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Alfabética [« »] trepando 1 trepar 2 trepidación 1 tres 130 tresillistas 6 tresillo 20 triángulo 1 | Frecuencia [« »] 130 oh 130 ronzal 130 santos 130 tres 129 fuerza 129 sino 127 lado | Clarín (Leopoldo Alas) La Regenta Concordancias tres |
Cap.
1 1| convertía en dos, y luego en tres, todos seguidos, pegados. 2 1| bueno, creyente, nacían dos, tres, que ya jamás oirían hablar 3 1| ocupado todo el día, pero de tres a cuatro y media siempre 4 1| venir a esta su casa a las tres de la tarde? Le espero con...» 5 2| se confesaba cada dos o tres meses, no conocía a punto 6 2| canónigos; quedaban los tres y el Palomo, que abría y 7 3| por máquina repetía estas tres voces, que para ella habían 8 3| pasó adelante. Una, dos, tres hojas... leía sin saber 9 3| Y pensó que dentro de tres horas, antes de amanecer, 10 3| atrevió. Además, antes de tres horas debía estar camino 11 3| tú me llames si oyes los tres ladridos... ya sabes... 12 3| notada más que por dos o tres canarios, que movieron las 13 3| trasvolado, soñaba que oía los tres ladridos de Frígilis.~ ~ ¡ 14 3| la misma dama, cuando oyó tres ladridos lejanos. «¡Era 15 4| vivían parte del año los tres juntos, pero el verano y 16 5| poco a azufre.~ ~ Un día, tres o cuatro después de enterrado 17 5| buen tono. Comían dos o tres veces por semana fuera de 18 5| las de Ozores. Eran las tres maravillas de la población.~ ~ 19 5| señorita de Ozores tenía tres cabezas en la pared y tres 20 5| tres cabezas en la pared y tres o cuatro en el techo, y 21 6| demás achaques de abolengo. Tres generaciones habían bostezado 22 6| vestíbulo se encontraban tres o cuatro pasillos convertidos 23 6| su negocio: una casa de tres pisos que está construyendo 24 6| Vinculete jugaba desde las tres de la tarde hasta las dos 25 6| esta historia.~ ~ Eran las tres y media de la tarde. Llovía. 26 6| inmemorial acudían a las tres en punto a tomar café y 27 6| veces no poco, había dos o tres grupos de alborotadores, 28 7| traje le pedían el valor de tres y nunca le sentaban bien 29 8| uno..., mil ciento dos..., tres..., cuatro... -y seguía 30 8| plazuela, convendría retirar tres o cuatro metros la catedral. 31 8| llave del gas.~ ~ De las tres hijas de los marqueses, 32 8| se había quedado sin sus tres hijas. Previamente se daba 33 9| qué más? Adelante... reza tres Padrenuestros, una Salve 34 9| de Vetusta, de casas de tres pisos, iguales, cargadas 35 9| discordantes. La acera de tres metros de anchura, una acera 36 9| andar sin pararse a cada tres pasos. Costureras, chalequeras, 37 10| señora!, si ha roto usted tres de esos tiestos nuevos..., ¡ 38 10| Pílades de su marido. Y hacía tres años que ella vivía entre 39 10| primera vez!~ ~ Siguió; dio tres, cuatro pasos más sin resolverse 40 11| señorito.~ ~ El cual paseó tres o cuatro minutos entre los 41 11| cánones. Después de fumar tres pitillos volvió a sentarse. 42 12| grandísimo pillo que me pide tres pesetas por unas medias 43 12| estaba oyéndole. Vio dos o tres que él conocía y pensó: « 44 12| desempeñaba otros dos o tres cargos en Palacio, no todos 45 12| Breve de Paulo V y dos o tres de Gregorio XV. ¡Majaderos! 46 12| Llegaba tarde al paseo, daba tres o cuatro vueltas, y cuando 47 12| comida de familia..., los tres solos.~ ~ -¡Los tres solos! - 48 12| los tres solos.~ ~ -¡Los tres solos! -decía Olvido dejando 49 12| casa de otro Francisco hace tres días; no puedo faltar, sería 50 13| de su noble amiga. Estas tres personas formaban grupo 51 13| en pie, oían a Glocester tres canónigos más, el capellán 52 13| de la casa, don Aniceto, tres damas nobles, la gobernadora 53 13| pasaron al gabinete.~ ~ Los tres canónigos se levantaron; 54 13| Marquesa y a Obdulia: las tres rodearon al Magistral y 55 13| quien había visto dos o tres veces siendo ella muy niña 56 13| espalda y no una vez, sino tres o cuatro, dándole a entender 57 13| desenganchar el columpio.~ ~ -Tres metros y medio -dijo el 58 14| tarde había juntado a los tres enemigos del Magistral la 59 14| confesión de dos horas o tres o cuatro. «¡Sabría Dios 60 14| después otro y a veces dos o tres a un tiempo... Al mismo 61 14| reloj de la Universidad dio tres campanadas. ¡Tres cuartos 62 14| Universidad dio tres campanadas. ¡Tres cuartos de hora! Andaría 63 14| Sí.~ ~ -No.~ ~ -Dos.~ ~ -Tres.~ ~ -Para abajo.~ ~ -Mentira, 64 15| no he hablado con ella tres veces..., es una santa...~ ~ - 65 15| por anchos pilares a dos o tres varas del suelo. Allí dormía 66 15| Barinaga, que volvía a su casa -tres puertas más arriba de la 67 16| y cantaba una elegía de tres columnas, en tercetos entreverados 68 16| la atención retrocedía, y tres veces leyó los cinco primeros 69 16| es un pretexto para pasar tres horas cada dos noches observando 70 16| de amores desgraciados; y tres o cuatro vejetes verdes 71 16| negro y rojo y sentada sobre tres almohadones en un palco 72 16| notó, y le agradeció. Dos o tres veces se sonrieron y sólo 73 16| Cuando Mesía, ya cerca de las tres, de vuelta del Casino, trataba 74 17| por aquel lado, dejó oír tres campanadas como un aviso. 75 18| leguas se veía, según los tres, que Ana estaba interesada. 76 18| que pudo, preparó dos o tres castigos para varios párrocos 77 19| que se disponía a narrar tres o cuatro adivinaciones suyas.~ ~ - 78 19| servicio encendían dos o tres luces de gas en el salón, 79 19| de dos almas a través de tres siglos.~ ~ ~ ~ 80 20| se hacía una levita, cada tres compraba un sombrero alto, 81 20| viendo chocar o no chocar tres bolas de marfil. Algunas 82 20| en todas partes, y dos o tres veces al día entraba en 83 20| como le llamaban; dos o tres rasgos de despotismo en 84 20| entrar en la alcoba dos o tres veces, pero nunca pudo hablar 85 20| juntarse en el Espolón los tres mejores mozos del Cabildo: 86 20| dignidad. Gastaban entre los tres muchas varas de paño negro 87 20| quiso... Él se figuraba tres monjas hermosas, buenas 88 20| Espolón dedicaban a los tres buenos mozos del Cabildo, 89 20| mozos del Cabildo, a las tres torres davídicas, creía 90 20| su resistencia.~ ~ Dos o tres veces intervino en la algazara 91 20| combate de amor que duró tres noches, y fue más glorioso 92 20| Magistral, y otros dos o tres comensales borrachos.~ ~ 93 21| la visitaban cada dos o tres días y las visitas eran 94 21| a silla.~ ~ La carta, de tres pliegos, la llevó Petra 95 21| sobre ella, a un lado, había tres filas de bancos sin respaldos, 96 21| revela el sexo, y dos o tres, pequeñas, pálidas y recias, 97 21| no en balde habían pasado tres siglos». Empezó Ana a comprender 98 21| se bañaba más que dos o tres veces, ahora echaba de menos 99 21| sangrando, probando, como tres y dos son cinco, que en 100 22| lloriqueando. Hablaron los tres en voz baja; don Custodio 101 22| había abierto por dos o tres lados; se veía la carne 102 22| enterrador actual sólo recordaba tres o cuatro entierros así.~ ~ 103 23| de aquella reja; ¡si daba tres pasos podía tocarla a ella!» 104 23| donde había muchas señoras y tres clérigos. Allí se había 105 23| delante de mi casa... a las tres de la madrugada... Orgaz 106 24| llamaban los plebeyos «las tres desgracias», y a su señor 107 26| rodeaba una aureola.~ ~ Tres veces se había mandado aviso 108 26| También respiró Somoza. Los tres hubieran quedado en ridículo 109 26| Descalza! -gritaron las tres damas.~ ~ -Pues claro, hijas, 110 27| antigua todo aquello.~ ~ ¡Qué tres días! Yo me figuraba estar 111 27| del brazo de Vinagre! ¡Y tres días con los pies abrasados 112 27| sobre la carretera dos o tres minutos, y como si aquello 113 27| Sí, señor; pero hay tres callejas que se cruzan y 114 28| Hablaban a veces dos o tres a un tiempo, pero todos 115 28| visitar a la Regenta cada tres o cuatro días. A veces Ana 116 28| días después volvían los tres juntos a Vetusta; Benítez 117 28| la alfombra yacían dos o tres libros, pedazos de papel, 118 29| piedras y quitando cal, dos o tres estribos muy disimulados 119 29| el orgullo una herida de tres pulgadas -, no necesita 120 29| donde solía esperar dos o tres minutos a Frígilis, si no 121 29| como si bostezara, dio tres campanadas.~ ~ Don Víctor 122 29| y perilla... Después los tres juntos se habían puesto 123 30| había sucedido».~ ~ Dos, tres veces, ya al obscurecer, 124 30| las dos..., no oyó las tres, porque debió de dormitar 125 30| como lo cuenta.) Una, dos, tres (da las tres palmadas), ¡ 126 30| Una, dos, tres (da las tres palmadas), ¡plun!, ¡y al 127 30| apretar el gatillo, oyó tres palmadas rápidas y en seguida 128 30| tomaba el tren de Madrid, tres días más tarde de lo que 129 30| todo.~ ~ Y una tarde, a los tres días de la catástrofe, en 130 30| Ana, la llamó en vano dos, tres veces... Pidió luz asustado