Cap.

 1      3|        más suavidad para la pobre niña. Entonces debía de tener,
 2      3|       recordarlo; pero su pena de niña, la injusticia de acostarla
 3      3|      habían oprimido su cabeza de niña contra un seno blando y
 4      3|    Pensando la Regenta en aquella niña que había sido ella, la
 5      3|         se le antojaba muerto. La niña que saltaba del lecho a
 6      3|       tiempos lejanos. Cuando era niña, pero ya confesaba, siempre
 7      3|      posterior recuerdo en que la niña había animado y puesto en
 8      3|      besos de las picardías de la niña.~ ~ -Tú le has abierto los
 9      3|        con Ana en la alcoba de la niña y le preguntó unas cosas
10      3|           al aya que no servía la niña para el caso todavía, porque
11      3|         al principio, por ser tan niña, no había sacado ninguna
12      4|          había para proteger a la niña, sin menoscabo de la dignidad,
13      4|           puede tener consigo una niña sin madre. Le hablaron de
14      4|           campo y del mar para la niña y el aya escribió a don
15      4|     hombre, como llamó siempre la niña al personaje que turbaba
16      4|        cerebro y las mejillas. La niña fantaseaba primero milagros
17      4|         la llave, no oía nada. La niña con los ojos muy abiertos,
18      4|         viceversa. No era eso. La niña quería ir a tierra de moros
19      4|         Desde entonces educó a la niña sin esperanzas de salvarla;
20      4|     encantos que no estaban en la niña sino en la imaginación de
21      4|       porque al fin Ozores era la niña, aunque indigna».~ ~ Entonces
22      4|       consigo a Anita, pues si la niña no vivía al lado de su padre,
23      4|    semejante absurdo, y cuando la niña llegó a los catorce años
24      4|         se afiló la malicia de la niña que fue comprendiendo en
25      4|          se le había dicho que la niña era un peligro para el honor
26      4|           qué tristeza pensaba la niña, sin querer pensarlo, que
27      4|       llegaba a la edad en que la niña ya puede gustar como mujer,
28      4|          don Carlos y miraba a la niña con ojos de cosechero que
29      4|          fue por un día entero la niña expansiva y alegre que había
30      4|           pánico pasó, y la pobre niña sin madre sintió dulce corriente
31      4|          en el corazón de aquella niña que se estaba convirtiendo
32      4|       cañada; un pájaro, que a la niña se le antojó ruiseñor, cantaba
33      5|          de criados aquella pobre niña, huérfana y enferma, pues
34      5|           sabemos, representa esa niña la poco meticulosa moralidad
35      5|       prolongaba aquel estado. La niña no acababa de sanar, ni
36      5|          o de la precocidad de la niña. Se discutió, como en el
37      5|   hermanita. Yo me desvivo por la niña. En casa no entendemos la
38      5|           fin, ustedes verán a la niña. Y que va a ser guapa. Ya
39      5|     prodigio, a ver engordar a la niña.~ ~ El elemento masculino
40      5|         no quiere clases. Aquella niña en cuanto la habían separado
41      5|           casarían con ella. Cada niña aristócrata no necesitaba
42      5| vigilancia y tener advertida a la niña.~ ~ -En el gran mundo de
43      5|           cocinera -; tú eres una niña; y aunque nosotras poco
44      5|           la falsa devoción de la niña venía complicada con el
45      5|        Crespo, enterado de que la niña ya sabía algo, sin encomendarse
46      5|           decía a su amigo -, esa niña merece un rey, y por lo
47      5|        enfado. Decía usted que la niña...~ ~ -¡Soy cuerno!, señor
48      5|     descubrieron un novio para la niña. El nuevo pretendiente era
49      5|        sermón -añadió - porque la niña saltará de alegría en cuanto
50      5|           todo lo había comido la niña».~ ~ Ana escribió a Frígilis.~ ~
51      7|       Magistral haga el amor a la niña?~ ~ -Eso es lo que yo no
52      8|       pero no quedaba de la pobre niña ni una prenda, ni un recuerdo.~ ~
53      9|     suplicaba con la voz como una niña caprichosa y con el gesto
54      9|   siguiente le dio una alegría de niña; era como un día de asueto.
55      9|         ella, turbándose como una niña aturdida que sospecha haber
56      9|          la calle del Comercio; y niña casadera que tiene para
57     10|         Qué escándalo!»~ ~ -Pero, niña -prosiguió -, demasiado
58     12|      declarar, primero: que si la niña sigue respirando en aquel
59     12|          digo es lo siguiente: la niña está muy enferma, y no por
60     12|          la salud aquella querida niña, si usted le lleva el consuelo
61     12|          satisfacer en su vida la niña. A los dieciocho años se
62     12|      inventada por ella y tomó la niña en serio su papel de reina
63     12|       aquella nueva necedad de la niña para ganar al padre cuanto
64     13|       sobrina de la Marquesa (una niña de quince años que parecía
65     13|        tres veces siendo ella muy niña y él un adolescente. Ahora
66     13|         iba a retroceder, pero la niña permaneció tan tranquila,
67     13|          lanzas. Señores, aquella niña se pudre...~ ~ Se acabó
68     14|          los pillastres había una niña, que hacía de madre. Se
69     14|           el poder coercitivo. La niña haraposa empuñaba el lienzo
70     14|            si no es eso? -dijo la niña poniendo paces -. A ver
71     14|          Magistral se acercó a la niña.~ ~ La madre dio un grito
72     15|         de avaricia. Paula era de niña rubia como una mazorca;
73     15|          ganaba en la mina.~ ~ La niña fue aprendiendo lo que valía
74     16|           declarado maestra de la niña colorada y fuerte, correr
75     16|         Paco.~ ~ -Yo llevaré a la niña y usted déjeme a ésa en
76     18|           quiero volver a ser una niña, empezar mi educación, ser
77     19|     huerto, en Loreto, cuando era niña, y creyó oír voces sobrenaturales
78     19|   balbuciente, exclamó con voz de niña enferma y amorosa:~ ~ -¡
79     21|           frotó las manos y a una niña de ocho años que encontró
80     21|          triste y desairada de la niña pusilánime, que había salido
81     24|         decía Joaquín Orgaz a una niña del barón, que sonreía y
82     27|         dulcemente. Cuando yo era niña y empezaba a leer versos,
83     27|          aquel día una alegría de niña satisfecha en sus gustos
84     27|         reconocí mis garabatos de niña..., y un marinero dibujado
85     27|        Visita, Ana, Edelmira y la niña del barón, corrían solas
86     28|         abrasaba, con un mohín de niña, pero sin asomo de coquetería,
87     28|      bosque. Jamás Visita hizo la niña de mejor buena fe, jamás
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