Cap.

 1      1|        rodeada de estrellas que parecían su aureola, doblándose en
 2      1|         Ni una mancha! Los pies parecían los de una dama; calzaban
 3      1|          verdes, con pintas que parecían polvo de rapé, lo más notable
 4      1|       delgados, finos, pálidos, parecían obligados a vivir comprimidos
 5      1|         su próxima juventud, le parecían a veces algo ridículos sus
 6      1|      ojos, o sean las ventanas. Parecían un rebaño de retozonas reses
 7      1|     silbidos de las máquinas le parecían burlescos, silbidos de sátira,
 8      1|    monumentos de una idolatría, parecían parodias de las agujas de
 9      1|         los reflejos del vidrio parecían una humedad fría. Era el
10      3|       manos, y de pesadas no le parecían suyas...» Petra corrió a
11      3|         cincuenta y tantos años parecían sesenta; pero sesenta años
12      4|          desde allí las olas no parecían sacudidas violentas de una
13      4|      anfiteatro de montañas que parecían escala de gigantes para
14      4|   sombra del monte, allá abajo, parecían palomas que volaban sobre
15      6|         una seriedad prematura; parecían sacerdotes jóvenes de un
16      7|      Cármenes. Aquellas elegías parecían charadas, y sólo podía descifrarlas
17      8|     llamarse de tú como antaño. Parecían un matrimonio bien avenido,
18      9|       ni ajenas. Amos y criados parecían de estuco. Don Víctor era
19      9|      poesía. Las vetustenses le parecían más guapas, más elegantes,
20     10|  enternecimientos periódicos le parecían excesivos y molestos a la
21     10|     compasión, le irritaban, le parecían mimos de enfermo; él quería
22     11|         el pecho alto y fuerte, parecían de un atleta. El Magistral
23     11|         Tenía sesenta años, que parecían poco más de cincuenta. Debajo
24     11|    nariz, la boca y la barba se parecían mucho a las del Magistral.
25     12|       Los brazos de las butacas parecían puestos en jarras, los pies
26     12|          en honor de la verdad, parecían locos.~ ~ «-Gracias que
27     12|     nobles, qué espirituales le parecían ahora la virtud del otro,
28     12|     arrastrando las sílabas que parecían salir de la nariz.~ ~ -Imposible.~ ~ -
29     13|  adornaban flores naturales que parecían, sin que se supiera por
30     13|         vistosas, las manos que parecían de señorita, todo esto encantaba
31     14|        que se llama reluciente; parecían diamantes negros, y sin
32     14| palaciegas; de mil cosas que le parecían al Magistral necedades,
33     14|       talar era absurdo, que no parecían hombres, que había afeminamiento
34     14|      mezclaban con él otros que parecían gritos, fragmentos de canciones.~ ~ «-¡
35     15|       castillo; sus quince años parecían veinte; pero Paula hacía
36     15|      con notas temblorosas, que parecían titilar como las estrellas.
37     16|     para ella, mas que ahora le parecían materia digna de atención.~ ~ «
38     16|         dando vergüenza, que le parecían ridículas al cabo, don Álvaro
39     16|       de la oreja, palabras que parecían chispas de fragua. Edelmira,
40     17|      detuvo; aquellas metáforas parecían mal, pero no sabía decir
41     17|       ser para usted las que ya parecían vulgaridades de villancicos,
42     18|      otras, y después otras que parecían las de antes, que habían
43     18|       tiempo que a su esposa le parecían bien; si ella prefería quedar
44     18|  cualidades de su oratoria, que parecían señales de una manera original,
45     18|        cual buscaba su rincón y parecían no menos contentos que Frígilis
46     19|       aquellos pelos tiesos que parecían un cepillo de yerbas hechas
47     19|     sentía sudores mortales que parecían sacarle de la piel la última
48     19|       horas y horas que a él le parecían minutos. Cuando las congojas
49     19|       en mares de tristeza, que parecían sin orillas; cuando se sentía
50     19|  sentido lúgubre y hondo que no parecían tener en los labios finos,
51     19|       tintas de la moralidad le parecían entonces a ella las más
52     20|      pero en términos que no le parecían nada filosóficos.~ ~ -¡Don
53     21|  algunos párrafos de los que le parecían más interesantes y para
54     21|    horizontales, deslumbrantes; parecían dos soles cara a cara. Ángeles
55     22|  armisticios vergonzosos que le parecían una especie de infidelidad.
56     22|        un tono y una mirada que parecían navajas de afeitar -. ¿Casos
57     22|       la tapia, se balanceaban, parecían fantasmas que se hablaban
58     23|   cañones, chorros de notas que parecían lucecillas para alumbrar
59     24|          si eran bonitas, ya no parecían cursis; ya no se pensaba
60     24|          el clac de Mesía no se parecían a las prendas análogas de
61     25|        le sonaba ahora a hueco: parecían palabras de una comedia.
62     25| desgajarse de las entrañas, que parecían pulverizarse allá dentro,
63     25|     leyes de la perspectiva, le parecían al cabo cómplices de no
64     26|        aquel cerebro enfermo, y parecían dos ventanas a que se asomaba
65     26|       apariencia de ensueño. No parecían seres vivos aquellos seminaristas
66     28|        la orilla del río. Todos parecían cómplices. Obdulia y Visita
67     28|         en posturas inusitadas, parecían amotinados, amenazando contar
68     28|   enfrente y del cuarto de luna parecían muy a propósito para confesar
69     29|         sus ramos afilados, que parecían manos y dedos de esqueleto.
70     29|      aquel desierto de aire. Ya parecían polvos de imprenta; después,
71     30|   apagados, los cuerpos sólidos parecían todos huecos; todo parecía
72     30|    rugía, arrullaba; unas veces parecían aquellos regueros tortuosos
73     30|        ruido al andar. Sus ojos parecían más grandes que nunca y
74     30|       la punta de los dedos: no parecían armas. Se había hablado
75     30|      del sable primero; pero no parecían sables de desafío; no había
76     30|         la pistola... y tampoco parecían pistolas a propósito. «Yo
77     30|          se buscó otros... y no parecían... Sólo Fulgosio, que siempre
78     30|    duelo fuese a sable. Pero no parecían sables útiles. Además surgieron
79     30|        pistola.~ ~ Pero tampoco parecían pistolas de desafío.~ ~
80     30|   extrañas, que a ella misma le parecían enfermedades nuevas cada
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