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Alfabética [« »] higiénicos 1 higienista 2 higuera 1 hija 144 hijas 41 hijita 3 hijo 135 | Frecuencia [« »] 146 amigo 146 sé 145 sintió 144 hija 143 puerta 142 modo 141 tú | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias hija |
Cap.
1 1| Magistral, de quien era hija de confesión, por más que 2 2| cual siempre había sido hija de confesión de don Cayetano, 3 2| doña Olvido, la orgullosa hija única de Páez, uno de los 4 2| Regenta, quería hacerse hija de confesión del Magistral, 5 3| la mano.~ ~ -¿Qué tienes, hija mía? -gritó don Víctor acercándose 6 3| había asustado».~ ~ -Que no, hija mía; que te juro...~ ~ - 7 4| se le preguntase por su hija. La nobleza vetustense opinó 8 4| enterarse de la suerte de su hija.~ ~ Tiempo había para proteger 9 4| simpático.~ ~ De sus defectos su hija fue la víctima. Después 10 4| pesaba de haber entregado su hija a la gazmoñería inglesa 11 4| de la instrucción de su hija. En el extranjero se había 12 4| y no sabía vivir con una hija que ya entendía más que 13 4| ocultaba don Carlos a su hija. Todo lo demás podía y debía 14 4| quiero -concluía - que mi hija sepa el bien y el mal para 15 4| obras?~ ~ Sin embargo, si su hija fuese funámbula y trabajase 16 4| ustedes, yo entrego a mi hija esos grabados que representan 17 5| resignación cristiana.~ ~ «Ana, la hija de la modista, había caído 18 5| La dejarán a usted morir, hija mía».~ ~ Ana dio gritos, 19 5| amparando a la desventurada hija del hermano de sus pecados.~ ~ 20 5| que iba a merecerles la hija de don Carlos y de la modista 21 5| la tertulia acoger a la hija de don Carlos como una Ozores, 22 5| Lola.~ ~ -Pero...~ ~ -Pero, hija...~ ~ -Pero, si lo que no 23 5| palmito y buen talle.~ ~ -Sí, hija mía -interrumpió doña Águeda -. 24 5| con la protesta de que era hija tanta sabiduría de la observación 25 5| estaba en la iglesia -. Hija mía, las esposas de Jesús 26 5| exclamó:~ ~ -Señorita..., hija mía; ha llegado un momento 27 5| sentencia. «No le faltaría a la hija de la bailarina -¿quién 28 7| don Manuel, y conozco a su hija desde que era así -media 29 8| habitación donde había muerto la hija segunda de los Marqueses. 30 9| algo parecido a esto: «Hija mía, ni aquellos anhelos 31 9| comparación: «Si usted, hija mía, se baña en un río, 32 9| confesonario temblaba al decir: «Hija mía, esa historia de sus 33 10| también.~ ~ -La vida es sueño, hija mía, es el portento de los 34 10| tenía su mujer?»~ ~ -Pero, hija, ¿qué te pasa?, tú estás 35 10| por eso te pones así; sí, hija mía, estos extremos...~ ~ - 36 10| cabeza negando.~ ~ -Sí, hija mía; hemos hablado de eso 37 10| en tus sueños... Basta, hija mía, basta de soñar. ¿Te 38 10| lloras sin saber por qué, hija mía, me entra una comezón, 39 11| podrá entenderse con esta hija mía querida, que a mí iba 40 11| ya el café?~ ~ -¿Yo...?, hija mía... no... no he llamado.~ ~ 41 11| Bien; tráeme el café, hija mía.~ ~ Teresina, antes 42 11| ruborizándose.~ ~ -No hay de qué, hija mía. Agradezco su celo.~ ~ 43 11| mucho se lo agradecería su hija espiritual y affma. amiga, 44 12| Salesas a ver cómo estaba su hija; él no tenía valor para 45 12| se atrevía a llamarla su hija. La creía de Dios, sólo 46 12| tratándose de la felicidad de su hija de ustedes.~ ~ Una lágrima 47 12| suficiente... ¿Daría usted una hija a don Álvaro?~ ~ -¡Antes 48 12| Banco, y Olvido Páez, la hija de Páez el Americano, el 49 12| pero poco a poco entre su hija y el Magistral le fueron 50 12| de Páez eran el amor a su hija y la manía del buen tono.~ ~ 51 12| Don Francisco Páez y su hija suplicaron a don Fermín 52 12| Imposible.~ ~ -Es muy terco, hija, déjale..., no quiere que 53 13| dijo -, ¿estorbo?~ ~ -No, hija, no; llega usted a tiempo. 54 13| Magistral buscara en su nueva hija de penitencia la satisfacción 55 13| señora, ¿por qué no? Oh, hija mía, cuando nos conozcamos 56 13| sin cesar.~ ~ -No grites, hija -decía la Marquesa, que 57 14| si había comido aquí. No, hija, no; tuve que salir yo mismo 58 14| puntapiés como solía.~ ~ -Dime, hija mía..., ¿has visto pasar 59 14| habitación en que había muerto la hija de los Marqueses. El Magistral 60 15| de Paula bien pronto. «La hija de Antón Raíces -le dijo 61 15| párroco pidió a Raíces su hija para reemplazar a Rita en 62 15| treinta años, admitió a la hija de Raíces como parte integrante 63 15| oyese en confesión.~ ~ -Hija mía, ¿a estas horas?~ ~ - 64 15| pantalones, qué levita...? Y mi hija... es una mala pécora... 65 15| Custodio me roba el amor de mi hija... Yo no tengo familia... 66 15| pediré una taza de té... y mi hija me dará un rosario... ¡Sois 67 15| madera...~ ~ Celestina, la hija de Barinaga, era una beata 68 15| amonestaciones y malos tratos de su hija, Barinaga no había querido 69 15| quería cortar. En vano su hija le daba tormento doméstico 70 16| además tenía palco para su hija), Bedoya, un escribano famoso 71 16| enamorada joven, que era hija de padres ricos, se decidió 72 16| clavados los ojos en la hija del Comendador, olvidada 73 16| Ana se comparaba con la hija del Comendador; el caserón 74 17| Y Ana, que pasaba por hija predilecta de confesión 75 17| le mortificaba.~ ~ -Pues, hija mía, usando o tal vez abusando 76 17| parecida a lo llano».~ ~ -Hija mía, el mal no está en que 77 17| ridículo...?~ -¡Por Dios, hija mía! ¡Dónde vamos a parar! ¡ 78 17| universal... Pues todo eso, hija mía, se puede lograr, satisfacer 79 17| pequeños y comineros; no, hija mía, no, lo esencial es 80 17| mujer que pretende amarle: «Hija, pues para acordarte de 81 17| cosa más hermosa, querida hija mía! Llegará, por ejemplo, 82 17| Dios en idea..., tocadas, hija mía, de panteísmo, sin que 83 17| Ya lo creo. Adiós, hija mía, adiós; sube, sube, 84 17| no tema.~ ~ -Cierra ya, hija mía, puedes cerrar.~ ~ - 85 18| repetía: «A la iglesia, hija mía, a la iglesia; no a 86 18| vida nueva; ¿no es verdad, hija mía?~ ~ -Sí, sí, padre mío, 87 19| Dios, Quintanar...~ ~ -Sí, hija, sí, pues no faltaba más... - 88 19| quieres disimular...~ ~ -No, hija, no..., por amor de Dios..., 89 19| esto es nervioso...~ ~ -Sí, hija, claro, nervioso.~ ~ Y sin 90 19| todas las cofradías, fue hija y hermana, según se quiso, 91 20| podido don Álvaro vencer a la hija de un maestro de la Fábrica 92 21| santos, verdad?~ ~ -Sí, hija, sí, y autos sacramentales...~ ~ - 93 21| por ejemplo.~ ~ -¿Sabes, hija mía...? Yo prefiero los 94 21| pulso, según Visita.~ ~ -Sí, hija, sí, se ha marchado, pero 95 21| del mundo, a pesar de ser hija de confesión de don Fermín! ¡ 96 22| bandos respectivos: «La hija de Carraspique, sor Teresa, 97 22| Rosa Carraspique y Somoza, hija del conocido capitalista 98 22| el señor Carraspique o su hija, ¿quiere decirme el periodista 99 22| beneficiado don Custodio; la hija de Barinaga, la beata paliducha 100 22| Magistral -, al oído de su hija de penitencia; la consolaba, 101 22| esta casa; esta señorita es hija de don Santos y con ella 102 22| Quién llora ahí?~ ~ -Es su hija de usted.~ ~ -¡Ah grandísima 103 22| marchar tan pronto, porque la hija de don Santos cayó desmayada. 104 22| enfermo y así evitar que la hija de don Santos introdujese 105 22| lámpara, seor bandido! Y tú, hija de perdición, no ocultes 106 22| señor, por compasión de su hija..., los Sacramentos..., 107 22| señor Magistral, y mi señora hija...~ ~ -Vamos, don Santos - 108 22| vestía el luto reciente de su hija, miraba a don Fermín con 109 22| gozaba acordándose de su hija muerta».~ ~ Sí, don Fermín 110 22| con las quejas contra su hija. Unas veces se lamentaba 111 22| a ver al enfermo o a su hija. Don Pompeyo había hecho 112 24| miradas se clavaron en la hija de la italiana. Hubo un 113 24| para acoger en su seno a la hija pródiga de la Sociedad, 114 24| a su querida Anita.~ ~ -Hija, gracias a Dios; creía que 115 24| cara, y con voz gangosa, la hija mayor del barón, Rudesinda, 116 24| había osado preguntar a la hija segunda del barón «si le 117 24| prensa periódica, pero su hija no. Enfrente de esta pareja 118 24| sonaba la voz gangosa de una hija del barón... y atrás quedaba 119 24| A cenar.~ ~ -A cenar, hija mía -le dijo al oído Quintanar -. ¡ 120 25| Dios, basta.~ ~ -Bueno, hija, bueno..., no insisto.~ ~ 121 26| Sacramentos?~ ~ Se lo propuso la hija mayor, Agapita.~ ~ -Papá, 122 26| Que confiese. Está bien, hija mía. ¿Cómo ha de ser? Hace 123 26| oído el diálogo Somoza y la hija menor de Guimarán, Perpetua. 124 27| suelo...~ ~ ~perdóname, hija mía; sin querer me vuelvo 125 27| mismo en voz alta:~ ~ -¡Hija mía! Es otra. Ese Benítez 126 27| ha salvado... Es otra... ¡Hija de mi alma!~ ~ Cenaron en 127 27| Víctor dio un salto.~ ~ -¡Hija, por Dios...!, ya soy viejo 128 27| Pedro.~ ~ -Ya lo suponía, hija mía, pero vengo muerto de 129 27| esta molestia...!~ ~ -No, hija, no hay de qué..., al contrario... 130 27| civil, la baronesa y su hija mayor, que no quería correr 131 27| que tiene por allá a su hija...~ ~ El trueno que estalló 132 28| don Fermín es un botarate, hija mía, y perdona -contestó 133 28| Pero qué hora es, hija mía?~ ~ -Muy tarde... Ya 134 28| en Vetusta. Salacia, la hija del mar, sacaba a sus hermanas 135 29| de la casa.~ ~ «Ya ves, hija, tú has cometido una falta, 136 29| irme de esta casa.~ ~ -No, hija, lo que es, si tú lo tomas 137 29| dijo otra vez:~ ~ -Anda, hija mía, entra.~ ~ «Hija mía - 138 29| Anda, hija mía, entra.~ ~ «Hija mía -pensó Petra -, ésta 139 29| costumbre... Su Ana era como su hija... Y él sentía su deshonra 140 30| que teme por la vida de su hija, y lo temía al mismo tiempo 141 30| pie en la calle.~ ~ -Pero, hija mía, esto es un suicidio. 142 30| una carretera... Por Dios, hija, va usted a enfermar otra 143 30| Nada, nada de trato con la hija de la bailarina italiana!~ ~ 144 30| orfandad que le pertenecía como hija de militar.~ ~ -Échele usted