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Alfabética [« »] marmolillo 1 maroto 2 marqués 123 marquesa 159 marqueses 29 marquesina 1 marquesitas 1 | Frecuencia [« »] 162 hora 161 hablaba 161 otras 159 marquesa 159 visita 156 fin 156 tanto | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias marquesa |
Cap.
1 5| Sí, señor -interrumpió la marquesa de Vegallana, que no toleraba 2 5| compañía de su novio, la misma marquesa de Vegallana, sus hijas, 3 5| griega! -había dicho la marquesa de Vegallana, que se figuraba 4 5| decir que es íntima de la marquesa y de sus hijas, pasa por 5 5| de entrar en casa de la marquesa ese aire displicente y ese 6 5| escriben, inspiran.~ ~ La marquesa de Vegallana, que leía libros 7 5| más talento que yo.~ ~ La marquesa se encogía de hombros. Creía 8 5| afeminado baroncito. Y la marquesa, vengando en él lo de su 9 5| defensas relativas de la marquesa, era unánime la opinión: 10 8| publicó en El Lábaro.~ ~ La Marquesa tenía a su esposo por un 11 8| imitara sus vicios». Para la Marquesa no había más que Luis XV 12 8| arquitecto; pero el amor de la Marquesa a lo mullido y almohadillado 13 8| amarillo diciendo:~ ~ «-La Marquesa se empeña en llamar aquello 14 8| según su dogma, pero la Marquesa se reía de estas imposiciones 15 8| y las comodidades de la Marquesa. Si se le hablaba de mal 16 8| donde pasaba el día la Marquesa, la anarquía de los muebles 17 8| las cien esencias que la Marquesa arrojaba a todos los vientos.~ ~ 18 8| doña Rufina de Robledo, marquesa de Vegallana, se levantaba 19 8| garante de una virtud, la Marquesa, sin separar los ojos de 20 8| escasa vigilancia a que la Marquesa se creía obligada cuando 21 8| sobrina en ferias la señora marquesa de Vegallana. Las sobrinitas 22 8| entendiese. En la tertulia de la Marquesa, con sobrinas o sin ellas, 23 8| espíritu de tolerancia de la Marquesa había contagiado a sus amigos. 24 8| catedral prefería visitar a la Marquesa de día. A los escrupulosos 25 8| hipócritas y adelante.~ ~ La Marquesa sabía que en su casa se 26 8| sacado de estas ideas de la Marquesa y de su tertulia era Mesía.~ ~ « 27 8| Tenorio vetustense.~ ~ La Marquesa, viendo incorregible a su 28 8| el salón Regencia.~ ~ La Marquesa jamás subía al nuevo estrado. 29 8| Bedoya, asiduo tertulio de la Marquesa, compadecía a Vegallana 30 8| como el de la cocina de la Marquesa; en fin, no le adornaban 31 8| Habían sorprendido a la Marquesa que dormía la siesta en 32 8| Porque el mandato de la Marquesa no había bastado; el pinche 33 8| Pedro a su deber. Si la Marquesa le hubiera exigido algo 34 8| de marina, como dice la Marquesa.~ ~ La dama, completamente 35 10| punto, la berlina de la Marquesa venía arrancando chispas 36 10| caserón arrinconado.~ ~ La Marquesa, de azul y oro, luciendo 37 10| ajustada.~ ~ Ana sonrió a la Marquesa.~ ~ -Pero, señora, si es 38 10| habrá tanta gente -añadió la Marquesa.~ ~ -Por Dios, señora: con 39 10| demasiado nos honra la Marquesa.~ ~ -¿Qué honra ni qué calabazas...?, 40 10| dado aquel desaire a la Marquesa, estando decidida a no comulgar 41 10| hablado de eso en el palco la Marquesa, don Robustiano y yo. El 42 10| distracciones y paseos. La Marquesa dice que eres demasiado 43 10| menos; a la tertulia de la Marquesa cada cinco o seis días, 44 10| año; a las meriendas de la Marquesa, a las excursiones de la 45 10| en todas sus partes. La Marquesa, don Robustiano y Paquito 46 12| talento, y, como decía la marquesa de Vegallana, «era un cura 47 13| amarillo y en el gabinete de la Marquesa por los anchos balcones 48 13| congéneres de Madrid.~ ~ La Marquesa tendida en una silla larga, 49 13| quien a los pies de la Marquesa y a los pies del Arcediano, 50 13| Edelmira, sobrina de la Marquesa (una niña de quince años 51 13| señor perdido... -gritó la Marquesa incorporándose un poco y 52 13| Comería en casa de la Marquesa, Anita? Entonces no iría 53 13| debía irse. Se acercó a la Marquesa, pero no tuvo valor para 54 13| de aquellos señores» a la Marquesa y a Obdulia: las tres rodearon 55 13| Quedaban en el gabinete la Marquesa, el Magistral y Glocester. 56 13| esta frase: «¡Esta señora Marquesa es una... trotaconventos, 57 13| se convino en rogar a la Marquesa que convidase, con reiteradas 58 13| Vegallana se volverían a ver. La Marquesa había escrito muy temprano 59 13| comer, a comer! -gritó la Marquesa desde la puerta del salón 60 13| decir que el Marqués y la Marquesa no prescindirían de sus 61 13| Vetusta.~ ~ Ordinariamente la Marquesa se hacía servir por muchachas 62 13| ventana había acumulado la Marquesa flores en tiestos, jardineras, 63 13| conservador de Vetusta.~ ~ A la Marquesa le parece ésta una de las 64 13| Qué tal? -preguntó la Marquesa entre dientes, más con el 65 13| Balmes en el techo.~ ~ La Marquesa hacía sus comistrajos singulares, 66 13| la ensalada tercera de la Marquesa, con una habilidad de máquina 67 13| el busto por detrás de la Marquesa, para hacerse oír; don Álvaro 68 13| El qué? -preguntaba la Marquesa, que comía sin cesar y muy 69 13| hacían mucha gracia a la Marquesa y a Edelmira. Visitación 70 13| en el cenador!-ordenó la Marquesa.~ ~ -¡Bien, bien! -gritaron 71 13| Álvaro daba el brazo a la Marquesa, y delante de ellos, detenida 72 13| disculpas... Ayúdeme usted, Marquesa, ayúdeme usted a convencer 73 13| convencer a este pícaro.~ ~ La Marquesa ayudó, pero fue inútil. 74 13| don Juan de Vetusta.~ ~ La Marquesa, sin malicia, como ella 75 13| la noticia que le daba la Marquesa.~ ~ Por el alma de don Álvaro 76 13| preguntaba asustada la Marquesa.~ ~ -¡En el columpio!, ¡ 77 13| No grites, hija -decía la Marquesa, que ya no la miraba por 78 13| a Bautista... -decía la Marquesa.~ ~ -¡Sí, sí; que venga 79 13| si Bautista... -dijo la Marquesa -, ¡demonio de chicos!~ ~ - 80 13| Es verdad -dijo la Marquesa -, usted es también alto.~ ~ - 81 13| están los coches -gritó la Marquesa desde lejos; y corrieron 82 13| corrieron todos al patio.~ ~ La Marquesa, doña Petronila, la Regenta 83 13| usted muy desabrido -dijo la Marquesa, permitiéndose un tono familiar 84 13| Anda, Bautista! -gritó la Marquesa; y la carretela siguió su 85 14| timorato, según frase de la marquesa de Vegallana, no pasaba 86 14| era ridículo decirle a la Marquesa: señora, necesito que mi 87 14| sabía qué, servida por la Marquesa.~ ~ Fortunato leía las pruebas 88 14| carretela con el canónigo, la Marquesa y doña Petronila...! Luego 89 14| echar en los brazos! ¡Esa Marquesa es una Celestina de afición!»~ ~ «¡ 90 16| Vegallana en compañía de la Marquesa, Edelmira, Paco y Quintanar.~ ~ 91 16| sitio de preferencia, que la Marquesa no quería ocupar nunca, 92 16| Vegallana; sonreían a la Marquesa, asestaban los gemelos a 93 16| pero trataba poco a la Marquesa.~ ~ -¡Es demasiado borrico! - 94 16| vengaba diciendo que la Marquesa era republicana y que escribía 95 16| tristeza, que esa señora, la Marquesa, doña Rufina, en una palabra, 96 16| Frutos en el palco de la marquesa.~ ~ A Mesía le extrañó y 97 16| enfrente del cadáver.~ ~ La Marquesa dijo después de caer el 98 16| encantada, y salió con la Marquesa y Mesía.~ ~ Edelmira se 99 16| déjeme a ésa en casa, señora Marquesa -dijo Quintanar.~ ~ Mesía 100 18| mojarse a sus anchas.~ ~ La Marquesa de Vegallana se levantaba 101 18| modo, como la de la señora Marquesa!~ ~ -Yo no soy sentimental - 102 18| extravíos.~ ~ La tertulia de la Marquesa veía el cielo abierto en 103 19| empezaba aquel día». En vano la Marquesa, Paco, Visitación y Ripamilán 104 19| padre, la madre, todo». La Marquesa estuvo poco tiempo junto 105 19| Obdulia y en cierto modo la Marquesa. Se la vio en casa de Vegallana 106 21| mucha naturaleza».~ ~ La Marquesa, Visitación, Obdulia, doña 107 21| la santidad de Anita; la Marquesa encogía los hombros; temía 108 21| marina, como decían ella y la Marquesa; de otro modo, que nadie 109 22| iba de tarde en tarde, la Marquesa casi nunca, y así de todos 110 24| fuera... Y después, que la Marquesa está ya algo fría con nosotros 111 24| baronesa e hijas.~ ~ La Marquesa de Vegallana, todavía de 112 24| desaire ciento uno.~ ~ La Marquesa también había puesto empeño 113 24| sobre todo del cuello, a la Marquesa se le antojaba «un caballo 114 24| Ana se sentó al lado de la Marquesa de Vegallana, única persona 115 24| de parecer por allí. La Marquesa hablaba como una cotorra. 116 24| escandalosa -le dijo la Marquesa, mientras le mordía la cara 117 24| fuera del salón. Gritaba la Marquesa, reía a carcajadas Obdulia, 118 24| sería un desaire...!~ ~ La Marquesa de Vegallana y su tertulia, 119 24| encontró sentada entre la Marquesa y don Álvaro. Enfrente, 120 24| usted, Quintanar -decía la Marquesa.~ ~ Pero el otro continuaba, 121 24| Buena sociedad la de la Marquesa!»~ ~ El Marqués le decía 122 24| cerca de la jamona.~ ~ La Marquesa tenía sueño, pero así y 123 24| había halagado.~ ~ A la Marquesa se le ocurrió el disparate, 124 24| los cincuenta años de la Marquesa. Suspiró... y en seguida 125 24| negro, medio asfixiado y la Marquesa tuvo que darle palmadas 126 24| tapada, en la berlina de la Marquesa. Y así fue. En cuanto Ana 127 25| acceder a la súplica de la Marquesa que los había convidado 128 25| con que Visitación y la Marquesa golpeaban la bandeja para 129 26| como una bomba. Volvía la Marquesa, toda de negro, de pedir 130 26| señoras, en el gabinete de la Marquesa reunidas, escuchaban pasmadas 131 26| obispo-madre:~ ~ -Sí, señora Marquesa, no se haga usted cruces, 132 26| acordándose del suyo.~ ~ La Marquesa no acababa de santiguarse. « 133 26| espectáculo...!» -¡Por Dios, Marquesa! Cualquiera que la oyera 134 26| a una nazarena...~ ~ La Marquesa encogió los hombros y volvió 135 26| diabluras?~ ~ -¡Por Dios, Marquesa, no blasfeme usted! Diabluras 136 26| Quintanar -preguntó la Marquesa con verdadero interés y 137 26| militar, la presidenta, la Marquesa, Visitación, Obdulia, las 138 26| vergüenza -dijo, al oído de la Marquesa, Visita.~ ~ Doña Rufina 139 27| Verás... se trata de la marquesa de Pompadour: un señor Beltrand 140 27| la manzana;~ ~ ~ ~¡es la marquesa~ ~ ~ ~de Pompadour...~ ~ ~ 141 27| algún recado... a la señora Marquesa... o...~ ~ -Sí: llevarás 142 27| ustedes al Vivero.~ ~ Y la Marquesa:~ ~ -¡Hermosa idea! ¡Qué 143 27| ni triste.~ ~ Paco y la Marquesa, que han venido a darnos 144 27| al salón donde estaban la Marquesa, la gobernadora civil, la 145 27| señoras ya no estaban allí. La Marquesa, la gobernadora y la baronesa 146 27| de la huerta se veía a la Marquesa y a las señoras que la acompañaban 147 27| Y el caso es que la Marquesa está sitiada por el chubasco 148 28| van ustedes? -gritaba la Marquesa desde el belvedere al Magistral 149 28| enredaba en las zarzas.~ ~ La Marquesa continuaba vociferando, 150 28| por orden de la señora Marquesa, en su busca apenas comenzó 151 28| Pero y la señora Marquesa cómo no nos advirtió...?~ ~ - 152 28| Despídame usted de la Marquesa. En una carrera estoy en 153 28| la cama que le ofreció la Marquesa «para él solo».~ ~ -Vuelve 154 28| mismo acaba de llamar la Marquesa a Edelmira, que duerme en 155 28| finos y provocativos de la Marquesa reían con sus posturas de 156 28| Entró en el gabinete de la Marquesa... Tampoco vio entre las 157 30| Constantino, y las criadas de la Marquesa y toda la aristocracia, 158 30| y, ¡quién lo dijera!, la Marquesa misma, aquella doña Rufina 159 30| Yo lo diría -exclamaba la Marquesa -. A mí ya me dio mala espina