Cap.

  1      1|   resistían pocos; a unos les daba miedo, a otros asco; pero cuando
  2      1|        sombrero flexible. No había miedo que en tal guisa le reconociera
  3      1|         por invencible pujanza del miedo que no le dejaba nunca dar
  4      1|   desplomaba la fortaleza de aquel miedo que poco antes salvara al
  5      2|            por interés, muchos por miedo; don Cayetano, incapaz de
  6      3|        nubes:~ ~ -¡No!~ ~ -¿Tienes miedo?~ ~ -¡Ca!~ ~ -Somos marido
  7      3|            llanto, pero cantaba de miedo. Al salir del bosque había
  8      4|           porque Dios quería, tuvo miedo de lo que los hombres opinaban
  9      4|           muchos segundos.~ ~ Tuvo miedo de lo sobrenatural; creyó
 10      4|       presentado no hubiera tenido miedo. La devoción de la Virgen
 11      6| anticuarios y callaba. Callaba por miedo al presidio.~ ~ El cuarto
 12      7|       Joaquinito Orgaz tenía mucho miedo. Tal vez sabía el de Pernueces
 13      8|        este hombre sin que hubiera miedo de un escándalo».~ ~ A Paco,
 14      9|    brincaba a los pies de Ana, sin miedo, fiada en la agilidad de
 15      9|             Ana dio un grito, tuvo miedo. Se le figuró que aquel
 16      9|           ser cuando le entraba el miedo de la muerte. Cuando caía
 17     10|           nada. Podía comulgar sin miedo; sí, madrugaría, comulgaría. ¡
 18     10|         ella era bien necia. Tenía miedo de estos enternecimientos
 19     10|          Con toda la que le dio el miedo sacudió el brazo para librarse
 20     10|           caricias, y además tenía miedo a los sentidos excitados
 21     10|            no pudo detenerse. Tuvo miedo a su víctima. La superstición
 22     10|           nunca había hecho! Tenía miedo... ¡la primera vez!~ ~ Siguió;
 23     10|            supersticiosa.~ ~ Tenía miedo; veía su virtud y su casa
 24     10|           me entra una comezón, un miedo supersticioso... Se me figura
 25     11|            Teresina se fijaron sin miedo en los de su amo.~ ~ -¿No
 26     12|            de la conciencia, o del miedo a la opinión del mundo.
 27     12|        vida de Jesús, que ya tenía miedo de tales imágenes; huía
 28     12|          perdiendo mucha parte del miedo -; con la palabra de V.
 29     13|          fue a don Álvaro.~ ~ Tuvo miedo de ponerse encarnada, de
 30     13|          me mareo, que me caigo de miedo.~ ~ Entonces don Álvaro,
 31     14|         algunas señoras que tenían miedo a la humedad y a la influencia
 32     14|         quedarse a solas con él de miedo a que le reprendiese por
 33     14|           la voz..., y mirando con miedo al de las naranjas, dijo
 34     15|            y una madre, y no había miedo de que las palabras fuesen
 35     15|            más por caridad que por miedo. Ya no temía lo que pudiera
 36     15|            dueño del comercio, sin miedo de una traición. Le llamaba
 37     15|        fiel por conveniencia y por miedo. En aquella casa el recuento
 38     15|       todavía, le asustaba, con un miedo supersticioso...~ ~ -¡Esos
 39     15|           balcón que se cierra con miedo de turbar el silencio de
 40     16|         ello la volvía loca, tenía miedo no sabía a qué, y buscaba
 41     16|             aquella amiga, le daba miedo.~ ~ Una mañana ella le habló
 42     16|          Ana al darle la mano tuvo miedo de que él se atreviera a
 43     16|          de oro que se esconde por miedo a las espinas de la realidad...
 44     16|      Sevilla, sintió supersticioso miedo al ver el mal en que paraban
 45     16|      excusar el verle... ¡Le tenía miedo...!, y hasta el estilo dulce,
 46     17|           toleraba.~ ~ Ana tuvo un miedo pueril que la embelleció
 47     17|           y se hubiera sentado sin miedo sobre sus rodillas, como
 48     17|            hacer ruido; pero tenía miedo de ser vista y retrocedía
 49     18|         como siempre, risueña, sin miedo al agua ni menos al fango
 50     18|           las ideas religiosas. El miedo a las expansiones naturales
 51     18|             Le había tomado cierto miedo. Varias máquinas de las
 52     19|       jaropes que él aborrecía, el miedo a equivocar las dosis, el
 53     19|            los de Quintanar, y sin miedo de aburrirle, tardes enteras
 54     19|     elocuente, hablaba largo y sin miedo, aunque siempre pausadamente;
 55     20|        negaciones, para ocultar el miedo, se ponía de pie, copa en
 56     20|       señora caer en cama, tomarle miedo a la muerte, y de amable,
 57     20|               claro! -Tenía cierto miedo a los conocimientos médicos
 58     20|          Lo dejó sobre la mesa con miedo y con ciertas precauciones.~ ~
 59     20|      suaves, tranquilos y miró sin miedo al seductor, a la tentación
 60     20|            torpeza ridícula, de su miedo estúpido..., y sintió vehementes
 61     21|       arrancó un botón de rosa con miedo de ser visto; sintió placer
 62     21|          no sirvo para esto. Me da miedo lo sobrenatural. ¿Tendrá
 63     21|        inundó el alma, y tembló de miedo; su seno se hinchó con un
 64     21|           en la arena.~ ~ Ana tuvo miedo. La tentación, la vieja
 65     21|           dolor de atrición, aquel miedo a no salvarse a pesar de
 66     21|        libro y leía... «¡Vuelta al miedo!, a la tristeza, a la languidez
 67     21|        tiempo para despedirse, sin miedo de ser vistos; como si aquella
 68     22|    enemistad general, algo como el miedo que está próximo a tener
 69     22|            profanos; conservaba el miedo al infierno Quintanar, «
 70     22|      Carraspique, aunque con mucho miedo, animado por su afán piadoso
 71     23|       vacío. Tuvo ella frío y casi miedo a la sombra de un confesonario
 72     23|         segundos.~ ~ A veces tenía miedo de volverse loca. La piedad
 73     23|           declamaba; y, con cierto miedo de que su marido se hubiera
 74     23|          pareció diabólica... tuvo miedo de sí misma... se refugió
 75     24|           piedad, pero ya no me da miedo; ya es una devota como otras
 76     24|        saludarme?» Y había sentido miedo y estuvo tentada a fingirse
 77     24|           él la atención sintió un miedo parecido al del ataque nervioso
 78     24|     recordaba igual en su vida. El miedo, el terror era como el de
 79     24|           de muy mal humor, ya sin miedo, la llenó el cuerpo de pieles,
 80     25|           le horrorizaba..., tenía miedo del aire libre, quería un
 81     25|       asustaba la actividad, tenía miedo de cualquier resolución;
 82     25|          no es eso... Es que tengo miedo... aquí, Fermín, aquí, en
 83     25|    esperanza de saciar su amor sin miedo de testigos, solo, solo
 84     25|        como a nadie..., ¿a qué ese miedo...? ¿Doy yo espanto, verdad...? ¿
 85     25|         Don Álvaro tuvo un poco de miedo, de aprensión de miedo. «
 86     25|          de miedo, de aprensión de miedo. «Si este hombre -pensó -
 87     25|           las entrañas...!» Y tuvo miedo de sí mismo. Había leído
 88     25|          mundanales, prosaicos, el miedo al qué dirán, no haría caso...,
 89     26|      seducirle a él y librarse del miedo del infierno. Don Pompeyo
 90     26|         siquiera la acompañaba. El miedo a los ojos de Vetusta, a
 91     26|         sus pies la Dolorosa, tuvo miedo, dio un paso atrás en vez
 92     27|          de eso; hablo de ello sin miedo de que vuelvan las visiones:
 93     27|        interioridades, sin asco ni miedo. Hablo de mi temor a la
 94     27|       religiosa escrupulosidad. El miedo guarda la viña, seré esclava
 95     27|          la idea de la locura y el miedo del dolor desconocido, extraño,
 96     27|           me veo aquí sola y tengo miedo y siento la soledad... Luego
 97     27|            bayeta que mostraba sin miedo Petra, más algo de la muy
 98     27|            como solía, hablaba sin miedo de ser oído, sin ver al
 99     27|            rayos en la casa.~ ~ El miedo ya era general.~ ~ -Ea,
100     28|         con alusiones embozadas al miedo positivo de su compañero,
101     28|       tierra.~ ~ Los dos se tenían miedo.~ ~ Los dos bajaron silenciosos,
102     28|         asomados a la galería, sin miedo al agua que les salpicaba
103     28|           dio el capricho de tener miedo a los truenos y quedarse
104     28|          el placer sin medida, sin miedo; aquella carrera desenfrenada
105     29|       volvería loca de fijo; tengo miedo a mi cerebro cuando estoy
106     29|         primeros días renegaba del miedo, de la ignorancia y de los
107     29|       capaz de morir de placer sin miedo. Y a pesar de tanta felicidad,
108     29|   materiales, las precauciones del miedo opusieron dificultades de
109     29|     Teresina dejaba la plaza y por miedo de que otra la ocupase le
110     29|          Petra. Así pues, no había miedo. Lo de saltar la tapia ofreció
111     29|        pocas». Don Víctor le tenía miedo, doña Ana también, cada
112     29|         cara, fingiendo humildad y miedo; «quería ver el gesto que
113     29|            no escaparían, no había miedo. Silencio y disimulo, esto
114     29|        hace mucho frío! -dijo, por miedo de delatarse.~ ~ «Afortunadamente
115     29|         volando fuera de tiro, sin miedo al cazador, pero tristes,
116     29|           un coche de segunda, por miedo al frío de los de tercera,
117     30|         que ese aldabón me inspire miedo, explícate la razón que
118     30|          ojos tales que le tuvo un miedo vago, supersticioso, el
119     30|            vago, supersticioso, el miedo del mal incierto. Hasta
120     30|      divina era carne humana; tuve miedo a su pudor y su pudor me
121     30|   deshacerle de un golpe; me tiene miedo, sábelo, hasta cuando le
122     30|          Vetusta podían atribuir a miedo su ausencia. Pero Frígilis,
123     30|       dicho era que él tenía mucho miedo; que así como se alegraba
124     30|           y temblando de frío y de miedo. El cielo encapotado amenazaba
125     30|          ante don Álvaro, sino por miedo a los remordimientos. Cuando
126     30|           cruz. Quintanar no tenía miedo, pero desfallecía de tristeza, «¡
127     30|       porque...»~ -¡Porque tuviste miedo a la justicia, y a mí también,
128     30|           fiebre.~ ~ Otra vez tuvo miedo a morir, otra vez tuvo el
129     30|            muerte... Y Ana iba sin miedo. El morir no la asustaba;
130     30|         que de noche tenía a veces miedo. Y poniéndose como un tomate,
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