Cap.

  1      1|        mañanas aquel devoto del Corazón de Jesús. Por eso el espíritu
  2      2|   trenzados.~ ~ Reíanse de todo corazón los muchachos y el buen
  3      2|       discurrió hacer de tripas corazón, como se dice, o sea sacar
  4      2| secretos. Decía él que abría el corazón por única vez al primero
  5      2|     costumbres intachables y su corazón de oro. Eran muy buenos
  6      3|          y allá en el fondo del corazón, le envidiaba la piel de
  7      3|       ex-regente buscando en su corazón la fibra del amor paternal.
  8      4|    curaba el entendimiento y el corazón a los niños con píldoras
  9      4|       perdonóselos ella de todo corazón. Al fin supo leer. Pero
 10      4|        cosa. ¿Aquel vacío de su corazón iba a llenarse? Aquella
 11      4|        ella, que tenía lleno el corazón de amor para todos y de
 12      4|        versos despertaron en el corazón de Ana lo que puede llamarse
 13      4|       la de Chateaubriand en el corazón de aquella niña que se estaba
 14      5|         eran muy devotas; en su corazón el culto principal era el
 15      5|     estas cosas las resuelva el corazón; Moratín, mi querido Moratín,
 16      7|       Páez, yo que soy amigo de corazón de don Manuel, y conozco
 17      7|        búsquela usted con v, de corazón.~ ~ -Nada, señor Ronzal,
 18      7|        desprendimiento en aquel corazón amante de la economía! Ronzal
 19      7|         caída. Creía en el buen corazón de las que llamaba Bermúdez
 20      7|        Mesía.~ ~ Éste señaló el corazón con ademán jocoserio.~ ~ -¡
 21      7|      Qué blindaje llevaba en el corazón? ¿Con qué unto singular,
 22      7|       preparado. Aquello era el corazón de la Regenta.~ ~ El presidente
 23      7|   Regenta «porque se lo daba el corazón».~ ~ -Hay dos señoras.~ ~ -¿
 24      8|     consagró a enamorar de todo corazón a la viuda por aquella tarde.~ ~
 25      8|         otra causa -y señaló al corazón -. Está enamorada, Alvarico,
 26      9|     celestial; había abierto su corazón delante de aquel agujero
 27      9|      Espíritu Santo animando el corazón en las tristezas de la vida.
 28      9|     coros de ángeles dentro del corazón! Así él tenía aquella sonrisa
 29      9|         las alas invisibles del corazón, cruzando el ambiente puro,
 30      9|     agujero negro abierto en su corazón que se iba llenando de vacío. «¡
 31     10|   sintiendo... ¿Qué haría si el corazón no le engañaba? Lo de siempre
 32     11|        abrirle de par en par el corazón?~ ~ El Magistral conocía
 33     11|        dulzura, una suavidad de corazón que compensara tantas asperezas... ¿
 34     11|    sentido dulces latidos en su corazón, había orado con fervor,
 35     11|    confiaría los secretos de su corazón. Por un acto de fe, aquella
 36     12|         tierra diciendo de todo corazón que se han aburrido en la
 37     12|         entregar las llaves del corazón y de la conciencia a tal
 38     12|        Con gran escándalo de su corazón sencillo y humilde se contaban
 39     12|     cabeza llena de nieve, y su corazón todavía se abrasaba en fuego
 40     12|       amor místico subían de su corazón a su cerebro, y el púlpito
 41     12|        de dolor pesara sobre su corazón. Y su ademán, su voz, su
 42     12|       cansada de no tener en el corazón más que trapos, hacerse
 43     13|       ofrecía como un hombre de corazón sano, sin pliegues ni repliegues.
 44     13|         sino de unas fibras del corazón que no sabía él cómo sonaban. «¿
 45     14|  Domingo siendo yo tesorera del Corazón de Jesús!~ ~ -Un hombre
 46     15|         hay nada!~ ~ -No tienes corazón, Fermo, no tienes corazón.~ ~ -
 47     15|       corazón, Fermo, no tienes corazón.~ ~ -Señora, ve usted lo
 48     15|        ponía las manos sobre el corazón, besaba dos dedos en cruz;
 49     16|    ponían a la Regenta sobre el corazón, y hasta creía sentir la
 50     16|         la gran actividad de su corazón, de su voluntad que se destruía
 51     16|      mucho esprit que oculta un corazón de oro que se esconde por
 52     16|       seguro estoy, me lo da el corazón, de que si mi mujer (hipótesis
 53     17|       en el mundo he abierto mi corazón, usted sabe cuanto pienso
 54     17|        llenas de partículas del corazón de aquella mujer, exaltada
 55     18|         espina la llevaba en el corazón; reconocía que el cargo
 56     18|      Crespo, aquel pedazo de su corazón, a quien no sabía si quería
 57     18|         y la muy concurrida del Corazón de Jesús, no cesando hasta
 58     18|      pero sabía hacer de tripas corazón y amoldarse a las circunstancias.
 59     18|         que había clavado en su corazón con puñaladas de los ojos
 60     19|       canales, compuertas en el corazón...~ ~ -Bueno, bueno; por
 61     19|     como una brasa metida en el corazón; todo ardió allí dentro
 62     19|   responder. Pero se lo daba el corazón; lo había observado, sin
 63     19|       Vicente, o a la Junta del Corazón o al Catecismo, o a misa...
 64     20|        veces que podía abrir el corazón a un amigo. Y al decir ¡
 65     20|          que, en el fondo de su corazón, deseaba infructuosa, por
 66     20|       nada, pero tiene muy buen corazón.~ ~ Guimarán juró -tenía
 67     20|         licores, sacatrapos del corazón. Entre la ceniza de los
 68     20|        entrando, entrando en el corazón de todos; los amores con
 69     20|  envuelven la inteligencia y el corazón de la humanidad.~ ~ -¡Bravo!, ¡
 70     20|       poco. A Mesía le latió el corazón y se le apretó la garganta,
 71     21|    Santo, y por eso enciende el corazón de quien la saborea».~ ~ «
 72     21|        en que Ana le mandaba el corazón desleído en retórica mística.
 73     21|       la alegría le inundaba el corazón, se sentía hecho un chiquillo
 74     21|      mayor querido», le daba el corazón unos brincos que causaban
 75     21|          Las niñas ríen de todo corazón y el templo retumba devolviendo
 76     21|       claro, pero tampoco en el corazón; era en el medio. Despertaba
 77     21|      era serio. A él le daba el corazón que se salvaría; pero los
 78     21|    prohibida a enroscarse en el corazón, o en la carne, o donde
 79     21|        pero lo había leído y el corazón se lo confirmaba. Pues bien,
 80     21|       del rocío de la flor y el corazón más fresco todavía, contestó:~ ~ -¿
 81     21|   procurar el consuelo de aquel corazón atribulado, buscar remedios
 82     21| aquellos ejércitos piadosos del Corazón de Jesús, la Corte de María,
 83     23|         aleluya!, le gritaba el corazón a ella... Y el órgano, como
 84     23|     entendiese lo que quería el corazón de la Regenta, dejaba escapar
 85     23|       las mieles que gustaba su corazón, o algo que tenía un poco
 86     24|      que mientras reinase en el corazón de Ana lo que él llamaba
 87     24|      Magistral no era dueño del corazón de Anita. Pero como en la
 88     24|       muchos más órganos que el corazón, Mesía no se dio por satisfecho,
 89     25|   aquella lengua, le llegaba al corazón. Pálido, temblorosa la barba
 90     25|       le había atravesado en el corazón...~ ~ Sin disimular apenas,
 91     25|      que llevaba clavadas en el corazón como un dardo envenenado. «¿
 92     25|   llorado ella con lágrimas del corazón, el que decía que la religión
 93     25|    órgano parecía sentir más de corazón las penas de María... Ana
 94     26|   escuela, que le aborrecían de corazón, se agolpaban en calles,
 95     26|        seguro». Sonreía de todo corazón, sonreía a sus pensamientos,
 96     27|     soltó el trapo. Rió de todo corazón el disparate del académico
 97     27|        tropel a su mente y a su corazón. Esto era nuevo tormento.
 98     27|       es claro, soy aragonés de corazón, y digo lo que el poeta,
 99     28|           Iba ciego; le daba el corazón, que reventaba de celos,
100     28|         no era el vientre ni el corazón, sino en el medio. Sí, el
101     28|      los celos, hacía de tripas corazón, fingía no ver, y mantenía
102     29|         melancolía. «¡Cosas del corazón humano!»~ ~ -¡Servanda!, ¡
103     29|      que atan a la desgracia el corazón!» La filosofía de Frígilis,
104     30|      cristiano?~ ~ -Sí, de todo corazón, más cada día... Como que
105     30|        un cobarde: un hombre de corazón subía, mataba. Y si el mundo,
106     30|       santos y la amistad de un corazón fiel y confiado...! ¡Por
107     30|         que del furor que en su corazón había hecho estragos después
108     30|        una fuerza extraña en el corazón; era robusto, la sangre
109     30|       sorda que penetraba en el corazón sin pasar por los oídos.~ ~ «¡
110     30|       misma?» Ana pidió de todo corazón a Dios, a quien claramente
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