Cap.

 1      2|           que acabó la carrera de médico en San Carlos, que estos
 2      3|           nada encontraba como El médico de su honra.~ ~ -Si mi mujer -
 3      5|         sin ningún sacramento. El médico decía que algún derrame,
 4      5|          terrible, había dicho el médico; la enfermedad había coincidido
 5      5|          eso estaba bien; pero el médico añadía unos detalles que
 6      5|           pudo más, la rindió. El médico habló de fiebre, de grandes
 7      5|          convalecencia», según el médico de la casa, que era comedido
 8      5|     debilidad.~ ~ Esto lo dijo el médico de la aristocracia, don
 9      5|       doña Águeda al saber por el médico esta resolución de la nobleza
10      5|            Desde el día en que el médico dijo que el comer bien era
11      6|          tenían que madrugar. Tal médico se recogía a las diez después
12      6|           su figura, el título de médico y sus habilidades flamencas.
13      9|           higiene; el confesor es médico higienista; pero así como
14     11|     consejo de don Robustiano, el médico, De Pas hacía gimnasia con
15     12| misteriosa y agria -: Está ahí el médico... ese empecatado primo
16     12|      Fulgencia; pero ¿qué dice el médico? ¿Viene de allá?~ ~ -Sí,
17     12|     hablando entre dientes.~ ~ El médico era alto, fornido, de luenga
18     12|    todavía. Don Robustiano era el médico de la nobleza desde muchos
19     12|        había ganado mucho. Era un médico de mundo, un doctor de buen
20     12|         paciencia el discurso del médico y, por decir algo, dijo:~ ~ -
21     12|            El Magistral miraba al médico con gran curiosidad y algo
22     12|         no estaba tan mal como el médico decía. El de las monjas
23     12|           y las bromas necias del médico, luego aquella Visitación,
24     13|  vetustenses ilustres, v. gr., el médico Somoza. Edelmira se cuenta
25     13|   Robustiano Somoza, el rozagante médico de la nobleza, que comía
26     13|           Álvaro, el Marqués y el médico llevaban el peso de la conversación
27     13|            Cómo bromas? -gritó el médico -. A fe de Somoza, que sin
28     13|          en el columpio! -dijo el médico don Robustiano.~ ~ Era un
29     17|        que su cliente («él era un médico del espíritu») se resistía
30     17|      festivo - ¿y mi orgullito de médico? Un enfermo que se me rebela..., ¡
31     17|           que yo creo que un buen médico (no precisamente el señor
32     17|        que es persona excelente y médico muy regular) podría ayudarme
33     17|          a hablar a usted como un médico del alma, no sólo como sacerdote
34     19|     explicación climatológica, el médico buen mozo no pensaba en
35     19|           Anselmo fue a llamar al médico y Petra se instaló a la
36     19|     aunque aletargada, oía.~ ~ El médico no contestó. Recetó y salió
37     19|          mandaba en su lugar a un médico joven, su protegido; creía
38     19|    cerebro según ella.~ ~ Veía al médico muy preocupado con el tronco
39     19|       estilo gongorino, lo que al médico importaba saber de estos
40     19|   Esperaba con afán la visita del médico, primero para hacerse decir
41     19|           Míster.~ ~ Desde que el médico declaró que la mejoría,
42     19|      demás pormenores íntimos. El médico tuvo que entenderse con
43     19|         dejara allí; sin fe en el médico, creyendo en no sabía qué
44     19|          a las noches en vela; el médico volvió a ser un oráculo,
45     19|         burlando los decretos del médico, probó en los primeros días
46     19|           más que las órdenes del médico, y antes de dejar el lecho,
47     20|          Yo no puedo bañarme y el médico me ha dicho que el aire
48     22|          pueblos se habla mal del médico, del boticario, del cura,
49     22|          lengua, al coloso, no al médico de Termasaltas por ejemplo».~ ~
50     22|         don Robustiano Somoza, el médico de la aristocracia cuyas
51     22|      volviéndose a Foja añadía el médico:~ ~ -Oiga usted, señor decurión
52     22|         callis, follis.~ ~ ~ ~ El médico y el prestamista estuvieron
53     22|        una tisis caseosa según el médico de las monjas, que era dualista
54     22|      Concepción, muy temprano, el médico Somoza dijo que don Santos
55     22|        eso..., que llama el señor médico..., Colasa... o Colás...
56     22|         Morirá esta noche.~ ~ -El médico no ha vuelto.~ ~ -Somoza
57     26|         don Fermín y a Somoza, el médico, Vetusta entera, que había
58     27|         Ana escribió primero a su médico, que era en la actualidad
59     27|           que de don Víctor y del médico. ¿Pero de qué quiere que
60     27|           me ayude a agradecer al médico (de quien tanto hablo) mi
61     27| ciegamente las prescripciones del médico.~ ~ Si algo dijo éste de
62     27|  Marqueses, Álvaro y Paco.~ ~ -El médico -decía el ex-regente - exige
63     27|        quería correr, Benítez, el médico de Anita, y otros vetustenses
64     27|           Don Víctor se acercó al médico, en el hueco de un balcón,
65     27|                Sí, señor -dijo el médico sonriendo y chupando su
66     27|         Sí, señor; es un aforismo médico: ubi irritatio ibi fluxus...~ ~ -¡
67     28|           Y lo que había dicho el médico? Ubi irritatio..., es decir,
68     28|        fuera a baños, y que si el médico lo exigía que por lo menos
69     30|        porque olvidé lo que  al médico de ella, olvidé que ubi
70     30|          de él estaba Benítez, el médico de Ana. Al verle don Víctor
71     30|    Fulgosio y detrás a Somoza, el médico.~ ~ -¿Y trasladarle a Vetusta...? -
72     30|           prescripciones de aquel médico frío, siempre fiel, siempre
73     30|       fría, triste, contestaba el médico:~ ~ -Bien, Ana, bien...
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