Cap.

 1      1|          tanto por esfuerzos de la virtud como por invencible pujanza
 2      1|           en estas victorias de la virtud! ¡Qué clara y evidente se
 3      1|          era la limpieza, esa gran virtud que tanto recomienda Mahoma,
 4      3|           para el mundo no hay más virtud que la ostensible y aparatosa.
 5      4|             y remontándose más, en virtud de la Mitología comparada,
 6      5|                Señores, ésta es la virtud antigua; no esa falsa y
 7      5|         sus mismas tías, o era una virtud efectiva.~ ~ -«¡Qué diablo,
 8      6|   jugadores vetustenses tenían una virtud: no trasnochaban. Eran hombres
 9      7|         poner en tela de juicio la virtud de esa señora tan respetable...~ ~ -
10      7|        vicio. No digo que todo sea virtud, pero faltan las ocasiones.
11      7|        sensibilidad, casi casi por virtud. Pero esta virtud para damas
12      7|         casi por virtud. Pero esta virtud para damas se rige por leyes
13      7|       hembra? Mesía no creía en la virtud absoluta de la mujer; en
14      7|         que inspiraba a Vetusta la virtud de la Regenta era, bien
15      7|       baños de Palomares. Era otra virtud. Una virtud a prueba de
16      7|    Palomares. Era otra virtud. Una virtud a prueba de bomba; del gran
17      7|  supersticiosa fe de Vetusta en la virtud de aquella señora; le irritaba
18      8| completamente malas, pero tenía la virtud de la más amplia tolerancia.
19      8|           buen tono respecto de la virtud. Para ella no había más
20      8|        alguno salía garante de una virtud, la Marquesa, sin separar
21      8|         elogiaba su hermosura y su virtud; pero la hermosura la molestaba
22      8|       molestaba como a todas, y la virtud la volvía loca. Quería ver
23      8|           deseos de vencer aquella virtud, no pensaba más que en precipitar
24      9|       discreta, y fingía humildad, virtud la más difícil en su concepto.~ ~
25      9|         qué elevación! ¿Qué era la virtud? ¿Qué era la santidad? Aquello
26      9|            había sido lo mejor. La virtud era la belleza del alma,
27      9|           una senda ardua la de la virtud, sino para los que viven
28      9|         darle una voz y acudía. La virtud comienza por un esfuerzo
29      9|         dicho el señor De Pas). La virtud podía definirse: el equilibrio
30      9|       quejaba, era nostalgia de la virtud a que llegaría, y por la
31      9|    espíritu como por su patria. La virtud era cuestión de arte, de
32      9|          santidad al unísono de la virtud. ¿Por qué no? ¡Ah!, y después,
33      9|           sí. De todas maneras, la virtud y la piedad eran cosas bien
34      9|     pensando en la religión, en la virtud en general, por aquel sistema
35      9|         del día esplendoroso de la virtud.~ ~ »¡Qué feliz sería aquel
36      9|      ambiente puro, radiante de la virtud».~ ~ Se estremeció de frío.
37      9|            tajada, si la había. La virtud y el vicio se codeaban sin
38      9|     entregada a la esperanza de la virtud? ¿No se abrían nuevos horizontes
39      9|      efectos deletéreos en aquella virtud en que él mismo creía. Las
40      9|         decía que era tan fácil la virtud! Sí, era fácil, bien lo
41     10|          vetustense respecto de la virtud de Ana la sintió él en sí;
42     10|           sintió él en sí; aquella virtud, como el Cid, ahuyentaba
43     10|          atrévete con la verdadera virtud; ahora o nunca...!» «-¡Ahora,
44     10|               Tenía miedo; veía su virtud y su casa bloqueadas, y
45     11|       dicho mil veces; no basta la virtud, es necesario saber aparentarla.~ ~ -
46     11|              Hay que aparentar más virtud que se tiene, aunque se
47     11|             pero no se fiaba de su virtud. «¡La Regenta, la Regenta!,
48     11|        sospecha de su madre. En la virtud de la Regenta creía toda
49     12|          ciega, era en él toda una virtud; pero la debilidad de su
50     12|         don Fermín no decía que la virtud era fácil.~ ~ Era poco menos
51     12|          contaban maravillas de su virtud y casi le atribuyeron milagros.
52     12|            reparto de premios a la virtud, organizado por cierto circulo
53     12|  espirituales le parecían ahora la virtud del otro, su elocuencia,
54     13|     claustro; y si se necesita más virtud para atreverse a resistir
55     13|            mujeres. No creía en la virtud; aquel género de materialismo
56     13|          gozase las delicias de la virtud, las diversiones con que
57     15|      inocencia del párroco y de la virtud de Paula. Aquello no se
58     16|         dicho Shakespeare. Sólo la virtud era cosa sólida. En este
59     16|           la región luciente de la virtud, también creyó Ana que el
60     16|            doméstica, no creían en virtud de mujer nacida -salvo don
61     17|        usted haya perdido nada; su virtud de usted no peligra, ni
62     17|           podía aprovechar para la virtud; pero había también un peligro.
63     17|        tenerles preparada tarea de virtud, ejercicio sano... ellos
64     17|       infancia, en beneficio de la virtud... y por medio de cosas
65     18|      buscar el camino seguro de la virtud; pero ¡cuánto mejor se hubiera
66     18|            voluntad, en rendir una virtud, si la voluntad estaba ya
67     18|          usted razón, no quiero la virtud si no es pura poesía, y
68     18|          poesía, y la poesía de la virtud parece prosa al que no es
69     19|             puesto que defendía su virtud, creía prudente ocultar
70     19|           categórico desdén que la virtud, lo que se llama la virtud,
71     19|         virtud, lo que se llama la virtud, exigía. Estas medias tintas
72     20|         otros muchos, por negar la virtud del sacerdocio y, además -
73     20|        quería parecer cortesía que virtud cristiana; sonriente, esbelto,
74     20|            voz, se reflejaban, por virtud del recuerdo, la bondad
75     20|           del vicio, apóstol de la virtud y heresiarca de las tinieblas
76     21|        Anita era virtuosa. Pero la virtud era relativa, como todo;
77     21|         guiarla en el camino de la virtud, a ser obispo, cardenal,
78     23|            allí nadie dudaba de la virtud del Provisor, nadie la discutía.
79     24|            Álvaro había vencido la virtud de la ministra, había sido
80     24|        ella se había roto algo, la virtud, la fe, la vergüenza; estaba
81     25|          luz de la religión, de la virtud... Ana pensó en la fe quebrantada,
82     25|      aquella dulce hermandad en la virtud que de Dios mismo... Ahora
83     25|          Comenzaba por dudar de la virtud del sacerdote y llegaba
84     27|        eran indiferentes para ella virtud y crimen, pena y gloria,
85     28|     quejido como un estertor de la virtud que expiraba en aquel espíritu
86     29|     llamaban grandeza, abnegación, virtud a lo que era suplicio injusto,
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