Cap.

 1      1|        esquinas, y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla
 2      1|     compañero! Celedonio apenas le llegaba a la cintura al canónigo.
 3      1|            bóveda y a las pinturas llegaba muy torcida y menguada.
 4      1|     semejante ocupación. En cuanto llegaba un forastero de alguna importancia
 5      1|          Quintana y de una en otra llegaba a los porches de la plaza
 6      1|       carrera del abismo. Al borde llegaba todas las noches, y solía
 7      2|        Norte del crucero; por allí llegaba antes a su casa: pero esta
 8      3|           ondas sobre la espalda y llegaba hasta el asiento de la mecedora,
 9      3|           era amor y no lo era, le llegaba autor alguno a la suela
10      4|          hipocresía de doña Camila llegaba hasta el punto de tenerla
11      4|            Mediodía.~ ~ Aunque Ana llegaba a la edad en que la niña
12      5|          carretera de la costa que llegaba hasta Loreto. La acompañaron
13      5|          bonita del pueblo. Cuando llegaba un forastero, se le enseñaba
14      6|         leer la prensa extranjera. Llegaba a las nueve de la noche
15      6|            fondos de la prensa que llegaba al Casino. Deleitábale singularmente
16      6|      estaba en el segundo piso. Se llegaba a ella después de recorrer
17      6|          un par de zapatos viejos. Llegaba al Casino, calzaba los zapatos
18      7|           más alta idealidad a que llegaba el espíritu del Marquesito.~ ~ «
19      8|         bolsillos de la americana. Llegaba a casa y descargaba sobre
20      8|           poniéndose de puntillas, llegaba todavía a la llave del gas.~ ~
21      8|         era en los comestibles.~ ~ Llegaba a casa de una vecina riendo
22      8|          es inexpugnable!» Al cabo llegaba a cansar aquella canción
23      9|           oposición por ver adónde llegaba el capricho del ama. Otras
24      9|           agua, bebía, de un salto llegaba al seto, se escondía un
25      9|          Ah!, y después, cuando se llegaba más arriba, a la seguridad
26     10|  empedradas calles de la Encimada; llegaba a la Plaza Nueva y se detenía
27     10|          marido en la frente. Pero llegaba la primavera y ella misma,
28     10|            una gran nube negra que llegaba hasta el horizonte. Las
29     11|          su amistad con Ana Ozores llegaba al punto de poder él confesarse
30     12|    espirituales de la familia, les llegaba al alma a los amos de la
31     12|          color de pez. La bilis le llegaba a los dientes. ¿Por qué?
32     12|         lucía dos veces uno mismo. Llegaba tarde al paseo, daba tres
33     12|          distinción profana que no llegaba nunca a la desfachatez del
34     13|          una sonrisa cortés que le llegaba de oreja a oreja, venía
35     13|         subido al palo más alto no llegaba a coger la barquilla del
36     13|          matarle de un puñetazo si llegaba esta ocasión inverosímil.
37     14|         acercarse fue el Deán, que llegaba entonces al paseo. El mismo
38     15|         anguloso.~ ~ Cuando De Pas llegaba a los últimos peldaños,
39     15|      ingrato!~ ~ A esta conclusión llegaba el Magistral aquella noche,
40     16|           trataba de su marido - y llegaba a un realismo poético que
41     18|         día, en el tren correo, se llegaba a Roca Tajada una hora después,
42     18|            en ellas la atención, y llegaba a sentir náuseas antes de
43     18|       triste, pasillos y galerías; llegaba a su gabinete y también
44     20|          padre, encantaba a todos; llegaba a ser el tertulio necesario,
45     20| descuidados, la pasión de Angelina llegaba al paroxismo, la ocasión
46     20|       camisa, como solía en cuanto llegaba el verano, aunque no tuviera
47     21|          tomar alimento con gusto, llegaba a sentir un placer sutil,
48     21|             que la evaporaba..., y llegaba a no sentir nada más que
49     21|         veía que iba de veras».~ ~ Llegaba de la calle; llamaba con
50     21|               La doncella, a poco, llegaba con el desayuno en reluciente
51     22|                 De hambre...!~ ~ Y llegaba don Robustiano al corro
52     22|         pública salpicaba su alma, llegaba tan arriba como su deliquio
53     22|             agitado, muy nervioso, llegaba De Pas al lado de su amiga
54     22|             pero no se atrevía. No llegaba a más su audacia que a poner
55     22|        estaba resuelta... Mientras llegaba el momento, no podía más
56     22|       muerto ya? -preguntó uno que llegaba en aquel momento.~ ~ -No,
57     23|          ochavo miserable.~ ~ Pero llegaba la ronda y el racimo de
58     23|      cuando el Magistral avisó que llegaba. Hablaba desde lejos la
59     24|        mismo, mientras se paseaba, llegaba a sus oídos el rumor dulce,
60     24|       nueva para el tacto. Todo le llegaba a las entrañas, todo era
61     25|      Glocester, aquella lengua, le llegaba al corazón. Pálido, temblorosa
62     25|            puerta al patio. El sol llegaba a los pies de Quintanar
63     25|           más exagerada era cuando llegaba a caer. La Regenta, si caía,
64     25|          la virtud del sacerdote y llegaba a dudar de la Iglesia, de
65     25|           un refuerzo del silencio llegaba a los oídos un rumor tenue
66     25|         tal o cual piadosa leyenda llegaba a darle náuseas; la soledad
67     26|          de Guimarán. Pero como no llegaba, se repetían los recados.
68     26|         llamaba moral, pero que le llegaba a los huesos en forma de
69     26|           que experimentaba cuando llegaba a convencerse de que un
70     26|      Audiencia cuando la procesión llegaba de verdad. «Ahora no era
71     28|            y desvencijado vehículo llegaba a las primeras casas de
72     28|           cristales de la estufa y llegaba al salón como murmullo de
73     29|          dar el grito de alarma si llegaba el caso, y para combinar
74     29|   ex-regente y Frígilis, en cuanto llegaba el tiempo, salían de caza
75     29|      cumplía su cometido: Frígilis llegaba al parque a la hora convenida,
76     29|            lo que decía, que ya no llegaba a la atención del canónigo;
77     29|       accidente sin importancia le llegaba tan adentro?, ¿qué presentía?, ¿
78     29|      engañaban, se burlaban de él. Llegaba la edad en que iba a necesitar
79     29|            con graznar lúgubre que llegaba a la tierra apagado, como
80     30|            observaba dentro de sí: llegaba a no creer más que en su
81     30|           voluptuosidad íntima, le llegaba al alma, le parecía música
82     30|             La escasa claridad que llegaba de la nave y los destellos
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