Cap.

  1      1|          llamaba el Parque de los Ozores; sí, señor, la había visto
  2      1|           extensos como el de los Ozores y el de los Vegallana. Y
  3      1|            Vegallanas, Membibres, Ozores, Carraspiques y demás familias
  4      2|         familia vetustense de los Ozores. En cuanto a la advenediza
  5      2|   Entretanto la Regenta era la de Ozores. La cual siempre había sido
  6      2|      honor de confesar a doña Ana Ozores. «Con el Obispo no había
  7      3|         trato social.~ ~ Doña Ana Ozores no era de ninguna cofradía.
  8      3|           diría don Cayetano. Ana Ozores depositó un casto beso en
  9      3|          parque -la huerta de los Ozores -. Entonces sí que haría
 10      3|        extremo del caserón de los Ozores.~ ~ Atravesó un gran salón
 11      4|         IV -~ ~ La familia de los Ozores era una de las más antiguas
 12      4|          un segundón del conde de Ozores. Don Carlos tuvo dos hermanas,
 13      4|           amor se casó don Carlos Ozores a los treinta y cinco años
 14      4|         viviera mi padre -pensaba Ozores - de fijo perdonaba este
 15      4|     indigna.~ ~ El palacio de los Ozores era de don Carlos; sus hermanas
 16      4|       imprudencia imperdonable de Ozores se vio disponiendo a su
 17      4|    saludable a todos los vientos. Ozores dio órdenes para que se
 18      4|         casi sansimoniano. Emigró Ozores y doña Camila juró odio
 19      4|      preparó a la infancia de Ana Ozores un verdadero gimnasio de
 20      4|          los veintisiete años Ana Ozores hubiera podido contar aquel
 21      4|        porrazo! ¡El nombre de los Ozores deshonrado!, porque al fin
 22      4|        deshonrado!, porque al fin Ozores era la niña, aunque indigna».~ ~
 23      4|        inminente, el honor de los Ozores. Don Carlos entonces no
 24      4|      peligro para el honor de los Ozores? Pues él veía, por el contrario,
 25      4|           explicaba y recomendaba Ozores la educación omnilateral
 26      4|         leerse todo. El romántico Ozores era clásico después de su
 27      4|  educación neutra. A pesar de que Ozores pedía a grito pelado la
 28      4|     general; pero los amigotes de Ozores ni esto hacían; eran pinos
 29      4|      Museo de Pinturas, ella, Ana Ozores, la de carne y hueso, tenía
 30      4|        que prodigaba el arruinado Ozores por tal de tener contrincantes.
 31      4|       dónde ha leído eso el señor Ozores?~ ~ «El capellán no era
 32      5|         señorita doña Anunciación Ozores había llegado a los cuarenta
 33      5|         una antigua criada de los Ozores.~ ~ Había muerto don Carlos
 34      5|        manifestase la señorita de Ozores, vestida de riguroso luto,
 35      5|          renegado de la fe de los Ozores! «Por no ser víctima de
 36      5|      habían imaginado digna de un Ozores, aunque fuese extraviado,
 37      5|        nuevo.~ ~ Las señoritas de Ozores y la nobleza de Vetusta
 38      5|     naturalmente las señoritas de Ozores, no se hablaba más que de
 39      5|         moderna. Las señoritas de Ozores están llevando a cabo una
 40      5|          todas luces azul, de los Ozores, se mezcló en mal hora con
 41      5|       hija de don Carlos como una Ozores, descendiente de la mejor
 42      5|          suspiró esta señorita de Ozores. Suspiró su hermana también.~ ~
 43      5|           señoritas incasables de Ozores. En aquel mundo de flaquezas,
 44      5|         como su padre y todos los Ozores, pues lo traían de raza.
 45      5|        atrevería a enamorar a una Ozores, aunque se muriese por ella.
 46      5|         ojos vistas, según las de Ozores. Mientras la joven saboreaba
 47      5|         aquella hermosura y Anita Ozores fue por aclamación la muchacha
 48      5|     posible, la sobrina de las de Ozores. Eran las tres maravillas
 49      5|         la hubieran asesinado las Ozores; no había manera decorosa
 50      5|        aquellas solteronas. «¡Una Ozores literata!»~ ~ «Por allí,
 51      5|     entonces la señorita doña Ana Ozores diecinueve años y el señor
 52      5|    Vetusta, para las señoritas de Ozores, que no le habían visto
 53      5|           diablo, detuvo a las de Ozores en la carretera de Castilla
 54      5|     sombrío portal del caserón de Ozores. Doña Anuncia ofreció la
 55      5|          presentar en casa de las Ozores y pidió a doña Anuncia la
 56      5|          sombra de la señorita de Ozores tenía tres cabezas en la
 57      5|        entró en el estrado de los Ozores. Venía a pedir la mano de
 58      5|          mangas de camisa».~ ~ La Ozores contestó:~ ~ «Que ella no
 59      5|    promesa.~ ~ Pasó un mes, y Ana Ozores de Quintanar, con su caballeresco
 60      7|          de la señora doña Ana de Ozores de Quintanar, porque esta
 61      7|           hiciera en favor de Ana Ozores una excepción que a todo
 62      7|          a él le pasaba con Anita Ozores. Verdad era que en aquellos
 63      8|         de la difunta doña Águeda Ozores; además, el horno de la
 64      9|     sombra está el palacio de los Ozores, de fachada ostentosa, recargada,
 65      9|         portal del caserón de los Ozores, y se detuvieron. El farol
 66     10|         señorita doña Anunciación Ozores, que en paz descansa. Ahora
 67     10|          otro de la huerta de los Ozores. Al acercarse a la puerta,
 68     11|            q.b.s.m.,~ ~ ~ ~ANA DE OZORES DE QUINTANAR».~ ~ -¡Jesús,
 69     11|      algún día su amistad con Ana Ozores llegaba al punto de poder
 70     12|       enfrente del caserón de los Ozores, en la Plaza Nueva, podrida
 71     12|            Esta voz era la de Ana Ozores.~ ~ Al Magistral le zumbaron
 72     13|    rodeada, como el parque de los Ozores, de árboles altos y de espesa
 73     14|   Rinconada. En el caserón de los Ozores no vio más luz que la del
 74     16|        todo no puede ser».~ ~ Ana Ozores no era de los que se resignaban.
 75     16|       Quintanar el caserón de los Ozores, y ya había aventurado algunas
 76     16| periódicos locales.~ ~ Cuando Ana Ozores se sentó en el palco de
 77     16|       haría de su partido a la de Ozores, si llegaría a dominar a
 78     16|     Comendador; el caserón de los Ozores era su convento; su marido,
 79     17|  prometido no ir; y había ido Ana Ozores, que nunca asistía».~ ~
 80     17|          de la piedad de doña Ana Ozores de Quintanar...~ ~ -¿De
 81     17|    Frígilis entró en el Parque de Ozores por la puerta de atrás,
 82     18|    determinaban los demás. Si Ana Ozores hubiera tenido un carácter
 83     18|        del sombrío caserón de los Ozores. Había confesado otras dos
 84     18|      heroica resistencia de la de Ozores; no comprendía él que su
 85     20|          las confesiones de Anita Ozores, lo mucho que duraban las
 86     20|        perdía. Para ella doña Ana Ozores, la dichosa Regenta, era
 87     20|       Casino en el caserón de los Ozores. Iba a despedirse. Don Víctor
 88     21|         aquella intimidad con Ana Ozores. ¡Cuántos años habían vivido
 89     21|        días; en el caserón de los Ozores unas veces, otras en el
 90     22|           en aquel caserón de los Ozores! ¡Qué escándalo! Todo se
 91     22|       Álvaro no iba a casa de los Ozores sino muy de tarde en tarde
 92     22|     Provisor en el caserón de los Ozores con el que tuvieron los
 93     25|        cenar y bailar, y doña Ana Ozores, la mismísima Regenta que
 94     25|     tranquila, perezosa, de Anita Ozores. Con la lluvia pertinaz,
 95     25|     conseguido mayor favor de Ana Ozores, esto era lo cierto».~ ~
 96     25|          la alegría nueva.~ ~ Ana Ozores, cerca del presbiterio,
 97     26|       estuvo en el caserón de los Ozores desde las siete hasta más
 98     26|           competencia de doña Ana Ozores en vez de molestarle le
 99     27|      régimen, q. b. s. m.~ ~Anita Ozores de Quintanar».~ ~ ~ Después
100     27|       penitente agradecida.~ ~Ana Ozores».~ ~ ~ «P. D. -¿Que se conoce
101     29|        comió en el caserón de los Ozores. El salón estaba ahora empapelado
102     29|       trasladar al caserón de los Ozores el nido del amor adúltero.
103     29|           asilo el caserón de los Ozores. Era lo más seguro, lo más
104     29|          salir del caserón de los Ozores, pero entre tanto prestaría
105     29|        Petra en el caserón de los Ozores por muchos conceptos. Pero
106     29|         asalto del caserón de los Ozores por el Tenorio vetustense,
107     29|       entrar en el caserón de los Ozores y coser a puñaladas el pecho
108     30|         portal del caserón de los Ozores, que apenas alumbraba a
109     30|          salida del parque de los Ozores, si nada había ocurrido,
110     30|        enfrente de la casa de los Ozores.~ ~ «¿Qué habría pasado? ¿
111     30|           llegó al caserón de los Ozores, vio a don Tomás Crespo
112     30|      entraba en el palacio de los Ozores. Esto era lo peor, después
113     30|     entraban en el caserón de los Ozores después de la muerte de
114     30|               Hablaban mal de Ana Ozores todas las mujeres de Vetusta,
115     30|      instaló en el caserón de los Ozores. Trasladó su lecho de la
116     30|         caserón nobilísimo de los Ozores.~ ~ Y decían unos:~ ~ -Será
117     30|         viva en el caserón de los Ozores.~ ~ -Claro, porque aunque
118     30|     cuerpo siempre hermoso de Ana Ozores.~ ~ Y con algo de remordimiento
119     30|        que la volvían loca, Anita Ozores volvió a las prácticas religiosas,
120     30|          salió del caserón de los Ozores y con el velo tupido sobre
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License