Cap.

  1      1|      arqueólogo diciendo: «En fin, señores de la comisión de obras,
  2      1|            santidad del lugar.~ ~ -Señores, vamos a ver el Panteón
  3      1|          eterno de tan respetables señores:~ ~ -Aquí descansan desde
  4      1|       desde la octava centuria los señores reyes don... -y pronunció
  5      2|      muchas corporaciones: algunos señores prebendados no se hablaban;
  6      2|               Buen tiempo tenemos, señores! ¡Mucho dure!~ ~ Ripamilán,
  7      2|        continuaba diciendo:~ ~ -No señores, no hablo a humo de pajas;
  8      2|       Marcial, salvo el latín.~ ~ -Señores, a mí me ha dicho Joaquinito
  9      2|          ido despidiendo todos los señores canónigos; quedaban los
 10      2|       fuerza a los Infanzones.~ ~ -Señores -exclamaba - ya lo ven ustedes:
 11      2|           delicado... Empero,aquí, señores, forzoso es confesarlo,
 12      5|          marqués de Vegallana:~ ~ -Señores, ésta es la virtud antigua;
 13      5|          solas como delante de los señores de clase; no eran prudentes,
 14      5|           Las acompañaron aquellos señores durante el paseo y hasta
 15      5|      nobleza, de la clase».~ ~ Los señores del margen, los de la Audiencia,
 16      5|         juventud es ingrata...~ ~ -Señores, que va a arrancar, desapartarse -
 17      6|            inveterada que aquellos señores no saludaran a los socios
 18      6|            No era eso. Era que los señores del billar azotaban el pavimento
 19      6|        ingenioso buen humor de los señores socios.~ ~ A las once de
 20      6|       prudente en aquel círculo de señores respetables. Pero en general
 21      6|        tomar café, se paseaban los señores de la Audiencia y otros
 22      6|        sietemesino, sin duda».~ ~ -Señores, yo no digo que la Regenta
 23      7|         Álvaro.~ ~ -Buenas tardes, señores -dijo Ronzal sentándose
 24      7|         pudiesen comparar aquellos señores.~ ~ Joaquín contestó:~ ~ -
 25      7|        tuvieron que intervenir los señores venerables del rincón oscuro;
 26      7|    atrocidad que escandalizó a los señores del rincón oscuro.~ ~ -¡
 27      7|            Estaba hablando con los señores del dominó en la sala contigua.
 28      7|            una afable sonrisa.~ ~ -Señores -añadió Trabuco, animándose -
 29      7|         sombrero añadió:~ ~ -Abur, señores; donde hablan los sabios
 30      7|         diván y gritando dijo:~ ~ -Señores, sostenga lo que quiera
 31      7|        fingió creerse vencido.~ ~ -Señores -dijo -, corriente, no se
 32      8|         usted una luz, Visita?~ ~ -Señores, porque esos locos son capaces
 33     10|            mismo, delante de estos señores te peino, te calzo y te
 34     11| insignificante. Recuerden ustedes, señores, lo que nos duraba un sombrero
 35     11|           sin música y sin cuerda? Señores, no se me diga: el Magistral
 36     11|      Santos Barinaga gritó:~ ~ -No señores, no es un Candelas, porque
 37     11|        crímenes a veces, de muchos señores vetustenses que no confesaban
 38     11|    juntaran, después del coro, los señores canónigos del tertulín.~ ~
 39     12|           alarmar a los pobrecitos señores. ¿Verdad, señor Magistral,
 40     12|           de un inodoro... En fin, señores -prosiguió -, ustedes defienden
 41     12|            clero del Obispado. Los señores de la junta carlista creían
 42     12|            ilustración de aquellos señores. Se habla a jurisconsultos,
 43     12|         Obispo había hablado a los señores del margen, a la Audiencia
 44     12|            mal, en concepto de los señores magistrados, se lució en
 45     12|            muchos días antes.~ ~ «-Señores, no llamarse a engaño; a
 46     12|           del Casino y decía:~ ~ «-Señores, lo que sostengo aquí y
 47     12|        convenció a papá.~ ~ -Pero, señores, si La Libre Hermandad ha
 48     12|            malos genios.~ ~ -Pero, señores, calma...~ ~ -¡Fuera de
 49     12|          mansos...~ ~ -Nada, nada, señores, ya lo oyen ustedes -dijo
 50     13|   Saturnino hasta el salón.~ ~ Los señores graves le recibieron con
 51     13|            con permiso de aquellos señores» a la Marquesa y a Obdulia:
 52     13|     Magistral y con permiso de los señores -que ya no eran más que
 53     13|           cañas se vuelven lanzas. Señores, aquella niña se pudre...~ ~
 54     14|            se despidió de aquellos señores asegurando que tenía que
 55     14|           la hay?~ ~ -La comen los señores...~ ~ -Eso no vale, ¡so
 56     14|         Qué  yo lo que comen los señores?~ ~ -Pues alguna vez puede
 57     16|         protestado varias veces. «¡Señores, parece esto la cazuela!»,
 58     16|           su inquina, contestaba: «Señores, yo me debo a la causa que
 59     16|         nos diéramos esos aires de señores y midiéramos el paso...~ ~
 60     17|            canónigo regalista.~ ~ -Señores, los deberes no pueden contradecirse;
 61     17|           ha sido un hereje...~ ~ -Señores, estamos fuera de la cuestión -
 62     17|             Estás contenta con los señores?~ ~ -Doña Ana es un ángel.~ ~ -
 63     18|       repetía:~ ~ -¡Qué dirán esos señores, Anita, qué dirán los Marqueses!~ ~
 64     19|       entre arrieros, maritornes y señores de castillos, a lo don Quijote,
 65     20|            cierto punto, y decir: «Señores, no confundamos las cosas,
 66     20|        había más pensador que él. «Señores -decía a gritos después
 67     20|         recuerdo de lo presente... Señores ¿qué importa lo que quiera
 68     20|   Glocester y don Custodio y otros señores del cabildo, algunos empleados
 69     20|            A qué vendrían aquellos señores? ¿Querrían darle alguna
 70     20|       estallaba en su espalda.~ ~ -Señores -pudo decir al cabo con
 71     20|          siete amigos. ¿Y cómo no, señores, si allí corrieron los mejores
 72     20|       Ahora, por lo que a mí toca, señores, debo declarar que no puedo
 73     20|           por la vida. Era Ramona, señores, morena; su carne de cañón,
 74     20|            fondo de su alma...~ ~ -Señores -interrumpió el ateo -,
 75     20|           oído de Orgaz hijo.~ ~ -¡Señores -gritó Joaquín -, si en
 76     20|   conciencia, según él dice. Aquí, señores, nos hemos reunido para
 77     20|            del Casino. Pero, ¡ah!, señores diputados, ¿por qué ha vuelto
 78     20|         antes: que faltan chicas.) Señores..., guerra al clero usurpador,
 79     20|        común sea un hecho. Porque, señores, nadie como yo respeta al
 80     20|            que pretendían aquellos señores. Cuando el Magistral oyó
 81     22|        aunque se pasmasen aquellos señores, a pesar de morir envenenado
 82     22|       rincón y muere de inanición, señores, por culpa del simoníaco
 83     22|           con buenos modos a estos señores.~ ~ -No, no, si es el Provisor
 84     22|      entierro...~ ~ -La verdad es, señores -observó Foja -, que si
 85     22|           uno...~ ~ -Más despacio, señores, más despacio -interrumpió
 86     23|        casa, si alguno de aquellos señores tenía la bondad de acompañarle, ¡
 87     23|          la calle hacía frío».~ ~ -Señores -dijo en voz baja a don
 88     23|          candil... en una orgía... Señores, ¿en qué quedamos, es que
 89     24|            menos de decir:~ ~ -Yo, señores... respondo de traer a mi
 90     25|          de su padre y de aquellos señores: «El clero corrompía las
 91     26|         que hablar. Todos aquellos señores sacerdotes «estaban allí
 92     26|            digo... Quiero decir... Señores, mi mujer está loca... Yo
 93     26|            no comparo...~ ~ -Pero, señores, señores, digo yo -repetía
 94     26|      comparo...~ ~ -Pero, señores, señores, digo yo -repetía doña Rufina -, ¿
 95     26|   zapateros, y sastres vestidos de señores, algunos carlistas, cinco
 96     26|           concejales, con traje de señores también. Iba allí Zapico,
 97     26|          fila derecha, entre otros señores canónigos, con roquete,
 98     27|           actuales inquilinos, los señores de Quintanar, más otros
 99     27|         Magistral, y dijo:~ ~ -Los señores están en San Pedro.~ ~ -
100     27|           vida que hacían allí los señores.~ ~ Petra dijo que doña
101     27|        gobernador, Benítez y otros señores graves. Benítez era joven,
102     27|          bravo! -gritaron aquellos señores, que aplaudían el heroísmo
103     27|            que los anteriores.~ ~ -Señores -dijo Ripamilán que estaba
104     27|            criados.~ ~ Tampoco los señores del salón comprendían aquello;
105     27|           era general.~ ~ -Ea, ea, señores -dijo el Arcipreste desde
106     28|            Marqués y algunos otros señores de Vetusta jugaban al tresillo
107     28|  campesinas retozonas, confundidos señores y colonos en una mezcla
108     28|           cena para todos aquellos señores. Muchos a las doce, después
109     30|            en son de misterio:~ ~ -Señores, cuando yo digo que hay
110     30|      muchas cosas, dijo:~ ~ -Nada, señores, yo digo a ustedes que no
111     30|       Casino, diciendo:~ ~ -Adiós, señores.~ ~ -¿Ven ustedes? Lo que
112     30|         Duelo tenemos.~ ~ Aquellos señores se declararon en sesión
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