Cap.

  1      1|      Vetusta no podía saciar esta pasión; tenía que contentarse con
  2      1|         ciudad.~ ~ Vetusta era su pasión y su presa. Mientras los
  3      1|           capaz de comprender una pasión profunda y alambicada. Pues
  4      1|         nacido para el amor, y su pasión por la arqueología era un
  5      1|            nunca supo la ardiente pasión del arqueólogo. Este joven
  6      2|       instintos anafrodíticos, su pasión desinteresada por la mujer,
  7      2|           avaricia que todos, con pasión imprudente. Había averiguado
  8      3|        ahora, tascaba el freno la pasión sojuzgada; protestaba el
  9      3|     afición le había venido de su pasión por el teatro. Cuando trabajaba
 10      3|        Ana fingía no adivinar una pasión que era un crimen.~ ~ Verdad
 11      4|           tuvo un amor serio, una pasión de sabio (o cosa parecida)
 12      4|         el de un ser sin sexo, su pasión principal era la lujuria,
 13      4|        leer! Esta ambición fue su pasión primera. Los dolores que
 14      7|           pureza y fuerza de esta pasión, le ayudaría no poco. La
 15      7|        acomodo neorromántico, una pasión verdad, compatible con su
 16      8|          Vegallana tenía una gran pasión: la de «tragarse leguas»,
 17      8| arrancándoles reflejos de fingida pasión. Su pelo de un rubio oscuro
 18      8|     fingía preferir que fuese una pasión verdadera; disimulaba el
 19      8|            que sólo tiene algo de pasión en los ojos, y ésa, como
 20      9|    celosos, miradas como rayos de pasión... Entre aquel cinismo aparente
 21      9| significar: «Señorita, abrigo una pasión secreta, que...» «Señorita,
 22      9|     atrevimiento. Fue una fuga de pasión, que por lo mismo importaba
 23     10|       ocasión de dar pábulo a una pasión que halagaría a la mujer
 24     11|        una forma impropia de otra pasión más noble? Este fuego ¿no
 25     11|     sordidez poco escrupulosa. Su pasión propia, la que espontáneamente
 26     12|     indispensables de los días de Pasión, los mismos que se exhalaban
 27     12|           predicó en la Semana de Pasión. «Rehuía los lugares comunes»,
 28     12|         había empapado allí de la pasión de escuela, que suple muchas
 29     12|          peligro para nadie en la pasión imaginaria de la americanilla
 30     13|           vida ocupada en su gran pasión de tratar asuntos de los
 31     13|        cosas». En los momentos de pasión desenfrenada a que él arrastraba
 32     13|        tanto, a su modo, como una pasión de otro género. Y además,
 33     14|         Magistral no creía en una pasión especial, en un sentimiento
 34     15|         llegó a ser un vicio, una pasión del manirroto licenciado.
 35     15|          la sed y el hambre, y la pasión del juego que dominaba a
 36     16|        sobre todo tan pronto, una pasión sacrílega; pero lo que ella
 37     16|     secretos intensos, vivos como pasión fuerte; pero ya que lo había
 38     16|           Y sólo por medio de una pasión noble, ideal, que un alma
 39     16| pecaminosa, sólo por medio de esa pasión cabía lograr tan alto y
 40     16|           estaba quemando vivo la pasión allá abajo; que al sentirse
 41     16|   juventud sin amor, sin fuego de pasión alguna, sin más atractivo
 42     16|           se dejaba llevar por la pasión cierta -porque se trataba
 43     17|        sido un atrevimiento de la pasión, que podía haber asustado
 44     18|      simpatía había nacido de una pasión común: la caza. Pero la
 45     18|     juntaban durante la Semana de Pasión a comer de carne en la fonda,
 46     18|      aquel anhelo villano era una pasión cada día más fuerte, era
 47     18|         de la confitería. Era una pasión, una cosa que recordaba
 48     19|          que respeta la honra, la pasión que se alimenta de ver y
 49     19|        gozar la tibia llama de la pasión de soslayo; que con ser
 50     19|      tendría en poco, y cualquier pasión mala, pero fuerte, la haría
 51     20|           aquel espíritu lleno de pasión; no había llegado don Santos
 52     20|          alegres, descuidados, la pasión de Angelina llegaba al paroxismo,
 53     21|            Ana vivía ahora de una pasión; tenía un ídolo y era feliz
 54     21|           estoy enamorada; no con pasión que quite a Dios cosa suya,
 55     21|         que pudiera tener aquella pasión ideal que ya se confesaban
 56     21|         hundir el alma en aquella pasión innominada que le hacía
 57     21|   quererlos mal. Él vivía para su pasión, que le ennoblecía, que
 58     21|         en adelante, volviera una pasión prohibida a enroscarse en
 59     21|        Qué cosa mejor que aquella pasión ideal, aquel afán por una
 60     21|         día era mayor. «Aunque la pasión que él sentía nada tenía
 61     22|        Creyó al principio que «su pasión noble, sublime, le levantaría
 62     22|           con toda el alma a esta pasión noble, fuerte... ¡Ana, Ana
 63     22|         nada más de esta refinada pasión que según él no tenía nombre,
 64     22|            eran incentivo para la pasión de don Fermín y hacían mayor
 65     22|           la devota. Fue como una pasión poderosa, de las que avasallan,
 66     22|          no vivía más que para su pasión; lo que podría turbarle
 67     22|           la eternidad pura de su pasión, eso amaba. Lo demás del
 68     23|       todo lo que le sugiriese la pasión exaltada, el amor propio
 69     23|        ronco, estrangulado por la pasión:~ ~ -¡Ana, Ana...! Sin falta
 70     24|           él había despreciado la pasión de una mujer codiciada por
 71     24|      bonachona, familiar, con una pasión dulce, suave, insinuante...
 72     25|           entero, infinito, de la pasión única.~ ~ -¿Qué es esto? -
 73     25|        pero más de don Álvaro. Su pasión es ilegítima también, aunque
 74     25|          seguiré combatiendo esta pasión de mis sentidos, que seguirá
 75     25|      quería volver al fuego de la pasión, que era su ambiente.~ ~ ~ ~
 76     26|  facciones; era la juventud de la pasión, rozagante en aquel momento.
 77     27|      remordimiento, improvisa una pasión que está muy lejos de sentir,
 78     27|         no pudo notar síntomas de pasión mundana. ¿Veía ella mal? ¿
 79     27|        mismo. No daba nombre a su pasión, pero reconocía todos sus
 80     27|          otra influencia...?, ¿su pasión por el campo, por la alegría,
 81     28|           que delataba a voces su pasión, sus celos, su indignación
 82     28|           terrores pasados.~ ~ La pasión, menos vocinglera que antes,
 83     28|          ahora se avergonzaba. La pasión, que ahora halagaba con
 84     28|       dignase siquiera alentar su pasión con una esperanza? Oh, no;
 85     28| transformado por la juventud y la pasión vehemente y soñadora de
 86     28|   lecturas, de sus sueños y de su pasión irritada.~ ~ De pronto se
 87     29|         acabarse el amor, aquella pasión absorbente, fuerte, nueva,
 88     29|          de Ana y la fuerza de su pasión y las circunstancias de
 89     29|    dejaron a un lado, a fuerza de pasión, los inconvenientes materiales,
 90     29|       ella sabía decir, era floja pasión en su alma, concupiscente
 91     29|        convenía por satisfacer su pasión favorita, después de la
 92     29|           con que se explicaba su pasión por la Regenta. «El amor
 93     29|         Entre estos sofismas y la pasión y la constancia en el pedir
 94     29|         criminal, el ciego por la pasión, «el asesino, sí, el asesino;
 95     30|        estaciones de aquel día de Pasión. Mientras bebía el vaso
 96     30|  podredumbre líquida y espesa. La pasión hablaba entonces con el
 97     30|          franqueza necesaria a su pasión estallaban por otro lado;
 98     30|       expresión de armonía con la pasión del clérigo. El Magistral
 99     30|    Quintanar, de la ceguera de la pasión. «Había huido porque...»~ -¡
100     30| aconsejada por los sofismas de la pasión grosera que la había tenido
101     30|        oía, oía los rugidos de su pasión que vociferaban dentro.~ ~