Cap.

  1      1|        se hablaba más que con el Obispo y el señor Roque el mayoral
  2      1|          catedral y Provisor del Obispo. El delantero sintió escalofríos.
  3      1|       don Anacleto, familiar del Obispo -creyendo manifestar así
  4      1|        morada, como si fueran de Obispo; y el zapato era de esmerada
  5      1|        las aldeas acompañando al Obispo en su visita, siempre había
  6      1|         el amo del amo. Tenía al Obispo en una garra, prisionero
  7      1|  personal: el nombramiento de un Obispo joven, por ejemplo. Echaba
  8      1|         porvenir, se le figuraba obispo, cardenal, favorito en la
  9      1|        Patriarca y al campechano obispo de Nauplia; proponía rifas
 10      1|  seducirle, hacerle suyo como al obispo de Nauplia, aquel prelado
 11      2|         el coro a la derecha del Obispo, considerábase él digno
 12      2|        era muy amiga del célebre obispo de Nauplia, a quien yo traté
 13      2|      superior de la catedral. El Obispo era un bendito, Glocester
 14      2|         doña Ana Ozores. «Con el Obispo no había que contar; el
 15      2|      cielo, y no podía clamar al Obispo, porque éste era esclavo
 16      2|     gusto. ¡Malhaya el dignísimo Obispo, salvo el respeto debido,
 17      2|     debido, malhaya el dignísimo Obispo don García Madrejón que
 18      4|         universo entero en aquel obispo.~ ~ En el mismo instante
 19      4|         fe en Dios y en el santo obispo de Hipona».~ ~ Después,
 20      5|     Germán, después San Agustín, obispo de Hipona, después Chateaubriand
 21      7|           hace mucho. Tenemos un Obispo que es un santo, un Magistral...~ ~ -
 22      7|   incomparablemente mejor que el Obispo.~ ~ -No es un santo -añadía -
 23      7|     provincia: tiene embobado al Obispo, metido en un puño al clero;
 24      8|         comer, mandar capones al Obispo y fruta a las monjas para
 25      8|       con que la miraba el señor Obispo. Estaba segura de que ni
 26      8|       Estaba segura de que ni al Obispo ni a Mesía les sugería su
 27      8|        Álvaro. También lo era el Obispo. Y, sin embargo, bien lo
 28      9|        no recordaba que el santo Obispo gustaba de la música religiosa,
 29      9|     aquel tesoro! ¿Cómo no sería Obispo el Magistral? ¡Quién sabe! ¿
 30     11|       volver de Roma con el buen Obispo de Vetusta. El tema había
 31     11|         a los vetustenses y seré Obispo cuando llegue a los sesenta.
 32     11|       malva, corriente; no es un Obispo, es un borrego, pero...~ ~ -¡
 33     11|        la alberca de casa; si el Obispo es un maniquí en nuestras
 34     11|       primero de la diócesis? El Obispo ¿no le reconocía de buen
 35     12|   llamaba por antonomasia el del Obispo. Sumido en la sombra de
 36     12|         donde los familiares del Obispo jugaban al tute. La presencia
 37     12|      Palacio el que destinaba el Obispo a sus visitas particulares.
 38     12|          don Fortunato Camoirán, Obispo de Vetusta, dejaba al Provisor
 39     12|       Arcediano, «opinaba que el Obispo -pero éste era su secreto -
 40     12|          contar para nada con el Obispo!~ ~ ¿Qué resultaba de aquella
 41     12|             Cómo había llegado a Obispo? En una época de nombramientos
 42     12|         si yo no ! -gritaba el Obispo desesperado, temiendo por
 43     12|          ponía a los zapatos del Obispo estuvieran bien disimuladas.~ ~ -
 44     12|          éstos una gloria.~ ~ El Obispo tenía sus motivos para exigir
 45     12|              Quiere usted ser el Obispo de Los miserables, un Obispo
 46     12|     Obispo de Los miserables, un Obispo de libro prohibido? ¿Hace
 47     12|          no es eso -respondía el Obispo sofocado, con ganas de meterse
 48     12|          cansarse. Decían que el Obispo se prodigaba demasiado. «
 49     12|     explicaba por qué gustaba el Obispo como predicador. «Él confesaba
 50     12|            Y la controversia? El Obispo nunca hablaba mal de nadie;
 51     12|         a la cátedra sagrada. El Obispo había hablado a los señores
 52     12|        se atrevió a decir que el Obispo no se iba al grano.~ ~ Para
 53     12|        se había desacreditado el Obispo), saludó al altar, saludó
 54     12|        mayor altura que el señor Obispo. Esto cundió por las tertulias,
 55     12|       desde entonces la fama del Obispo como orador se perdió irremisiblemente.
 56     12|        con tonos de tristeza. El Obispo hablaba con una voz de trueno
 57     12|     patéticos, a que obligaba al Obispo la fuerza de la emoción,
 58     12|         derrotado el Provisor al Obispo.~ ~ Cuando Camoirán llegó
 59     12|         clases: todas querían al Obispo por padre espiritual. Pero
 60     12|          tenía poca gracia. Y el Obispo las iba llamando por rigorosa
 61     12|          zapatilla?~ ~ Aludía el Obispo al paseo de los artesanos
 62     12|          ex-corte; aquel humilde Obispo a quien el Provisor en cuanto
 63     12|       mirada como un rayo.~ ~ El Obispo estaba sentado en un sillón
 64     12|  millonario de la Colonia.~ ~ El Obispo al ver al Magistral se ruborizó,
 65     12|  inocente. «¡Unas señoras con el Obispo! ¡Y ningún caballero las
 66     12|      catedral y rogando al señor Obispo que presidiera el solemne
 67     12|     razón -se atrevió a decir el Obispo, a quien todavía engañaba
 68     12|       osaba llamar imprudente al Obispo.~ ~ Las damas salieron:
 69     12|        ella había recomendado al Obispo, y acercándose al oído de
 70     12|      sobre todo aquel demonio de Obispo abrumándole con su humildad,
 71     12|         de la grandeza moral del Obispo. Él era la única persona
 72     13|        de potencia a potencia al Obispo, y Ripamilán, que no la
 73     13|     quien consideraba más que al Obispo; «era todo un gran hombre
 74     13|         solía en tal materia, al Obispo de Nauplia, la fonda de
 75     14|           No, señor -le decía al Obispo -; yo no comprendo que pueda
 76     14|          majas del pueblo...» El Obispo creía que las señoritas
 77     14|          y lo siento... Pero ese Obispo, ese bendito señor... En
 78     14|          en seguida se agregó un obispo de levita (frase que hacía
 79     14|     opina usted? -le preguntó el obispo laico en aquel instante,
 80     14|    caserón triste y achacoso del Obispo, lo oscurecía todo; mientras
 81     14|      hasta el gabinete en que el Obispo corregía las pruebas de
 82     14|       irguió la cabeza y miró al Obispo sorprendido y ceñudo.~ ~ -¿
 83     14| demasiado...~ ~ -Oye -exclamó el Obispo dejando de leer pruebas -, ¿
 84     14|   muchacho -se quedó pensando el Obispo, que trataba al Magistral
 85     14|        Teresina, del cognac, del Obispo; no pensó más que en los
 86     15|          descubierto. Conocen al Obispo, saben que sólo por ahí
 87     15|     jesuita. Le quería canónigo, obispo, quién sabe cuántas cosas
 88     15|         Pero allí se le buscó al Obispo una ama de llaves y Paula
 89     15|          hecho niño mimado de un Obispo, ella le había empujado
 90     16|        de volar más alto, de ser obispo, jefe de la Iglesia española,
 91     17| acreditados. Oiga usted al señor Obispo en los días que él quiere
 92     17|          pécora, ¿qué demonio de obispo entra aquí por la noche
 93     18|          al Gran Constantino, al obispo madre, ni había entrado
 94     18|     hermosísimo?» -preguntaba el Obispo madre, en estilo de novena,
 95     18|          después al palacio y el Obispo sufrió una fuerte reprensión
 96     18|         de letras gordas, que el Obispo tenía entre los dedos. El
 97     19|        Feijoo y la opinión de un obispo inglés, cuyo nombre no recordaba, «
 98     20|          don Leandro Lobezno, el obispo de levita, el Preste Juan
 99     20|    contentó con decir: -El señor obispo no tiene derecho de excomulgar
100     20|   amargos instantes insultaba al obispo y demás alto clero. Tuvo
101     20|       sus relaciones para que el obispo se metiera el rayo en el
102     20|          reconocer que el actual obispo de Vetusta, don Fortunato
103     20|          lo principal visitar al Obispo, conseguir que la murmuración,
104     20|     Úrsula, el ama de llaves del Obispo, tenía orden de no dejar
105     20|    llegaría a poner en manos del Obispo las pruebas de aquellas
106     20|           lo que haría saltar al Obispo, era lo que se refería al
107     21|      prometiendo ir a sondear al Obispo. Tomó el camino de la Plaza
108     21|       camino de la virtud, a ser obispo, cardenal, pontífice. «¡
109     22|    apoderado del ánimo del señor Obispo, tenía sojuzgada a la diócesis».
110     22|         y el mismo Fortunato, el Obispo, a quien tenía De Pas en
111     22|         Llegó y todo se supo; el Obispo rezaba ante una imagen de
112     22|     Carraspique dio un salto. El Obispo, saliendo de su oratorio,
113     22|        salir de aquí... Ir... el Obispo... a un hereje contumaz...,
114     22|       insolente que escupiría al Obispo con mucha frescura; don
115     22|        con suficiente energía al Obispo la administración del cementerio.~ ~
116     26|           de Mesía, de Foja, del Obispo, y aunque con repugnancia,
117     26|    cónclave, Ripamilán, el mismo Obispo, que había abrazado al Magistral
118     26|      para dichos. El mismo señor Obispo, en su último sermón a las
119     28|       ira la desahogaba sobre el Obispo y con la curia eclesiástica.
120     30|     vetustenses, y su madre y el obispo y el papa, preguntaban ¿
121     30|         preguntó... por el señor obispo de Nauplia, que estaba de
122     30|     Cosas de política... Eso del obispo y el gobernador..., lo de
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