Cap.

 1     13|         de la casa, la quinta del Vivero, donde el Marqués tenía
 2     13|     pronto, para ir en seguida al Vivero... ¡No transijo!~ ~ Y se
 3     13|         esta tarde al campo... al Vivero...~ ~ -¡A comer, a comer! -
 4     13|     ocasión... Veremos allá en el Vivero; pero aquí, nada, nada;
 5     13|      suplico yo..., acompáñeme al Vivero..., sea amable..., por caridad...~ ~
 6     13|          había propuesto no ir al Vivero aquella tarde; comprendía
 7     13|           excursión? Sabía que al Vivero iban todos aquellos locos,
 8     13|          su prestigio; no iría al Vivero. Y buenas ganas se le pasaban,
 9     13|     Fermín que no quiere venir al Vivero.~ ~ El don Fermín, que ya
10     13|          su propósito de no ir al Vivero).~ ~ -Le secuestramos... -
11     13|          Si este señor viniera al Vivero..., no se atrevería el otro
12     13|           que podía suceder en el Vivero. Él no podía hacer el cadete;
13     14|      adónde van los otros?~ ~ -Al Vivero, de fijo; ya sabe usted...
14     14|           era no haber seguido al Vivero; ¡de todos modos habían
15     14|         lontananza del camino del Vivero por donde había visto desaparecer
16     14|     estarían diciendo de él en el Vivero?»~ ~ Subía el Magistral
17     14|         pozo seco que había en el Vivero. Paco Vegallana, Obdulia,
18     14|          paso, tomó el camino del Vivero, después de dejar las calles
19     14|          tendida en dirección del Vivero, espiando todos los ruidos...
20     16|           y en las excursiones al Vivero con más audacia, aunque
21     16| inofensivo.~ ~ Las excursiones al Vivero se habían repetido con frecuencia
22     16|          por los juegos locos del Vivero sentía Anita, era romanticismo
23     16|           en medio del bosque del Vivero, a solas con Ana, don Álvaro
24     16|         hablará... y sabré lo del Vivero, que me parece que no fue
25     19|          y en las Paulinas, en el Vivero y en el Catecismo, en el
26     27|       Figúrate aquí, en medio del Vivero, ahí, junto al estanque,
27     27|       catedral, a media legua del Vivero, dio las diez, pausadas,
28     27|          títulos de propiedad del Vivero; gozaba de la naturaleza,
29     27|               Allá voy!~ ~. ~ «El Vivero, mayo 1...~ ~ Llueve, son
30     27|           de Paco y dijo:~ ~ -¡El Vivero!~ ~ Paco adivinó y admiró. «¡
31     27|      Marqueses y su hijo:~ ~ -¡El Vivero!~ ~ -¡Bravo, bravo, eureka! -
32     27|             Paco tiene razón, ¡al Vivero!, se van ustedes al Vivero.~ ~
33     27|        Vivero!, se van ustedes al Vivero.~ ~ Y la Marquesa:~ ~ -¡
34     27|     Víctor protestó.~ ~ -¡Cómo el Vivero! ¿Y ustedes?~ ~ -Nosotros
35     27|           que pedía Benítez en el Vivero, donde serían dueños absolutos...
36     27|    peligros que la estancia en el Vivero podía tener. Aborrecía ahora
37     27|         este pensamiento: «Voy al Vivero a hacer vida de aldeana,
38     27|        alegrarse, que la idea del Vivero la fortificaba como un placer
39     27|       impresiones al entrar en el Vivero en un día de abril que parecía
40     27|         la carretera estrecha del Vivero; los sauces, como una lluvia
41     27|           hacer que la entrada al Vivero habitable sea por aquí,
42     27|     extraña! Yo no había visto el Vivero hasta ahora, lo que se llama
43     27|      venido a darnos posesión del Vivero, comen con nosotros y de
44     27|         si nunca hubiera visto el Vivero. ¿Qué será que todo me parece
45     27|        veces se me antoja todo el Vivero escenario de una comedia
46     27|  convidados a las excursiones del Vivero son los personajes de las
47     27|         salud.~ ~. ~ He traído al Vivero algunos libros de mi padre.
48     27|     deberes de la catedral, en el Vivero en compañía de los dueños
49     27|      buenos amigos. Pertenecía el Vivero a la parroquia rural de
50     27|         he de tomar el camino del Vivero, más vale ahorrarme el tormento
51     27|      carretera de Santianes o del Vivero paseándola a lo ancho, agitado,
52     27|         yo a hacer allí? ¡Maldito Vivero!» La berlina tardaba. De
53     27|          paso de tortuga.~ ~ -¡Al Vivero, a escape! -gritó don Fermín
54     27|    perderla, y que aquel viaje al Vivero era ridículo; que si estaba
55     27|      Cuando el Magistral llegó al Vivero no había ningún convidado
56     27|          iglesia ya estarán en el Vivero...~ ~ -De modo...~ ~ -De
57     27|       ridícula su situación en el Vivero, le parecía muy oportuno
58     27|           régimen, la higiene, el Vivero..., usted..., yo..., los
59     28|           mi casa...~ ~ Y dejó el Vivero, no tan a escape como él
60     28|         correr, volver furioso al Vivero a sorprender «lo que el
61     28|       tanta fatiga.~ ~ Allá en el Vivero los convidados habían puesto
62     28|          casa. Ya se sabía que al Vivero no se iba a otra cosa. Visitación,
63     28|     habían venido varias veces al Vivero a caballo; Mesía había encontrado
64     28|      Marqueses les ofrecían en el Vivero por aquella noche. Todo
65     28|           por los alrededores del Vivero. A casi todas asistieron
66     28|       loco de contento, salió del Vivero con su mujer y con Petra
67     28|      amigos íntimos.~ ~ Se iba al Vivero muy a menudo; se corría
68     28|         Pedro descargaba sobre el Vivero, se quedaba allí toda la
69     28|      excursión, por aquel año, al Vivero.~ ~ La alegría era extremada,
70     28|           el camino de Vetusta al Vivero no dijo más que esto, y
71     28|           a todos los amantes del Vivero les preocupó la idea de
72     28|       pedazos de papel, barro del Vivero, hojas de flores, y una
73     29|          la escena del bosque del Vivero la interpretó la vanidad
74     29|        aquella dichosa mañana del Vivero, de que estaba avergonzado.
75     29|         la iglesia parroquial del Vivero a don Álvaro y a la Regenta.
76     30|           viaje, a las tapias del Vivero. Se apearon y, rodeando
77     30|     médicos, en la casa nueva del Vivero, adonde se trasladó, como