Cap.

 1      1|         cual imantada, una bola grande de bronce dorado, y encima
 2      1| zancadilla, mainate, y eres más grande... Mia, chico, ¿quiés que
 3      1|       yo pintao, en un santo mu grande, sentao en su coche, que
 4      1|       en casillas, sereno, algo grande, en suma, hubiera hecho
 5      1|      parecía un escarabajo ¡qué grande se mostraba ahora a los
 6      1|        en forma de cruz latina, grande, fría, con cuatro bóvedas
 7      1|       huerto. Tenía la boca muy grande, y al sonreír con propósito
 8      2|        agua bendita en una pila grande de mármol negro, y mientras
 9      2|        de Santa Clementina. Era grande, construida siglos después
10      3|         Entró en la alcoba. Era grande, de altos artesones, estucada.
11      3|   cantares los oía en una plaza grande a las mujeres del pueblo
12      3|        que le cantan. Yo ya soy grande.~ ~ -¡Y yo soy una mamá!~ ~
13      3|   sacrificio, esta lucha es más grande que cualquier aventura del
14      3|         apareció de nuevo; pero grande ahora, sublime, como una
15      4| hermosas, fue la revelación más grande de toda su infancia. ¡Saber
16      4|         y perdida en una butaca grande de gutapercha, de grandes
17      5|        en qué; su desgracia más grande, la muerte de su padre,
18      5|          Debía de ser demasiado grande, demasiado hermoso para
19      5|         algún efecto, aunque no grande, hablando con los ojos,
20      6|       en un estante de nogal no grande, empotrado en la pared.
21      7|   todavía un amor puro, un amor grande, como el de los libros y
22      7|       elocuencia de Mesía! ¡Qué grande contemplaba ahora a su don
23      7|        su don Álvaro! Mucho más grande que nunca. «¿Conque el escéptico
24      9|      Obdulia rebajando un perro grande, y con una ganancia superior
25     10|         Miró al cielo, a la luz grande que tenía enfrente, sin
26     10|      Sentía una indignación tan grande como la cólera de Aquiles,
27     10|        Mesía con el único valor grande que tenía; y ya a diez pasos
28     11|         ella, que tenía el alma grande, de fijo le absolvería de
29     12| Magistral dejó atrás el zaguán, grande, frío y desnudo, no muy
30     12|       Isidro, un templo severo, grande; el recinto estaba casi
31     12|         que echaban fuego, boca grande, orejas puntiagudas, cuello
32     12|    despacho ni mucho menos; era grande, fría, sucia; el mobiliario
33     12|     resultaba una desgracia muy grande efectivamente. Cuantos jóvenes
34     12|    premio de algún servicio muy grande que se le hiciera a él,
35     13|         empleada en algo bueno, grande y digno de lo que ella sentía
36     13|      todos a la huerta, que era grande, rodeada, como el parque
37     14|       más estrecho que el Paseo Grande, y esto les convenía. Y
38     14|    Ahora callaban los del coche grande. La carretela iba a pasar
39     15|       su madre era cosa tierna, grande, digna, que le elevaba a
40     16|       noble, ideal, que un alma grande sabría comprender, y que
41     16|        en el Espolón y el Paseo Grande lucían todo el año vestidos
42     16|         y veo con tristeza, con grande, con profunda tristeza,
43     17|   teatro había llegado, de idea grande en idea grande, a sentir
44     17|          de idea grande en idea grande, a sentir un entusiasmo
45     17|  anterior el peligro había sido grande (y esto lo decía sin saber
46     17|         ver que era vanidad muy grande creerse buena mucho antes
47     17|         el suelo, con una llave grande en la mano, esperando a
48     18|     magistrado es delicadísimo, grande su responsabilidad, pero
49     18|    poética». El gabinete no era grande, eran muchos los muebles,
50     18| corrección insignificante, boca grande, labios pálidos y gruesos.
51     19|         el Magistral. «¡Oh, qué grande hombre! ¡Y qué bien penetraba
52     20|           El café de la Paz era grande, frío; el gas amarillento
53     20|     árboles frondosos del Paseo Grande, don Álvaro solía cruzarse
54     20|    Vetusta! El césped del Paseo Grande se pone como un ruedo de
55     21|      lloraba enternecida. «¡Qué grande hombre era y cuánto le debía! ¿
56     21|     salió de casa, fue al Paseo Grande, buscó un lugar retirado
57     21| Ayuntamiento como las del Paseo Grande, se recreaba en los ojos
58     21|         rosa de Alejandría, muy grande, muy olorosa, por la boca
59     21|         ella creía, era un alma grande, que no había tenido más
60     21|      desaparecido ante otra más grande, más pura, la de salvar
61     21|      quien tanto debía, que tan grande se le mostraba, que prefería
62     21|        yerba agostada del Paseo Grande, la falta de espectáculos... «
63     22|    Jesucristo..., que era... un grande hombre..., pero no quiero
64     24|        duda el derecho», pensó. Grande fue su pena al notar que
65     25|         el olor de una rosa muy grande que Ana oprimía contra los
66     25|         música lejana del Paseo Grande, donde se celebraba el carnaval.
67     25|   temprano. Madrugaba. El Paseo Grande era ya todo perfumes, frescura
68     25| adornaban los salones del Paseo Grande para las fiestas de la primavera.
69     25|       salón principal del Paseo Grande, solitario a tales horas
70     25| siguiente no volvieron al Paseo Grande ni uno ni otro. Buscaban
71     25|     sino mucho mejor, mucho más grande...! ¡Era su padre quien
72     25|      razón, aunque Dios sea más grande, más bueno que todo lo que
73     26|       descrédito había sido tan grande y en tan poco tiempo, tampoco
74     27|       del buen Crespo, el único grande hombre que conozco de vista).
75     27|     viejo para un traqueteo tan grande de mis pobres huesos... ¡
76     27|     fuerza...; una actividad... grande..., en fin, eso..., que
77     28|       inauguró en este día; era grande, alta, confortable, construida
78     29|      que fue al principio real, grande, molesta para Mesía, pero
79     29| Matiella, estanquero y albañil, grande amigo de Frígilis, los dos
80     30|   enferma! Y un susto, un susto grande..., puede matarla.~ ~ -Eso,
81     30|      que batía el viento... Tan grande fue el chaparrón que los
82     30|    usted quiere; ¡está el Paseo Grande tan hermoso a tales horas!
83     30|       calle con su sombrero más grande y su vestido más apretado
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