la catedral 5 2| vendría a favorecerle con su visita?... ¿Era humildad? ¿Era 6 2| ya se han ido. Eran doña Visita y la señora Regenta. Se 7 2| señor Magistral; y doña Visita que ya quería irse antes, 8 2| Doña Ana callaba. Doña Visita estaba incomodada porque 9 2| fueron a paseo, porque doña Visita dijo no sé qué del Espolón.~ ~ -¡ 10 3| canariera. No había novedad. Su visita inoportuna no fue notada 11 5| de Vetusta, sin contar la visita al Santísimo y la Vela, 12 5| existencia. No pagar una visita de clase, les parecía el 13 5| hubieran sido incompatibles la Visita a la Corte de María y la 14 5| como el día de la primera visita, entró en el estrado de 15 7| Una creo que es doña Visita, aunque no las he visto; 16 7| Son ellas. Estos días Visita no se separa de Ana.~ ~ 17 7| Era la carcajada eterna de Visita.~ ~ -¡Están en la cocina! - 18 7| observó Paco -, ¿no esperaba Visita a Obdulia en su casa para 19 8| subía al nuevo estrado. Toda visita, fuese de quien fuese, la 20 8| todo el mundo! -gritaba Visita chupándose los dedos llenos 21 8| estaban ustedes en casa de Visita preparando la merienda?~ ~ 22 8| preparando la merienda?~ ~ Visita se ruborizó levemente.~ ~ 23 8| explicó todo. En casa de Visita faltaban los moldes de cierto 24 8| podido hacer en la cocina de Visita, y sin decir ¡agua va! habían 25 8| muy graciosa a Obdulia y a Visita. Habían sorprendido a la 26 8| Los Mohicanos de Dumas.~ ~ Visita hacía muy a menudo semejantes 27 8| comedor ni la cocina de Visita. Y eso que tenía tertulia, 28 8| el propio traje. Además, Visita no alumbraba el cuarto, ¿ 29 8| no les da usted una luz, Visita?~ ~ -Señores, porque esos 30 8| casa...~ ~ -Tiene razón Visita, tiene razón -gritaban desde 31 8| otro día.~ ~ -Deje usted, Visita, vaya una cantidad..., no 32 8| miembros eran invariablemente Visita y un primo suyo. Visita, 33 8| Visita y un primo suyo. Visita, por economía, y porque 34 8| aquélla. Allí se hacía todo. Visita disponía de los criados 35 8| hacían los comentarios.~ ~ -Visita, ¿qué tal, nos hemos empeñado?~ ~ - 36 8| eso, no merece la pena.~ ~ Visita tenía principio para algunas 37 8| pariente de títulos. Si Visita no se ingeniara, ¿cómo se 38 8| pringue de alguna golosina que Visita acababa de comer.~ ~ Don 39 8| señor!», pensaba suspirando Visita, que soñaba muerta de envidia 40 8| que tenía a su servicio Visita, ayudaban a las damas en 41 8| maestro a la merienda de Visita.~ ~ Llegó a más; quiso enamorar 42 8| de jugar a los cocineros. Visita era la que todavía encontraba 43 8| aquél era el vicio de doña Visita.~ ~ Las señoras dejaron 44 8| quehaceres domésticos.~ ~ Mesía y Visita no tenían en el invierno 45 8| hablaba de la Regenta con Visita con más franqueza que con 46 8| motivos explicados antes; a Visita de una conquista más. Comprendía 47 8| caído ella y tantas otras. Visita era amiga de Ana desde que 48 8| por las dificultades.~ ~ Visita fingía preferir que fuese 49 8| del otro.~ ~ -Ya lo sabes, Visita; amar no es para todas las 50 8| Hubo una pausa. Y continuó Visita:~ ~ -¿Ves esa cara dulce, 51 8| mucho no tener un hijo.~ ~ Visita encogió los hombros, y después 52 8| de fuego en la memoria de Visita; no salían a sus labios 53 8| diablos coronados!»~ ~ Visita iba señalando en su cuerpo, 54 8| chispas que saltaban de los de Visita.~ ~ -Pero te ha de costar 55 8| proyectos de misticismo.~ ~ Visita llamaba misticismo a toda 56 8| nada positivo podía añadir Visita.~ ~ Vio en el rostro de 57 8| seguro. Se aproximó más a Visita.~ ~ Sonó una bofetada; y 58 8| al lado de un fogón como Visita y Obdulia; en sus ojos había 59 8| conmoverse, sin turbarse, como a Visita, ni más ni menos; hasta 60 8| gritó al oído de Álvaro Visita con voz en que asomaba un 61 12| límites, volvió a prometer una visita a las Salesas.~ ~ «Pero 62 12| Había procurado abreviar la visita suprimiendo palabras en 63 12| ocasión, cuando hacía su visita a las parroquias de los 64 12| señoras en el sofá.~ ~ Eran Visita, la del Banco, y Olvido 65 12| parecer pidió que en su visita le acompañase otra dama 66 12| Vicario general. Sin embargo, Visita confesaba a veces con don 67 12| tal-gritó desde la puerta Visita -; si así fuera, no figuraríamos 68 12| sido... una imprudencia.~ ~ Visita volvió la cara y sacó la 69 12| aprovechó un momento en que Visita se detuvo para saludar a 70 12| casa de Vegallana, última visita que pensaba hacer. ¿Por 71 12| con todo..., dejó aquella visita para última hora. Y ¿por 72 12| Magistral reconoció la voz de Visita que gritaba:~ ~ -¡Pues no 73 13| manda», y saliese con ellos. Visita se había separado en la 74 13| invariable no animaba, contenía. Visita aseguraba que aquel corazoncito 75 13| gritos de su marido, de Visita, de Edelmira y de Paco, 76 13| visto al Provisor entrar. Visita se acercó a la ventana para 77 13| según habían previsto Paco y Visita.~ ~ Al entrar en el salón 78 13| Pican, pican -decía Visita.~ ~ -¿El qué? -preguntaba 79 13| ex-amante debajo de las piernas. Visita le dio un pellizco a Edelmira 80 13| empezaban a acosarla.~ ~ Visita subió entonces al columpio, 81 13| él..., y Paco y Obdulia y Visita eran un poco locos, y en 82 14| Paco Vegallana, Obdulia, Visita y demás gente loca -había 83 16| Espolón como se está en una visita de duelo en los momentos 84 16| Víctor y la del Banco.~ ~ Visita encogía los hombros. «No 85 16| el Magistral en el ajo?» Visita se impuso la obligación 86 16| parecerse a ella lo llamaba Visita romanticismo), pero de otro 87 16| preciso evitarlo. Ella, Visita, no quería renunciar al 88 16| sin la mala intención de Visita, la ayudaba mucho en tal 89 16| pedestre, prosaico, callejero. Visita era el papa de aquel dogma 90 16| no come garbanzos -decía Visita - porque eso no es romántico.~ ~ 91 16| Mesía, en el pulvisés de Visita; pero se impacientaba ante 92 17| eucaliptus de Frígilis, la visita del señor Magistral.~ ~ - 93 17| motivo de su extraordinaria visita.~ ~ El caso era que el motivo... 94 17| semejante motivo de una visita?~ ~ Al ver que Ana había 95 17| iba preparada a ocultar la visita del Magistral sin que nadie 96 17| mejillas.~ ~ No supo nada de la visita nocturna del Magistral. « 97 18| azul, como debiera. Para Visita era el tiempo siempre el 98 18| el portal de la casa de Visita «los que la favorecían una 99 18| así! ¡Cómo se reiría de él Visita, aunque lo disimulaba!; 100 18| le había dicho a ella, a Visita: «¡Déjame en paz!», al querer 101 18| todos modos, en casa de Visita faltaba la limpieza de suelo 102 18| tanto afán era inútil; ni Visita, ni Paco, ni los paseos 103 18| irritaba más, sobre todo a Visita. Don Álvaro no hablaba de 104 18| acordarse mucho tiempo de la visita. Todo lo encontró mal; revolvió 105 18| agradecer la sorpresa de la visita, que la dejasen terminar 106 19| en su estuche». Observó Visita que más que nunca se parecía 107 19| vaso de agua azucarada. Visita dejó la mantilla sobre el 108 19| como una cereza... Miró a Visita con torvo ceño y echándose 109 19| conversación...!~ ~ Entonces fue Visita quien sintió encendido el 110 19| estudiaba el modo de oír a Visita sin enterarse de lo que 111 19| añadió, dirigiéndose a Visita -, que lo diga éste, no 112 19| conseguir, no sin trabajo, que Visita renunciara a sacrificarse 113 19| Servanda. Esperaba con afán la visita del médico, primero para 114 19| parte facultativa de la visita. El sustituto de Somoza 115 20| el ridículo? ¡Qué diría Visita, qué diría Obdulia, qué 116 20| Los marqueses se van... Visita se va... Ripamilán ya se 117 21| y dejar para la tarde la visita. Su madre le habló, como 118 21| Víctor lo de Álvaro?~ ~ Visita tenía cogida por las muñecas 119 21| alteración del pulso, según Visita.~ ~ -Sí, hija, sí, se ha 120 21| conversación, preguntó a Visita por un niño que tenía enfermo.~ ~ 121 21| que tenía enfermo.~ ~ Pero Visita era tambor de marina, como 122 24| la misa, la cofradía, la visita al Santísimo... pero ya 123 24| para apagar así la risa.~ ~ Visita miró como pudo hacia donde 124 24| Media hora después, Visita, un poco escondida detrás 125 24| un intermedio del baile. Visita iba a su lado callada, pensativa, 126 24| contó todo -había dicho Visita - le pregunté, porque ya 127 24| sustancial de las confidencias de Visita. Ana saludaba a diestro 128 24| enamorado como la historia de Visita daba a entender?»~ ~ -Oye, 129 24| que ella había oído ya a Visita, aunque en forma muy distinta.~ ~ 130 24| coche. Y se acuerda que Visita y Quintanar lleven a aquella 131 26| calzonazos dio su permiso? -dijo Visita, colorada de indignación -. ¡ 132 26| interlocutor, invisible para Visita.~ ~ Era don Víctor Quintanar. 133 26| al oído de la Marquesa, Visita.~ ~ Doña Rufina suspiraba 134 27| donde se bañan Obdulia y Visita algunos veranos antes de 135 27| obedezco. Adiós. No retarde su visita. Quintanar le saluda... 136 27| o romántica, como dice Visita. A Dios gracias, estos miedos 137 27| salido con Frígilis (segunda visita del buen Crespo, el único 138 27| representan... Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, Joaquinito, 139 27| los ataques de Obdulia, Visita, Edelmira, Paco, Joaquín 140 27| volvió con Obdulia, con Visita y con Edelmira a correr 141 27| la gente joven, Obdulia, Visita, Ana, Edelmira y la niña 142 27| galería de cristales. Obdulia, Visita y Edelmira llamaban con 143 28| con ellos Paco, Joaquín, Visita, Obdulia y los demás que 144 28| triunfo burlesco. Algunos, Visita y Paco entre ellos, querían 145 28| materias, Edelmira, Obdulia, Visita, Paco y Joaquín corrían 146 28| alejó de Álvaro, llamó a Visita..., la abrazó nerviosa y 147 28| la misma lucha a Obdulia; Visita se atrevió a medir con la 148 28| éste varios de Obdulia y Visita, y, sin pensarlo, Ana en 149 28| que Edelmira, Obdulia y Visita, dejaron de correr y enredar, 150 28| para dormir con nadie -dijo Visita, que venía del cuarto contiguo 151 28| Palomares, adonde iban también Visita, Obdulia y alguna vez los 152 28| que participaban Obdulia, Visita, Álvaro, Joaquín y algunos 153 28| parecían cómplices. Obdulia y Visita adoraban a la Regenta, eran 154 28| picantes del bosque. Jamás Visita hizo la niña de mejor buena 155 28| a ser corta y la última. Visita se sentó al piano y tocó 156 28| exuberantes... Mientras Visita recordaba de mala manera 157 30| Magistral.~ ~ -La hora de mi visita, el hacer yo pocas a esta 158 30| usted conoce la causa de mi visita, en parte a lo menos, podré 159 30| hecho estragos después de la visita nocturna de don Fermín,