Cap.

  1      1|         veía un poco del billar del casino, que estaba junto a la iglesia
  2      3|        Álvaro Mesía, presidente del casino de Vetusta y jefe del partido
  3      3|            Mesía, el presidente del Casino, ni más ni menos, envuelto
  4      4|         boca en boca, y hasta en el casino se supo lo de aquella confesión
  5      4|       imaginación de los socios del casino.~ ~ A Germán, que no pareció
  6      5|             Se discutió, como en el casino de Loreto, la verosimilitud
  7      6|                          VI -~ ~ El Casino de Vetusta ocupaba un caserón
  8      6|          más arraigo. No se mudó el Casino y siguió remendando como
  9      6|            decían los viejos, si el Casino deja de residir en la Encimada,
 10      6|       residir en la Encimada, adiós Casino. Era un aristócrata.~ ~
 11      6|        porque jugar se jugaba en el Casino de Vetusta con una perfección
 12      6|            la cama el Imparcial del Casino. Y no había de trasladar
 13      6|            la prensa que llegaba al Casino. Deleitábale singularmente
 14      6|            inferior del estante del Casino. Más ejemplares habría por
 15      6|          amenazado a los socios del Casino con darles un susto, los
 16      6|        tafurería. Se contaban en el Casino portentos de credulidad
 17      6|          zapatos viejos. Llegaba al Casino, calzaba los zapatos de
 18      6|        Después que Bedoya salía del Casino, pasando sin ser visto de
 19      6|             presa. No siempre en el Casino se podía hablar mal de los
 20      6|      colgaduras en los balcones del Casino el conserje. Ronzal, que
 21      6|            apariencias, y que en el Casino pasaban por más sabios los
 22      7|   establecimiento público...~ ~ -El Casino no es un establecimiento
 23      7|           envidia al Presidente del Casino.~ ~ Ningún vetustense le
 24      7|          fantasía el Presidente del Casino era todo un hombre de novela
 25      7|          minoría, el presidente del Casino declaró imparcialmente que «
 26      7|            aunque el presidente del Casino fingiera defender al canónigo,
 27      7|           contaba el presidente del Casino, de veinticinco a veintiséis
 28      7|       Regenta.~ ~ El presidente del Casino apreciaba el progreso de
 29      8|           con que sacaba libros del Casino, se dirigía a una silla
 30      8|        saliva era el Presidente del Casino, colorado como una amapola.
 31      9|          ennegrecidos, como los del Casino, por la humedad que trepa
 32     10|          reuniones de confianza del Casino en cuanto se inauguren este
 33     11|         paseo, en las calles, en el Casino, hasta en la sacristía de
 34     11|             que Orgaz contaba en el Casino dos días antes: que don
 35     12|    Glocester en las discusiones del Casino y decía:~ ~ «-Señores, lo
 36     16|         Víctor, que ya estaba en el Casino jugando al ajedrez. Sobre
 37     16|         luego se van dando pisto al Casino con sus demasías, no tiene
 38     16|           Quintanar, que volvía del Casino, encontrar a su mujer conversando
 39     16|         Mesía y otros elegantes del Casino: algunos banqueros, un título
 40     16|       concurrían cuantos socios del Casino tenían amistad con cualquiera
 41     16|             las tres, de vuelta del Casino, trataba de llamar al sueño
 42     18|       Corujedo más trato que el del Casino. Se entendía con los jardineros.
 43     18|          alejaba de su casa. Iba al Casino a disputar y a jugar al
 44     18|            decía Paco a Mesía en el Casino, a última hora, cuando sólo
 45     19|             el Ingeniero jefe en el Casino? ¿Y los paseos largos que
 46     19|        amistad de don Víctor. En el Casino se sentaba a su lado, tenía
 47     19|            mal tiempo. Veterano del Casino había que llevaba andado
 48     20|            recibió la noticia en el Casino -todavía iba al Casino entonces -.
 49     20|           el Casino -todavía iba al Casino entonces -. Una sonrisa
 50     20|             batallas las daba en el Casino, donde pasaba media vida (
 51     20|                 Y salía furioso del Casino. «No se podía ir allí».~ ~
 52     20|          poner jamás los pies en el Casino.~ ~ -Lo que se ha hecho
 53     20|           le importa a usted que el Casino cuelgue e ilumine? ¿Qué
 54     20|            se borró de la lista del Casino.~ ~ Perdió aquel refugio
 55     20|         achacaba al Provisor. En el Casino tampoco se hablaba de otra
 56     20|         creía ver el Presidente del Casino ocultos deseos, declaraciones
 57     20|            proponer en la Junta del Casino que no se celebrara en adelante
 58     20|             que el ateo volviese al Casino, hacía falta aquel refuerzo
 59     20|         Pompeyo para restituirlo al Casino, «de donde nunca debió haber
 60     20|  pensamiento vuelve a brillar en el Casino... Mi aspiración se ha realizado.
 61     20|         nosotros, se restituiría al Casino.~ ~ -¡Con mil amores! Ésa
 62     20|          suplicarle que volviera al Casino! Oh, aquello era demasiado.
 63     20|           después en el comedor del Casino que ocupaba una crujía del
 64     20|         trasnochadores abonados del Casino.~ ~ Pocas veces comía en
 65     20|           nombre de la Junta que el Casino jamás tendría religión,
 66     20|          del frívolo Presidente del Casino. Paco Vegallana había hecho
 67     20|      doméstico, llamémoslo así, del Casino. Pero, ¡ah!, señores diputados, ¿
 68     20|    diputados, ¿por qué ha vuelto al Casino el señor Guimarán? Tatiste
 69     20|          pocas horas después, en el Casino, donde le recibieron con
 70     20|             mozo del restaurant del Casino, cuanto se había hablado
 71     20|             tarde el Presidente del Casino en el caserón de los Ozores.
 72     21|             a dar una vuelta por el Casino; después iba a ver los periódicos;
 73     21| maquinaciones de los conjurados del Casino.~ ~ En cuanto pudo el Magistral
 74     21|      disgustaba». Iba don Víctor al Casino: ni un alma. Algún magistrado
 75     21|         frescura de las olas. En el Casino leía los periódicos de La
 76     21|             de la murmuración en el Casino, entre cuatro o cinco socios
 77     22|           le daba Mesía, allá en el Casino, los tomaba muy en cuenta
 78     22|           siglo -gritaba Foja en el Casino -, en este siglo calumniado
 79     22|            a las cenas secretas del Casino, los redactores del Alerta
 80     22|             otros de los socios del Casino que asistían a las cenas
 81     23|          demás trasnochadores en el Casino y había venido con ellos
 82     23|    escondido los trasnochadores del Casino. Ana oyó la voz de Orgaz
 83     24|            Regenta fue al baile del casino, porque como ella esperaba,
 84     24|            del caserón negruzco del Casino, que él, don Víctor, hubiera
 85     24|     discutido con mucho calor en el Casino si la sociedad abriría o
 86     24|      declara a usted benemérito del Casino... si consigue traer a su
 87     24|          salón estrecho y largo del Casino? Nada, nada».~ ~ Así pensaba
 88     24|           de la Junta directiva del Casino. La pechera que lucía Ronzal
 89     24|       reflexionar. Al gritrar en el Casino se había dicho: «¿Se acercará
 90     24|       producido aquella noche en el Casino... Ahora, ahora mismo, mientras
 91     24|                   El presidente del Casino, en tanto, acariciando con
 92     24|           cenar y bailar como si el Casino no fuese de todos...~ ~
 93     24|           de manos, a la puerta del Casino, el Marquesito exclamó:~ ~ -¡
 94     26|       volvió a poner los pies en el Casino. Tomó esta resolución el
 95     26|           Pompeyo...!» No volvió al Casino. «Aquellos infames que le
 96     26|         Espolón y de los bailes del Casino; y para colmo del escándalo,
 97     26|           murmuraban los socios del Casino apiñados en los balcones,
 98     26|            los ojos... Enfrente del Casino, en los balcones de la Real
 99     26|        llegan!», repitieron los del Casino y las señoras de la Audiencia
100     26|            balcón de la fachada del Casino, en el de la esquina. Todo
101     26|      encerrado en la secretaría del Casino, a ruegos del ex-regente,
102     26|                Al pasar delante del Casino, frente al balcón de Mesía,
103     26|        atrevimiento».~ ~ Foja en el Casino, lejos de Mesía y don Víctor,
104     28|           hablaba el presidente del Casino, no pensaba en tal instante
105     29|             de su amigo y se fue al Casino, algo más tranquilo.~ ~ -¿
106     29|        filosofía del Presidente del Casino), pronto vio tan colmada
107     29|   referirlos entre carcajadas en el Casino, a última hora, a Paco,
108     29|          Después del Presidente del Casino ningún ser de la tierra
109     29|      importa!»~ ~ El presidente del Casino de Vetusta no tuvo inconveniente
110     29|            supo aquella noche en el Casino que al día siguiente Petra
111     30|      Aquella tarde no asistieron al Casino a la hora del café, como
112     30|             de disgusto y salió del Casino, diciendo:~ ~ -Adiós, señores.~ ~ -¿
113     30|    volvieron. A las ocho en todo el Casino no se hablaba más que del
114     30|               preguntaba Foja en el Casino.~ ~ Y entonces reventó Joaquinito
115     30|          que aludían los socios del Casino. Don Álvaro, por culpa de
116     30|      extravíos babilónicos; y en el Casino, Ronzal, Foja, los Orgaz
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