Cap.

 1      2|    ilustrísimo señor don Cayetano Ripamilán, aragonés, de Calatayud,
 2      2|          alto, para verle la cara Ripamilán torcía la cabeza y miraba
 3      2|          se persiguió la manía de Ripamilán como si fuera un crimen,
 4      2|      Bílbilis, o sea don Cayetano Ripamilán? El romanticismo y el liberalismo
 5      2|          señores! ¡Mucho dure!~ ~ Ripamilán, que años atrás iba de tapadillo
 6      2|          de veras con la crónica. Ripamilán saboreaba la plática lasciva
 7      2|         Eran muy buenos amigos, y Ripamilán el más decidido y entusiástico
 8      2|       Magistral sabía todo lo que Ripamilán pensaba de él y le consideraba
 9      2|        atrás, del confesonario de Ripamilán al de don Fermín. Esto era
10      2|      clérigos son muy reservados, Ripamilán, que sabía tratar en serio
11      2|                Al Espolón! -gritó Ripamilán, cogiendo con una mano un
12      2|           atención en ellas, pero Ripamilán se detuvo, olfateando, y
13      3|       todo casi se lo había dicho Ripamilán y lo demás Visitación, que
14      3|    aragonés. ¡Y cómo se parecía a RipamilánSiguió adelante. Quiso
15      5|          en su viaje don Cayetano Ripamilán, canónigo respetable por
16      5|           folletines.~ ~ El señor Ripamilán, canónigo, dijo que los
17      5|             El confesor de Anita, Ripamilán, oyó la proposición de la
18      5|   profanación.~ ~ El candidato de Ripamilán era un magistrado, natural
19      5|    casarse con él».~ ~ Consultado Ripamilán, contestó:~ ~ «-Que entre
20      8|        tía doña Anunciación y con Ripamilán, el hoy Arcipreste. Admiraba
21      9|    pájaros.~ ~ «Era un buen señor Ripamilán; pero ¡qué manera de confesar!
22     11|           al año -decía muy serio Ripamilán, el venerable Arcipreste -.
23     11|        Luego reconoce el eminente Ripamilán que es cierto lo que dice
24     11|                Poco a poco, señor Ripamilán, que se me sube el humo
25     11|        antes aquella joya que él, Ripamilán, no sabía apreciar en todo
26     12|     adelante; ¿y qué más?, estilo Ripamilán. A buena parte iba la correveidile
27     13|         El marqués de Vegallana y Ripamilán, que estaban en medio del
28     13|         paniaguado de la casa.~ ~ Ripamilán estrechó la mano de don
29     13|           que parecía un fraile), Ripamilán, Álvaro Mesía, Saturnino
30     13|           de doña Rufina se sentó Ripamilán, y a su izquierda, el Magistral;
31     13|      Visitación; la Regenta entre Ripamilán y don Álvaro; Obdulia entre
32     13|       ayudaban al ama de la casa. Ripamilán, mientras discutía acalorado
33     13|               Señor mío! -gritaba Ripamilán, mientras disolvía sal en
34     13|       ayer, ni trataba de usted a Ripamilán, ni le tenía por calavera;
35     13|      humildad, de modo que, según Ripamilán, aquella buena comida presentada
36     13| descubrimiento.,~ ~ El Magistral, Ripamilán, don Víctor, don Álvaro,
37     13|          los asuntos serios, pero Ripamilán y don Víctor daban a todo
38     13|         esforzaba sus argumentos. Ripamilán, que tenía los ojillos como
39     13|           a potencia al Obispo, y Ripamilán, que no la podía ver porque
40     13|       vivo los juegos infantiles. Ripamilán se lo había dicho varias
41     13|         había dicho varias veces. Ripamilán iba sin escrúpulo, pero
42     13|          usted el manteo -observó Ripamilán.~ ~ -No hace falta -contestó
43     13|        veía nada.~ ~ Don Víctor y Ripamilán se columpiaron también,
44     13|           Petronila, la Regenta y Ripamilán subieron a la carretela
45     13|           un poco de sitio, entre Ripamilán y Anita, con palabra solemne
46     13|        Magistral y al Arcipreste. Ripamilán, casi oculto entre las faldas
47     13|   despellejar a la pobre Obdulia. Ripamilán citaba, como solía en tal
48     13|         que el anguloso perfil de Ripamilán, que movía los brazos como
49     14|        malo porque él, como hacía Ripamilán, como habían hecho otros
50     14|           ciego. Se acordó de que Ripamilán le había hablado varias
51     14|           a un tiempo... Al mismo Ripamilán, con toda su respetabilidad,
52     14|           fin, la voz chillona de Ripamilán... Ahora callaban los del
53     14|         todo ojos. En el lugar de Ripamilán vio a don Víctor de Quintanar,
54     14|           y en el de la Regenta a Ripamilán; sí, los vio perfectamente. ¡
55     16|          que después de Frígilis, Ripamilán y Vegallana, ya es don Álvaro
56     17|         al Arcipreste, al ilustre Ripamilán, disputando como si se tratara
57     17|           de Todos los Santos.~ ~ Ripamilán gritaba:~ ~ -Señor mío,
58     17|                 Absurdo! -exclamó Ripamilán dando un salto.~ ~ -¡Absurdo! -
59     17|       fuera de la cuestión -gritó Ripamilán -, el caso es...~ ~ -No
60     18|         picaresca de don Cayetano Ripamilán, siempre dispuesto a perdonar
61     18|        cónclave, como las llamaba Ripamilán, esperaban con ansiedad
62     19|      Marquesa, Paco, Visitación y Ripamilán acudieron presurosos al
63     19|            y don Álvaro. El pobre Ripamilán era invitado, pero decía
64     19|           cúmulus es lo mismo que Ripamilán; figúreselo usted con la
65     20|         se van... Visita se va... Ripamilán ya se marchó... Vetusta
66     21|            un guante de canónigo. Ripamilán no los usaba casi nunca.
67     21|         sujeto humano, como decía Ripamilán, pero dulces, suaves. Sentía,
68     22|           de borracho -contestaba Ripamilán.~ ~ -No, señor, ¡se muere
69     22|                Poco a poco -gritó Ripamilán -, en eso estoy yo conforme
70     22|           y verá...~ ~ -Yo, señor Ripamilán, para confundir a este progresista
71     22|           ligamen, honestas...~ ~ Ripamilán se retorcía de risa. Somoza,
72     22|           no se sabía si el mismo Ripamilán había recogido alguna bofetada.~ ~
73     22|          y descarado. -R.I.P.»~ ~ Ripamilán, con mal acuerdo, y sin
74     23|           Por último, y cuando ya Ripamilán asomaba la cabecita vivaracha
75     23|   nimiedades que se olvidaban.~ ~ Ripamilán no pudo menos de sonreír,
76     23|      secundum Lucaaam...!», cantó Ripamilán, muerto de sueño y aprovechándose
77     23|          gobernador de la Siria». Ripamilán se dormía sobre el recuerdo
78     23|         recostóle en un pesebre». Ripamilán leía ahora pausadamente,
79     23|         de su cuerpo...! ¡Y aquel Ripamilán allá arriba, aquel viejecillo
80     23|          de asistir a él! También Ripamilán estaba hermoso a su manera».~ ~
81     23| majestuoso paso al púlpito, donde Ripamilán cantara al comenzar el día
82     26|           Petronila, su cónclave, Ripamilán, el mismo Obispo, que había
83     27|         aquellos locos; el barón, Ripamilán, Bermúdez, que tampoco quería
84     27|         Ahora bien, yo proponía a Ripamilán que viniese conmigo, pero
85     27|        cabeza) cantaba un dúo con Ripamilán, rejuvenecido, junto al
86     27|         canciones antiquísimas de Ripamilán y ya se iba cansando a ratos
87     27|   Magistral tuvo que quedarse con Ripamilán, don Víctor, el gobernador,
88     27|     periódico y a ratos atender a Ripamilán, se esforzaba en no perder
89     27|         todos se pusieron en pie; Ripamilán y don Víctor estaban pálidos.
90     27|       cuanto sonaba un trueno.~ ~ Ripamilán, aunque algo sordo de algunos
91     27|           Y los chicos? -preguntó Ripamilán asustado, fingiendo temer
92     27|     anteriores.~ ~ -Señores -dijo Ripamilán que estaba escondido en
93     27|           instante se le antojó a Ripamilán que había metido cien rayos
94     28|           el suelo aunque fuera». Ripamilán, desde luego, aceptó la
95     28|           como seguía llamándolos Ripamilán, también expedicionario
96     30|     baronesa de la Barcaza.~ ~ Si Ripamilán hubiera podido salir de
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