Cap.

  1      1|          Basílica. La torre de la catedral, poema romántico de piedra,
  2      1|     venerables canónigos, cabildo catedral de preeminentes calidades
  3      1|           sonó en un tejado de la catedral les llamó al orden.~ ~ -¡
  4      1|          de aquella santa iglesia catedral y Provisor del Obispo. El
  5      1|      Palomo, empleado laico de la Catedral, perrero, según mal nombre
  6      1|    algunas veces a la torre de la catedral. Solía hacerlo a la hora
  7      1|        medio de la plazuela de la catedral, la calle de la Rúa y la
  8      1|         se creía postergado en la catedral vetustense. Pero otras veces,
  9      1|        jardín.~ ~ Alrededor de la catedral se extendía, en estrecha
 10      1|         ciudad, a la sombra de la catedral, o de Santa María la Mayor
 11      1|    canónigo amaba el barrio de la catedral, aquel hijo predilecto de
 12      1|       dando guardia de honor a la catedral, las dos iglesias antiquísimas
 13      1|         sabía cómo, entraba en la catedral y lo profanaba todo. El
 14      1|        ver las antigüedades de la catedral y otras de la Encimada.
 15      1|  Palomares que quieren visitar la catedral acompañados de una persona
 16      1|          dijo -, esta visita a la catedral es un pretexto.~ ~ Y añadió:~ ~ -¡
 17      1|       notar cómo iba vestida a la catedral. «Estas señoras desacreditan
 18      1|       mucho bueno que había en la catedral y el lugareño se pasmaba
 19      2|         La visita de Obdulia a la catedral había despertado sus instintos
 20      2|        ruido con las llaves de la catedral y cada canónigo se iba a
 21      2|       único hombre superior de la catedral. El Obispo era un bendito,
 22      2|        los dependientes del clero catedral. Antes de la reacción religiosa
 23      2|      explotaré».~ ~ Y salió de la catedral haciendo cálculos por los
 24      2|           la Regenta estaba en la catedral, según le habían dicho,
 25      2|     andando por la nave Sur de la catedral, dirigiéndose a la puerta.
 26      2|          arte, la ignominia de la catedral de Vetusta.~ ~ Calló un
 27      2|           pensaba -, ¡pero en una catedral!»~ ~ El Infanzón estaba
 28      5|           enseñaba la torre de la catedral, el Paseo de Verano, y,
 29      5|           llevaban la torre de la catedral, otra maravilla.~ ~ Entretanto,
 30      6|          antiquísima vecina de la catedral. Los socios jóvenes querían
 31      6|     Guimarán, el filósofo, que la catedral se convirtiera en paseo
 32      7|       clero, sobre todo del clero catedral, hace mucho. Tenemos un
 33      7|           hubo un escándalo en la catedral, que el Palomo tuvo que
 34      7|    Palomares...~ ~ -Esa, fue a la catedral con Obdulia, las acompañó
 35      8|       hubiese proporción entre la catedral y la plazuela, convendría
 36      8|           tres o cuatro metros la catedral. Y él lo hubiera propuesto
 37      8|       allí mucho tiempo. El clero catedral prefería visitar a la Marquesa
 38      8|          la calle, del lado de la catedral, apareció una señora que
 39      8|            Qué había pasado en la catedral? ¿Qué hombre era aquel don
 40     10|         la sombra. La torre de la catedral, que a la luz de la clara
 41     10|           life vetustense, y a la catedral cuando predique don Fermín
 42     11|         la diócesis y sabio de la catedral le imponía un trabajo abrumador;
 43     11|       hasta en la sacristía de la Catedral.~ ~ De Pas sabía todo lo
 44     11|           segundo organista de la Catedral, que ya había sido delator
 45     11|          a la Regenta salir de la catedral y juntos se fueron hablando
 46     11|          a su querida torre de la catedral, también robusta, también
 47     11|        pero «desde que eran de la catedral» fumaba en secreto, sólo
 48     11|         quiero conferencias en la catedral; que vaya al sermón la señora
 49     12|         Sumido en la sombra de la Catedral, ocupaba un lado entero
 50     12|         no llevo mis pájaros a la catedral para que canten el Gloria
 51     12|      apiñados en el crucero de la catedral, alrededor del público!
 52     12|      fuese, congraciándose con la catedral y rogando al señor Obispo
 53     12|         cubría de sombra la parda catedral... huyó hacia las calles
 54     13|        separado en la plaza de la Catedral para ir al asunto de la
 55     13|        tiene costumbre de ir a la Catedral a esa hora...~ ~ -No importa,
 56     13|        Después de la escena de la Catedral, donde creía haber adelantado
 57     13|        allí mucho mejor que en la catedral. Todo esto se le pasó por
 58     14|        clero, así parroquial como catedral de la Vetusta católica de
 59     14|       Palacio.~ ~ La sombra de la catedral, prolongándose sobre los
 60     14| insufrible...!»~ ~ El reloj de la catedral dio la hora con golpes lentos;
 61     14|    Andaría adelantado... No... La catedral, que era la autoridad cronométrica,
 62     15|          casa del Chato, dos a la Catedral, dos a la Santa Obra, una
 63     16|          consigo, sin salir de la catedral, a regiones superiores,
 64     16|      frecuentes escapatorias a la catedral.~ ~ «¡No podía presumir
 65     17|       pretendía yo que fuese a la catedral esta tarde. Quería decirle,
 66     17|        sale en las capillas de la catedral; quién confiesa a menudo,
 67     17|  defendido a usted) y hasta en la catedral. El señor Mourelo dudaba
 68     17|        nuestro pleito fuera de la catedral, no es preciso que usted
 69     17|       todo correr. La torre de la catedral, que espiaba a los interlocutores
 70     18|            inútil. La torre de la catedral aparecía a lo lejos, entre
 71     18|          encontrar a menudo en la catedral, en las Conferencias de
 72     19|         del cielo; la torre de la catedral allá arriba, como en la
 73     19|         desde el campanario de la catedral, los preparativos de una
 74     19|           parduzco de Vetusta; la catedral parecía desde allí hundida
 75     20|           lo que la Iglesia, y la catedral sobre todo, perdían con
 76     21|        daba cuenta.~ ~ Llegó a la catedral. Entró en el coro. El Palomo
 77     21|     alababa su celo, su amor a la catedral; el Palomo, pasmado y agradecido,
 78     21|       usted -decía al salir de la catedral don Custodio - qué satisfecho
 79     21|      otras en el Catecismo, en la catedral, en San Vicente de Paúl,
 80     21|      hablaban en el pórtico de la catedral mucho tiempo para despedirse,
 81     22|           corrillo, delante de la catedral, al salir de misa de doce.~ ~ -
 82     23|         los ámbitos oscuros de la catedral, subían a la bóveda y pugnaban
 83     23|       bóveda, parecía iluminar la catedral con rayos del alba. Y no
 84     23|      agujeros y volvió a regar la catedral con chorritos de canciones
 85     23|        quedaban en el resto de la catedral muy a sus anchas los pocos
 86     23|         allí, en el crucero de la catedral, oyendo como entre sueños
 87     23|        dado con él en medio de la catedral donde no había puesto los
 88     23|          Se levantó y salió de la catedral que empezaba a dormirse.~ ~
 89     23|         Aquél no era camino de la catedral. Una vaga esperanza de encontrar
 90     23|          el suyo. Se dirigió a la catedral y se sentó sobre la tarima
 91     23|           subir al púlpito, en la catedral, a predicar un sermón de
 92     23|      sonrió como poco antes en la catedral. Aquella sonrisa pedía perdón
 93     23|        esta tarde... Y ahora a la catedral... junto al altar de la
 94     23|         rosa de Jericó!~ ~ -¡A la catedral, a la catedral! -gritaron
 95     23|               A la catedral, a la catedral! -gritaron los del salón.~ ~
 96     24|          claro... ¿Cuándo toca la catedral? ¿Pasado? Pues pasado iré
 97     25|          compasión, refería en la catedral todo lo que había sucedido
 98     25|        anduvo por las naves de la catedral vacilante, sin saber encontrar
 99     25|           y oro. La capilla de la catedral se trasladó en masa al coro
100     26|       ninguno, había profanado la catedral oyendo borracho la Misa
101     26|           venía de la parte de la catedral. Oyó cohetes. ¿Qué era aquello?
102     26|           piedras!»~ ~ Huyó de la catedral triste, aprensivo, dudando
103     26|        encontró en el atrio de la catedral, al salir de misa.~ ~ -¡
104     26|       abrazado al Magistral en la catedral poco después de bendecir
105     27|           que suene la hora en la catedral.~ ~ -¡En la catedral! ¿Pero
106     27|           la catedral.~ ~ -¡En la catedral! ¿Pero se oye desde aquí,
107     27|    mientras la señora torre de la catedral se decide a cantar la hora...~ ~ -
108     27|         de Ana.~ ~ El reloj de la catedral, a media legua del Vivero,
109     27|           libre sus deberes de la catedral, en el Vivero en compañía
110     27|           diez en punto. Fue a la catedral, pero no pudo parar allí,
111     28|         solitario. El reloj de la catedral dio las doce. Se abrió la
112     29|      aquel momento el reloj de la catedral, como si bostezara, dio
113     29|         Álvaro.~ ~ El reloj de la catedral dio las siete.~ ~ Aquellas
114     29|          a él?»~ ~ El reloj de la catedral dio las siete y media.~ ~
115     29|          ser bien infeliz!»~ ~ La catedral dio ocho campanadas. «¡Las
116     29|       sólo se veía la torre de la catedral, como un gallardete negro
117     30|        toda de negro, entró en la catedral solitaria y silenciosa.
118     30|         Aquel olor singular de la catedral, que no se parecía a ningún
119     30| confesonario.~ ~ Ya era tarde. La catedral estaba sola. Allí dentro
120     30|           cayó sin sentido.~ ~ La catedral estaba sola. Las sombras
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